Por los últimos dos
mil años, los judíos de la diáspora han tenido muchas
oportunidades para expresar su coraje y dar todo por sus creencias judías.
Consideren a Natán Sharansky – una persona que estuvo dispuesto
a pasar años de tortura física y psicológica por seguir
siendo judío.
Los párrafos de la
historia judía están llenos de miles de Sharanskys. Ya sea
durante la inquisición, las cruzadas, los pogroms y otras persecuciones
y expulsiones - los judíos han dado su vida por el judaísmo.
Para la mentalidad occidental
“sacrificar la vida por una creencia” suena como una acción por
demás drástica! ¿Tiene lógica alguna lo que nuestros
antepasados hicieron? ¿De dónde sacaron la fuerza para dar su vida
en lugar de aceptar otra religión?
Rabí
Akivá y el Shemá
Una de las leyendas que
más inspiran en el judaísmo es la de Rabí Akivá.
A pesar de que empezó a estudiar el alef-bet (abecedario) a los
cuarenta años de edad, fue tal su aplicación en el estudio
que se convirtió en el sabio más grande de los tiempos del
Talmud.
En el siglo I los romanos
trataron de eliminar al judaísmo y decretaron leyes que prohibían
el estudio de la Torá. Para defender a nuestro pueblo y nuestra
cultura Rabí Akivá reunió a todos sus discípulos
y les enseñó Torá.
Los romanos arrestaron
a Rabí Akivá y lo ejecutaron brutalmente arrancándole
la piel de su cuerpo por medio de peines de acero.
Mientras era torturado,
Rabí Akivá alegremente recitaba el Shemá: “Escucha Israel,
El Señor es nuestro D-os, el Señor es Uno”.
Sus estudiantes exclamaron:
“Rabino, ¿no sólo debemos dar nuestra vida por el honor de D-os,
sino que debemos hacerlo con alegría?”.
Contestó Rabí
Akivá: “Toda mi vida luché para poder santificar el Nombre
de D-os incluso con mi propia vida y ahora que tengo la oportunidad,
con felicidad lo hago”.
¿Fue Rabí Akivá
un superhombre? ¿Cómo puede ser que esta "oportunidad" le dio tal
placer que oscureció por completo la agonía de la muerte?!.
El
Verdadero Placer
Un fundamento básico
en el judaísmo es que no hay nada que un ser humano pueda hacer
por D-os. D-os no tiene necesidades y al mismo tiempo nos da todo: agua,
aire, comida, sol. Nos da la Torá como las instrucciones para poder
sacarle el mejor provecho a la vida.
En el Shemá Israel,
estamos ordenados amar a D-os "bejol nafshejá" - con toda nuestra
alma. Tienes que estar dispuesto a sacrificar tu vida antes de negar
a D-os.
Si las mitzvot son para
nuestro beneficio… ¿cómo es que esto puede ser placentero para
nosotros?
Porque nos brinda claridad
y compromiso. Si puedes percibir algo tan importante, que estarías
dispuesto a sacrificar tu propia vida por ello, entonces tu vida tiene
un peso, un propósito y una dirección. Hasta que no sepas
por lo que estás dispuesto a morir, no has empezado a vivir.
Los placeres materiales
son necesarios aunque no se pueden comparar con placeres mayores como
lo son el amor y el significado de la vida. Imagínate que te ofrecen
10 millones de dólares por uno de tus hijos. Después de rechazar
la oferta, estarías impresionado del precioso valor de ese niño!
Puede ser que siempre hayas sabido su valor en un plano intelectual,
pero ahora se convierte en algo real para ti.
Similarmente, cuando has
encontrado una causa tan elevada que estarías dispuesto a dar tu
vida por ella, cuando realmente vives por ella, lo haces con una fuerza
y un placer desmesurado.
Este es el secreto del
heroísmo judío. Esta es la razón por la cual tantos judíos
a través de la historia han sacrificado sus vidas por aquello en
lo que creían. Porque morir por D-os es un placer mayor… que vivir
sin Él.
Vive
Por Aquello Que Estás Dispuesto a Morir
Una vez conocí a
una persona que vivía con este principio.
Zeev vivía en Israel
cuando los británicos estaban en el poder. Él era miembro
de un movimiento de liberación clandestino judío, cuyo objetivo
era echar a los ingleses.
Durante los cuatro años
en los que Zeev estuvo en este movimiento, él estaba alejado de
su familia y sus amigos - forzado a trabajar como un trabajador interino
sin tener la posibilidad de hablar a casa. Cada día caminaba por
las calles, prestando mucha atención, porque los ingleses estaban
constantemente parando gente y revisándola. Cualquier judío
que fuese encontrado cargando un arma sería matado.
Un día, los ingleses
hicieron una revisión sorpresa, y Zeev fue arrestado. Se dieron
cuenta que era parte del movimiento clandestino judío y lo torturaron
para sacarle más nombres. Zeev perdió una pierna por el maltrato.
En 1948, cuando los ingleses
se retiraron, Zeev fue liberado. Se casó, construyó un negocio
y crió una numerosa familia.
Él cuenta:
“Viendo hacia atrás
en mi vida, incuestionablemente el mejor periodo de mi vida fue haber
sido miembro de ese movimiento clandestino. Es verdad, la mayoría
de esa época fue miserable, pero cada momento me sentía completamente
vivo. Estaba viviendo por algo por lo que estaba dispuesto a morir”.
La
Vida No es Comodidad
La comodidad es increíble
pero no es significativa.
Un tonto es por demás
capaz de llevar una vida cómoda. No sufre mucho. Disfruta del helado,
insulta a las moscas que se paran en su cabeza, siempre está con
una sonrisa… su vida es p-r-e-c-i-o-s-a.
Pero no experimenta nada
más allá de su helado. Carece de la capacidad de apreciar
placeres más allá del físico - relaciones sociales, significado
y espiritualidad.
Vivir solo por placeres
materiales y comodidad no es realmente vivir. También necesitamos
entender el significado más profundo y existencial de la vida.
Tarde o temprano, cada ser humano se enfrentará con la cruda y
fría pregunta: “¿De qué se trata la vida?”.
El
Propósito en la Vida Judía
Infinidad de grupos darían
su vida por diferentes causas. Los iraníes, los iraquíes,
los kurdos… la lista no tiene fin. Entonces ¿qué tiene de especial
el pueblo judío?
A través de los años,
el destino y la misión de los judíos ha sido enseñar
el monoteísmo. Los judíos no mueren por ellos, sino por la
humanidad. Transmitiendo el mensaje de monoteísmo y amor al prójimo,
seguimos siendo una “luz entre las naciones” y por eso preservamos el
mensaje de esperanza de una paz mundial.
Este concepto tenía
una claridad tal, que le daba a los judíos un placer más grande
que cualquier placer material en la tierra. Rabí Akivá entendió
esto. Cuando se le pidió dar su vida por D-os, entendió la
idea tan claramente, que inclusive experimentó alegría al
hacerlo. Sabía que se estaba conectando con algo más precioso
que su propia vida.
A pesar de las horribles
persecuciones, los judíos siempre hemos apreciado la vida porque
siempre entendimos nuestro poder para cambiar al mundo. Sin embargo,
enfrentados a la conversión o a la muerte, sabíamos que debíamos
luchar o morir para dejar el mensaje judío vivo.
Sin tanta terquedad y
adherencia a nuestra fe, el pueblo judío nunca hubiera podido hacer
un impacto tan grande en las ideas y valores de la civilización
mundial.
Nuestros abuelos entendieron
esto y por eso es que todavía hoy somos judíos.
Es por eso que le enseñamos
a nuestros hijos a decir el Shemá: “Escucha Israel, El Señor
es Nuestro D-os, El Señor es Uno”.
Si quieres vivir, sé
sincero. Analiza por lo que estarías dispuesto a morir y después
de eso estarás genuinamente vivo.
Shakespeare dijo: “Un
cobarde muere muchas veces. Un valiente sólo muere una vez”. Todos
vamos a morir. La pregunta es: ¿quieres vivir? |