Cortesía de WorldNetDaily.com
He aguardado en
silencio desde que Israel estalló en peleas estimuladas por
disputas en la montaña del Templo.
Hasta ahora, nunca
he tenido la molestia de decir “Ves, te lo dije”, pero no puedo
resistir más. Me siento obligado a recordarles sobre la columna
que escribí hace algunas semanas, antes de la última
sublevación. Sí, amigos, yo lo predije. Está bien.
Guarden sus aplausos.
Después de
todo, hubiera preferido haberme equivocado. Más de 80 personas
han sido asesinadas desde las presentes peleas dentro y alrededor
de Jerusalem. ¿Y para qué?
Si crees lo que
lees en la mayoría de las fuentes informativas, los palestinos
quieren una tierra y los musulmanes quieren tener el control sobre
los lugares que consideran santos. Simple, ¿no es cierto?
Bueno, como periodista
árabe-americano que ha pasado tiempo en el Medio Oriente
esquivando mi porción de rocas y de balas, les tengo que
decir que estas son sólo excusas falsas para hacer disturbios,
problemas y obtener tierra.
¿No es interesante
que antes de la guerra entre árabes e israelíes en 1967,
no había ningún movimiento serio para obtener una tierra
Palestina?
“Bueno, Farah”,
puedes decir, “eso es antes de que los israelíes capturaran
los territorios ocupados y la ciudad vieja de Jerusalem".
Es cierto. En la
guerra de los seis días, Israel capturó Judea, Samaria
y el Este de Jerusalem. Pero no obtuvieron estos territorios de
Yasser Arafat. Los capturaron del rey Hussein de Jordania. No
puedo acabar de entender por qué todos estos palestinos de
repente descubrieron su identidad nacional después de que
Israel ganó la guerra.
La verdad es que
Palestina no es más real que la tierra de Nunca Jamás.
La primera vez que el nombre fue usado fue en el año 70 a.e.c.
cuando los romanos cometieron genocidio contra los judíos,
destruyeron el Templo y declararon que la tierra de Israel no
existiría más. Desde ese momento en adelante, los romanos
prometieron que sería llamada Palestina. El nombre fue derivado
de los filisteos, un grupo goliatioano conquistado por los judíos
siglos antes. Fue una táctica de los romanos para aumentarle
insulto al sufrimiento del pueblo judío. También trataron
de cambiar el nombre de Jerusalem a Aelia Capitolina, pero acerca
de esto no tuvieron mucho éxito.
Palestina nunca
ha existido - ya sea antes o después - como una entidad autónoma.
Fue dominada alternadamente por Roma, por cruzadas Islámicas
y Cristianas, por el Imperio Otomano, y por un período corto,
por los Ingleses después de la Primera Guerra Mundial. Los
británicos accedieron a devolver al menos parte de la tierra
al pueblo judío como su tierra natal.
No existe ningún
lenguaje llamado Palestino. No existe ninguna cultura Palestina.
Nunca ha existido una tierra llamada Palestina gobernada por palestinos.
Los palestinos son árabes, indistinguibles de los jordanos
(otra reciente invención), sirios, libaneses, iraquíes,
etcétera… Toma en cuenta que los árabes controlan el
99.9% de la tierra del Medio Oriente, e Israel representa un décimo
de aquel 1 por ciento de la tierra.
Pero eso es mucho
para los árabes quienes lo quieren todo y alrededor de este
punto es que la pelea en Israel gira. Codicia, orgullo, envidia,
celos. No importa cuántas concesiones de tierra los israelíes
hagan, nunca será suficiente.
¿Qué tal sobre
los lugares sagrados islámicos? No hay ninguno en Jerusalem.
¿Impresionado? Lo
deberías estar. No creo que hayas escuchado esta verdad tan
rotunda de cualquier otra persona del periodismo internacional.
Y esto no es solamente correcto en el ámbito político.
Yo sé lo que
vas a decir: “la Mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca en Jerusalem
representan los lugares islámicos más sagrados”.
Pero no es cierto.
De hecho, el Korán no dice nada acerca de Jerusalem. Sólo
menciona La Meca cientos de veces y Medina innumerables veces,
pero nunca menciona Jerusalem. Y esto es por una buena y simple
razón: No hay evidencia histórica alguna que sugiera
que Mohammed haya visitado Jerusalem.
Entonces, ¿cómo
se convirtió Jerusalem en el tercer lugar más sagrado
del Islam? Los musulmanes citan hoy un pasaje del Korán,
el 17 Sura, titulado “La travesía nocturna”, en donde se
relata que Mohhamed tuvo un sueño o una visión donde
fue cargado por la noche desde “el sagrado Templo al Templo
que es más remoto, cuyo recinto hemos bendecido, que le podemos
enseñar nuestras señales….”. En el séptimo
siglo, algunos musulmanes identificaron los dos templos mencionados
en el verso, como la Meca y Jerusalem. Y esa es la conexión
más cercana con el judaísmo. …Mito, fantasía, ilusiones.
Mientras tanto, los judíos pueden trazar sus raíces
en Jerusalem desde los días de Abraham.
Los últimos
encuentros violentos en Israel estallaron cuando el líder
del partido Likud, Ariel Sharón, trató de visitar la
montaña del Templo, las bases del Templo construido por el
rey Salomón. Es el lugar más sagrado para los judíos.
Sharón y sus acompañantes fueron recibidos con palos
y amenazas. Y yo sé lo que se siente pues he estado ahí.
¿Te puedes imaginar lo que es para los judíos ser amenazados,
apaleados y dejados fuera del lugar más sagrado en Jerusalem?
Entonces ¿cuál
es la solución para el problema del Medio Oriente? Bueno,
francamente, no creo que exista una solución hecha por el
hombre para la violencia. Pero si existe una, tiene que empezar
con la verdad. Aparentar sólo llevará a más caos.
Tratar a un derecho de tierra de 5.000 años basado en contundentes
evidencias históricas y arqueológicas, igual que a un
derecho basado en reclamos ilegítimos, deseos y pedidos le
da a la diplomacia y al proceso de paz un mal nombre.
Joseph Farah,
un periodista árabe-americano, es el editor y director ejecutivo
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