Todo sistema está construido
sobre principios fundamentales.
Por ejemplo, las bases de la lengua
española son sus letras.
Si tu quieres leer y escribir
tienes primero que aprender el alfabeto.
El Judaísmo también
tiene su ABC, sobre el cual está basado.
La "A" del Judaísmo
Esta es una premisa
en la que todos estamos de acuerdo: Los Seres Humanos son creaturas
de sociedad.
Si hubiésemos
nacido en China, probablemente estaríamos agitando pequeñas
banderas rojas o un libro de dichos de Mao. Si hubiésemos
nacido en una buena familia católica de Sicilia, probablemente
estaríamos mostrando nuestro rosario.
La primera pregunta
que debemos hacernos es: ¿De dónde proviene mi "filosofía
de vida"? ¿Es esencialmente una visión griega de la vida?
¿O romana? ¿Oriental? ¿Judía? Intenta preguntarte lo siguiente:
"¿Si yo hubiera nacido en una familia de fundamentalistas musulmanes,
qué estaría haciendo de mi vida hoy en día?".
Porque si no te
haces esta pregunta, hay bastantes posibilidades de que hoy en
día seas un fundamentalista musulmán!!
En gran parte, la
manera de haber sido educados determina cuáles serán
nuestros valores y creencias. A menos que hayamos hecho nuestra
propia investigación, la sociedad es (muy probablemente)
nuestra "opción filosófica" - jugando un rol importante
en la formación de nuestras ideas.
Entonces, ¿cómo
podemos, objetivamente, determinar la realidad? ¿Cómo es
posible para un individuo discernir quién realmente él
es y en qué debería creer - si está tan profundamente
influenciado por lo que cree su sociedad? ¿Por qué tendrías
que ser judío? O, ¿cómo sabes la diferencia entre lo
correcto y lo errado?
Esto es la "A" del
Judaísmo. ¿Cómo una persona llega a una conclusión
independiente sobre la realidad? ¿Cómo podemos evitar ser
el mero producto de nuestra sociedad?
El Poder de una Historia de Niños
Cada sociedad tiene
su propia cultura, su propia manera de mirar la vida.
Estas ideas llegan
a la conciencia pública por muchos caminos: a través
de la literatura, la escuela, la religión, etc. Uno de los
caminos más poderosos mediante el cual las ideas se hacen
parte de nuestra conciencia, es a través de las historias
que nos cuentan cuando somos niños. Estas historias dejan
una impresión en la mente del niño y conllevan muchos
mensajes subliminales.
Por ejemplo, es
casi imposible imaginar encontrarse con alguien nacido en América
que no haya escuchado la historia de Caperucita Roja. Tú
la has escuchado, tus padres la han escuchado, y tus hijos y nietos
la escucharán también.
¿Qué mensaje
tú crees que el niño adquiere de la historia de Caperucita
Roja?
Imagina si su abuela
viene a visitarlo inmediatamente después de que él terminó
de escuchar la historia. ¿Qué él haría? Si realmente
prestó atención a la historia, correría y se escondería
detrás de la falda de su madre y le pediría que se fije
en sus dientes. Él se aseguraría de que ella es realmente
su Abuela!
¿Qué le estamos
enseñando? ¡Sospecha! ¡Busca al lobo! Realmente, nunca puedes
confiar que tu abuela es lo que tú crees que es. ¿No es eso
lo que se está transmitiendo?
Una Consciente Historia Judía
El judaísmo
también tiene sus propias historias que forman la conciencia
de nuestros niños. Hace algunos años era inconcebible
que un niño judío no conozca de memoria esas historias.
La siguiente historia
está contada en el Talmud (Tratado de Nidá):
Antes de nacer,
mientras estamos en el vientre de nuestra madre, D'os envía
un ángel para que se siente a nuestro lado y nos enseñe
toda la sabiduría que necesitaremos para vivir. Pero justo
en el momento antes de nacer, el ángel nos golpea debajo
de la nariz (formando la hendidura que todos tenemos bajo nuestra
nariz) y nos olvidamos de todo lo que él nos enseñó.
¿Qué nos enseña
esta historia? ¿Qué impresión produce en el niño?
¿Qué se graba en su mente para siempre?
Esta historia nos
enseña que podemos mirar en nuestro interior para aprender
lo que es la vida. Profundamente en nuestra conciencia, en el
rincón más lejano de nuestra memoria, está todo
el conocimiento de lo que tenemos que saber para vivir. El propósito
de la vida. Cómo amar. Cómo alcanzar nuestro potencial.
Todo lo que tenemos que hacer es el esfuerzo de recordar!
Esta es la visión
del judaísmo sobre la educación. Nadie puede enseñar
algo nuevo. Todo lo que hacemos es ayudar a otros a recordar lo
que ya saben intuitivamente que es verdad.
Intenta recordar
la geometría básica.
¿Alguna vez estudiaste
geometría elemental? Si lo has hecho, recordarás que
uno de los teoremas básicos es que la suma de los ángulos
de cualquier triángulo es de 180 grados. Para todos los triángulos
hay una prueba que demuestra que todos los ángulos siempre
sumarán 180 grados.
¿Recuerdas cuál
es esa prueba?
Dibuja un triángulo.
Luego haz una línea paralela a la base del triángulo.
Ahora tenemos dos
líneas paralelas. El tercer ángulo, que es el punto
del triángulo, forma la parte perdida de un medio círculo.
Cada círculo tiene 360 grados, y medio círculo tiene
180 grados. Entonces, los tres ángulos (los dos ángulos
alternados y el tercer ángulo del triángulo) equivalen
a 180 grados.
Si alguna vez supiste
esto claramente, te irrita tratar de recordarlo otra vez. Ese
esfuerzo es la educación. Tratar de alcanzar dentro nuestro
lo que entendemos, en función de obtener claridad sobre la
vida.
Define los términos
y obtiene claridad!
Este esfuerzo debe
ser hecho para descubrir las verdaderas bases de la vida. Si miras
dentro tuyo, verás que puedes reconocer la verdad, la realidad,
el bien. Sólo tienes que hacer el esfuerzo de recordar lo
que ya sabes.
Ilustremos cómo
esto funciona:
Si yo te digo: "¿Tú
bafustik a alguien?" Tu inmediata respuesta será: "¿Qué
quieres decir con la palabra bafustik?" No puedes de ninguna manera
contestar a mi pregunta a menos que puedas definir primero el
significado de la palabra.
Pero qué pasaría
si yo te pregunto: "¿Amas a alguien?" Tu puedes contestar esta
pregunta porque entiendes de lo que te estoy hablando. El hecho
de que usas el término "amor" en tu vida diaria implica que
por lo menos en algún nivel entiendes esta palabra.
En el judaísmo,
sin embargo, decimos que a menos que conozcas clara y precisamente
un concepto, no lo entiendes completamente. Puedes reconocerlo,
pero sólo vagamente, porque no has hecho el esfuerzo para
clarificar exactamente el significado de ese término.
"Educación"
significa comprender lo que el ángel nos enseñó.
Nosotros podemos hacerlo revisando dentro de nosotros mismos.
Eso toma esfuerzo - pero vale la pena, porque a través de
ese esfuerzo adquirimos claridad para reconocer la verdad.
Ese conocimiento
interno es precisamente lo que le posibilita a la persona elevarse
por encima de las influencias de la sociedad y ser independiente.
Si quieres la verdad, no tienes que ir muy lejos o escalar montañas;
está justo bajo tu nariz. Esa "hendidura" está allí
para recordártela. Si tomamos nuestro dedo y lo colocamos
sobre esa hendidura, dejaremos de hablar y comenzaremos a pensar.
Esto es la "A" del Judaísmo. Tenemos dentro nuestro el conocimiento
de la realidad.
La
"B" del Judaísmo
Ahora que estamos
seguros de que podemos reconocer la verdad, tenemos que encontrar
lo que hay que saber.
Para entender la
vida, tenemos que saber qué es lo que se espera de nosotros.
¿Para qué fuimos
creados? ¿Cuál es el significado de la existencia humana?
¿Qué es lo que D'os quiere que hagamos? Esto es la "B" del
Judaísmo.
Lo que tú quieres
para tus hijos es lo que D'os quiere para nosotros. En el judaísmo
nos referimos a D'os como nuestro Padre Celestial (Avinu Malkeinu:
nuestro Padre; nuestro Rey. "Avinu Harajamán": nuestro Padre
misericordioso). El término es usado constantemente en la
Torá y los rezos. D'os es nuestro Padre y nosotros somos
Sus hijos.
¿Qué es lo
que todos los padres quieren de sus hijos? Que tengan placer.
Eso es! Cuando tú tienes hijos quieres que sean saludables,
fuertes y que estén llenos de alegría y vitalidad. Quieres
que sean claros, resueltos y hábiles. Tú quieres que
tengan todo lo bueno que hay el sol. ¿Para qué? Para que
puedan obtener el mayor placer en esta vida.
Tú tratarás
de convencerlos de que se alejen de las cosas que van a impedirles
obtener todos los placeres que la vida tiene para ofrecerles.
Tu hijo puede divertirse
mucho jugando con el PacMan, pero tú sabes que él se
merece mejores cosas en la vida: un matrimonio feliz, una educación
sólida, buena salud, buenos amigos, una buena carrera, etc.
En el judaísmo
decimos que D'os - nuestro Padre Celestial - creó al ser
humano simplemente para darle bondad y placer. Es para eso que
Él hizo este mundo, y es para eso que Él nos dio la
Torá - para enseñarnos cómo usar este mundo y obtener
el mayor placer. La Torá es nuestro libro de instrucciones
para vivir.
¿Cómo determinas
para qué propósito algo fue creado? Miras la manera
en que fue construido.
Por ejemplo: ¿sabes
para qué fue hecho el bolígrafo? Para escribir.
¿Y si alguien te
dice que es un escarbadientes? Dirías: "Esto es ridículo.
Si fue creado para ser un escarbadientes, debería hacer mejor
su trabajo. ¿Y por qué contiene tinta?"
Si alguien te diría
que es un teléfono, le dirías: "Yo no creo eso. ¿Por
dónde marco el número?
Con un poco de esfuerzo
puedes identificar para qué algo fue diseñado. Tú
sabes que un bolígrafo es para escribir porque todas sus
partes indican eso y es eso lo que hace mejor.
El judaísmo
dice que los seres humanos fueron creados para buscar placer.
¿Cómo sabemos
esto?
Porque en toda decisión
que el ser humano toma en la vida, el criterio final es: "¿ Me
dará placer o no?". Ya sea lo que comeremos en la cena, lo
que haremos en el tiempo libre, con quién nos casaremos o
qué carrera elegiremos. Por sobre todo, el placer es el punto
decisivo.
Si algo parece que
va a ser doloroso, la persona hará todo lo posible para evitarlo.
Si parece prometer placer y divertimento, hará todo lo posible
para obtenerlo. Aún cuando hacemos algo altruista, lo hacemos
porque nos da placer.
D'os nos diseñó
para ser buscadores de placer. Para eso fuimos creados. Es por
eso que Él diseñó al mundo - y todo lo que hay
en él - para que nos brinde placer.
La meta del judaísmo
es obtener ese placer. Así como nuestros padres quieren que
disfrutemos de la vida, D'os quiere que Sus hijos, todos los seres
humanos, disfrutemos de la vida absolutamente.
Esto es la "B" del
judaísmo: D'os hizo el mundo para darnos placer.
La "C" del Judaísmo
Ahora… si D'os quiere
que tengamos placer, y nosotros queremos tener placer, entonces
¿por qué no obtenemos constante placer? ¿Qué es lo que
causa todos los problemas?
La razón por
la cual no obtenemos siempre placer es porque cometemos errores.
D'os quiere que tengamos placer, pero el placer lleva esfuerzo.
Si no hacemos el esfuerzo correcto, no obtendremos placer.
Todos quieren ser
buenos. Todos quieren cumplir con sus responsabilidades. Eso es
placentero. Pero frecuentemente creemos que podemos tener placer
aún si tomamos un atajo o elegimos una fácil salida.
Queremos tener un
matrimonio exitoso, pero no entendemos la necesidad del compromiso
y la constante atención. Queremos que nuestra vida tenga
sentido, pero nos dejamos influenciar por la presión social.
Queremos llevarnos bien con nuestros padres pero no hacemos el
esfuerzo para evitar discusiones. Todos los seres humanos quieren
tener placer, pero cometemos muchos errores y es eso lo que nos
causa muchos problemas.
Sin embargo, como
dijimos antes, D'os es nuestro Padre y nosotros somos Sus hijos.
Si tus hijos se
equivocan no los ves como pecadores o malvados. Entiendes que
están confundidos o equivocados. Es por eso que en la lengua
hebrea, no hay una palabra para: "pecado". La palabra que usamos
es "jet", pero ella no quiere decir pecado. La connotación
de la palabra "Jet" hace referencia a una flecha que "perdió
su blanco". No hay nada esencialmente "malo" en esa flecha (o
en el arquero). Sino que simplemente un error fue cometido debido
a la falta de enfoque, concentración o habilidad.
Cuando tus propios
hijos cometen errores, tratas de pensar cómo puedes ayudarlos
a que no los cometan más. Así también, D'os siempre
está tratando de llamar nuestra atención mediante muchas
y variadas formas que Él dispone en nuestras vidas; porque
si prestamos atención, si buscamos las respuestas, viviremos
mejor.
Esto es la "C" del
Judaísmo: El problema es que estamos confundidos. No sabemos
qué buscar en la vida o cómo alcanzar lo que estamos
buscando realmente. Es por eso que tomamos caminos equivocados
que nos conducen hacia los problemas.
La "D" del Judaísmo
(En el judaísmo
tres no es suficiente. En nuestro ABC hay cinco puntos en total).
La "D" del judaísmo
es: Obtener una educación.
Por medio de la
educación evitamos cometer errores y el peor de los errores
es no tener una educación.
Cuando decimos educación,
no nos referimos a ir al colegio. ¿Qué clase de educación
generalmente las personas obtienen allí? Cálculos, Shakespeare,
órbitas planetarias, el proceso del ósmosis, la geografía
de Australia y dónde dobló el continente Índico.
Pero cuando todo
eso pasó, tú todavía no sabes quién eres.
No sabes por qué fuiste creado o para qué vives. Y si
no te conoces a ti mismo, no sabes nada. El judaísmo dice:
Obtiene una educación sobre la vida. Ponte en contacto con
el ángel, el cual tú ya conoces profundamente dentro
tuyo. El ángel te enseñó cómo vivir la vida.
Busca. ¿Para qué vives? ¿Para obtener un diploma? ¿Para estar
establecido? ¿Para comprar una gran casa? ¿Esa es la meta de la
vida? ¿Para eso fuimos creados?
La "E" del Judaísmo
Cuando decimos que
D'os nos creó para tener placer, ¿estamos hablando de dos
semanas de vacaciones después de un año de trabajo en
la oficina?
Si lo que quieres
es un placer duradero, busca cómo obtenerlo. El placer es
vigorizante; aprende cómo obtenerlo.
El último punto
es que D'os nos dio la Torá para enseñarnos sobre la
vida; para mostrarnos cómo obtener placer.
¿Qué es la Torá?
Has escuchado descripciones
variadas como ser: "La Ley; El Ritual; Los Mandamientos". Pero
¿qué significa literalmente la palabra Torá? Quiere
decir "instrucciones". Por ejemplo: en Israel hoy en día
"Torat Hanehigá" quiere decir instrucciones para conducir.
La palabra Torá significa instrucciones.
Por 3500 años,
en el libro de rezos que los Judíos usan todos los días,
nos referimos a nuestra Torá como "Torat Jaím" - "Instrucciones
de vida".
Cuando tienes hijos,
haces lo mejor para inculcarles toda la sabiduría que tienes
sobre la vida. Una y otra vez les dices: "Tienen que aprender
a leer y escribir". Ellos pueden decir: "Quién lo necesita!
Yo voy a ser bombero". Entonces tú tratas de explicarle:
"¿Sabes? A veces vas a querer hacer un cheque o leer una carta".
Ellos te contestan: "Si yo seré un jugador de fútbol
famoso, tendré siete secretarias que me la lean! Es más
importante que practique mi deporte". Entonces, ¿qué es lo
que un buen padre hace? Tú (imaginariamente) le pegas en
la cabeza y le dices: "SIÉNTATE Y LEE Y ESCRIBE!!".
Cualquier entendimiento
que tengas sobre cómo obtener verdaderamente el mayor placer
de esta vida, lo intentarás transmitir con mucho esfuerzo
a tus hijos.
Nuestro Padre Celestial
hace lo mismo. Él dio a Sus hijos instrucciones para vivir.
Es una repetición de lo que el ángel nos enseñó.
Instrucciones para ser felices. Eso es la Torá.
Toma el ejemplo
de la mezuzá. Las personas a veces piensan que es un ritual.
Si piensas que una mezuzá te protege de los fantasmas, entonces
se transformará en un ritual. Pero si la abres y lees lo
que está escrito, aprenderás cual es el placer más
grande de la vida. Nuestro Padre Celestial nos ordenó poner
la mezuzá en los marcos de nuestras puertas para que siempre
recordemos el motivo por el cual vivimos. Bésala cuando entres
y cuando salgas, pero no automáticamente, medita sobre lo
que está escrito adentro. De esta manera, nunca perderás
la senda de las metas de la vida.
Otra de las "instrucciones
para vivir" es decir el Shemá. ¿Qué está escrito
en el Shemá? Las metas de la vida. Lo decimos en la mañana
y luego en la noche, para que siempre recordemos por qué
vivimos y cuál es el mayor de la vida.
Las mitzvot no son
rituales vacíos; ellas son herramientas para vivir. Cuando
entendamos el significado que hay detrás de ellas, comenzaremos
a ver qué herramientas poderosas ellas son en nuestra vida.
Recuerda:
La
"A" del Judaísmo: El ángel
nos enseñó todo lo que necesitamos saber. Es por eso
que vamos a poder reconocer la verdad cuando la encontremos.
La
"B" del Judaísmo: D'os nos creó
para tener placer y es eso lo que queremos aprender a obtener.
La
"C" del Judaísmo: No somos pecadores,
cometemos errores. Nuestros errores nos impiden disfrutar de los
placeres que queremos.
La
"D" del Judaísmo: Para evitar cometer
errores y para alcanzar nuestro potencial, necesitamos recibir
una educación sobre la vida.
La
"E" del Judaísmo: La Torá
fue dada para enseñarnos sobre la vida. Para enseñarnos
cómo ser felices. Cómo amar a la humanidad y cómo
conectarnos con D'os.
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