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Dijo Rabi
Levi Itzjak de Berditchev: Toda persona tiene un aura sagrada que
la envuelve, la cual ilumina de una manera especial en el momento en que la
persona proyecta amor...
Y esto es
algo dable de poder ser inclusive medido.
Y cuando
una persona que trabajó sobre sus cualidades y se depuró interiormente
proyecta amor, su rostro irradia una luz sumamente poderosa y especial.
Y personas
que tienen el don de poder ver el aura de sus semejantes, pueden comprobar esto
de manera totalmente clara y "tangible".
Y cuánto
más nos esforzamos por iluminar a los demás, más tenemos
el don de atraer la luz y la energía de los demás tambien hacia
nosotros, potenciándonos los unos a los otros para que el mundo entero
también se pueda potenciar.
Y cuanto
más estudiamos Torá (que es nuestro alimento espiritual) en profundidad,
mayor es la luz que sus enseñanzas proyectarán sobre nosotros,
estimulándonos para crecer y mejorarnos cada vez más.
Dijeron
nuestros sabios: Está escrito en Pirkei Avot "Y juzga a
toda la persona para bien". Es decir, no solo hay que esforzarnos por juzgar
a todas las personas para bien, sino que debemos de esforzarnos por juzgar a
toda la persona para bien...
En otras
palabras, debemos de juzgar a todas las acciones de la persona para bien y en
general a toda la persona para bien, y no hacerlo solamente respecto de una
"parte" de ella...
Y es muy
comun escuchar personas que comienzan diciendo algo bueno sobre su semejante,
juzgándolo supuestamente positivamente, para luego mencionar todas sus
falencias, desvirtuándolo completamente...
Y es por
este motivo que viene el Tratado de los Principios y nos advierte que debemos
de juzgar a toda la persona para bien y no solamente a una "parte"
de ella...
Por último,
como está escrito que según la manera como uno juzga a los demás
así lo juzgan a uno, es más que recommendable que juzguemos positivamente
a nuestros semejantes, pues nadie esta suficientemente limpio en su accionar,
como para darse el lujo de exponerse a ser juzgado estrictamente por el Tribunal
que se encuentra en el Cielo...
Dijo Rabi
Mendel de Bitevsk: Un judío que vive en la tierra de Israel,
tiene la capacidad de proyectar santidad a judíos que viven fuera de
Israel.
Y por más
que esto parezca ser algo mágico o místico que no podemos saber
si es real o no y que obviamente no tiene una explicacion racional, la Torá
que se estudia en la tierra de Israel definitivamente que es otra clase de Torá
en relación a la Torá que se estudia fuera de ella...
¿Y
por qué esto es así?
Porque toda
la realidad de la tierra de Israel hace que la persona que vive allí
se "cargue" de una energia totalmente diferente, teniendo el mérito
de poder proyectar un poco de dicha energía tambián a los judios
que viven temporalmente fuera de ella...
Y todo judío
que visita la tierra de Israel, no puede permanecer indiferente al efecto que
la tierra de Israel hace espiritualmente sobre si, siendo una persona la que
llega a visitar Israel y otra diferente la que se va...
Y puedo
dar fe de charlas que he tenido con israelíes que viajan fuera de Israel
para enseñar Torá, que es muy comun para ellos escuchar que personas
se acerquen y les digan que la Torá que ellos enseñan es una Torá
diferent ...
Y realmente
ya lo dijeron nuestros sabios: "no hay Torá como la Torá
de la tierra de Israel"; ¡y dichosos de aquellos que pueden verlo!
Dijo Rabi
Najman de Breslav: Mi lugar es en la tierra de Israel. A cada lugar
que viajo, viajo hacia la tierra de Israel, y de mientras soy un pastor en Breslav.
En otras
palabras, todos los lugares en los cuales los judíos se encuentran en
la diáspora, no son más que "escalas" en el camino de
regreso a la tierra de Israel-
De esto
resulta lo que dice Rabi Najman de Breslav, que vayamos a donde vayamos, siempre
nos estamos dirigiendo hacia nuestro destino final en la tierra de Israel.
Y anecdóticamente,
cuando hace un par de años salí del Aeropuerto de Ben Gurion rumbo
a Argentina y una persona se me acercó y me preguntó cuál
era mi destino final, si bien al principio le respondí Buenos Aires,
luego recapacité y decididamente le dije "¡Ben Gurión!"...
Y a pesar
que hoy en día, aproximadamente la mitad de nuestro pueblo viven relativamente
cómodos en los paises de la diáspora (siendo este el motivo por
el cual se cambio la palabra "galut" - "exilio" por "diásporas"
-"tefutzót"), la verdad es que la diáspora no es el
lugar natural del pueblo judío, pues nunca el vivir en el exilio podría
llegar a ser considerado como una situación natural...
Y el hecho
que en el año 1948 habían 600.000 judíos en la tierra de
Israel y hoy en día hay más de 6 millones, muestra claramente
que la voluntad de Hashem es que el pueblo judío se congregue nuevamente
en su tierra, poniendo fin a nuestras escalas ¡y retornando para siempre
a la tierra de Israel!
Y hoy en día tenemos el impresionante mérito de ser testigos y
protagonistas del cumplimiento de las profecías, viendo con nuestros
propios ojos como nuestro pueblo regresa a Tzión.
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