En el año
1913 en Ukrania, sucedió que hubo un juicio en contra de los judíos.
Uno de los motivos del juicio era: ¿Cómo es posible que está
escrito en la Guemará: “Atem Keruim Adam, Veen Obdé Kojabim
Nikraim Adam” – “Los Yehudim se llaman “Adam”
– persona, a diferencia de los Goyim que no se llaman persona?1
El juicio era muy
duro para toda esa comunidad. El Rab de Rusia decidió mandar a Rab Meir
Shapira de Lublin al juicio para debatir. Cuando comenzó el juicio, preguntó
uno de esos antisemitas: ¿Cómo es posible que la Guemará
diga que los Goyim no se llaman persona? ¿Acaso somos animales?
Les contestó
Rab Meir Shapira de Lublin: “Les voy a explicar qué significa esa
Guemará, no es lo que están pensando”. Cuenta el Midrash,
que llegó una persona con Shlomó Hamelej a preguntarle algo muy
extraño.
Era referente a un
hombre que nació con dos cabezas y quería cobrar lo doble de la
herencia de su padre que había fallecido. Ese hombre decía que
por cuanto que tiene dos cabezas debería cobrar doble como dos personas;
pero su hermano decía lo contrario, que era una sola persona y debía
cobrar sencillo.
El rey Shlomó
hizo algo muy sabio para llegar a la verdad: Iba a verterle agua caliente a
una de las dos cabezas y quería descubrir si sólo una cabeza se
quejaba o las dos. Tomó al hombre de dos cabezas y le vendó los
ojos a una cabeza. A la otra cabeza le vertió un vaso de agua caliente.
Después de verterle el agua caliente, las dos cabezas gritaron del dolor.
Shlomo Hamelej dijo:
“Ese hombre es un sólo hombre, ya que lo que se le hace a una cabeza,
la otra siente lo mismo”.
Así mismo
es el pueblo de Israel: “Lo que un hombre siente, lo siente otro Yehudí”.2
Aumentó Rab
Meir Shapira de Lublin: “Si un Yehudí en África tiene una
enfermedad, miles de Yehudim
de América sufren por él y hacer Tefilá para que
se cure. Si un Yehudí tiene un problema en América, miles de Yehudim
de Oriente piden que se resuelvan
sus problemas”.
Rab Meir Shapira
de Lublin le preguntó al juez: ¿Si usted se enteraría que
hay un grupo de jóvenes
en Lublin que tienen un juicio, usted iría hasta allá para
ayudarlos? El juez le contestó que no iría, ya que ni los conoce.
Esa es la diferencia
entre nosotros y ustedes. Cuando un Yehudí tiene algún problema,
ya sea un niño, adulto, rico, pobre, etc., ese sufrimiento lo sienten
todos los Yehudim del mundo.
Y no sólo sufren con él, sino hacen todo lo posible
para que se cure. Dan Tzedakot, rezan dicen Tehilim, etc.
Es por eso que la
Guemará dice: “El pueblo de Israel son llamados “Adam”
– “Persona”,
en lenguaje singular. Ya que todo el pueblo de Israel somos una sola
persona. A diferencia de los Goyim, se pueden llamar “personas”,
pero no son una sola “persona”
que uno sufre por el otro.3
Cuando se
quiere luchar, se necesita la unión
La Perashá
Ki Tetzé, comienza precisamente con esas palabras: “Ki Tetzé
Lamiljamá” – “Cuando salgas a la guerra”. No
está escrito “Cuando salgan a la guerra”, sino en singular
“Cuando salgas a la guerra”; esto para enseñarnos que cuando
se quiere luchar contra el enemigo, se necesita la unión y la hermandad.4
El pueblo
de Israel es uno
Cuenta la Torá
que Setenta almas llegaron a Egipto, Yaakob y su familia.5
La Torá escribe
“Shivim Nefesh” – “Setenta alma”, la pregunta
es: Tendría que decir
“Shivim Nefashot” – “Setenta almas” ya que es
plural...
El motivo de porqué
dice “Setenta alma”, es porque había mucha fraternidad
entre ellos, y a pesar que vivían la esclavitud, se ayudaban mutualmente
y por eso, se consideraban una sola alma y no varios individuos.
En una ocasión
el Zar de Rusia preguntó al famoso Netziv de Volojin, ¿Cómo
ustedes aciertan que el pueblo Yehudí se llama “Adam” –
“Persona”, más
no los Gentiles?6
Le contestó
que la palabra persona en hebreo tiene cuatro sinónimos: Adam, Enosh,
Ish, Guever. Todos tienen su forma gramatical en plural: Anashim, Ishim, Guevarim,
menos Adam no tiene plural, no se dice Adamim... el pueblo
Yehudí se distinga por formar una sola entidad sin distinción
de familias o de países,
con un solo objetivo de servir Hashem. Nosotros declaramos
en Shema: “Hashem Ejad” – “Dios es uno”, y Hashem
declara “Israel Goy Ejad
Baaretz” – “Israel es un solo pueblo”.
Somos hermanos
Hamán argumentó
que el Pueblo Judío está desunido.
Un Rabino americano
se subió a un taxi en Israel. El taxista estaba malhumorado
y el Rab pensó decirle algo que tal vez le cambie el ánimo: “Somos
hermanos”. El chofer dijo, “No, usted es religioso y yo no, no somos
hermanos”. El Rab dijo,
“Hace muchos años una persona me enseñó que todos
los Yehudim somos hermanos”. “¿Sí...? ¿Quién?”.
El Rab respondió: “¡Hitler!,
él no hizo diferencias entre religiosos y no religiosos, entre Sefaradim
y Ashkenazim... por lo tanto somos hermanos”. El taxista se quedó
pensativo y le dijo, “Bueno,
usted es uno en un millón”. El Rab: “Ahora somos
dos en un millón”.
Pase lo que pase
debemos estar unidos, saber que somos hermanos, cada quien puede pensar diferente,
pero debe respetar al otro. Un judío de nacimiento y un converso son
iguales, como lo son los yemenitas, los Ashkenazim, los Jasidim y los Sefaradím.
No puede haber una brecha entre nosotros.
Por la falta
de hermandad fuimos esclavizados
El Ben Ish Jay en
su libro Ben Yeoyadá, nos dice algo fabuloso.
Él pregunta:
¿Por qué en Pesaj hacemos dos remojadas? Contesta: Para recordar
cuál fue el motivo de la esclavitud y así mismo, el motivo de
la salvación.
El origen de la esclavitud
y de la salvación fue por medio de dos tipos de remojadas. La explicación
es la siguiente:
Hubo dos tipos de
remojadas en los tiempos de la Torá. La primera remojada fue en los tiempos
de Yosef Hatzadik, cuando sus hermanos remojaron la túnica en sangre
que le había regalado su padre. Los hermanos
lo hicieron por falta de hermandad y desunión con su hermano Yosef.
Debido a esa remojada, que representa falta de unión y hermandad fue
el pueblo de Israel castigado y esclavizados, así como dice el versículo:
“Vaitbelú Et Hakutonet
Badam” – “Y remojaron la túnica en sangre”.7
La segunda remojada
fue cuando el pueblo de Israel remojó el manojo de hisopo
para poner la sangre en el marco de la sangre, así como está escrito:
“Ulkajtem Agudat Ezob,
Utbaltem Badam” – “Y tomarán un manojo de hisopo,
y los untarán con sangre”,8 del
pueblo de Israel.
Vemos que la raíz
de la esclavitud fue la falta de hermandad y la salvación del
pueblo de Israel fue por la hermandad de los Yehudim.
Los amigos
de hoy en día, no son como antes
Una persona que vivió
en Líbano contó la siguiente historia verídica.
En Líbano
existía una calle donde había varias tiendas de ropa. Las tiendas
se abrían por decir una hora, a las ocho de la mañana. Vamos a
decir que llegaba un cliente a comprar una camisa a las 8:15 de la mañana.
Después de quince minutos, llegaba otro cliente para comprar otra mercancía.
El dueño de la tienda no le quería vender, ya que su compañero
vecino, todavía no había vendido nada a esa hora y no era correcto
que un tendero venda dos prendas mientras el otro no haya vendido nada.
Cuando esta persona
contó esta historia, no se le creyó, hasta que dijo lo siguiente:
Antes, los amigos no eran como hoy en día; antes los amigos eran como
hermanos. Si hoy en día contamos esta historia pero aplicada entre hermanos,
sí lo podríamos creer; pero como hoy en día tenemos una
perspectiva de amigos diferente a la de los tiempos de antes; por eso no lo
creemos.
La verdadera
esencia de Israel es su unidad
Nos cuenta la Torá,
que Yaakob Abinu se durmió en su camino y recostó su
cabeza en varias piedras, así como está escrito: "Y tomó
de las piedras del lugar, y
las colocó alrededor de su cabeza, y se recostó en aquel lugar”.9
El Midrash nos explica
que cada una de las doce piedras quería tener el mérito
de ser la piedra en la que apoyaría la cabeza el gran Tzadik, Yaakob.
Unos versículos
más adelante, la Torá habla de una sola piedra, lo cual implica
que las piedras se habían transformado en una sola, así como está
escrito: “Veaeben Hazot”
– “Y sobre esta piedra”.10 doce
piedras se transformen en una?
Las doce piedras
simbolizan a las doce tribus de Israel. La discusión entre las
piedras giraba en torno a cuál de las tribus constituiría la esencia
del pueblo judío.
¿Acaso era
Leví, y sus descendientes, quiénes realizaban el servicio en el
Templo Sagrado? ¿O Isajar, quien se dedicó al estudio de la Torá?
¿O Zevulún, quien, por medio de sus negocios, daría sustento
a Isajar, ¿O Isajar, quien se dedicó al estudio de la Torá?
¿O Zevulún,
quien, por medio de sus negocios, daría sustento a Isajar, para que
este pudiera concentrarse
en el estudio de la Torá?