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Teshubá
Su significado literal
es “retornar, volver hacia”.
Ud la habrá
escuchado muchas veces, la generación que nos toca vivir esta llena de
baale teshuba, “retornistas”, personas que deciden por libre elección
“volver hacia” sus raíces, su esencia milenaria y asumir
así, una vida judía plena en preceptos ( mitzvot), con todo lo
que eso implica, para el y para su entorno familiar y social.
Escriben
Jaza¨l ( Sabios de Israel ), que de haberle dado D-os, al ser humano , la
posibilidad de elegir una generación en la cual nacer, habría
elegido esta, sin dudas. Ni la generación que vio los milagros del Éxodo
de Egipto, ni la que vio la apertura del Mar Rojo , ni la que recibió
la Tora en el monte Sinai. Sino esta !, la que vivimos hoy. La pregunta es,
por que ¿que tiene esta época de especial?
Nuestros
Escritos Sagrados nos cuentan de una profecía “llegara
el día que habrá una gran hambruna, no de comer pan ni de tomar
agua, sino una hambre espiritual, de una vida plena de sentido”.
Sabe Ud,
hace milenios, no tantos, algo más de tres…, un ser muy especial
llamado Abraham , el Hebreo, descubría al Creador Supremo, Único
y Omnipotente, en medio de un mundo politeísta e inmoral. D-os le entrego
un legado moral y una misión, trasmitir esa información a sus
hijos y a los hijos de sus hijos, en una cadena ininterrumpida , con el único
objetivo de crear seres plenos, felices y altruistas, capaces de enfrentar un
medio hostil y sostener sus principios contra viento y marea. Y lo logro! Pasaron
los milenios, y el mensaje permaneció intacto.
Con la destrucción
del Segundo Gran Templo de Ierushalaim, allá por el año 70 de
la era actual, fuimos dispersados. Viajamos por los cuatro puntos cardinales
y llevamos siempre con nosotros ese mensaje fantástico recibido por nuestros
padres ( la Tora ), el código ético y moral, que enarbolábamos
por donde el destino nos llevara. Fueron años duros, de persecuciones,
expulsiones y guerras, pero siempre dando la vida por esos valores que fueron
el leb motib de nuestras vidas. Cuanto más nos perseguían, mas
nos fortalecíamos. Pasaron los años. Nuestros padres llegaron
a America a comienzos de siglo con el mensaje a cuestas, la misión clara
y un gran desafío. Pero las necesidades fueron muchas y las tentaciones
también. Las necesidades básicas de manutención y la apertura
al mundo occidental, necesario y bien recibido, ocuparon la mayor parte de sus
vidas. La trasmisión de ese mensaje milenario, quedaba ahora en un segundo
lugar.
Empezamos
a mimetizarnos a las costumbres del lugar donde llegamos, su cultura, su ropas,
sus hábitos (asimilación que le dicen) pasaron a ser “nuestras”
y aquel mensaje eterno, paso lentamente a transformarse en algo lejano y desconocido,
casi extraño para nosotros.
Empezamos
a sentir que la realización personal pasaba por la conquista de logros
externos, profesiones, títulos, dinero y fama. Cosas que no contradicen
en absoluto el espíritu judaico, siempre y cuando la esencia se mantenga.
Soñamos con que nuestros hijos sean profesionales judíos, cuando
lo correcto era lo inverso, que sean judíos profesionales!.
La asimilación,
llamada trágicamente “holocausto blanco”, logro arrebatar
en los últimos 25 años, mas judíos del judaísmo
que la maquinaria nazi ( sea su recuerdo borrado ) en 6 años de exterminio..El
proceso fue lento pero inexorable.
Podríamos
compararlo a hacer un buen te. Imagínese Ud que varias personas quieran
tomar del mismo saquito…los primeros disfrutaran del aroma, color y sabor
de un te tradicional y exquisito, y los últimos ?….El sabor original
quedo en los paladares de nuestros padres, y nosotros tomamos la infusión
creyendo que eso era te! Y con toda razón dijimos….no quiero tomar
te ! …pero eso no era te….era solo una burda imitación de
la sabrosa infusión que hizo de nuestros progenitores personas maravillosas.
Pero …dichosos
de nosotros!….nos toco nacer en la generación donde los jóvenes
redescubrieron la planta de te….ellos saben como hacer el te original
que nuestros padres disfrutaban, ellos vuelven lentamente a sus raíces
milenarias, y quieren que nosotros también lo probemos ¡Pero, hay
un problema…..nunca sentimos el sabor real del te, y cuando ellos nos
lo ofrecen gustosos…los miramos y les decimos “ yo lo hago mejor…”,
“quédate con tu te, yo me quedo con el mío…”
Ahora podemos
entender porque es esta una época especial. Ahora podemos entender porque
los Sabios de Israel anhelaban nacer en ella. Ellos sabían que el milagro
de los “retornistas”, como esta profetizado en los libros, iba a
ocurrir hoy y aquí, e iba a terminar siendo el mayor milagro de la historia
de Am Israel. Y no querían perderse esa vivencia….
El Talmud
nos cuenta de una categoría de personas llamadas “tinokot shenishba”,
niños raptados. Y lo explica con una alegoría. Un niño
judío, fue tomado cautivo de muy pequeño y apartado totalmente
de sus raíces y costumbres. Muchos años después, ya mayor,
se encuentra con quien lo reconoce y le inquiere por sus orígenes, por
su judaísmo y por su familia. Nuestro niño ya no recuerda ni sus
orígenes, ni la cara de sus progenitores y menos, su religión.
El tiempo que ha estado alejado de todo ello, hizo su trabajo. Pero este amigo
no se rinde. Lo lleva delante de sus padres, de sus hermanos, de su familia.
Al comienzo se miran como extraños, se sienten ridículos, nada
los une. Pero el padre lo invita a pasar a su habitación , la que ocupaba
de niño, le muestra sus fotos, sus lugares de juego. Su hermano mayor
no resiste, se acerca y le pasa una mano sobre su hombro, el ahora siente el
cariño de una familia que es la suya, solo que esta recién empezando
a recordar. Sus ojos se van llenando de lagrimas, el ahora empieza a sentir
el tiempo perdido…, EL PERTENECE A ESE MUNDO....SOLO QUE NO LO RECUERDA,
es hora de abrazar a sus padres y empezar de nuevo…y así lo hace.
A todos
nos pasa algo así. Somos todos nosotros, la generación de la tecnología
y los avances científicos, como criaturas raptadas…nada recordamos
de nuestra esencia, apenas un te descolorido que puede traducirse en asistir
a Rosh Hashana o Iom Kipur un rato, para que la conciencia no nos atormente,
o hacer kadish una vez al año por nuestros seres queridos..Solo eso,
muy poco. Y cuando alguien nos quiere recordar nuestro pasado y ayudarnos a
redescubrir quien realmente somos, lo miramos con extrañeza, indiferencia
y a veces con recelo. QUE QUIEREN DE MI ? Pero…… todo pasa por animarnos,
asomar la cabeza y mirar nuestra vieja habitación. Volverá a nosotros
el aroma de las jalot , la paz indescriptible de un shabat o el sonido del shofar,
tan nuestros y tan lejanos…Nuestros ojos volverán a ponerse vidriosos
y esa será nuestra mayor dicha. Nuestro mayor logro. Estaremos transitando
el camino de regreso.
No solo
de pan vive el hombre. Cansados de vacio existencial, llenos de bienes materiales
que nuestros abuelos no soñaban ni e el mejor de sus sueños, el
pueblo judío vuelve lenta pero inflexiblemente a sus orígenes.
Teshuba
es retornar, no empezar. Porque nunca nos fuimos, solo nos olvidamos.
Sin necesidad
de pastar en campos ajenos, abrevando en culturas que no son las nuestras, o
buscando terapias alternativas o cayendo en el abismo de las adicciones, para
lograr un poco de éxtasis o paz interior, basta!!
Llego
la hora de ahondar en nosotros mismos. Quienes somos? Que se espera de nosotros?
La travesía
de milenios del Pueblo Judío esta llegando a su fin. En cada casa y casa
de Am Israel hay alguien que redescubre sus orígenes y empieza a motorizar
cambios. No se asuste. No es algo ajeno a Ud., es solo la forma de vida que
tenían sus padres…, que hacían de ellos personas morales,
familias sólidas y que llenaban sus vidas de sentido. Ud también
los tiene. No tengo dudas de ello. Pero así como en toda empresa apuntamos
a la excelencia, aquí también hay una excelencia a la cual apuntar.
Y el judaísmo autentico tiene esta receta mágica. Dese el gusto
de probar el mejor te, sus hijos, sus nietos, tienen la receta.
Cerremos
con una parábola.
Hace milenios,
los hombres soñaron con conquistar el espacio infinito, sus estrellas
y galaxias. Pero enfrentaron un gran problema. Las distancias a recorrer serian
mas grandes que el tiempo que una persona puede vivir. Entonces idearon un gran
plan. Crearían una comunidad dentro de la nave espacial. Los tripulantes
originales se casarían entre ellos , tendrían hijos y nietos y
estos así tambien…el tiempo pasaría hasta poder llegar a
destino, milenios después. Pero….la ultima generación, la
que avisto el destino final en sus pantallas, decidió….cambiar
el rumbo! Ya no tenía sentido el sueño de tantos años,
ahora los planes serian diferentes. Giraron 180 grados y emprendieron camino
de retorno… si Ud habría sido de los pioneros del proyecto, que
sentiría ahora? Todos sus esfuerzos habrán sido en vano!!... Anhelos
de generaciones enteras, abocadas a un objetivo, para que los últimos
digan, somos mas inteligentes…esto no tiene sentido…volvamos atrás.
Este mundo
es como una gran nave espacial. Nuestros abuelos soñaron con un Pueblo
Único en todos los aspectos, dieron sus vidas por esto, con valores morales
inigualables.
La meta
se avista en la pantalla, pasamos persecuciones, turbulencias y muchos de los
nuestros quedaron en el camino….pero los remanentes, los que estamos hoy
vivos aquí y ahora, tenemos un trabajo por hacer. No giremos el rumbo.
Démonos
el permiso de descubrir quienes somos.
Los ojos
de nuestros padres descansan y apuestan en nosotros.
Es
hora de volver a casa.
Bienvenidos!!
Dr Eduardo
Cohen
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