Capítulo
5
Mishná
1
"Mediante
diez alocuciones fue creado el mundo, y por cuanto que podría haber
sido creado mediante una sola alocución, ¿qué es lo que esto
viene a enseñar? (Que fue hecho así) para cobrarse de los
malvados que destruyen al mundo que fue creado mediante diez alocuciones,
y para darle una buena recompensa a los justos que mantienen al mundo
que fue creado mediante diez alocuciones".
En
este capítulo el autor nos enseñó la importancia que tiene
el profundo análisis de las cosas así como también la acción,
y para demostrar esto, la Mishná trajo como prueba el hecho de que
la Torá nos quiso informar que el mundo fue creado a través
de diez alocuciones, es decir diez órdenes Divinas.
Evidentemente,
la intencionalidad de la Torá al contarnos que D'os creó al
mundo mediante diez alocuciones, no fue decirnos que D'os no lo podría
haber creado mediante una sola orden, puesto que por cuanto que Sus fuerzas
no son como las nuestras y Él está por encima del cansancio,
si el Creador hubiera querido crear al mundo mediante una alocución
solamente, lo hubiera podido hacer sin lugar a dudas.
Es
por eso que el objetivo que tuvo la Torá al relatarnos esto, lógicamente,
no puede ser otro más que informarnos que para crear de la mejor
manera posible a un hombre "a Su imagen y a Su semejanza", D'os debía
crearlo mediante diez alocuciones, para que a través de ellas, las
distintas creaciones se vayan creando unas de otras.
Es
por eso que quien lo ayude a D'os en el mantenimiento de esta empresa
que requirió para su realización tanto esfuerzo, será merecedor
de una gran recompensa del Creador, pero quien no ayude a su mantenimiento
será merecedor de un gran castigo.
(Basado
en el comentario de Rabí Ovadiá Seforno, 1470 - 1550)
Mishná
2
"Diez
generaciones hubieron entre Adam hasta Nóaj, para enseñar cuánta
paciencia Él tiene - pues todas estas generaciones lo enojaban, hasta
que trajo sobre ellos las aguas del diluvio. Diez generaciones hubieron
desde Nóaj hasta Abraham, para enseñar cuánta paciencia
Él tiene - pues todas las generaciones lo enojaban, hasta que llegó
Abraham y recibió la recompensa de todas ellas".
Véase
nuestro comentario sobre la Mishná siguiente.
Mishná
3
"Mediante
diez pruebas fue probado Abraham Avinu - sobre él sea la paz - sobrepasándolas
todas, para enseñar cuán apreciado es Abraham Avinu".
Hay
varios puntos que no están lo suficientemente claros en nuestra Mishná.
Primero: Qué relación ella tiene con la Mishná anterior?
Segundo: Por qué en la Mishná anterior nuestro patriarca es
llamado simplemente "Abraham", pero aquí es llamado "Abraham
Avinu" (nuestro padre Abraham). Además: Cuando nuestra Mishná
dice: "…para enseñar cuán apreciado es…", a quién
está dirigida esta enseñanza?
Para
responder, podemos decir que nuestra Mishná sí está relacionada
con la anterior, ya que en la Mishná anterior habíamos estudiado
que: "diez generaciones hubieron desde Nóaj hasta Abraham… hasta
que llegó Abraham y recibió la recompensa de todas ellas",
y el hecho de que nuestra Mishná seguidamente dice que: "mediante
diez pruebas fue probado… sobrepasándolas todas", muestra todo
lo que se esforzó y trabajó Abraham Avinu para recibir la recompensa
de todas esas generaciones, ya que fue probado diez veces. Y a alguien
como él sí era correspondiente que le sea otorgada una recompensa
equivalente a la que le hubiera correspondido recibir a todas esas diez
generaciones.
Además
aquí Abraham es llamado "Avinu" (nuestro patriarca), pues a través
de esas pruebas que pasó fue que él difundió la Divinidad
del D'os Único sobre toda la tierra, y como consecuencia de eso muchas
personas fueron detrás de él para aprender de sus acciones,
como le dijo D'os a él: "En el padre de muchos pueblos te he convertido"
(Bereshit -Génesis- 17:5). Por eso Abraham Avinu es llamado:
"el padre de los conversos".
Y
al decir que Abraham Avinu debió pasar diez pruebas "…para enseñar
cuán apreciado es…", nuestra Mishná quiso expresar que el
hecho de que Abraham Avinu fue probado mediante diez pruebas y las sobrepasó
a todas, viene a enseñarles a todas las personas del planeta que
él es muy apreciado delante de D'os, hasta tal punto, que todas los
seres humanos son llamados sus hijos.
(Basado
en el libro "Se Lebet Avot" de Rabí Shalom Hadaia, 1862 -
1945)
Mishná
4
"Diez
milagros les fueron hechos a nuestros antepasados en Egipto, y diez en
el mar. Diez golpes trajo el Santo - bendito es Él - sobre los egipcios
en Egipto, y diez en el mar. Diez veces sometieron a prueba nuestros antepasados
al Santo - bendito es Él - en el desierto, como está escrito:
'Y me sometieron a prueba a Mí ya diez veces' (Bamidvar 14:22)".
"Diez
milagros les fueron hechos a nuestros antepasados en Egipto". El Rambam
explica que los diez milagros que D'os les hizo al pueblo de Israel en
la tierra de Egipto consistieron en que ellos se salvaron de las diez
plagas que D'os envió sobre los egipcios. Esos milagros les fueron
hechos porque el pueblo de Israel saldría de allí para recibir
la Torá, que está incluida en los Diez Mandamientos. Y esto
está insinuado en la pregunta que Moshé le formuló a D'os
cuando se negó a ser Su enviado para sacar al pueblo de Israel de
Egipto: "¿Quién soy yo para presentarme delante del Faraón
y para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto?" (Shemot
3:11).
Es
como si Moshé le hubiera dicho a D'os que él entendía que
habían tres razones que impedían que Israel salga de Egipto:
¿Quién soy yo… pues quien debe presentarse delante de un rey
debe hablar correctamente, pero yo soy lento de habla; …para presentarme
delante del Faraón… ya que el Faraón no era como cualquier
rey sino un rey muy duro; …y para sacar a los hijos de Israel de Egipto?,
pues Moshé no veía que el pueblo de Israel tenía
ningún mérito para ser redimido.
Es
por eso que D'os le respondió: "Le dijo: Pues Yo estaré contigo
y esta será para ti la señal de que Yo te he enviado: cuando
saques al pueblo de Egipto servirán a D'os sobre esta montaña"
(3:12). Y la intención de D'os fue responder a esas tres preguntas
de la siguiente manera: Pues Yo estaré contigo…, y
no debes temer del Faraón más que de cualquier otro rey. Además,
si a pesar de que eres lento de habla te presentarás delante del
rey, esta será para ti la señal de que Yo te he enviado,
y no que decidiste por cuenta propia presentarte delante de él. Por
último, a pesar de que ahora no tienen méritos para ser liberados,
cuando saques al pueblo de Egipto servirán a D'os sobre esta montaña,
y por ese futuro mérito es que serán redimidos de la esclavitud.
(Basado
en el libro "Etz Iosef" de Rabí Janoj Zundel, f. 1891)
Mishná
5
"Diez
milagros ocurrían para nuestros antepasados en el Bet Hamikdash (Templo
de Jerusalem): Nunca una mujer abortó como consecuencia del olor
de la carne de los sacrificios, nunca la carne de los sacrificios despidió
mal olor, nunca se vió una mosca en el lugar donde eran matados los
animales, nunca el Sumo Sacerdote sufrió una polución en el
Día del Perdón, nunca las lluvias apagaron el fuego de los leños
que allí se encontraban, nunca el viento desvió la columna de
humo, nunca se encontró defecto en el sacrificio del omer, en los
"dos panes" (de Shavuot) y en el pan del Templo, cuando estaban
parados estaban apretujados, mas cuando se prosternaban lo hacían
espaciosamente, nunca una serpiente o un escorpión dañó
a alguien en Jerusalem y nunca un hombre le dijo a su prójimo: 'El
lugar es demasiado estrecho para que pase la noche en Jerusalem'".
"Cuando
estaban parados estaban apretujados, mas cuando se prosternaban lo hacían
espaciosamente". Las personas estaban paradas apretadamente, pero
cuando se prosternaban lo hacían espaciosamente. Los israelitas iban
en peregrinación a Jerusalem tres veces por año: Pesaj, Shavuot
y Sucot, cumpliendo con el mandamiento "Tres veces al año deberán
celebrar para Mí…" (Éxodo 23:14-17). Cada persona llegaba
con su sacrificio al cuarto interior del Templo Sagrado y la multitud
era tan grande que los pies de las personas apenas tocaban el suelo por
la falta de espacio.
Pero
cuando llegaba el momento de prosternarse para decir la confesión
un gran milagro ocurría. El lugar se ensanchaba y había amplio
espacio para que todos se inclinen. Realmente habían cuatro amot
(2 metros aprox) entre cada individuo. Esto ocurría para que una
persona no escuche la confesión de la otra, y así nadie se avergüence
de su confesión.
Aprendemos
de aquí una importante lección. Cuando los israelitas estaban
en el Templo, estaban todos apretujados, pero tan pronto como comenzaban
a recitar la confesión, el espacio se ampliaba milagrosamente y había
lugar para todos.
Una
persona debe saber que cuando se encuentra en problemas y en situaciones
de aprieto, debe arrepentirse y confesar sus pecados a D'os, dejando en
Sus "manos" todos los problemas. El Todopoderoso puede, entonces, sacarlo
de los aprietos en un abrir y cerrar de ojos.
(Basado
en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
"Nunca
un hombre le dijo a su prójimo: 'El lugar es demasiado estrecho para
que pase la noche en Jerusalem'". Nunca pasó que un hombre tuvo
que decirle a su vecino: 'aquí en esta ciudad, mis ingresos son muy
limitados y por esta razón debo mudarme a otra ciudad para ganar
mi sustento'. Milagrosamente, D'os provee sustento para cada persona que
vive en Jerusalem, por la santidad del lugar.
De
aquí aprendemos otra importante lección: Una persona puede quejarse
diciendo "¿Cómo puedo estudiar Torá? Yo debo dedicarme a los
negocios todo el día en función de ganar mi sustento". Pero
aquí podemos ver que el sustento de la persona no depende de la cantidad
de horas que trabaje, ya que todo está en las manos de D'os.
Vemos
que a pesar de que una gran multitud de personas estaba en Jerusalem,
jamás faltó un adecuado sustento para cada individuo. Cada persona
servía a D'os obedientemente y Él milagrosamente aseguró
que todas las personas tengan lo que necesitaban.
Lo
mismo ocurre con alguien que sirve a D'os y dedica parte de su día
para el estudio de la Torá. D'os se ocupará de que la persona
reciba su sustento, y a veces de manera absolutamente inesperada, a pesar
del hecho de haber quitado tiempo de sus negocios para estudiar Torá.
(Basado
en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
La Creación de D'os
Mishná
6
"Diez
cosas fueron creadas en la víspera de shabat antes del anochecer,
y ellas son: (1) la boca de la tierra, (2) la boca del pozo de agua, (3)
la boca del asno, (4) el arco iris, (5) el maná, (6) la vara, (7)
el shamir, (8) la escritura, (9) la inscripción, (10) y las
tablas. Hay quienes dicen que también los ángeles
del mal, la tumba de Moshé, y el carnero de Abraham Avinu. Y
hay otros que dicen que también la pinza - que de otra pinza es hecha".
La
primera opinión recordada en nuestra Mishná sostiene que diez
cosas D'os creó al finalizar el sexto día de la creación,
justo antes de que comience el shabat: (1) la boca de la tierra por
donde fueron tragados Kóraj y su gente, (2) la boca del pozo de
agua que acompañó a los hijos de Israel durante su travesía
por el desierto, (3) la boca del asno de Bilam - pues D'os había
decretado en el momento de la creación del mundo que hable, (4)
el arco iris - señal del pacto de que D'os no destruirá
nuevamente el mundo mediante un diluvio, (5) el maná que comieron
los judío en el desierto, (6) la vara de Moshé mediante
la cual fueron hechos milagros, (7) el shamir - un insecto
mediante el cual se cortaban las piedras preciosas que vestía el
Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), (8) la escritura - la forma
de las letras de los Diez Mandamientos, (9) la inscripción de
los Diez Mandamientos, (10) y las tablas de piedra que los contenían.
De
aquí podemos aprender que los milagros, o lo que parece ser un milagro
ante nuestros ojos, también es una creación de D'os y es el
fruto de Su voluntad.
Mishná
8
"Siete
clases de calamidades vienen por causa de siete pecados capitales. (1)
Si algunos separan sus diezmos pero otros no lo hacen, un hambre debido
a sequía viene; algunos estarán hambrientos y otros estarán
saciados. (2) Si todos se pusieron de acuerdo en no separar los diezmos,
un hambre debido a problemas políticos y a sequía viene. (3)
Si decidieron no separar la jalá, un hambre de exterminación
viene. (4) Mortandad viene al mundo por la transgresión de las prohibiciones
que la Torá condena con la muerte pero que no han sido juzgadas por
el Tribunal Rabínico, y por la transgresión de las prohibiciones
relacionadas con los frutos del año sabático de la tierra. (5)
La espada viene al mundo por retrasar el veredicto en los juicios, y por
los que enseñan leyes basados en su entendimiento de la Torá,
no siendo conforme al entendimiento de los Sabios. (6) Animales salvajes
vienen al mundo por el pecado de jurar en vano y la profanación del
Nombre de D'os. (7) Exilio viene al mundo por el pecado de la idolatría,
las relaciones sexuales prohibidas, por el derramamiento de sangre y por
no cuidar el año de descanso de la tierra".
"Animales
salvajes vienen al mundo por el pecado de jurar en vano y la profanación
del Nombre de D'os". D'os juzga a las personas midá kenégued
midá, es decir que la recompensa o el castigo son proporcionales
y similares a la mitzvá o la transgresión realizada. Y si ellos
pecarán mediante la boca jurando en vano, entonces dice D'os:
"…el diente de los animales enviaré sobre ellos" (Devarim 32:24).
La razón de esto es que la diferencia fundamental entre nosotros
y los animales es la palabra y el habla (que son el reflejo exterior del
alma y el raciocinio), y esa diferencia es precisamente la que provoca
que nosotros podamos dominar a los animales. Por eso, es lógico que
los animales vengan para aplastar a quien no cuida la honra de su Creador
jurando por Su Nombre en vano.
Además,
ese es el motivo por el cual este es también el castigo para quien
no cuida el honor y la honra de su Creador profanando el Nombre de D'os,
pues como le dice a D'os el autor del libro de los Salmos: "…con honor
y honra lo coronaste (al hombre). Tu le diste el dominio sobre
la obra de Tus manos; Tu pusiste todo bajo sus pies. Todos los carneros
y las ovejas, y también las bestias del campo. Las aves de los cielos
y los peces del mar que recorren los caminos de los mares" (Tehilim
8:6-9). Pero todo ese honor solamente le corresponde a quien cuida el
honor y la honra de D'os, mas a las personas que profanan el honor del
Santo - bendito es Él, por cuanto que ellos no cuidan el honor y
la honra de D'os, los animales los dominarán.
(Basado
en el comentario "Midrash Jajamim" de Rabí Moshé Jaim
Kleinman)
Mishná
11
"Hay
cuatro clases de temperamento: El que fácilmente se enoja pero fácilmente
acepta las disculpas, repuso su pérdida a través de su ganancia;
el que difícilmente se enoja pero difícilmente acepta las disculpas,
anuló su ganancia a través de su pérdida; el que difícilmente
se enoja y fácilmente acepta las disculpas es un piadoso; el que
fácilmente se enoja y difícilmente acepta las disculpas es un
malvado."
Cuando
una persona tiene mal temperamento, su comida no es comida, no puede siquiera
disfrutar de lo que come y lo que bebe. Puesto que su mente está
obstruida, cada cosa que hace le sale mal. Finalmente él terminará
odiando a su cuerpo y a su vida, y se debilitará. Él se odiará
a si mismo, y será odiado por los que están a su alrededor.
Los miembros de su propia familia serán como extraños para él.
Cuando
una persona está enojada puede llegar a no reconocer siquiera a sus
padres y por consiguiente llegará a faltarles el respeto. Más
aún, quien tiene esta mala característica deberá disculparse
constantemente con los demás rogando su perdón, ya que cuando
él está enojado, no puede mirar ni para adelante ni para atrás,
y frecuentemente deshonrará a todos los que están a su alrededor.
Obviamente,
una persona es sólo un ser humano, y es imposible para él anular
su enojo por completo, pero debe intentar enojarse únicamente por
cosas de mucha importancia, haciendo que su enojo se convierta en algo
constructivo.
La
Mishná dice: "Arbá midot bedeot - Hay cuatro clases de temperamento".
Literalmente, la palabra "deá" (singular de "deot")
significa: 'inteligencia'. El sabio nos está diciendo que "Hay cuatro
clases de inteligencia". Todo depende de la inteligencia de la persona.
Cuanto más inteligencia tendrá la persona, menos probabilidades
tendrá de perder su temperamento, pero cuando la persona tiene una
limitada inteligencia, no tiene paciencia y se enoja rápidamente.
El sabio nos habla de cuatro características:
"El
que fácilmente se enoja pero fácilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica se enoja frecuentemente
inclusive por trivialidades. Pero él también tiene la buena
característica de calmarse con facilidad. Sin embargo, a pesar de
que tan pronto como se enoja puede calmarse, el daño tiene su precio.
El daño es más grande que lo bueno que tiene. Más aún,
puesto que la persona se enoja fácilmente, está siempre enojada
y sus acciones no son buenas.
"El
que difícilmente se enoja pero difícilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica es paciente y el enojo tarda
en alcanzarla. Pero si tiene una razón para enojarse, su enojo persiste
y este daño tiene su precio. Aún así, por el hecho de ser
paciente y no enojarse con facilidad, el beneficio es más grande
que el daño.
"El
que difícilmente se enoja y fácilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica tiene dos buenas cualidades.
Primero, él es muy paciente y no se enoja rápidamente. Y si
una vez en mucho tiempo él pierde su temperamento, puede cambiar
su estado de ánimo fácilmente y sin problemas. Esta persona
es llamada "piadosa", a pesar de que de vez en cuando pueda enojarse.
Después de todo él es sólo de cy hueso, y no se espera
de él que sea mejor que Moshé Rabenu, que respecto de él
está escrito: "Moshé se enojó con los oficiales del
ejército" (Números 31:14).
"El
que fácilmente se enoja y difícilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica tiene dos defectos. Primero,
se enoja rápidamente perdiendo su temperamento por cualquier cosa,
y luego cuando ya está enojado le es difícil desprenderse de
ese enojo y recuperar su postura. La persona que tiene estas dos características
es llamada "malvada" pues su enojo lo lleva a cometer muchos pecados,
y como está siempre enojado, seguramente sus pecados sobrepasan a
sus méritos.
(Basado
en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná
14
"Hay
cuatro formas de ir a la Casa de Estudio: Quien va pero no estudia, tiene
en su mano la recompensa de haber ido; quien estudia (en su casa)
pero no va (a la Casa de Estudio), tiene en su mano la recompensa
de haber estudiado; quien va y estudia es un piadoso; quien no va y tampoco
estudia (en su casa) es un malvado".
"Quien
va pero no estudia, tiene en su mano la recompensa de haber ido".
Preguntó el Rabí Menajem Mendel de Kotzk (1787 - 1859): ¿Por
qué se le da recompensa a quien fue a la ieshivá pero no estudió
Torá? ¿Qué beneficio él obtuvo para si mismo o para su
alma y qué esfuerzo representó para él este acto?
La
respuesta es que la persona que sale de su casa para ir a la ieshivá,
recibe recompensa por la acción de alejarse de su hogar, ya que esta
es una buena acción. Pues todo tiempo que esa persona se encuentra
en su casa ocupado con todas sus cosas a él le es muy difícil
estudiar y rezar, y es por eso que "quien va pero no estudia, tiene
en su mano la recompensa de haber ido", pues a pesar de todo él
salió de su casa.
(Basado
en el comentario "Midrash Jajamim" de Rabí Moshé Jaim
Kleinman)
Mishná
16
"Todo
amor que depende de algo - cuando desaparece ese algo desaparece el amor.
Pero cuando no depende de algo - el amor nunca desaparecerá. ¿Cuál
es el amor que depende de algo? El amor de Amnón y Tamar. ¿Y el que
no depende de algo? El amor de David e Iehonatán".
Mediante
estas simples palabras, Nuestra Mishná nos revela el secreto de una
feliz relación entre dos personas, ya sea en el marco de la amistad,
o en el marco del matrimonio.
Dice
la Mishná que cuando el amor depende de alguna cosa que medie entre
las dos partes, por ejemplo el amor que tiene la persona por el que hace
el bien con él: en este caso él no precisamente ama a su prójimo,
sino que ama a lo que recibirá de él en el futuro, y es por
eso que en definitiva se ama a sí mismo. Cuando desaparezca eso que
media entre ellos, inmediatamente desaparecerá ese amor.
Así
ocurrió con dos personajes bíblicos: Amnón y Tamar (II
Shemuel cap. 13). Amnón amaba a Tamar sólo por su belleza física,
o sea que se amaba a sí mismo - ya que pensaba que obtendría
placer de ella. Cuando cesó ese placer que mediaba entre él
y ella, dice el texto que la terminó odiando.
Sin
embargo cuando el amor no depende de algo que medie entre el hombre y
su prójimo, cuando el amor es natural, como el de un padre por su
hijo o su familia, o en el campo del intelecto, cuando alguien ama dedicarse
a alguna ciencia o estudio, o ama algún comportamiento correcto y
al preguntársele por qué ama a ese algo, no sepa responder,
entonces estaremos hablando de ese amor que no depende de a |