Primera Parte
Miller: Adios a la teología!
En 1953, Stanley Miller, un joven estudiante de la Universidad
de Chicago, hace un experimento que revoluciona a la comunidad científica,
y satisface especialmente a aquellos científicos que trataban de
buscar en la ciencia una explicación alternativa a los orígenes
de la existencia. Una explicación que no tuviera que ver con Dios.
Stanley Miller les dio la respuesta que buscaban. Hizo un experimento,
una experiencia de laboratorio para demostrar cómo había
aparecido la vida, a partir de circunstancias aleatorias. Miller tomó
un poco de agua destilada, junto con gases de amoníaco, metano
e hidrógeno y aplicó flashes de descargas eléctricas
durante dos días y medio, casi tres. Más tarde analizó
el contenido del agua y detectó aminoácidos. Los aminoácidos
son los elementos primordiales para las proteínas, que son los
ladrillos de la vida. Por lo tanto, había quedado demostrado, científicamente,
que la vida puede aparecer por chance.
Un famoso científico, Premio Nobel, George Wald, publica en Scientific
American, en el año 1954, toda esta experiencia, ampliándola
mucho más, y la analiza diciendo que definitivamente la ciencia
demostró que la vida pudo aparecer por casualidad. George Wald
escribe lo siguiente: “El tiempo lo hace todo, 'given enough time'
(dado el suficiente tiempo)lo imposible se hace posible, lo posible probable
y lo probable cierto.” El tiempo hace los milagros. Creo que si
tuviéramos que buscar una poesía del agnosticismo, o el
ateísmo puesto en un poema, no encontraríamos algo más
hermoso y seductor que esto...: "El tiempo lo hace todo. Dado el
suficiente tiempo, lo imposible se hace posible, lo posible probable y
lo probable cierto. El tiempo es el que hace los milagros. Dios queda
entonces excluído, porque encontramos el origen de la vida sin
necesidad de un Creador, por simples flashes de luz que arremeten sobre
los gases primordiales.
Morowitz: la divina matemática
Pero en 1959, la comunidad científica se conmociona otra vez. ¿Porqué?
Porque esta vez un científico llamado Harold Morowitz descubre
un pequeño problema en la teoría de Miller y Wald. Descubre
lo que Ortega y Gasset definiría como el gran problema de las especializaciones:
el célebre filosofo español decía que estamos llegando
a una sociedad en donde cada cual sabe más sobre menos cosas. Y
aquí pasó algo parecido. Wald un fantástico biólogo,
aparentemente no era muy bueno en matemáticas. Y ¿qué
es lo que descubre el Dr. Morowitz? Morowitz descubre, y Scientific American
lo publica, que la probabilidad de que surgiera una bacteria de la nada
por casualidad, de la misma forma que lo había inducido en laboratorio
Stanley Miller en 1953, era tan mínima que el tiempo que la ciencia
le atribuye al universo no hubiera alcanzado. Simplemente no existió
el "enough time" de Wald... Tendría que haber pasado
mucho más...
Vamos a mencionar un libro que espero puedan conocer y leer: "Genesis
y el Big Bang" del Dr Gerald Schroeder. Está traducido desde
hace varios años al castellano. Es un libro impactante y sumamente
interesante para la persona de fe que tiene este debate interno. Allí
dice así: "Harold Morowitz, físico de la Universidad
de Yale, publicó en 1968 el libro Flowing Biology. Junto a otros
físicos y matemáticos había visto con preocupación
la facilidad con que algunos científicos daban por sentado, al
estudiar el origen de la vida, que se produjesen acontecimientos tan poco
probables. Estos científicos aceptaban tal ocurrencia sin intentar
siquiera una investigación rigurosa sobre la probabilidad de que
efectivamente sucediera. Morowitz calculó el tiempo necesario para
que reacciones químicas aleatorias (=casuales) formaran una simple
bacteria. No un organismo completo, no estamos hablando de un ser humano,
ni siquiera de una flor, tan sólo una simple bacteria unicelular.
Basando sus cálculos en una velocidad bastante optimista de estas
reacciones y suponiendo que todas las casualidades se van a dar, concluyó
que el tiempo para formar una bacteria excedía no solamente en
4.500 millones de años la edad de la tierra, sino también
15.000 millones de año la edad que la ciencia le atribuye al universo."
Desde hace décadas ningún científico serio y honesto
acepta que la vida se haya originado por casualidad. Esta teoría
es considerada matemáticamente imposible. No existió el
tiempo para que esas casualidades se dieran.
Un científico llamado George Ferrows, que calculó la probabilidad
matemática de que el Big Bang haya sido casual, también
hizo el siguiente análisis acerca de las posibilidades para que
una ley física, una sola ley física de las que gobiernan
nuestro Universo, haya podido surgir por casualidad. Es un científico
secular así que no hay que sospechar de ninguna tendenciosidad...
El dijo que la probabilidad de que apareciera por ejemplo la entropía
o la ley de gravedad por si mismas es 1 sobre 10 a la 123. Lo que quiere
decir 1 sobre un 10 con 123 ceros arriba a la derecha... Y por lo tanto
este científico secular, Dr. Ferrows, concluye que necesariamente
un Creador inteligente tuvo que haberlos creado, ya que es virtualmente
imposible que ocurra por casualidad algo cuya probabilidad es 1 sobre
10 a la 123 . El no menciona a Dios, pero habla de un Creador, habla de
una inteligencia superior que tuvo que haber intervenido. Por chance no
pudo haber ocurrido.
Hawking: ¿Quién me compra
un buzón?
Algo más interesante todavía. Stephen Hawking quiso demostrar
lo opuesto, que existe la posibilidad de concebir un Universo que haya
surgido sin intervención inteligente. Stephen Hawking es quizás
el astrofísico más famoso del mundo. Nunca ningún
físico vendió tantos libros al público abierto. Pocos
científicos han sido tan populares como él. Por supuesto
que no solamente por sus ideas, sino por su drama personal, su incansable
lucha, su biografía etc. Hawking, un genio de la Astrofísica,
escribió en su libro “The Brief History of Time” “La
breve historia del tiempo” lo siguiente: “En verdad el universo
pudo haber concebido a la vida, pudo haberse concebido de casualidad.”
¿Conocen Ustedes la metáfora de los monos sobre una máquina
de escribir? Dicen que suponer que el mundo hubiese podido surgir por
casualidad sería como si dijésemos que 10 monos sobre 10
máquinas de escribir pudieran escribir -dándoles suficiente
tiempo- un soneto de Shakespeare. Entonces Hawking dice así "Es
algo parecido al bien conocido ejemplo de la horda de monos martillando
sobre máquinas de escribir. La mayor parte de lo que escriben será
desperdicio, pero muy ocasionalmente, por puro azar, imprimirán
uno de los sonetos de Shakespeare". ¿Suena bien? Si lo dice
Stephen Hawking... Pero no dejen de advertir que hay una diferencia entre
Ferrows y Hawking. Ferrows me da un número. Stephen Hawking hace
un cálculo más bien cualitativo. No me da un número...
¿Qué tiene que hacer un buen científico a partir
de lo que dice Stephen Hawking? Comprobarlo.
Cuantificar la probabilidad. ¡Vamos a hacer los deberes que nos
dio el Profesor Hawking! Vamos a calcular con qué probabilidad
podría aparecer un soneto de Shakespeare... de casualidad... Los
sonetos de Shakespeare tienen 14 versos. Tomemos uno de ellos, el que
toma como ejemplo Gerald Schroeder, tiene en sus 14 versos, 488 letras.
¿Cómo hacemos el cálculo para saber la probabilidad?
Hay 26 letras en el alfabeto inglés (sin la elle y la che). Para
definir cuál es la probabilidad de que esto ocurra por casualidad
vamos a empezar por calcular 26 a la 488, o expresado en decimal, que
sería 10 a la 690. Es decir 1 posibilidad en 10 a la 690. Y aquí
la manipulación que estoy denunciando...
¿Alguien se da cuenta de lo que este número significa?
¿Qué quiso decir Hawking? Aparentemente que el universo
pudo crearse por chance "la mayor parte será basura, pero
con el tiempo, algún soneto surgirá...". Cuando alguien
distraídamente lee eso dice, bueno, si Stephen Hawking lo dice...
el ya habrá hecho la cuenta... Yo no creo que él haya ignorado
que la probabilidad que le estaba dando era incluso inferior a la del
propio Ferrows. Para que ustedes tengan noción de lo que significa
es exorbitante número 10 a la 690 les voy a dar algunos ejemplos:
El universo tiene, de acuerdo a la teoría del Big Bang, una edad
15 mil millones de años reloj-hombre. ¿Alguien sabe cuántos
segundos hay en 15.000 millones de años? En 15.000 millones de
años hay 10 a la 18 segundos. Nada más que eso. Para que
se den todas estas casualidades, este 1 sobre 10 a la 690, una por segundo,
no alcanzarían ni soñando los 10 a la 18. No alcanzarían
jamás... ¿Saben cuál es la masa TOTAL del universo?
Ni siquiera lo podemos concebir... Bueno ¿saben cuánto es
en gramos? 10 a la 56 gramos. Esa es toda la masa del universo. Por lo
tanto, si vamos de nuevo a las estadísticas, dice el Dr Schroeder
que "Para escribir por casualidad uno de los sonetos de Shakespeare
sería necesario que todos los monos del mundo, además de
todos los otros animales existentes, aporreasen máquinas de escribir
fabricadas con todo el hierro existente del universo, durante un período
superior a todo el transcurrido desde el Big Bang, a un ritmo de una prueba
aleatoria por segundo y aún así la probabilidad de que apareciera
un soneto sería infinitamente pequeña". Para formar
una sola frase de 16 letras, con todas las combinaciones posibles llevaría
2.000 billones de años. El universo existe, según sus cálculos,
solamente desde hace cerca de 15.000 millones de años. ¿Qué
nos están vendiendo Hawking, entonces?
La conspiración de los manuales
Y no estoy ahora cuestionando a la ciencia en nombre de la fe. Simplemente
estoy haciendo un cálculo, el mismo que me propone nada menos que
Stephen Hawking. Y mis conclusiones están muy lejos de las de él,
calculando la probabilidad según el ejemplo que él mismo
me propuso...
¿Dónde quedó la integridad y la objetividad científica?
Y ahora les voy a dar una sorpresa.
Queridos amigos, si ustedes hoy escribieran el Manual Santillana o cualquier
otro Manual, (con esto no quiero hacer ninguna crítica a un manual
específico, simplemente es el que estudian los alumnos en nuestras
escuelas) ¿Cómo describirían el origen de la vida?
¿A quién citarían? Este manual, que es el que utilizan
nuestros hijos, sorprendentemente ¿saben a quién cita? ¡A
Stanley Miller, el que hizo la "descartada" prueba de los aminoácidos!
¿Será que nos toman por tontos? Ojo, éste no es un
manual de los años 50, o de los años 60. Acá dice
"1996". Pasaron ya muchos años desde de que esa teoría
se ha transformado en un mito. Entonces uno busca en la próxima
página y piensa que el manual explicará que si bien Miller
fue un audaz científico sus conclusiones fueron muy cuestionadas,
que matemáticamente no responde a las probabilidades etc, etc.
Pero no hay nada... increíblemente se lo presenta como "la"
explicación -virtualmente única y excluyente- de un tema
tan sensible como el origen de la vida... No tengo una explicación
muy sencilla para estas omisiones...
En los 90´s ningún científico serio va a decir que
la vida viene por chance, pero todos nuestros hijos lo aprenden.
Por todo esto, quisiera dejar estas preguntas abiertas. ¿Porqué
nuestros hijos estudian cosas que la ciencia misma, no desde la fe sino
desde la ciencia, declara como incorrectas? ¿Porqué nosotros,
papás, no hacemos nada al respecto? Por eso no exigimos a la ciencia
objetividad. Por ejemplo, que nos enseñen cuáles son las
críticas a lo que dijo Stanley Miller. Que no nos traigan una de
las investigaciones de 1953, que ya fue descartada, como si fuera la verdad
excluyente...
La manzana sabe...
Quiero contarles algo más acerca de lo que la ciencia de los 90´s
nos permite descubrir respecto al origen de la vida y a las huellas del
Todopoderoso que encontramos en la Creación. Temas éstos
que también, lamentablemente, quedan fuera de la curricula escolar
cuando se estudia el origen de la vida. Dos famosos científicos
de las últimas décadas, Barrow y Tipler escriben en 1986
un libro apasionante. Se llama “The Anthropic Cosmological Principle"
(El principio cosmológico antrópico). Antrópico quiere
decir "orientado hacia el hombre" e indica que ciertos diseños
de la "naturaleza" estarían como suponiendo que existe
un hombre o una notable favorabilidad hacia la vida (a propósito,
ésta es la razón por la cual los científicos no creyentes
se oponen a concebir la posibilidad de la vida extraterrestre, sería
la mayor prueba de esta "favorabilidad inteligente" por la vida).
Vamos a dar un ejemplo un poco trivial. Una manzana no necesita cambiar
de color, pero la manzana que tiene un árbol con hojas verdes,
primero es verde y después se hace roja. ¿Para qué
se hace roja? Para distinguirse de las hojas y avisar: "¡Aquí
estoy! Ahora me pueden comer". Cuando no está madura es verde
para que se confunda a la vista y la dejemos madurar. Pero, ¿alguna
vez se pusieron a pensar a quién le habla la manzana? Es decir,
el cambio de color de la manzana es un mensaje para alguien ¿No?
La manzana "internamente" no necesita cambiar de color. Es como
que la manzana supone la existencia de alguien más, alguien que
puede ver y distinguir entre el color verde y el color rojo.
Estos dos científicos, en un libro bastante extenso, han mencionado
infinidad de ejemplos. Les voy a dar uno más: que ellos llaman
la sintonía fina de las leyes del Universo. El Universo está
sintonizado exactamente en la frecuencia que debería estar para
favorecer la vida en nuestro planeta. Si la distancia entre la tierra
y el sol fuera tan solo 1% menos, si estuviera la tierra un 1% más
cerca del sol el agua se evaporaría, y la vida no podría
existir. Si la tierra estuviera un 1% más lejos del sol, el agua
se haría hielo y la vida tampoco podría existir. La tierra
está exactamente donde debe estar para que la vida exista. Esto
es lo que se llama: el principio antrópico.
Conferencia dictada
por el Rabino Iosef Bittón el 5 de Agosto de 1999 en el Templo
de la Comunidad Israelita del Uruguay
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