Crecer
hasta cierto punto es muy difícil, no se si se han dado cuenta como cada
paso en el crecimiento es un tanto complicado y después de pensar en
el porque, me parece que crecer implica romper las preconcepciones que uno tenia
del mundo, reestructurar su mundo interno y su vida misma. La verdad es que
esto es muy duro, puesto que una de las cosas que uno mas desea es la tranquilidad,
el control de su vida vale decir mantener sus costumbres, y cualquier cosa que
vaya en contra de ese deseo le implica una agresión...
Recuerdo
que en mi etapa decrecimiento, uno de los momentos mas críticos fue el
entender el concepto llamado disfrutar, y como llegar la tranquilidad en este
mundo puesto que hasta cierto punto esto rompía con todo lo que previamente
creía al respecto.
¿Como vemos el mundo la mayoría de nosotros? Sinceramente creemos
que este mundo es todo lo que hay, la vida se vive una vez y lo que intentamos
hacer en este tiempo es pasarla lo mejor posible, tener un buen trabajo, irnos
de viaje, disfrutar simplemente de la vida y entre mas tranquila sea, mejor.
Inclusive aveces sentimos a D-os como parte de nuestra vida; siempre y cuando
todo marche bien estamos ahí por El. Pero aveces cuando las cosas están
mal realmente sentimos una verdadera desilusion. ¿Cómo puede ser
que D-os me haga esto? ¿Dónde esta D-os si no tengo lo que quiero?
¡No puede haber un D-os si la vida es tan complicada y llena de dificultades!!
Todos realmente sentimos que si hay un D-os tiene que ser buena onda y darnos
todo lo que pedimos, igual que un papá le da a su hijo. Y como creemos
que lo único que hay es esta vida, sino obtengo todo lo que busco, deduzco
que no sirve para nada. ¡¿Suena familiar?! Ahora veamos la perspectiva
del Judaísmo.
Hay un episodio en la Tora en el cual los sabios critican fuertemente a nuestro
patriarca Jacob por querer “asentarse” en este mundo en
un estado de tranquilidad y comentan: “¡¿no le vasta a Jacob
con tener una eternidad llena de tranquilidad, que quieren también vivir
en este mundo tranquilo?!”
Primero
que nada nuestro patriarca llevaba ya años de preocupaciones y persecuciones.
¿Qué tiene de malo querer un poco de tranquilidad? Segundo: ¿por
qué no tener tanto en este mundo como en el venidero la misma serenidad,
acaso esto se contradice? Y lo peor del caso es que por desear esa tranquilidad
le pusieron inmediatamente nuevas pruebas y problemas, ¿por qué?
Que lo dejen tranquilo ¿no?
Para contestar estas preguntas debemos regresar al ABC del judaísmo.
¿Para qué fue creado el mundo? Dicen nuestros sabios que la única
razón por la cual D-os pudo haber hecho el mundo fue para DAR,
como esta escrito “OLAM CHESED IBANE” (un mundo de benevolencia
construiré), y por ser D-os perfecto quiso darnos el máximo nivel
de “bien, completitud y placer” que es la cercanía a Él.
Para poder
entender este concepto, imagínense estando cerca de alguien a quien admiran,
¿acaso no se sentirían súper?, ahora imagínense
estar cerca del Creador del Universo y tener una relación de amor con
Él. Como toda relación, debe ser escogida y no impuesta. ¿Pero
cómo se llega a esta cercanía?
Dice el
Gaon de Vilna que todo el objetivo del hombre es corregir sus cualidades
internas (midot) y que la vida es precisamente el lugar donde uno lo
puede hacer.
Así
como en cualquier relación lo que une a la gente son las buenas cualidades
y lo que los distancia son las malas, con D-os no es diferente. Es por eso que
dicen nuestros sabios que D-os quiere pulirnos espiritualmente, hasta que tengamos
el alma pura y digna de estar en la eternidad con el Creador.
Y dado que
la mayoría de nosotros no somos disciplinados, D-os hizo la vida de una
forma en la que nos lleva a lograrlo, con dificultades, responsabilidades, retos
y problemas, ya que es la única forma de crecer y cambiar.
Si todo el objetivo es “arreglarnos y ponernos guapos” para la cita
eterna con D-os, es lógico que tengamos todo tipo de ayuda para llegar
a ella.
Imagínense
si nos quedáramos tranquilos y no nos esforzáramos en este mundo,
seria una oportunidad pésimamente aprovechada; es como poder tener “la
cita perfecta” y por flojera y estar tranquilo, no te arreglaste, y ella
no quiere volver a salir contigo ¿como te sentirías?
Si vemos
el mundo como un medio para llegar a la perfección es muy criticable
el pedir “la tranquilidad” ya que esto va casi siempre en contra
de los cambios.
Normalmente
para cambiar necesitamos retos, nuevas metas, problemas, responsabilidades y
solo así nos iremos moldeando para la eternidad.
D-os nos
quiere dar todo como un padre a su hijo, pero como nos quiere dar lo mejor,
no quiere que nos quedemos con “el chicle de un peso” que nos emociona,
sino con el placer eterno de ser como Él. La tranquilidad es súper,
pero no como un fin sino como un medio para tener la serenidad de mente que
nos permita crecer aun mucho más.
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