Extraído
del Libro "Una Ventana a la Eternidad"
"…Y la zarza estaba
en llamas, y la zarza no se consumía…"
Éxodo 2:3
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El
Hombre Eterno
Parte
6: La Verdad Absoluta
Jorge:
Todo está bastante claro. Lo que no entiendo es ¿cómo puede
el ser humano distinguir entre el bien y el mal? Por supuesto que cada
pueblo tiene sus costumbres y leyes. El bien puede ser relativo
a cada pueblo o a diferentes épocas y circunstancias. Por ejemplo,
el aborto, que hace cincuenta años estaba prohibido
por ley y condenado moralmente, hoy en día ha sido aceptado y hasta
se alaba en muchos círculos de diferentes países
y culturas. ¿Cómo podemos en ese caso saber dónde está
el bien?
Maestro: Si quieres,
te lo explicaré en una forma racional: Si matar a un ser humano
"normal" es un delito, ¿matar a un potencial de "genio" no lo será?
Existe una sola verdad absoluta, la cual contiene en sí
el bien absoluto. Y este bien absoluto obviamente
se encuentra en la Torá, que es la verdad eterna dada al mundo
por D'os, Omnipotente y Eterno.
Jorge: ¿Y cuál
es el bien eterno que se encuentra en la Torá?
Maestro: Todos los
preceptos morales y las mitzvot que D'os ordena a los judíos en
la Torá.
Jorge: ¿Podría
ser usted un poco más específico?
Maestro: Por supuesto.
La Torá nos enseña preceptos morales como la modestia, el
no enojarse, la paciencia, la humildad, hacer buenas obras con el prójimo,
prestarle dinero, apoyarlo física y moralmente cuando lo necesita,
visitar a los enfermos, enterrar a los muertos, consolar a las personas
que están en duelo o en un momento de angustia, etc.
Jorge: Maestro, menciona
usted virtudes que han sido muy importantes para la humanidad entera
en todas las épocas!
Maestro: Sí,
pero también tenemos preceptos como la mezuzá, la cashrut,
el Shabat, etc.
Jorge: Entiendo que
las leyes morales mejoran al hombre, pero las normas que a mí me
resultan más difíciles de entender y cumplir son las que no
parecen tener explicación a simple vista, ¿cómo pueden llegar
estas mitzvot a mejorar a la persona?
Maestro: También
esas leyes son Divinas y, por lo tanto, “educan” al hombre a ser mejor.
Al ponerlas en práctica, el hombre reconoce, tiene presente a D'os
y le agradece todas las bondades que Él le ha otorgado. Por ejemplo:
la mezuzá, nos recuerda que D'os es quien nos protege, protegiendo
los hogares; los tzitziot del talit, hacen que Lo tengamos presente
en todo momento; el Shabat, nos ayuda a comprender que todo el
sustento del hombre proviene de Él.
Jorge: ¿No cree usted
que son demasiados preceptos para un sólo objetivo: tener en todo
momento presente a D'os?
Maestro: Al contrario!
Los necesitamos para entender y recordar en todas nuestras acciones
que es D'os el que nos provee de todo lo que tenemos, y así no
comportarnos como los animales, que no saben reconocer Su misericordia.
Jorge: Ahora comprendo
mejor lo que tan extraño me parecía al principio de nuestra
clase.
Maestro: Muy bien.
Sigue estudiando y verás como todo se te irá aclarando.