Extraído
del Libro "Una Ventana a la Eternidad"
"…Y la zarza estaba
en llamas, y la zarza no se consumía…"
Éxodo 2:3
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El Hombre Eterno
Parte
7: Reforzando y Revitalizando el Alma
Jorge:
Sin embargo todavía tengo una gran duda: ¿por qué hay tanta
gente que no acepta la verdad?
Maestro: Porque todo
nuestro entorno, y sobre todo los medios de comunicación, empujan
a la persona a seguir sus instintos animales, y es muy difícil
deshacerse de esa influencia comportándose como un judío.
Jorge: ¡Pero maestro,
¡yo no creo que
los medios de comunicación estén en contra de la Torá!
Maestro: Si lo analizas
bien, verás que la mayoría de estos medios, como los periódicos,
revistas, libros, televisión y películas, estimulan de todas
las formas posibles los malos instintos e incluso alientan a transgredir
los diez mandamientos.
Jorge: ¿Transgredir
los diez mandamientos? ¿tan nocivos son esos medios?
Maestro: No, …si se
usan para comunicar y divulgar el bien. Pero la realidad es que lo que
divulgan casi siempre es inmoral y va en contra de las leyes básicas
de la sociedad.
Jorge: ¿Y por qué
la gente los utiliza y se deja llevar por ellos?
Maestro: Porque el
instinto animal desea todas esas “satisfacciones” que son las
que, poco a poco, van destruyendo y apagando su alma. Y eso no es todo.
Como bien dijo Maimónides, el gran filósofo de todos los tiempos.
"Si alguien vive entre
gente cuyo principal objetivo es complacer sus instintos físicos
y cuyas acciones van exclusivamente encaminadas a satisfacerlos, esa
persona se verá influenciada por su entorno de tal forma que terminará
por convertirse en uno de ellos por mucho que le disguste y se esfuerce
por no dejarse llevar por la corriente…".
Jorge: Maestro, ¡¿está
usted dándome a entender que el mundo está en un estado espiritual
muy bajo?
Maestro: Sí.
En realidad el mundo es básicamente bueno como dice el versículo:
“Y D'os contempló todo lo que hizo y en realidad
era muy bueno”. Son los hombres los que han abusado de
él, convirtiéndolo en un lugar lleno de materialismo, que
la Torá condena definitivamente, porque no lo han combinado con
lo espiritual. Nuestra función, si queremos hacer
que el mundo sea mejor, consiste en tratar de combinar
esos dos aspectos.
Jorge: Estoy de acuerdo,
maestro, pero ¿qué me puede decir con respecto a quienes no quieren
atenerse a las leyes religiosas y a las costumbres, pero sí están
dispuestos a contribuir para hacer un mundo mejor cumpliendo los preceptos
morales de la Torá, es decir las mitzvot que el hombre tiene para
con su prójimo?
Maestro: Querido Jorge,
este es un gran error. Y muy común, por cierto.
Verás, tenemos en la Torá dos distintos tipos de mandamientos,
los que tratan de la relación entre el hombre y su prójimo,
y el segundo grupo es entre el hombre y su Creador.
Jorge: ¿Puede explicarme
a que le llama error?
Maestro: Sí,
la gente cree que las normas morales son muy fáciles de cumplir
porque piensan que se limitan a preceptos como no cometer adulterio,
no asesinar o no robar, que no son tan difíciles de cuidarlos.
En realidad hay muchas más leyes morales como: no enojarse, ayudar
al prójimo, no hablar mal de nadie, honrar a los padres, etc. Para
cumplir estas leyes, hay que esforzarse toda una vida, y aún así
es muy difícil hacerlo correctamente.
Jorge: ¿Son acaso
estos preceptos éticos y morales que la Torá nos enseña
más difíciles de cumplir que el Shabat o ponerse tefilín?
Maestro: ¡¡No
hay comparación!
Jorge: ¡¡Otra
vez me siento perdido! Yo siempre he pensado que las mitzvot eran mucho
más difíciles de cumplir que estas leyes éticas y morales.
Maestro: Permíteme
explicarte. Tomemos la mitzvá del Shabat. Cualquier persona puede
acostumbrarse a guardar el Shabat estrictamente en, digamos...
seis meses. Pero para dominarse hasta el punto de no enojarse
jamás, puede tener que invertir inclusive veinte
años.
Jorge: ¡Esa
es una gran verdad. Pero entonces… si comportarse diariamente de acuerdo
a nuestras tradiciones es más fácil, ¿por qué no lo hacemos?
Maestro: Porque a
los individuos de esta sociedad no les conviene.
Jorge:¡¡¡Maestro,
¿qué significa este "no les conviene"?
Maestro: Querido Jorge,
déjame explicarte. Si aceptaran lo que hablamos como la verdad
absoluta, tendrían que dejar de lado toda una vida de desarrollo
de sus instintos negativos, satisfaciendo sus deseos y siguiendo un
camino al que ya están acostumbrados desde hace muchos años.
Jorge: ¿Y cuál
es la función de los preceptos entre el hombre y su Creador?
Maestro: Las mitzvot
o preceptos del judaísmo, como ya te indiqué antes, sirven
para reforzar y revitalizar el alma espiritual, controlando así
el instinto animal. En otras palabras, las leyes morales actúan
sobre los instintos con el fin de que el hombre se eleve por sobre ellos,
y estos preceptos le dan fuerza al alma para que ésta le haga comportarse
como un ser humano. Así, cumpliendo estas dos clases de preceptos
podemos llegar a nuestra ya conocida meta de no comportarse como
los animales.
Jorge: Digamos, pero
hay muchas personas que no quieren cumplir estas enseñanzas y tampoco
quieren actuar en contra de ellas, sino adoptar una actitud pasiva.
¿Qué puede decirme usted a este respecto?
Maestro: Bueno, como
ya sabemos, en este mundo existe energía positiva y energía
negativa. No hay energía neutra o pasiva. La persona que opta por
estar “segura” en un estado de “energía neutra” y no cumplir las
mitzvot, con el tiempo, ya sea él o sus descendientes, llegarán
a un estado positivo o negativo. Desafortunadamente, al optar por “la
neutralidad”, por lo general derivan hacia un estado negativo.
Jorge: ¿Y no hay forma
de evitarlo?
Maestro: No, sólo
comprometiéndose a crear energía positiva. En este mundo hay
muchos individuos que huyen de su responsabilidad de generar energía
positiva y beneficiar al pueblo judío entero mediante el cumplimiento
de los preceptos morales de la Torá y sus mitzvot, como hemos explicado
anteriormente.
Jorge: ¿Es acaso que
no pueden generar energía positiva porque no saben cómo hacerlo?
Maestro: En
realidad hay algo de esto. Por lo general, si no sabes algo tratarás
de aprenderlo, como en tu caso, querido Jorge, que has venido a estudiar
conmigo. Sin embargo, hay otros que se conforman con la "comodidad"
del no saber.
Jorge: ¿Y por
qué D'os nos dio mitzvot que son difíciles de cumplir?
Maestro: ¿Quién
dijo que todo debería ser fácil?, y como dijo Maimónides:
“Los preceptos de la Torá no son crueles, sino que están llenos
de misericordia, bondad y paz”. Además, el mismo D’os, nuestro
Creador, atestigua en la Torá: “Puesto que estas mitzvot no son
difíciles de observar… sino que están cerca de tu boca y tu
corazón para cumplirlas”.
Y también debes recordar
que el cumplimiento de parte de la Torá puede ser
difícil, sobre todo al principio, pero cuando te acostumbras se
va volviendo más fácil, como todo en la vida. Resumiendo:
Difícil, sí. Imposible, no. Y como tú sabes,
lo que uno adquiere con facilidad no recibe por parte nuestra la importancia
debida.
Jorge: Sí, eso
es cierto.
Maestro: Además,
la Torá, como la vida, se parece a una bicicleta.
Jorge: ¿A una bicicleta?,
¿ya cambiamos el tema a los deportes?
Maestro: ¡¡No!
A lo que me refiero es a que tanto en la vida como en el cumplimiento
de la Torá, si algo se nos hace difícil,
es que vamos hacia arriba, si se nos hace fácil,
es que vamos hacia abajo, y si nos paramos…
nos caemos, llegar a un punto neutro es caerse.
Jorge:¡¡¡Qué
concepto tan simpático! ¡
Maestro:
¡¡Me alegra que
te haya gustado! Tienes que entender que todos los comienzos son difíciles,
pero después, con la ayuda de D'os, se pueden alcanzar niveles
espirituales muy elevados. D'os sólo está esperando que el
hombre haga el primer esfuerzo...
Jorge: Volviendo
al tema de las mitzvot, en realidad yo me he dado cuenta de que muchos
judíos, aunque no sean cuidadosos en el cumplimiento de las mitzvot,
realizan muchas obras de beneficencia, ya sea haciendo donativos u ofreciendo
sus servicios voluntarios a distintas causas judías. Esto, obviamente,
contribuye al bienestar de muchos individuos en particular y del pueblo
judío en general.
Maestro: Este
es un tema que hay que analizar con mucho cuidado.
Un estudio realizado en los últimos tiempos en los Estados Unidos
de Norte América, llega a la conclusión de que los judíos
observantes trabajan dos veces más para las causas comunitarias.
Además donan siete veces, sí, siete veces más
dinero, que otros que son dirigentes oficiales de la comunidad. No sólo
donan más a instituciones y organizaciones judías, sino también
a causas humanitarias en general (The
1999 study of the charitable giving of American Jews, by political scientist
Raymond Legge).
Jorge: ¿Y qué
me quiere enseñar con esto?
Maestro: La
conclusión clara y concisa de todo esto es, que al vivir
de acuerdo a los preceptos que te estoy enseñando, el judío
refuerza su sentido moral y esto lo hace más responsable a la hora
de cumplir con sus obligaciones, relacionadas tanto con su Creador como
con los demás seres humanos judíos y gentiles por igual.
Jorge: ¡¡Esto
es una gran sorpresa para mí!
Maestro: Mucha
gente viene aquí con ideas preconcebidas sobre el judaísmo.
Pero al terminar estas sesiones quedan convencidos de que sus prejuicios
no tienen el menor fundamento… y al final, la verdad siempre acaba por
salir a la luz.
Jorge: ¿Acaso
todas las personas que llevan su vida de acuerdo a las leyes
de la Torá realizan siempre acciones de alta calidad humana?
Maestro: Podemos
asegurar que la mayoría de las personas observantes llevan una
vida más ética y moral que la gente en general,
porque saben que el hombre fue creado a semejanza de D'os y por eso
le dan a ambos, a D’os y al ser humano, el respeto debido.
Jorge: ¿Podríamos
dejar aquí nuestra conversación? Quisiera asimilar todo lo
que he aprendido y regresar en otro momento.
Maestro: Por supuesto.
Nos detendremos aquí.
Jorge: Maestro, sus
enseñanzas me han convencido bastante. Lo único que quisiera
preguntarle es qué me aconseja usted hacer en esta etapa de mi
viaje hacia la eternidad.
Maestro: Regresa a
los tuyos, a tu hogar y reflexiona sobre todo lo que hemos hablado.
No te olvides de anotar tus dudas y comentarios para la próxima
sesión.
Jorge: Pero maestro,
¿no sería bueno comentar y compartir con mi familia, amigos y conocidos
esta sabiduría que he adquirido con usted?
Maestro: Tus enseñanzas
serán más efectivas si eres discreto y tratas de guardar silencio.
Te darás cuenta de que tu perspectiva sobre el mundo se
ha transformado y tus acciones no son las mismas; también
la gente a tu alrededor lo notará perfectamente. Piensa y desarrolla
lo que hemos aprendido en esta primera parte. Estás comenzando
tu viaje a la eternidad. La sabiduría ha empezado a iluminarte
y ya verás cómo no pasará mucho tiempo sin que haya gente
que empiece a emular tus acciones.
Jorge: ¿Usted cree
que yo podré reflejar el principio eterno de no comportarse
como los animales ?
Maestro: No es que
lo crea,¡¡¡estoy
seguro! Por lo que he visto, me parece que has absorbido muy bien todo
lo que te he enseñado al respecto.