Shmuel Kaffe
Entendiendo el Judaísmo

¡Yo soy un milagro!

Mirando la vida de atrás para adelante. La halajá nos enseña con respecto a las leyes de Purim, que el que leyó la Meguilat Ester de atrás para adelante –lo que se llama lemafrea, no cumplió con el requisito de leerla en el día de la fiesta.
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Mirando la vida de atrás para adelante.

La halajá nos enseña con respecto a las leyes de Purim, que el que leyó la Meguilat Ester de atrás para adelante –lo que se llama lemafrea, no cumplió con el requisito de leerla en el día de la fiesta. Y la pregunta es obvia, si comenzamos a leer cualquier libro al revés, de la contratapa hacia el comienzo, seguro que ese leer es solo de letras sin sentido, y ni siquiera podremos formar palabras en algunos casos. Entonces ¿qué nos viene a enseñar esta halajá?

La Meguila no es ni un cuento ni un libro de historia. Es cierto que hay en ella un relato del evento central que sucedió en la ciudad de Shushan en Persia, después de la diáspora causada por la destrucción del Primer Templo de Jerusalem.

La Meguila relata la historia de una mujer judía en Persia, sobrina de Mordejay, el líder de la generación, nacida con el nombre de Hadassah pero conocida para nosotros como Esther. Ella con el transcurso de la “historia” relatada en la Meguila, es elegida como la reina esposa del rey Ajashverosh, y es la que finalmente logra frustrar el deseo de genocidio que el ministro de la corte, Haman harashá quería hacer con su pueblo.

Esta Halajá nos enseña que no debes ver el final y saltarte todo el desarrollo, por que si miramos como culmina el relato sin poner atención en los detalles, si miramos solo lo que quedó de todo esto, la fiesta, la alegría y los disfraces como el mensaje principal de este libro, estamos errando en grande, el mensaje es mucho mas relevante y duradero.

La palabra Meguila viene de la palabra GUILUY que viene de LEGALOT que significa descubrir, y la palabra Ester viene de dela palabra NISTAR que significa escondido. Solo del nombre de este libro, MEGUILAT ESTER podemos concluir que el escrito viene a descubrir lo oculto, vale decir el mensaje esta en lo escondido, y no en lo que leemos a simple vista. 

Después de muchas galuyot - diasporas, después de la destrucción de los dos Templos e Jerusalem, el Pueblo Judío fue expulsado de su tierra y tuvo que escapar de un país a otro, sufriendo penurias sin fin. La inquisición, las cruzadas, los pogrom, guerras, matanzas, hambre, etc.

Formaron comunidades en distintos países del mundo donde se radicaron y a pesar de que por un tiempo prosperaron y sobrevivieron, también de ellas tuvieron que escapar por el odio de los locales. Llevamos ya miles de años deambulando por el mundo y la diáspora se ha hecho muy larga y difícil para Am Israel.

Unos días atrás, buscando un documento que se me había perdido, me encontré con un legajo de papeles que mi querido padre z”l me había entregado hace algunos años. Entre estos documentos estaban las actas de nacimiento de mis abuelos y mis padres así como certificados de matrimonio y defunción de miembros de la familia. Tal vez esto no es nada fuera de lo común, porque en muchas familias judías se acostumbra a guardar este tipo de “historial de linaje” particular, pero lo interesante, lo que me llamó mucho la atención, fueron los membretes y timbres que tenían los certificados. Algunos de Polonia ocupada por los alemanes durante la primera Guerra Mundial, otros emitidos por el gobierno nazi en Alemania, en los cuales forzaron a mis abuelos a tomar nombres judíos, a mi abuelo Siegfried lo llamaron Israel, y a mi abuela Grete, Sara.  Los nazis se “preocuparon” de recordarles que eran judíos. Habían entre ellos también certificados aprobados y traducidos por la embajada de Alemania en Chile con el águila y la suástica nazi.

Jarotchin, Poznan, Graetz, Goerlitz, Berlin, Lobsens, Krojanke, Sao Paulo, Cochabamba, Santiago, son algunos de los lugares por donde mi familia pasó. Por un tiempo se establecieron, sin embargo, los problemas de mantenimiento y las persecuciones por ser judíos, los llevaron inevitablemente a buscar nuevos refugios mas seguros.

Este es parte del relato que recibí demi padre z”l:

En Julio del año 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial, mi abuelo Hugo fue enrolado inmediatamente y sirvió en el ejercito alemán en un regimiento en el frente ruso. Los 4 años de la guerra estuvo enrolado, su pelotón fue aniquilado y a él lo hirieron en combate con una bala que le perforó el pulmón y le toco el corazón, pero gracias a Di’s, sobrevivió.

Por el acto de valentía fue condecorado con la cruz de hierro de segunda clase, nos contó que por ser el un judío no le dieron la medalla de primera clase, la emperatriz (yemaj shemá) que visitó a los soldados heridos en combate donde estaba hospitalizado mi abuelo, personalmente los condecoraba, sin embargo cuando llegó a la cama de mi abuelo, el ayudante le dijo que este era judío, puso la cajita blanca con la medalla sobre la cama y paso al siguiente.

En 1933 comenzó el gobierno nazi en Alemania, toda la vida de los judíos cambió haciéndose imposible vivir como tal en toda Europa. Los dos hermanos de mi abuelo fueron deportados a campos de concentración con sus familias, uno logró ser rescatado y y los otros miembros fueron asesinados.

Mi abuelo, sabiendo que tenían los días contados en Alemania, comenzó a buscar alternativas de emigración. Las puertas del mundo estaban cerradas para los judíos, sin embargo, un pariente que había escapado también milagrosamente a Chile, logró comprar visas para la familia y en agosto de 1938 legaron los tan esperados papeles.

Ahora el problema era otro, como salir de Alemania y como llegar al país de destino. Corto tiempo después, mi abuelo recibió una acusación gubernamental acusándolo de evasión de impuesto (muchos judíos la recibieron para acusarlos de deslealtad y así poder encarcelarlos y llevarlos a los campos) gracias a la Divina providencia fueron salvados y esta es parte de la historia:

Por medio de su primo Dr. Edie Kurtzweig (HYD) prominente medico berlinés, mi abuelo conoció a un señor de apellido Junkers, funcionario del ministerio de economía nazi, sin embargo este no era partidario de ese movimiento. Los grandes lazos de amistad con Edie, lo llevaron a querer ayudar a la familia para que se escapen de Berlín.

Después de unos días llegó el llamado acordado. Un llamado de teléfono y esas dos palabras: “Hugo ándate”, tal vez horas o minutos antes de que la Gestapo los vaya a buscar, cambiaron la situación y toda su vida.

Destino: estación de trenes de Berlin, rumbo: Holanda, como refugio momentáneo en la casa de la prima de mi abuelo en Amsterdam, quienes los albergaron hasta que salieron de ahí en dirección al puerto en Antwerpen para salir a Chile (de esta familia, que fue posteriormente deportada al gueto de Lodz y posteriormente a Auschwitz, solo sobrevivió una prima de mi papá).

 

Los milagros siguen por el otro lado.

Mi mama z”l hija única a los tres años se escapó de Berlín junto a sus padres. Mi abuelo un hombre de negocios con buena posición económica, como muchos judíos alemanes pensaron que “aquí esto no puede pasar”, se sentían desgraciadamente mas alemanes que judíos y esperaron hasta que las posibilidades de escape eran “nulas”. Nadie en el mundo quería recibir judíos, ni un país quería emitir visas, ¡nadie los quería!

¡Pero el milagro sucedió!

Un primo de mi abuelo que había escapado antes, les compro visas y finalmente en Noviembre de 1939 salieron de Alemania rumbo a Chile.

Quiero recordarles que la noche de los Cristales Rotos fue en Noviembre de 1938, este fue el comienzo del odio y la destrucción formal, del asesinato publico de toda las vidas y la cultura judía.

La Segunda Guerra Mundial comenzó en septiembre del año 1939, mientras decena de miles de judíos estaban ya en prisiones o en campos de concentración. Mis abuelos con mi mama ¡salieron 3 meses después! Para tomar el barco rumbo a Chile.

El barco donde habían cargado sus pertenencias, maquinaria y materiales para comenzar a trabajar a su llegada en el nuevo país, fue hundido en altamar, lo que dejó a mis abuelos, al margen de la miseria, y aun mas por las penurias del escape y por haber dejado a sus seres queridos, que nunca volverían a ver. Pobres de un día para el otro, sin familia salieron a lo desconocido sin dinero, sin idioma y sin familia.

Lo sucedido fue terrible, perdieron todo. También en lo material, lo que habían logrado sacar para llegar a un país adverso, lo perdieron. Después de un mes en altamar llegaron finalmente a Valparaíso, pero no les permitieron radicarse en la capital, los mandaron como “colonos” al sur de Chile. ¡La influencia nazista también había llegado!

Yo nací en Santiago, pero hoy veo mi “pasar” de 22 años en la tierra que acogió a mis padres y los refugió del infierno nazi, como una “estación de abastecimiento personal”. Curse mis estudios primarios y secundarios en el único colegio judío de Chile, termine los 6 años de universidad, y al día siguiente de mi examen de grado, estaba en el avión rumbo a Israel.

Fui jazán de una de las comunidades de Santiago, y después de varios años oficiando se me ofreció una beca de estudios para ser profesional. Todo funciono como una “orquesta dirigida por su Conductor”. La beca de canto llegó cuando ya había comenzado a estudiar opera, y justo al terminar mis estudios universitarios y ahora quedaba solo un pequeño detalle, ¡donde! Nueva York, Argentina o…, a pesar de que no estaba en la oferta, para mi estaba claro que solo Jerusalem era el destino final, una voz interna me lo decía, y así Lo Orquestó la Divina Providencia, finalmente me mandaron a estudiar canto a una… ¡Yeshiva! Una escuela rabínica, en donde uno de sus directores era un jazán profesional que se hizo cargo de mi entrenamiento y el resto es historia, llevo 39 años en este maravilloso país y gracias a Di-s puedo ser parte de ese despertar y retorno a nuestra patria y a nuestra tradición después de mas de 2000 años de galut –diáspora. ¿No es acaso un milagro?

Todos los bisnietos y sobrinos bisnietos de mi bisabuelo que tanto quería llegar a Jerusalem nacieron acá. El y la abuela a pesar de que tenían visas ,no pudieron salir, fueron atrapados por las garras nazis. Solo su Meguilat Esther está en mi poder acá en Jerusalem. Mi papá cuando venía de visita y llegaba al Kotel siempre decía: ¡Que hubiera dicho tu bisabuelo!…

Gracias a Di-s finalmente ¡hemos llegado, volvimos a nuestra Tierra prometida!

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El Navi Zejaria profetizó:

“Asi dijo HaShem el Señor de los Ejércitos, Los ancianos y las ancianas  estarán sentados otra vez en las calles de Jerusalém; Y el hombre con su bastón en la mano, por su vejez. Y las calles de la ciudad estarán llenas,  niños y niñas jugaran en las calles de Jerusalém”. (Zejaria 8 3-5)

 

La Torá en Deuteronomio 30 1-3 vaticina sobre esta época:

1 “Ocurrirá que cuando todas estas cosas te acontezcan, la bendición y la maldición que he presentado ante ti, entonces las internalizaras en tu corazón entre todas las naciones donde allí te ha dispersado El Eterno, tu Dios; 2 y regresarás con El Eterno, tu Dios, y escucharás Su voz, según todo lo que te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma. 3 Entonces El Eterno, tu Dios, te traerá de regreso de tu cautiverio y tendrá compasión de ti, y volverá y te reunirá de entre todos los pueblos a los que te dispersó allí El Eterno, tu Dios”.

La Meguilat Ester es Es una de las cinco Meguilot, un libro perteneciente a lo Ketuvim "Escritos" de los 24 libros del Tanaj. .  

 

La historia forma el núcleo de la festividad de Purim, durante la cual se lee la Meguila dos veces, en voz alta, una vez por la noche y otra vez a la mañana siguiente.    

 

 



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