¿Amas la crítica? Probablemente no. La mayoría de las personas ven la crítica como un ataque personal que activa todo tipo de mecanismos de defensa.
El Camino #35 es Ohev et hatojajot, que significa literalmente ‘ama la crítica’. ¿Te suena ridículo? En realidad, ¡las empresas pagan grandes sumas de dinero para contratar consultores que les dicen qué están haciendo mal! También instalan "buzones de sugerencias", ¡e incluso las palabras del conserje son escuchadas por el presidente de la compañía si existe la posibilidad de mejorar las ventas!
Entonces, ¿por qué ese mismo presidente se enoja cuando llega a casa y escucha las sugerencias de su esposa? El problema es que él está enfocado en ganar más dinero, pero quizás no está enfocado en convertirse en una mejor persona.
Debes darte cuenta que cada error acarrea una consecuencia negativa. La crítica puede salvarte de las pérdidas futuras al ayudarte a identificar el defecto de personalidad que causó el error. Tu amigo te dirá cuando tengas un poco de espinaca entre los dientes; ¡tu enemigo sonreirá y te dirá que te ves fantástico! Como dicen nuestros sabios: “Es preferible la crítica de un amigo que el beso de un enemigo”.
¿Piensas que eres perfecto? ¡Por supuesto que no! Si quieres alcanzar tu potencial, debes buscar proactivamente las críticas constructivas. Cuando una persona está decidida a alcanzar un objetivo, aceptará increíbles cantidades de críticas, acoso e insultos. ¡Piensa en lo que un atleta olímpico soporta voluntariamente de sus entrenadores!
Cuando vemos los beneficios, nos damos cuenta que en realidad nos gusta la crítica. Imagina que olvidaste tu billetera en el correo y que alguien te grita: “¡Oye! ¡Se te olvidó tu billetera!”. En lugar de ponerte a la defensiva por la crítica, dirías: “Muchas gracias. La próxima vez seré más cuidadoso”.
Una de las razones por las cuales tenemos dificultades para aceptar las críticas es porque no estamos preparados emocionalmente para recibirlas. Nos encuentran con la guardia baja. Por otro lado, cuando eres tú quien solicita las críticas, estás en una posición que te permite lidiar de mejor manera con ellas, ya sea para aceptarlas o para desechar la información. Asimismo, el hecho que las solicites significa que has elegido una fuente más confiable, y por lo tanto es más probable que las tomes en serio. Además… ¡es una buena forma de practicar para aquellos momentos en los cuales las recibirás inesperadamente!
No esperes tener una crisis para buscar la crítica. Anticípate a los problemas. Si quieres tener un matrimonio exitoso, pide consejos. Si quieres criar hijos sanos, pide consejos.
La mejor manera es obtener retroalimentación de personas objetivas, de personas que nos conozcan bien. Una vez al mes, pide a algunos amigos que te digan cinco maneras en las cuales podrías mejorar. (Pídeles cinco cosas, porque típicamente empezarán por cosas no muy comprometedoras, ¡y sólo al final tocarán el meollo del asunto!).
Si escuchamos la palabra “crítica” todos nos imaginamos instantáneamente algo negativo y doloroso. El dolor que es producto de la crítica viene del orgullo herido. Pase lo que pase, existe esa sensación de que uno “no es lo suficientemente bueno”.
La crítica no significa que no eres lo suficientemente bueno. Significa que "eres bueno, pero así es como podrías ser aún mejor".
Aplaca tu instinto defensivo. No reacciones antes de llevarte esa crítica a casa y evaluarla. Puede que te sientas avergonzado por el comentario, pero pídele a la persona que elabore la idea: “Dime exactamente qué es lo que te molesta. Quiero ver si hay algo de cierto en esta crítica”.
Una manera de lidiar con la crítica es tomarla como algo abstracto y no como algo personal. Abstráete de la situación y piensa: "¿Cómo aconsejaría a un amigo que ha recibido esta crítica?".
Tomar conciencia de nuestros errores es doloroso, pero es más doloroso ir por la vida repitiendo esos mismos errores. La crítica es como una inyección. Puede que duela, pero el dolor pasa, y los resultados te beneficiarán por el resto de la vida.
Si reconoces que el propósito de la crítica es despertarte y ponerte de vuelta en el camino correcto, entonces estarás agradecido con quien te critique. Acostúmbrate a decir: "Gracias, de verdad aprecio que me hayas dicho eso". Aunque lo tengas que decir a regañadientes…
Siempre que te critiquen:
Si apreciamos el valor de la crítica, entonces apreciaremos la necesidad de ayudar a otros ofreciendo nuestra crítica. Alguien que sufre espiritual y emocionalmente necesita tanta ayuda como quien sufre de forma física.
Entonces, ¿por qué somos reacios a criticar? Porque queremos ser amados, y pensamos que la gente se va a molestar por nuestras críticas.
Si vieras a una persona a punto de caerse por el hueco de un ascensor, ¿no correrías para indicarle su error? Si tu hijo o hija se rehusara a tomar su medicina, ¿acaso te darías media vuelta y dirías: "Yo quiero que me ame, así que no insistiré en que se tome esta desagradable medicina"? (Obviamente sería mejor que aprendieras a dársela con mucha azúcar).
Cuando vemos claramente las consecuencias de los errores, nos sentimos obligados a ayudar. La Torá nos dice que cualquier amor que no incluye crítica es falso. Si de verdad te preocupa, hallarás la manera de ayudar, aunque esa persona no sepa que necesita ayuda. No actúes despreocupadamente. Si alguien está sufriendo, haciendo algo mal, sintiéndose miserable o actuando de una manera autodestructiva, no te quedes de brazos cruzados. Debes darte cuenta que tarde o temprano tendrá que pagar por sus errores. Preocúpate. Ayúdalo.
Es fácil ser tolerante con los errores de otras personas cuando eres indiferente. Pero mientras más ames a una persona, más te dolerá verla viviendo una vida equivocada. Por eso los padres —las personas que más te aman— son por lo general quienes formulan más críticas. Es precisamente porque te aman que no pueden simplemente darse vuelta y decir, "Está malgastando su vida pero no me importa".
Ahora entendemos por qué en el libro de Levítico (19:16-18) la instrucción de criticar está escrita junto al mandamiento de "amar a tu prójimo como a ti mismo" y junto a la prohibición de quedarse cruzado de brazos mientras otra persona necesita ayuda.
Para ayudar a alguien a cambiar, no es necesario tirar piedras o gritar más fuerte que los demás. El objetivo no es tan sólo expresar lo que te molesta.
Debes apreciar cuán difícil es aceptar la crítica, y utilizar esa sensibilidad para saber cómo debes criticar a los demás. Antes de criticar a alguien, pregúntate a ti mismo: "¿Cómo me sentiría yo si estuviera del otro lado? ¿Cómo me gustaría que me dijeran eso?".
Dado que la crítica es muy valiosa, pero tiene al mismo tiempo mucho potencial para causar daño, es fundamental criticar sabiamente. Si tu crítica crea animosidad o resentimiento, entonces es mejor no decir nada.
El primer paso para corregir a los demás es amarlos. Si la persona siente que estás velando por tu propio interés —y no por el suyo— no escuchará lo que le digas.
Debes entregar 10 partes de amor por cada parte de crítica. Debes entregar amor antes, durante y después de la crítica. Tranquiliza a la persona asegurándole que te importa y que estás de su lado. Muchos padres cometen el error de pensar que pueden criticar a sus hijos sin recordarles cuánto los aman.
El objetivo de la crítica es hacer que la otra persona acepte tu planteamiento y que salga favorecida a partir de ello. Tu desafío es evitar accionar cualquier mecanismo de defensa. ¿Cómo se hace eso? Intenta algo así:
"Sabes, anoche hice algo tonto".
"¿En serio? ¿Qué hiciste?", te pregunta tu compañero de cuarto sin darse cuenta.
"Después de terminar de comer, no lavé los platos".
"Sabes una cosa, ahora que lo mencionas, yo también dejé mis platos sucios sin lavar toda la noche. Creo que yo también voy a empezar a lavarlos más seguido".
Misión cumplida, sin herir sentimientos. Obviamente no todas las situaciones son iguales, y tampoco es fácil esconder tus intenciones. Pero si eres lo suficientemente listo, encontrarás la manera de decir lo que tengas que decir manteniendo la paz.
La mejor reprimenda es demostrar tu punto a través de tus acciones. Si los niños no aprecian la belleza y el valor de ser honesto, es probablemente porque sus padres no están siendo lo suficientemente honestos. De otra manera, la verdad sería obvia para cualquiera. Sin peleas, sin conflictos. El Talmud nos dice que Moshé fue capaz de instruir al pueblo sólo porque él ejemplificó por completo lo que predicaba.
La palabra hebrea para crítica, tojajá, viene de la misma raíz que la palabra hojajá, que significa ‘prueba’.
La mejor manera de lograr que tu vecino cambie no es a través de una dura reprimenda, argumentación o persuasión intelectual. La única manera de convencer a alguien es utilizando pruebas claras y obvias. La persona debe ver por sí misma lo que está haciendo mal.
El Midrash cuenta la historia de Eliahu el Profeta, quien se encontró con un pescador:
"¿Estudias Torá?", preguntó Eliahu. "No", respondió el pescador. "Yo soy un hombre simple. No estoy dotado de gran talento o inteligencia".
"Dime", dijo Eliahu, "¿cómo preparas tu red de pescador?".
"Bueno", dijo el hombre, "es bastante complicado, a decir verdad. Primero tengo que seleccionar el calibre correcto de cuerda, y luego tengo que tejer la red en un diseño especial para asegurarme de que tenga el equilibrio correcto entre fuerza y flexibilidad".
"¿Y cómo haces para atrapar los peces?", preguntó Eliahu.
"Ah", dijo el hombre, "eso también involucra muchos factores complejos: la estación del año, hora del día, tipo de pez, profundidad del agua, temperatura y la velocidad de la corriente".
"Cuando llegues al cielo", dijo Eliahu, "¿acaso piensas argumentar que no estudiaste Torá porque eras un hombre simple, carente de talento o inteligencia? ¡Tu pericia como pescador refuta tu propia afirmación!".
La tojajá no es severa. Por el contrario, la tojajá es la belleza de la realidad que nos mira directamente a los ojos.
Rav Noaj Weinberg fue el fundador y director de Aish HaTorah Internacional. Por más de 40 años con sus programas educacionales atrajo a cientos de miles de Judíos de vuelta a su herencia.
Que la lectura de este artículo sea un mérito para elevar su alma.