Adaptación Rav Gabriel Guiber
La Hoja

Devarim

LA PALABRA JUSTA “Estas son las palabras que Moshe pronunció delante de todo el pueblo de Israel a orillas del Iarden...”(Devarim 1,1) Y Rashi explica: estas son las palabras, son palabras en las que se le recuerda al pueblo sus pecados, y enumeramos todos los lugares dond
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LA PALABRA JUSTA

“Estas son las palabras que Moshe pronunció delante de todo el pueblo de Israel a orillas del Iarden...”(Devarim 1,1)

Y Rashi explica: estas son las palabras, son palabras en las que se le recuerda al pueblo sus pecados, y enumeramos todos los lugares donde hicieron enojar al Todopoderoso, y vemos que la forma de remarcar los pecados resulta como con señales, de forma indirecta, para cuidar el honor del pueblo de Israel...

 Y podemos preguntar: ¿acaso no estamos criticando una mala cualidad?, de todas formas la crítica es una forma de desprestigio y no cuida precisamente ningún honor... No importa, ya que por cuanto que el reproche puede hacerse indirectamente, sin explicitar los hechos, es una forma de cuidar el honor del pueblo de Israel sin permitir que el desprestigio sea mayor...

 Y esto nos enseña, que cuando una persona se dispone a criticar una mala acción o un mal comportamiento, cuanto deberá cuidar el honor de la persona que recibirá el reproche. Y razonando, parece, que aunque el pecado realizado sea visible y conocido para mucha gente (y eso se puede ver cuando el reproche se transmite en forma indirecta, señal de que es algo sabido, por eso alcanza con una leve mención), de todas formas, mejor no abundar en explicaciones, ya que cuanto más hablamos sobre el tema, el honor de un hijo del pueblo de Israel resulta más dañado...

 Y resulta claro, entonces, que debemos cuidar el honor de nuestros semejantes, ya que el reproche siempre resulta doloroso, por lo menos al comienzo, así, si cuidamos nuestro vocabulario, será más fácil que el mensaje llegue y cumpla su función.

 Porque esto resulta ser ahora una obligación, por un lado tenemos el precepto de reprochar a nuestro compañero para evitar que caiga en un pecado, pero este reproche debe ser efectivo, y para eso, necesita provocar el mejoramiento de las cualidades de nuestros semejantes. Esto pasará siempre y cuando el reproche sea escuchado, porque si, jas veshalom, no se escucha, el efecto será contrario, en lugar de para mejor será para peor, como ocurrió con la muerte de Elisha (Melajim 1 19,17), allí explica el Radak que los que pecaron no escucharon el reproche, por lo tanto, no corrigieron sus caminos, y después vino el enemigo y los mató, resulta que el que hizo el reproche en forma equivocada, que por eso no fue escuchado, es considerado como si él mismo los hubiera matado, ya que el castigo es mayor cuando hubo una prevención que cuando el que pecó no recibió ninguna advertencia...

 En otras palabras, la persona que peca después de ser advertida, después de que ha sido reprochada, tendrá un castigo mucho mayor. Y, cuando no quiere o no puede escuchar el reproche, éste viene a agravar la magnitud del pecado. Y sabemos, que el que viene a reprochar, quiere hacer un bien a su compañero, quiere salvarlo del pecado, por lo tanto, es importantísimo cuidarse en la forma de dar el reproche, que cambia con cada persona, pero para que cumpla su finalidad, evitar que la otra persona siga por el mal camino, necesitamos hacer que nuestro compañero preste atención a cada palabra...

 Los jajamim explicaron el motivo por el cual Iaacov Avinu no reprochó a sus hijos sino cuando sintió que estaba por dejar el mundo. A Reuben le dijo: hijo mío, te diré por que no te reproché durante todos estos años: para que no te enojes y te vayas con mi hermano Esav!

 Y esas palabras hay que entenderlas, porque ya dijeron Jazal: todo el que diga que Reuben pecó, se equivoca (tratado de Shabat 55b). Y en el momento, Iaacov no dijo ni una palabra...

 Y si Reuben hizo algo que no estaba a la altura de su condición espiritual, ¿por qué Iaacov puede pensar que si lo reprocha abandonará a su padre y se irá con su hermano Esav?

 Podemos explicar esta pregunta con las palabras de Jazal: dijo rabi Shimon Ben Elazar, pobres de nosotros en el día del Juicio, pobres de nosotros en el día del reproche, Iosef, era el más chico de los hermanos (de los hermanos que lo envidiaron y lo vendieron), y ellos no pudieron contestarle una palabra debido a la vergüenza que sintieron. Cuando Hakadosh Baruj Hu nos reproche a cada uno y uno de nosotros por nuestras acciones, ¿quién podrá afrontar ese momento?

 Y algunos de los comentaristas preguntan: ¿dónde hay un reproche en las palabras de Iosef? Simplemente dijo dos palabras, ani Iosef (yo soy Iosef), y enseguida, los hermanos no pudieron contestarle... (Bereshit 45,3). Explica Rashi, porque sintieron vergüenza, y la intención de las palabras de Jazal es que se avergonzaron por el reproche de Iosef, y preguntamos, ¿acaso sólo el decir yo soy Iosef se considera un reproche?

 Aquí aprendemos sobre la esencia del reproche, que no siempre son palabras que muestran una prohibición para que sea corregida, sino que la principal finalidad del reproche es mostrar su error al que va por el rumbo equivocado, y advertirle, que sus caminos y sus acciones no son los adecuados...

 Entonces, las palabras yo soy Iosef resultan ser un reproche, porque le muestra a sus hermanos que todos sus pensamientos no buenos sobre él y sobre sus sueños, estaban errados desde un principio, porque finalmente se cumplieron todos los sueños y ellos pudieron comprobar que se trataba de una verdadera profecía, y no como pensaron...

 Y esto es lo que dijeron Jazal: pobres de nosotros en el día del reproche, pobres de nosotros cuando descubramos que anduvimos por caminos equivocados, que nuestras buenas acciones fueron buenas solamente para nuestro pensamiento. En ese momento de verdad, el hombre sufre, duele tanto en el corazón al comprobar que toda la vida transcurrió sumergida en continuos errores, es un momento muy difícil, al punto que rabi Shimon Ben Elazar lo compara con el día del Juicio.

 Y ahora podemos comprender el miedo de Iaacov Avinu, que un mal reproche dado a Reuben pudiera provocar que lo abandone y se vaya con Esav. Está escrito que cuando los hijos de Israel hicieron el becerro, Hakadosh Baruj Hu le dice a Moshe se apartaron del camino muy rápido, un corto tiempo antes estaban recibiendo la Tora envueltos en la máxima Santidad, y en un instante, pasaron de blanco a negro, haciendo idolatría, lo alenu.

 Dijeron Jazal (tratado de Shabat 105b): así es la forma de trabajar del ietzer hara, hoy te dice hacé esto (que está permitido, por supuesto), mañana hacé otro poco, hasta llegar al día que dice hacé idolatría... Y resulta que el ietzer no puede decirnos de buenas a primeras que pequemos, entonces, ¿qué pasó allá que se apartaron rápido?

 Encontramos la explicación: allí, el ietzer creó oscuridad y les hizo ver la muerte de Moshe Rabenu, los confundió, los presionó de tal forma que no podían pensar, entonces, el ietzer, en medio de la confusión, puede trabajar de otra forma, hacer a todos pecadores casi instantáneamente. Ese fue el miedo de Iaacov, el reproche podía perturbar a Reuben, sin saber cuál sería su reacción posterior...

 

Sijot Musar, del rab hagaon Jaim Shmuelevich ztz”l

 

Leiluy Nishmat

Harav Hagaon Moshe Shlomo Halevi ben David ??"?

 

 

 

 

 



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