¿Quién da más?
En conclusión, la cuestión es si consideramos
la creación o excluimos la creación. Si suponemos la creación,
las edades casi \"necesariamente\" se van a medir de dos formas
muy distintas.
Entonces, a mí como judío, no me preocupa que la ciencia
afirme que el mundo tiene seis mil millones de años o más.
En realidad para mí, los científicos estarían describiendo
cuánto tiempo le hubiera llevado al mundo llegar a lo que fue si
no hubiera sido creado por Dios. Nada más que eso.
Dios dijo: \"Que sea la luz y fue la luz?. El Todopoderoso pudo
haber creado todo el inmenso Universo que existe en un breve instante
. Si la ciencia calcula que para que eso sucediera, para que surja este
Universo \"si no hubiera mediado la creación\" habrían
tenido que pasar quince mil millones de años, es un tema de la
ciencia y es una conclusión correcta desde el punto de vista de
la ciencia, dadas sus reglas del juego. Pero esa medición de tiempo
científica es teológicamente irrelevante y no representa
ninguna contradicción al relato bíblico de \"la creación\".
Relatividad
Para profundizar un poquito más, no mucho, porque no tengo los
conocimientos para hacerlo, veamos lo que Einstein nos ha enseñado
acerca del tema \"tiempo\". Creo que es una idea muy valiosa para
entender el fenómeno Bereshit y los seis primeros días de
la creación. Einstein descubrió lo que Newton no sabía.
Newton afirmó que el tiempo en todos lados, en todas las circunstancias,
transcurría de la misma manera. La gran y célebre teoría
de la relatividad de Einstein define que el tiempo es relativo. No pasa
de igual forma en todos lados. Les voy a dar un ejemplo muy famoso: el
de dos gemelos que nacen juntos. Uno de los gemelos sale hacia el espacio
en una cápsula a una velocidad que se aproxima a la de la luz y
vuelve después de 90 años, tiempo-tierra. El gemelo que
está acá ya lleva su bastón, y el que regresa está
todavía con chupete y sus pañales. Esto es ciencia, no es
ficción. (Nada más que es muy teórico hablar de alcanzar
la velocidad de la luz...) Y en teoría es absolutamente cierto.
Einstein nos asegura que el transcurso del tiempo depende del marco de
referencia, el tiempo no pasa en todos lados de la misma forma. En ninguna
estrella pasa el tiempo igual que en la otra estrella, porque el tiempo
depende de dos variables. Una es la velocidad, como en el caso de los
gemelos y la otra es la gravedad, o sea la masa (en realidad una está
relacionada con la otra, pero eso es más complicado...). Estas
son las dos variables que afectan el transcurrir del tiempo. Por lo tanto
- dice Gerald Schroeder, un científico que escribió un libro
fabuloso llamado ?Génesis y el Big Bang?- : en esos
seis días de la creación, ¿quién estableció
el marco para la medición del tiempo? El hombre todavía
no había sido creado. El marco de tiempo no tiene porque haber
sido el humano, nuestro actual reloj.
El día lo fijamos en función del sol, y según la
Torá el sol no fue creado hasta el cuarto día. Y sin embargo
la Torá me habla del día Uno y del día Dos. Es posible
entonces, que cuando la Torá habla de un día, se esté
refiriendo a un día de acuerdo al \" reloj del Todopoderoso\"
lo que no tiene que equivaler a una jornada de veinticuatro horas. Es
más: al no haber sol, ese día tendría que haber sido
\"necesariamente\" distinto a un día \"normal\".
En un marco de tiempo \"divino\" los acontecimientos pueden ocurrir
a otra velocidad... Aunque resulte un poco vertiginoso, imagínense
el surgimiento de una montaña, por la voluntad de Dios, en unos
cuantos segundos.
Por supuesto que en nuestro reloj estarían transcurriendo millones
de años \"simultáneamente\"... La relatividad del
tiempo, la comprensión de que el tiempo puede transcurrir y/o ser
medido de formas distintas, contribuye notablemente a nuestra comprensión
del fenómeno Bereshit... nos ayuda a entender un poco más
el hecho de que esta disparidad de edades no se excluyen...
Hay una canción en ladino que los judíos sefaradíes
conocen bien, que se llama ?A la una yo nací?. Y dice
más o menos así: \"A la una yo nací, a las dos
me engrandecí, a las tres tomé amante (es decir, mujer,
esposa), a las cuatro me casí (me casé...) Es una canción
basada en un Midrash, que habla de Adam, el primer hombre. Según
nuestro Midrash, en el mismo sexto día de la creación, el
hombre fue creado en la primera hora, en la segunda hora creció,
en la tercera hora el hombre tomó a su mujer, en la cuarta hora
la desposó y en la quinta hora tuvo un hijo etc, etc. Y hasta el
mismo episodio de la fruta de árbol prohibido, todo ocurrió
ese mismo sexto día. Estoy hablando de una fuente que tiene al
menos 1800 de años de antigüedad. Un texto en el cual los
Sabios mencionan un fenómeno sumamente parecido a de los \"tiempos
relativos\" de Einstein y justamente durante uno de los seis días
de la creación, algo que seguramente habrá sonado absolutamente
escandaloso o fantasioso durante siglos. Y que hoy - gracias a la ciencia-
podemos apreciar con otros ojos.
El tema bíblico
Para finalizar la pregunta del \"Cómo\". Primero, una aclaración
importantísima. En verdad la Torá no es un libro de ciencia.
¿Por qué? Porque hubiera sido un tremendo desperdicio que
Dios revelara algo que el hombre puede llegar a conocer por sus propios
medios. A la verdad científica el hombre puede llegar por su propios
medios, por su propio conocimiento. Lo verdadero y lo falso es demostrable.
La Torá es un libro del bien y del mal, para lo cual el hombre
es éticamente impotente, como ya lo ha demostrado la filosofía
moderna. Al bien y al mal no se llega por consenso o por demostración.
La Torá es un libro de ética. Una ley para la vida del pueblo
judío. Por lo tanto, los comentaristas dicen que cuando en la Torá
se nos relata la creación, no es para describirnos \"cómo\"
fueron los mecanismos científicos o cosmológicos que Dios
puso en marcha y ejecutó, porque eso es en cierta manera irrelevante
para la existencia del hombre y es esencialmente tarea de la ciencia descubrirlo...
¿Cuál es entonces el principal mensaje del relato bíblico
de la creación, se preguntan los comentaristas hebreos? Tomemos
el primer versículo de la Torá: \"En el principio creó
Dios los cielos y la tierra\". ¿Qué nos quiere enseñar
este versículo? El mensaje principal no es: \"En el principio\",
lo trascendente no es cuándo fue creado el Mundo. Ni tampoco es
\"Cómo\", si a partir de algo preexistente o ex nihilo.
Creo que lo trascendente tal como nos transmite el Midrash y lo registra
el gran comentarista clásico Rashi, es que el mundo fue creado
por Dios. El tema es \"Quién lo creó\". Y creo que
esto sí es relevante: si somos seres creados por una inteligencia
superior y con un destino, o si somos los bisnietos de los chimpancés,
simples mutaciones genéticas con una gran dosis de suerte. Este
es el gran mensaje. Yo podría irme esta noche a dormir sin ningún
problema, sin saber exactamente si el mundo tiene 14.500 millones o 15.500
millones de años, pero no creo que podamos ir muy fácilmente
a dormir si no tenemos resuelta la gran pregunta: si somos seres creados
por Dios o si descendemos de los orangutanes. Es una gran diferencia ¿Verdad?
No da lo mismo una respuesta que la otra. Hay una cuestión absolutamente
existencial de por medio. Bueno, ese es el mensaje fundamental de la Torá.
Fisiología o embriología
Otro punto: Maimónides dice que nos sería imposible saber
\"cómo\" Dios creó el mundo. Y que todo esfuerzo
humano para llegar a conocer de forma definitiva el cómo de la
Creación es estéril. Stephen Hawking tiene esas pretensiones.
Llegar a saber exactamente todos los misterios de la Creación.
En verdad él y otros científicos de esas escuelas neopositivistas
- como dicen algunos filósofos- se refiere a Dios como a un hermano
mayor, como alguien fácilmente aprehensible. Para nosotros, los
judíos, se considera todo un antropomorfismo intelectual pensar
que podemos acceder a la mente de Dios. Eso está más allá
de nuestra limitadísima posibilidad humana. Maimónides estableció
una teoría del conocimiento de Dios vía negativa. Saber
lo que Dios no es, sin afirmar nada de Él, como cuando negamos
la corporalidad de Dios, pero dejémoslo allí. Volviendo
a lo nuestro, cuando Maimónides discutía con los sabios
aristotélicos respecto a si el mundo era eterno o había
sido creado, decía que tenemos un insuperable problema epistemológico:
nuestro desconocimiento total de las condiciones iniciales de la creación.
Por ejemplo, en el segundo versículo de Bereshit dice VehaArets
Haieta Tohu vaBohu, \" Y la tierra era caos y desorden...\" Porque
aún no estaban establecidas las mínimas leyes físicas.
Fíjense qué interesante. ¿Qué es lo primero
que crea Dios? Coincidiendo con el Big Bang: La luz, que en hebreo se
dice OR. Ustedes saben que luz y energía son lo mismo - radiación
electromagnética- en diferentes variaciones. ¿Y qué
es lo próximo que hace Dios luego de crear la luz? Distingue la
luz de la oscuridad. ¿Qué gran cosa hizo el Todopoderoso
al \"separar\" la luz de la oscuridad? Porque en verdad cuando
no hay luz, automáticamente hay oscuridad...
Dios estableció justamente esa ley, que hoy nos parece automática.
Según nuestros Sabios, antes de esta separación \"Or
vaJoshej Haiu Meshameshim beIrbubia\" \"la luz y la oscuridad
eran simultaneas\". Algo que hoy nos resulta imposible concebir...
ya que nuestra mente se ha estructurado \"definitivamente\" de
acuerdo a esta realidad.
Vale decir que hasta esa ley física primordial, cuya ausencia no
podemos concebir, fue establecida según nuestra Torá en
ese momento. Durante los primeros días, las leyes físicas
que conocemos hoy no existían. Como ya lo explicamos, al parecer
hasta el transcurrir del tiempo era totalmente distinto al nuestro. Y
así fue hasta el Shabat. El Shabat establece el final de Maase
Bereshit, del \"fenómeno de la creación\".
Dice Maimónides que querer entender cómo fue la creación
es imposible. Y nos da un ejemplo: imaginemos un niño abandonado
en una isla desierta. Que vive allí sin haber conocido a una mujer.
Al cabo de unos años es rescatado y le preguntan ¿Cómo
crees haber nacido? Y el dice: Bueno, yo creo que habré sido chiquitito,
muy chiquito y habré ido creciendo lentamente. Si le dijeran a
él que en verdad estuvo en un vientre, viviendo dentro de una panza
humana, él se resistiría a creerlo. Diría que no
es posible, porque dentro de un vientre no se puede comer ni beber, no
se puede respirar... Y sin respirar y sin comer no se puede vivir. Él
no podría aceptar -y mucho menos concebir por si mismo- la idea
del embarazo. ¿Porqué? Porque desde la fisiología
no se puede deducir la embriología. Son dos sistemas distintos,
en gran medida \"excluyentes\". En la fisiología se respira
de una forma y en la embriología de una forma distinta. Si no conociéramos
la embriología, jamás la podríamos adivinar. Y si
nos basáramos en nuestra conocida fisiología para hacerlo,
nos equivocaríamos más todavía. Dice entonces Maimónides:
?No conocemos la embriología del universo - aquello que aconteció
en los seis primeros días- y jamás la podríamos deducir.
Pues al querer hacerlo, sólo estaríamos proyectando los
elementos que conocemos sobre un sistema que desconocemos.
Ahí tal vez tenemos el límite. Nuestro absoluto desconocimiento
de las condiciones iniciales de la Creación, nuestra ignorancia
definitiva de la gestación del Cosmos.
En conclusión, en este segundo aspecto no podemos discutir con
lo que afirme el Big Bang respecto a cómo fue surgiendo el Universo.
Primero porque la Torá no le dedica una descripción ya que
no lo considera relevante y segundo porque conocemos nuestra limitación
cognitiva para acceder a la embriología del Universo y a sus condiciones
iniciales.
Estas condiciones iniciales concluyen en Shabat.
Shabat Shalom!
Queridos amigos, me conformaría si ustedes salen hoy sabiendo que
el Shabat no es un día de descanso. Es una de las confusiones más
grandes que la gente tiene en su mente. Shabat no es el día de
descanso. Dios no descansó, porque no necesita descansar. Shabat
es el día en que Dios \"Cesó de crear\". Esa es
justamente la traducción correcta de la palabra \"Shabat\":
cesó, terminó, en este caso: dejó de crear. El Shabat
establece el final de la embriología del universo. Con el Shabat
llega el final de toda esa \"evolución\", dirigida por
Dios, desde los orígenes de la vida hasta la creación del
hombre. En Shabat comienza a regir nuestro reloj humano, el tiempo que
conocemos ahora y las leyes físicas que hoy nos gobiernan. Ese
es el sentido del Shabat como \"Zejer leMaase Bereshit\" \"en
homenaje al fenómeno de la Creación\". Otros pueblos
celebran la creación recordando el primer dia, el domingo, o el
día en el cual fue creado el hombre, el viernes. Pero los judíos,
para celebrar e indicar que la creación ha sido un fenómeno,
un milagro único, lo hacemos a través del Shabat. El Shabat,
cuando el Creador concluye su actividad gestadora, es lo que afirma que
la creación fue algo \"único\" que no se va a repetir
otra vez. Celebramos la creación el día que Dios cesó
de crear y de esa forma estableció lo excluyente de este milagro
y lo exclusivo de esos seis días divinos.
De esta forma, nos vamos aproximando un poquito más a la comprensión
de Bereshit, de la mano de la ciencia.
La presente es la transcripción de la conferencia \"Génesis
y el Big Bang\" dictada por el Rabino Iosef Bittón el día
4 de Agosto en el auditorio del instituto ORT, en ocasión de celebrarse
en Montevideo las Segundas Jornadas Latinoamericanas de Ciencia y Judaísmo.
Hemos mantenido deliberadamente el carácter oral de la exposición
y solamente hemos agregado , para organizar las ideas, títulos
a los temas abordados.
Bibliografía:
Lawrence Kelemen ?Permission to believe? Targum/Feldheim,
Jerusalem 1990
Stanley L Jaki ?From scientific cosmology to a Created universe?
en Intellectualls speak about God. Chicago 1984
?EL PRIMER DÍA DE LA CREACIÓN- EL ORIGEN DEL UNIVERSO?,
Profesor Nathan Aviezer publicado en BBD, Journal of Torah and scholarship,
de la Universidad de Bar Ilan, Israel1995
Dr Gerald Schroeder ?Génesis y el Big Bang? Ediciones
B, Barcelona, España, 1992.
S. W. Hawking y G. F. R. Ellis, The Large Scale Structure of Space-Time
(Cambridge University Press, Cambridge: 1973), p.364.
A. H. Guth y P. J. Steinhardt, ?The Inflatory Universe?, Scientific
American, Vol.250 (Mayo de 1984), p.102.
A. Vilenkin, Physics Letters, Vol. 117B (1982),pp.25-28.
Lee M Spetner: \"Not by chance, the fall of neodarwinian theory\"
Jewish Heritage and Roots Library, Jerusalem (1996)