Rav Yehuda Levi
Haftara Semanal

Haftará Parashat Beshalaj

Haftarat Beshalaj Shofetim (Jueces) 4:4 - 5:31 (ashkenazim) Shofetim (Jueces) 5:1-31 (sefaradim) En la haftará de esta semana leeremos lo que se denomina la shirat Devorá (la canción de victoria de la jueza - profetiza Devorá). Nuestra haftará nos pued
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Haftarat Beshalaj

Shofetim (Jueces) 4:4 - 5:31 (ashkenazim)

Shofetim (Jueces) 5:1-31 (sefaradim)

En la haftará de esta semana leeremos lo que se denomina la shirat Devorá (la canción de victoria de la jueza - profetiza Devorá).

Nuestra haftará nos puede enseñar, entre otras cosas, que no existe para el judaísmo ningún prejuicio entre los dos sexos, y siempre que alguien esté debidamente preparado y se den las circunstancias apropiadas, puede ocupar incluso el cargo de dirigente espiritual de los judíos de la generación, así como lo hizo la profetiza Devorá.

El último pasuk (versículo) de la haftará, nos muestra la diferencia sustancial entre los enemigos de D'os y los que Lo aman:

"Así se destruirán todos tus enemigos, D'os;

mas los que Lo aman, serán como la salida del sol

con toda su fuerza" (5:31)

Para explicar este versículo, el libro "Cojav Miiaacov" nos trae las palabras de Rabí Azariá Figo (f. 1647) quien nos explica este versículo basado en las palabras de Nuestros Sabios del Talmud:

"Rabí Shimón Ben Iojai dice: Una piedra preciosa colgaba del cuello de Abraham Avinu y toda persona enferma que la observaba inmediatamente se curaba, y cuando falleció Abraham Avinu, el Santo, Bendito es Él, la colgó del sol" (Babá Batrá 16b).

Explicó el Rashbá que Nuestros Sabios mediante este ejemplo, quisieron explicarnos que muchos alumnos y estudiantes se encaminaron detrás de Abraham Avinu por sus palabras, sus ideas y por su elevado razonamiento. Abraham les enseñaba a ellos el camino de D'os y las ideas verdaderas y lógicas, y todo aquel que tenía sus ideas confundidas y a causa de ello su mente no podía distinguir la verdad, al ver la piedra preciosa en el cuello de Abraham Avinu, es decir, cuando escuchaba sus enseñanzas y la Torá de la verdad que estaba en su boca, inmediatamente se curaba de su enfermedad espiritual y reconocía quién era el Creador del mundo.

Cuando Abraham Avinu falleció D'os tomó esa piedra preciosa y la colgó del sol, es decir, que después de su muerte, no había en toda la tierra quien pudiera ocupar su lugar. Sólo quedó aquella promulgación que él difundió entre todas las personas: el mundo tiene un Creador, un Conductor y un Supervisor. Es por eso que después de la desaparición física de nuestro patriarca, debemos aprender toda esa enseñanza del comportamiento del sol y del resto de los astros celestiales, que son un verdadero testimonio de la increíble creación de D'os.

Y eso es lo que dijo el Rey Shelomó: "¿Cuál es el excedente que tiene el hombre de todo su trabajo que trabaja bajo el sol?" (Kohelet -Eclesiastés- 1:3). En este versículo notamos que por un lado, las palabras "que trabaja" parecen estar repetidas, y por otro lado, nos preguntamos por qué están en tiempo futuro en lugar de decir "que trabajó bajo el sol".

La explicación es que la ganancia y el excedente más grande que puede tener el hombre es que trabaje y se esfuerce bajo el sol, es decir, que desee estar en lugar del sol y ejercer la misma influencia que éste ejerce, pues así como el sol (y el resto de los astros celestiales) le enseñan a la humanidad, el conocimiento de D'os, así también el hombre no debe disminuir sus esfuerzos para enseñar al resto de las personas el conocimiento del Creador y conducir a toda su generación por este camino íntegro, así como lo hizo Abraham Avinu.

Y a eso se refirió Devorá, en nuestra haftará, cuando dijo: "mas los que Lo aman, serán como la salida del sol con toda su fuerza", puesto que los que verdaderamente Lo aman y son fieles a Él, se asemejan realmente al sol cuando sale con toda su imponencia difundiendo y divulgando la existencia y el poder de D'os sobre la faz de toda la tierra.

 



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