Reflexiones
No resignarnos!
Esforzarnos requiere más empeño que resignarnos!
Cambiar implica más esfuerzo que quedarnos quietos.
Luchar implica más esfuerzo que "tirar la toalla" y rendirnos!
Empero, mientras que la resignación es fruto de la falta de convicción acerca de la importancia de nuestras metas, la lucha es la consecuencia de la conciencia sobre su importancia!
Por ende, salvo en cosas que no tienen vuelta atrás, en cosas que entendemos finalmente que no son para nosotros y en cosas que tiene efectos contra-producentes, no son buenas o no nos convienen, no acostumbrarnos a resignarnos!
Ponernos en "modo lucha" y luchar por lo que queremos!!!
No insistir!
Anterirmente escribimos "no resignarnos" y hoy escribimos "no insistir"!
¿En qué quedamos: resignarnos o insistir?
¿Cuándo resignarnos y cuándo insistir?
No hay obviamente una respuesta única, pero hay que saber discernir entre lo que es realmente importante y dónde no debemos de dar el brazo a torcer, y dónde la insistencia y el esfuerzo no valen lo que se obtiene mediante el logro!
Además, obviamente, hay que tomar en cuenta la voluntad del otro!
Si una persona quiere seguir una relación y la otra persona no quiere, hay un límite en lo que es lógico, sano y razonable probar e insistir, pues debemos respetar el deseo y la voluntad del otro, por más que no estemos de acuerdo e incluso nos duela!
Y cómo siempre decimos, si tenemos dudas, consultemos a personas sabias y experientes, poseedoras de una visión más amplia e inclusiva de nosotros y de la realidad, para darnos así parámetros y criterios más pertinentes!
No evaluar de más!
Existen personas que por inseguridad, por ser hiper-exigentes, por ser muy estruc-turadas y/o perfeccionistas, o por todo ello (y más!) junto, se la pasan evaluando y reevaluando cada decisión que van a tomar, muchas veces perdiéndose inclusive de muchas cosas, por no haberse animado a decidir!
Es por eso, que si bien es lógico evaluar y analizar, debemos de adquirir recursos y herramientas que nos permitan poder llegar a conclusiones y decisiones de manera más rápida y -con la ayuda de Hashem- también segura, entendiendo por otra parte, que todo en la vida tiene potencialmente un grado de riesgo, que eso es parte de las "reglas del juego" de éste mundo, y que si a veces nos equivocamos, generalmente ello no suele ser el fin del mundo, tomándolo con calma y siguiendo hacia adelante!
Escuchar a los niños!
No sólo porque ellos necesitan que les prestemos atención y que los escuchemos, porque muchas veces, la sabiduría más fácil y simple de la vida, se encuentra en aquello que ellos dicen!
Y como está definida como sabia la persona que aprende de toda persona, sin lugar a dudas que a todos hay que darles crédito, incluyendo por supuesto a los niños; valorando y alentado las cosas buenas que ellos nos dicen!
Y cuánto más humilde es la persona, más dispuesta está a escuchar a jóvenes, niños y aquellos que para los orgullosos y soberbios, supuestamente es-tán por "debajo de ellos"!
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Escucharnos!
Siempre se habla de ser empáticos y simpáticos, de escuchar a nuestros semejantes con atención y de ser receptivos!
¿Pero qué hay acerca de escucharnos a nosotros mismos?
De silenciar las voces y los gritos externos y esuchar lo que nuestra alma verdaderamente quiere, lo que nuestro ser más íntimo e interno verdaderamente busca!
Y la verdad es, que cuando acallamos las interferencias e instrospeccionamos, nos damos cuenta que el alma busca significado, sentido, propósito, trascendencia!
El alma no quiere conformarse con comer y dormir y buscar pasatiempos!
El alma quiere sentir que al menos no está del todo injustificado su descenso invo-luntario a éste mundo!
Empero, si el alma siente que no se le escucha, que la persona vive distraída todo el tiempo con cosas que son ajenas a su deseo y voluntad de significado y de trascendencia, entonces el alma buscará salir y escaparse del cuerpo, lo cual podría manifestarse en un debilitamien-to de las fuerzas vitales en la persona, lo cual podría tradu-cirse -no sobre nosotros- en debilitamiento físico o mental y en enfermedad!
Y cuando ello sucede, la persona de pronto tiene más tiempo para sí, lo cual puede ayudarle a escuchar mejor la voz de su alma!
Y si la persona así lo hace y modifica positivamente su vida, es probable que el alma esté dispuesta a retornar al cuerpo, fortaleciéndose éste y curándose de la enfermedad!
Shabat Shalom
Rab Richard Kaufmann
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