Mijael Polaj
Vida Judía

La Chispa que nunca se apaga

Buenos días, me dijo mirándome fijo como si nunca me hubiera visto antes. Buenos días Pedro, le contesté y comencé a buscar las verduras. Durante dos semanas compré en ese mismo negocio todas las frutas y verduras que necesitaba para la casa. Estaba
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Buenos días, me dijo mirándome fijo como si nunca me hubiera visto antes.

Buenos días Pedro, le contesté y comencé a buscar las verduras. Durante dos semanas compré en ese mismo negocio todas las frutas y verduras que necesitaba para la casa. Estaba en Santiago, la ciudad donde me crie, y a pesar de mi vestimenta particular, camisa blanca, pantalones oscuros y mi kipá negra sobre la cabeza no me sentía extraño a ese barrio donde pase mi infancia y parte de la juventud.

Este hombre, Pedro, el verdulero, tenía un negocio muy peculiar, cajones por todas partes, los tomates podían estar un día en la esquina y al otro en la entrada del local, la sandía y los melones revueltos en una canasta y la fruta a veces en el piso y otras sobre el estante de la esquina. Sobre su largo mostrador, había siempre una bandeja llena de perejil y cilantro, al otro lado, el zapallo y su serrucho, y “montando guardia”, la mamá.

Me acerqué al mostrador para que pese mi compra y mirándome de arriba  a abajo, se detiene un momento, acercándose a mi oreja me pregunta, ¿perdón, de qué religión es usted?, La verdad es que me sorprendió un poco su consulta, pero le contesto, judío…, me mira nuevamente y me dice en voz baja… ¡yo también! mientras sigue con su labor calculando con un lápiz y papel mi cuenta; mientras tanto, la mama me hace un gesto positivo con la cabeza y me dice, “somos de la mejor raza”.

Para mi fue toda una sorpresa por que un vecino de mis padres me contó que Pedro era parte de la directiva de los Bois scout cristianos, creo que ahora la cara de interrogación la tenía yo; no podía, o me costaba juntar estas dos cosas.

La madre que hasta ahora había hecho solo un comentario, me dirigió la palabra. Sabe, nuestro apellido es Cordovero, sefaradí, y nosotros somos descendientes de un gran rabino. Pensé para adentro, éste es un argumento muy usado por muchos cuando quieren reforzar un punto o justificarse, pero en el caso de ellos, gente que vive en el campo, completamente asimilados, sin saber nada de judaísmo ni siquiera saben que los judíos usan kipá, pensé ¿para que me dice esto? Siguió su relato y mencionó un nombre… me pareció haber escuchado algo… conocido, pero un poco fuera de lugar, repitió el nombre y desperté… ¿como dijo, le pregunté, Moises Cordovero…?, se refiere a Rabí Moshe Cordovero, el RAMAK…, ¡si me contesto!

En ese momento vi esa pequeña chispa que no se acaba. Por mas alejados que estén los judíos siempre tienen ese Pintele Yid adentro, ese brillo oculto de la neshamá que grita “acuérdate que yo también soy tu hermano, ayúdame para pertenecer y unirme nuevamente a mi pueblo.

En mis viajes me he encontrado con todo tipo de personas, no judíos que quieren serlo, judíos que no tienen idea que significa el judaísmo, y otros que están dentro de esa búsqueda espiritual para llegar a encontrar la verdad.

Recuerdo que hace un tiempo, al subirme al avión en un trayecto de Miami a Santiago, el sobrecargo de la nave me saludó muy atentamente y agregó un par de palabras con un poco de recato… “Rabbi, I would like to speak with you later..” – Rabbi me gustaría hablar con usted después…

Yo quedé un poco asombrado, de que se tratará, pensé que tal vez mi comida Casher no había llegado, tal vez hay problemas con el vuelo de conexión, o  mi asiento ha sido cambiado.. ¿qué será lo que me quiere decir?. Me senté en la butaca asignada y después del despegue se me acerca este hombre quien con mucha cordialidad me pide que lo acompañe al fondo del avión…

Y ahora qué pensé… Me trata de Rabbi, a lo que yo le rectifico que a pesar de mi vestimenta oscura, camisa blanca y sombrero, no lo soy. Bueno me dice, la pregunta que quiero hacerle es muy importante para mi vida y no he tenido la oportunidad de preguntársela a un judío observante - por que he llagado a la conclusión de que ahí esta la verdad, en el judaísmo. Nuevamente me trata de Rabbi y me dice con mucha emoción  ¿…cómo puedo prepararme para la llegada del Mashiaj?

 Ahora no se ¿quién tenía mas cara de interrogación, él o yo?

Obviamente este hombre con el cual seguimos hablando en castellano por que me contó que era portorriqueño y no judío, me presentaba una pregunta bomba! Mas aún me dijo, “a mi hijo que nació hace unas semanas le puse el nombre Eliyahu a modo de preparación para este gran evento universal que se ve venir muy pronto”.

En el camino a la sinagoga, nuevamente en Santiago hace varios años atrás me paso otro suceso interesante: El taxista que me llevó me miraba constantemente por el espejo retrovisor como… inquieto o indeciso o… Llevábamos aproximadamente 10 minutos en camino y se esforzó en preguntar, ¿em… perdóneme, le puedo hacer unas consultitas? Mire usted, llevo años investigando en el “mundo de las religiones”, ve este libro,  cada momento libre que tengo leo…, es la Biblia, pero… esta no tiene Nuevo testamento, es la misma que usted estudia.

Las preguntas que me hizo tenían que ver con los sacrificios del templo en Sefer Vayikra, Levítico; y después de clarificarle algunos conceptos, se quedó nuevamente en silencio y en un momento inesperado, me formuló otra pregunta esta si que era ¡LA PREGUNTA!. Si todo esto es verdad, y el Pentateuco es el “libro de los libros” que HaShem le entrego al pueblo judío, y… yo quiero aclararle, me dijo que “yo creo que lo es” ¿por qué todos los judíos, por lo menos en Israel no cumplen con lo que está escrito en él?…

Responder semejante pregunta, especialmente en un recorrido de taxi de un poco más de media hora no fue fácil, pero que tenía razón, ¡la tenía! Por lo menos lo dejé con una respuesta. Pero…me dijo, después de tantos milagros con los que ustedes viven, les tiran cientos de cohetes, naturalmente tendría que haber una gran devastación, pero poco o nada es el daño incurrido. A  lo largo de la historia los han querido aniquilar tantas veces, y todavía siguen fuertes como si nada hubiera pasado, ¿acaso eso no son puros milagros de HaShem que cuida su pueblo?.  

Mi lema siempre ha sido que “la desinformación es la base de la asimilación” la gran mayoría del pueblo judío, desgraciadamente, reciben lo poco y nada por “la puerta trasera”. Los colegios laicos en Israel y en la diáspora no enseñan nada de nuestra rica tradición, de la Torá, del Talmud, de la ley judía, la Halajá, y mas aun, tergiversan el contenido del Tanaj a lo que ellos quieren enseñar, como meras leyendas alegóricas y cuentos “simpáticos” por así decirlo. ¿Lamentable?, a si lo es, pero esa es la respuesta, la falta de educación.

En este mundo tan cambiante, tan frágil, tan inestable económicamente vemos claro lo que esta pasando, estamos llegando al final de los días en que la época mesiánica se deja ver. Preparémonos, no queda mucho tiempo y hay que conocer lo que espera de nosotros el judaísmo. 

Biografía del Ramak – Rabí Moshé Cordovero

Era originario de España, aunque se desconoce su lugar de nacimiento; su familia, sin embargo, estaba establecida en Córdoba; él emigró a Safed, al norte de Israel. Siguió en primer lugar estudios talmúdicos. En 1538, a los dieciséis años, fue uno de los rabinos que recibieron la ordenación (semija) de Rabí Jacob Berab; los otros eran Joseph Caro (1488-1575), autor de un vasto comentario llamado Beit Yossef sobre el Arbaa Turim, de una clarificación metódica del Mishné Torah de Maimónides titulada Kessef Mishné y del Shulhan Arukh, la más célebre compilación de reglas que es todavía la mayor autoridad en materia de jurisprudencia, también maestro del RamaK en Halaja), Moisés de Trani, Joseph Sagis y Moisés Alhish. Era el benjamín de estos sabios, de más renombre que él, y por entonces trabajó como juez.

La tradición cuenta que en 1542, a los veinte años, una "voz celeste" compelió al Ramak a estudiar la Cábala al lado de su compañero el rabino, cabalista y poeta Salomón Alkabetz o Shlomó Alkabetz Halevi (fallecido hacia 1580; autor del famoso himno para la entrada del Shabbat titulado Lejá Dodí "Viene mi amado para recibir a la novia"), quien le movió al estudio del Zohar. Rav Moshé Cordovero fue pues iniciado en los arcanos del Zohar, aunque echó de menos en él una falta esencial de estructura y de precisión en sus enseñanzas. Por entonces redactó dos obras que le hicieron célebre: Or Yakar y Pardes Rimonim, acabado este en 1548.

Como testimonia Rabí Menahem Azarías de Fano (1548-1620), hacia 1550 Rabi Cordovero fundó una academia de estudios cabalísticos o yeshiva en Safed que dirigió hasta su muerte, acaecida veinte años más tarde. Tuvo por discípulo a Isaac Luria -Se le conoce también con el sobrenombre de Ari za”l hakadosh- a su llegada a Safed, y a otros grandes cabalistas, entre ellos Jaim Vital, quien expuso más tarde las enseñanzas de la cábala según el Ari, y Eliyahou di Vidas, autor de Reshit Hokhma. Según otra tradición, recibió frecuentes visitas del profeta Elías.

Obra

Su libro fundamental Or Yacar (Luz Preciosa) es un análisis del Zohar (1305) que pasó a ser uno de los dos métodos clásicos para la interpretación cabalística (el otro el sistema de Luria); intentó fundamentalmente armonizar la tradición cabalística anterior y crear un marco de referencia conceptual para el Zohar. Obra de gran importancia es su Pardés Rimonim (Jardín de Granadas), un repertorio clásico de todas las nociones místicas judaicas tal como se expresaban hacia 1585; en él encuentra unidad la tradición cabalística organizándola en un coherente sistema filosófico. El núcleo del sistema del Ramac gira en torno al tema de la energía universal; es una detallada descripción de cómo la realidad finita deviene del ser infinito de Dios a través de una sucesión jerárquica de fuerzas creativas correlativas llamadas sefirot, compuestas cada una de ellas por seis behinot.

Escribió también Or Nerav (La dulce Luz), Tomer Devora (La palmera de Déborah), Elima Rabati y Shiur Comah. Isaac de Homel lo tuvo por uno de los tres grandes sistematizadores de la Cábala judaica junto con rabi Isaac Luria (1534-1572), popularmente conocido como el santo Arí; y rabi Israel, el Baal Shem Tov (1698-1762).



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