El 11 de Jeshván es el Yortzait, el aniversario del fallecimiento de nuestra Matriarca -Mame Rajel- Rajel Imeinu, la esposa de Yaacov, madre de nuestros patriarcas Yosef y Binyamin.
Desde el año 1948, la Guerra de la independencia de Israel, privó e los israelíes de llegar a visitar, sin embargo 19 años después, en este día, desde su liberación, en el año 1967 durante la “Guerra de los 6 días”, llegan a Beit Lejem a rezar cerca de 80.000 personas. Sin embargo, este año, lamentablemente por la pandemia, el gobierno de israel tomó medidas de prevención y el sitio de su descanso eterno, se mantuvo cerrado al publico, permitiendo sólo a grandes rabinos y personalidades publicas que representaron a pueblo de Israel, entrar para poder rezar en ese lugar tan sagrado.
Kever Rajel como es llamado, recibe diariamente miles de judíos de todo el mundo que vienen a orar y pedir que por el mérito de Rajel y su gran acción, seamos redimido, con el favor de Di-s en nuestros días.
Que la lectura de este artículo nos permita adquirir un poquito de su grandeza.
¡Y AHORA ME VAS A ESCUCHAR !!!
“Y Hashem se acordo' de Rajel y abrio' su matriz...” (Bereshit 30,22)
Rajel Imenu se presentó delante de Hakadosh Baruj Hu y le dijo: Señor del Mundo, es sabido por Vos, Hashem, que Iaacov, tu servidor, sentía por mí un amor muy grande, y para casarse conmigo trabajo durante siete años, y cuando esos siete años transcurrieron y llegó el momento de casarnos, mi padre decidió reemplazarme por mi hermana, y ese fue un momento muy difícil para mí, ya que Iaacov sabía que mi padre era muy tramposo y había tomado muchas precauciones para evitar ser engañado. Por un lado yo ya conocía las intenciones de mi padre, y, por el otro, le di a Iaacov “señales” con las cuales sabría que era yo, y no otra mujer, la que contraería enlace con él.
De pronto apareció en mí un sentimiento de piedad por mi hermana, no podía permitir que ella fuera avergonzada y despreciada. Y esa tarde mi padre nos cambió y puso a mi hermana frente a Iaacov para que ella se case en mi lugar, y le transmití a mi hermana todas las “señales” que le di a Iaacov para que él estuviera seguro que era yo.
Y no terminó ahí, también me metí debajo de la cama donde ambos se acostaron, y cuando Iaacov le hablaba, ella se quedaba callada y yo, desde abajo de la cama le contestaba a cada cosa que preguntaba para que no reconozca la voz de mi hermana. Y no solamente que le hice un gran favor a mi hermana sino que además no sentí envidia y nunca permití que pasara vergüenza...
¿Y yo qué?, que solamente soy un cuerpo de carne y sangre, sólo tierra y cenizas, no sentí envidia por mi hermana y tampoco revelé el engaño para no avergonzarla ni despreciarla, y Vos, el Rey de Reyes, que vive y vivirá por siempre, ¿por qué tienes la necesidad de odiar a los que adoran otras creencias que no tienen ningún valor? Por eso fuimos arrojados al exilio y los otros pueblos nos odiaron, nos asesinaron y nos dominaron...
Enseguida apareció la Piedad de Hakadosh Baruj Hu y le dijo: gracias a vos, Rajel, Yo voy a hacer volver al pueblo de Israel a su tierra.
Vemos aquí la grandeza del silencio, cuando tenemos la intención de no avergonzar a nuestros semejantes. Rajel, por el mérito de su silencio, obtuvo lo que no obtuvieron ni Abraham, ni Itzjak ni Moshe Rabenu. Todos le pidieron al Bore Olam que devuelva al pueblo de Israel a su tierra, que los saque del sufrimiento de ser forasteros en una tierra extraña. Pero ninguno de ellos fue merecedor de que Hashem cumpla con los pedidos de sus plegarias. En cambio, el pedido de Rajel fue escuchado y aceptado por Hakadosh Baruj Hu, por eso dijo: gracias a vos Yo devuelvo al pueblo de Israel a su lugar...
El versículo nos enseña que Hakadosh Baruj Hu no olvida ni deja de pagar el premio al que lo merece. Todo el que se conduzca simplemente, ¿qué quiere decir simplemente?, sin preguntas, sin dudas, porque sabemos que Hashem nos lo ordena, simplemente por el camino recto, nunca saldrá perjudicado. Tolo lo contrario, sabemos que Rajel era estéril, no tenía la posibilidad de procrear, y si no hubiera permitido que Iaacov se case con Lea, si revelaba el engaño, y se casaba ella con Iaacov, Hakadosh Baruj Hu no le habría dado hijos, y no habría tenido parte en ninguna de las tribus de Israel. Solamente después de que hizo algo tan grande, algo tan importante, tuvo el mérito de que Hashem cambie su naturaleza y le permitiera tener hijos.
En estos días tan tormentosos para el mundo y en especial al pueblo de Israel y a los habitantes de Jerusalem, le pedimos al Todopoderoso, que por el mérito de nuestra "Mame Rojel", seamos pronto redimidos y que ella le ruegue a nuestro Padre Celestial: ¡Batsta, Basta de dolor para mis hijos!
Kever Rajel en los años 1600 aprox. l |
Durante el período mameluco fue cuando Sir Moses Montefiore renovó el sitio en 1841 y obtuvo las llaves para la comunidad judía y también agregó una antecámara.
|
Leiluy Nishmat
Harabanit Shifra bat R. Biniamin A"H