Rav Yehuda Levi
Temario Semanal

Parashat Shemot-2

Temas de la Parashá Shemot (Éxodo) 1:1 - 6:1 Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas: Segunda aliá (1:18 - 2:10): D'os recompensa a las parteras de los judíos. El nacimiento y la crianza de Moshé. Tercera aliá (2:11-25): Mosh&
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Temas de la Parashá
Shemot (Éxodo) 1:1 - 6:1

Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:

Segunda aliá (1:18 - 2:10): D'os recompensa a las parteras de los judíos. El nacimiento y la crianza de Moshé.

Tercera aliá (2:11-25): Moshé se compromete por su pueblo. La escapatoria de Moshé hacia la tierra de Midián. D'os recuerda al pueblo de Israel.

Cuarta aliá (3:1-15): La visión de la zarza ardiente y la revelación Divina.

Quinta aliá (3:16 - 4:17): D'os le ordena a Moshé que libere al pueblo de Israel de Egipto.

Sexta aliá (4:18-31): Moshé abandona la tierra de Midián. La circuncisión del hijo de Moshé. La creencia del pueblo de Israel en D'os.

 

Comentario de la Parashá por Rav Yosef Bitton
 

DESOBEDIENCIA CIVIL
La primera fase del plan de Faraón se hace en secreto. Para evitar el crecimiento demográfico del pueblo judío, el Faraón ordena a las parteras que maten "discretamente" a los bebés. Probablemente golpeando sus cabecitas en la piedra donde las mujeres judías dan a luz. Lo principal era que parezca un accidente. Pero sorpresivamente las parteras desobedecieron al Faraón. Los sabios tienen diferentes opiniones acerca de la etnicidad de estas parteras. ¿Eran hebreas o egipcias? El texto bíblico es ambiguo. hamyaledot hairbriot podría entenderse como parteras judías, o parteras egipcias que asistían a mujeres judías. Seguiré esta segunda opinión, que en mi opinión, es muy compatible con la narrativa textual (peshat). Las parteras, presentadas con sus nombres "Shifrá" y "Puá", se negaron a cumplir las órdenes de Faraón y dejaron que los niños vivieran.
Este extraordinario acto de coraje no puede ser tomado a la ligera.

Vamos a analizarlo un poco más en profundidad.

 

¿QUÉ HICIERON LAS PARTERAS?
Las parteras desobedecieron una orden directa del hombre más poderoso de Egipto, considerado "un dios", el gobernante del país más poderoso del mundo, en el momento del apogeo más alto de Egipto, el comienzo de la 18va dinastía. Este no fue un acto común de abandono. Fue un acto de desobediencia civil, quizás el primero que se registró en la historia de la humanidad.

 

¿POR QUÉ LO HICIERON?
¿Por qué las parteras dejaron vivir a los niños judíos?
La Tora lo explica con palabras simples pero muy profundas. "vatirena hamyaledot et haEloqim", estas mujeres temieron a Dios. Aunque el tema del temor a Dios es muy profundo, mencionaré 3 breves ideas. Primero, en la Torá, el temor a Dios (Eloqim) aparece muchas veces en el contexto de no judíos. Cuando se trata de un contexto judío, se menciona el temor a HaShem. Esto le da más peso a la interpretación de que estas parteras no eran judías. En segundo lugar, el "temor a Dios" es lo que impide que una persona haga algo incorrecto, es cuando uno se niega a hacer algo que está mal "a los ojos de Dios". El "amor de Dios", por el otro lado, es lo que lleva a una personas a actuar con generosidad, entrega, bondad. El amor de Dios es activo, el temor de Dios es pasivo, ¡pero no menos importante!. Y finalmente, lo más importante es que el temor de Dios viene en oposición al temor al hombre. En este caso, el miedo al castigo que las parteras merecerían por desobedecer al Faraón.

 

¿QUÉ PRECIO PAGARON POR LA DESOBEDIENCIA?
Las parteras fueron denunciadas por desobedecer al Faraón. Presentaron sus argumentos, diciendo que las mujeres judías dan a luz por su cuenta, y cuando llegaban para ayudar, ya era demasiado tarde. Según una interpretación no muy conocida (de vaya'as lahem batim), el Faraón no las perdonó, sino que las envió a prisión (batim). Siguiendo esta interpretación, estas mujeres pagaron con la cárcel, probablemente de por vida, su valiente accionar para salvar a los niños hebreos.

 

¿CÓMO RECOMPENSAMOS SU ACTO DE VALENTIA?
Finalmente, es maravilloso --pero no fuera de lo común-- que la Torá mencione a estas parteras e indique que gracias al coraje de estas mujeres no-judías, el pueblo de Israel se salvó. Creo que también es posible, aunque no recuerdo que ningún comentarista lo haya explicado de esta manera, que este acto de valentía haya inspirado a la hija del Faraón, quien, desafiando la voluntad de su padre, salvó a un niño hebreo de una muerte segura.
Ese niño era Moisés.

 

Comentario de la Parashá Shemot por Rav Yehuda Levi

Esta semana comenzamos a leer un nuevo libro de la Torá. El libro de Shemot (Éxodo), comienza relatándonos acerca de los hijos de Israel en la tierra de Egipto y sobre su crecimiento demográfico.

"Se levantó un rey nuevo sobre Egipto, que no conoció a Iosef. Le dijo a su pueblo: He aquí que el pueblo, los hijos de Israel, es más numeroso y poderoso que nosotros. Vamos! seamos más inteligentes que él, para que no aumente y fuera que si hubiera guerra se sumará también él a nuestros enemigos, y peleará contra nosotros y ascenderá de la tierra" (1:8-10).

La Torá nos relata que el pueblo creció mucho en número, hasta tal punto que esto empezó a molestarle al Faraón. Sin embargo, en realidad, su única preocupación no era - según la Torá - que los hijos de Israel eran un pueblo muy numeroso. Él temía que a causa del enorme número de posibles soldados revolucionarios, se produzca un complot contra sus proyectos gubernamentales y le fuera impedido dirigir "libremente" a su nación.

Veamos en detalle uno de los puntos del comienzo de todo eso. Dice la Torá que cuando el Faraón le habló a su pueblo pidiéndole apoyo y colaboración en la tarea, le dijo: "Haba nitjakemá lo - Vamos! seamos más inteligentes que él".

Realmente, el lenguaje que en este caso utiliza la Torá, intencionalmente no es lo suficientemente claro que debería ser para que el texto no admita variadas interpretaciones. Las palabras "Haba nitjakemá lo" que tradujimos como: "Vamos! seamos más inteligentes que él", de hecho, fueron entendidas por el comentarista Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105) de dos formas distintas. Ellas pueden hacer referencia al pueblo de Israel o a D'os.

Dice Rashí en su comentario que si tomamos estas palabras como haciendo referencia al pueblo de Israel, la intención del Faraón sería "Vamos! seamos más inteligentes que el pueblo para saber qué hacer con él".

Pero si la Torá hubiera querido que se entienda eso solamente, podría haber escrito tal vez: "Haba nitjakemá lahem - Vamos! seamos más inteligentes que ellos". Es por eso que Rashí en una segunda explicación, cita al midrash de Nuestros Sabios del Talmud (Sotá 11a) del que se desprende que la intención del Faraón al decir: "Haba nitjakemá lo" fue decir: "Vamos! seamos más inteligentes que Él", es decir que D'os.

Por otro lado, el Rav Iosef Sorotzkin en su libro "Mégued Iosef" nos dice que de la reacción del Faraón ante lo que vio respecto del pueblo de Israel, podemos aprender el poder que tenemos nosotros, los judíos, cuando estamos unidos.

Él pregunta: ¿por qué está escrito nuevamente: "Vamos! seamos más inteligentes que él, para que no aumente…", si el Faraón ya había dicho en el versículo anterior: "He aquí que el pueblo, los hijos de Israel, es más numeroso y poderoso que nosotros"? Por otro lado - dice él - vemos que la Torá no quiso escribir: "Haba nitjakemá lahem - Vamos! seamos más inteligentes que ellos" sino que escribió: "Haba nitjakemá lo - Vamos! seamos más inteligentes que él", en singular.

Responde nuestro autor diciendo, que el Faraón, en realidad tuvo dos temores. Uno de ellos fue el gran número de los hijos de Israel como individuos, expresado por la Torá en el primer versículo, a través de la palabras: "He aquí que el pueblo, los hijos de Israel, es más numeroso y poderoso que nosotros", y el otro temor fue el factor de unión del pueblo de Israel, expresado por la Torá en el segundo versículo, a través de las palabras: "Vamos! seamos más inteligentes que él".

La Torá no quiso escribir: "Haba nitjakemá lahem - Vamos! seamos más inteligentes que ellos", sino que quiso que se entienda que el Faraón principalmente temía del pueblo de Israel, de su comportamiento como pueblo (en singular). La unión de distintos individuos no siempre es efectiva ya que al ser más individuos que grupo, existen grandes posibilidades de disolución.

Sin embargo, cuando esos individuos se amalgaman y se contraen, disminuyendo sus aspiraciones personales (sin anularlas) en favor de un ideal común de pueblo elegido por D'os, entonces aquellos individuos se convierten en un todo en el cual cada una de las partes siente por la otra.

El Faraón sabía la verdad del secreto de la existencia y la perdurabilidad del pueblo de Israel, expresada por el rey David hablándole a D'os: "Y quién es como Tu pueblo Israel, un pueblo en la tierra…" (Dibré Haiamím I -I Crónicas- 17:21).

Pero… ¿qué clase de alabanza es esta que dijo el rey David? Es algo claro que cada uno de los pueblos que habitan el globo terráqueo es uno! ¿Por qué entonces David alabó al pueblo de Israel por su cualidad de uno?

La respuesta es que en realidad, el rey David en el versículo: "Umí keamejá Israel goi ejad baáretz" - que también puede ser traducido: "Y quién es como Tu pueblo Israel, un pueblo único en la tierra…" - quiso decir: "¿Cuándo es que Tu pueblo, el pueblo de Israel, es único, y es el más elevado entre todos los pueblo de la tierra? Cuando se comportan como un "goi ejad", es decir, como un sólo pueblo, como una sola persona con un sólo corazón". (Véase el comentario de Rashí a Shemot -Éxodo- 19:2).

Esa es la fuerza que tiene el pueblo de Israel y de esa manera es que representaremos a D'os sobre la faz de la tierra. Pues así como D'os es uno y único, así también nosotros debemos tratar de serlo.

 



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