Rav Yehuda Levi
Pirke Avot

Pirke Avot Capitulo 1

  Mishná 1 "Moshé recibió la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, e Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea.  Ellos dijeron tres cosas: no
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Mishná 1

"Moshé recibió la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, e Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea.  Ellos dijeron tres cosas: no sean apresurados en el juicio, formen muchos alumnos y hagan un cerco a la Torá".

\"Moshé recibió la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, e Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea\".  Con estas simples palabras la Mishná nos quiere enseñar el secreto de la veracidad de la Torá.  No hay un origen oculto para la verdad.  Los fundadores de otras religiones recibieron la profecía - según ellos - en oculto, y después ellos fueron y le dijeron a la gente que tenían una misión en el mundo.  Sin embargo, la gente nunca pudo comprobar si esa revelación de la cual aquellos \"profetas\" hablaban, era cierta o no, pues el hecho de que alguien pueda hacer milagros no significa nada.  Hay personas que recibieron poderes especiales y los usan en contra de la voluntad de D\'os, que es precisamente quien les dio aquellos poderes.  

Pero no ocurrió así con nuestro pueblo.  Todo el pueblo de Israel vivenció aquel acontecimiento en el Monte Sinai.  Todos vieron cómo Moshé era el intermediario entre D\'os y el pueblo en los momentos anteriores y posteriores a la Revelación Divina.  Todos escucharon con sus propios oídos los dos primeros mandamientos directamente del Creador, como explican Nuestros Sabios.

También, después de la entrega de la Torá, Moshé se encargó de transmitirla y enseñarla a todo el pueblo, y principalmente al futuro conductor del pueblo: Iehoshúa, fiel discípulo de Moshé.  Con el transcurso del tiempo no se perdió nada de la tradición.  De maestro a alumno las enseñanzas eran transmitidas y además se iban acrecentando.

Si prestáramos atención notaríamos que hasta la época del Segundo Templo de Jerusalem no hemos encontrado escrito en ninguna fuente que los Sabios estuvieron dudosos sobre alguna enseñanza.

Sólo en la última mitad de la época del Segundo Templo de Jerusalem - 1200 años aprox. después de la entrega de la Torá - encontramos en la Mishná que hubieron diferencias de opinión entre algunos sabios sobre alguno que otro tema, y a partir de ese momento el olvido se fue incrementando hasta que Rabí Iehudá Hanasí vio la necesidad de compilar toda la tradición oral en el libro llamado la Mishná - aproximadamente en el año 200 de la era común.

Es maravilloso ver cómo nuestra tradición se mantuvo casi intacta con el correr del tiempo.  Esto es algo que no ocurrió con ninguna otra cultura que no haya escrito todas sus enseñanzas.

Y este es el secreto de nuestra Sagrada Torá.  El amor con el que los judíos estudiaron la Torá a pesar de las persecuciones, del hambre y de las guerras, fue el que conservó nuestra rica cultura a través de las generaciones, y es por eso que no debemos dejar nuestra fuente de vida.  Abandonar la Torá significa lisa y llanamente abandonar el motivo de nuestra subsistencia.

(Escrito por el Rav Iehuda Levi)


 

Mishná 2

"Shimón el justo fue uno de los sobrevivientes de los hombres de la Gran Asamblea.  Él solía decir: Por tres cosas el mundo se mantiene: por la Torá, por el servicio (del Templo) y por las buenas acciones".

La intención es enseñarnos que quien se cuida en estas tres áreas hace que su mundo personal se mantenga (pues cada persona es como un mundo), obteniendo vida tanto en este mundo como en el venidero.  Esto se debe a que el objetivo de la creación del hombre es que mediante su cuerpo llegue a perfeccionar su alma en tres áreas esenciales: 1) En el estudio, la inteligencia y la sabiduría, y esto es una obligación para consigo mismo.  2) En el cumplimiento de las mitzvot (preceptos), y esto es una obligación para con D\'os, escuchando Su voz a pesar de que a veces no entienda qué sentido tiene la orden Divina.  Y 3) en la benevolencia y la generosidad, y esto es una obligación para con su prójimo.

Y estas tres obligaciones las recordó Shimón Hatzadik en nuestra Mishná al decir que \"Por tres cosas el mundo se mantiene\".  Al decir: \"por la Torá\" se refiere a la inteligencia y la sabiduría, pues la sabiduría de la Torá es la más grande de todas y todas las ciencias están incluidas en ella.  Al decir: \"por el servicio\" se refiere al servicio de D\'os, de cuidar sus preceptos.  Y al decir: \"por las buenas acciones\" se refiere a toda la benevolencia y la generosidad que tiene la persona debe hacer con su prójimo, además de no hacerle el mal.  Y quien se cuide en estas tres cosas se elevará en este mundo y en el mundo venidero.  

(Basado en el comentario \"Tiféret Israel\" de Rabí Israel Lipschitz, 1782 - 1860).  


Mishná 3

"Antignos, hombre de Sojo, recibió (la Torá) de Shimón - el justo.  Él solía decir: No sean como los esclavos que sirven a su amo para recibir un premio, sean como los esclavos que no sirven a su amo para recibir un premio y que el temor del Cielo esté sobre ustedes".

Antignos nos enseña que debemos servir a D\'os sin tener la intención de recibir retribución alguna por nuestras buenas acciones - a pesar de que realmente recibiremos recompensa por su cumplimiento.  Él dice que nuestro único pensamiento debe ser cumplir Su voluntad por el solo hecho de que Él es nuestro Creador y nosotros lo amamos.  Sin embargo, agrega que no debemos olvidarnos del Temor a D\'os, ya que el servicio a D\'os está compuesto por dos tipos de preceptos: las mitzvot asé (para hacer) y las mitzvot lo taasé (para abstenerse de hacer), y quien siente amor por el otro generalmente no se olvida de las cosas que tiene que hacer para él, y por otro lado, quien siente temor del otro se cuida en todas las cosa que no debe hacer delante de él, sin olvidarse de ningún detalle.

Más allá de la explicación a esta Mishná, encontramos que el midrash (Avot de Rabí Natán 5:2) nos muestra que esta Mishná también está relacionada de alguna manera con los primeros judíos que decidieron reformar el judaísmo convencional, y traeremos sus palabras ya que podemos encontrar varias similitudes entre aquellos judíos del siglo III a.e.c., y los que también en estos últimos tiempos quieren transformar el judaísmo y nuestra Sagrada Torá hasta la desfiguración:  

Antignos tenía dos alumnos: uno se llamaba Tzadok y el otro Baitus.  Cuando ellos escucharon sus palabras, entendieron que su Rav había dicho claramente que no había recompensa ni castigo, ni ninguna esperanza en otro mundo - ya que ellos no habían comprendido la intención de sus palabras.  Dijeron: \"¿Es posible que un hombre trabaje todo el día y al final de su trabajo no reciba su paga?  Si nuestros antepasados hubieran sabido que habrá una resurrección de los muertos y un mundo venidero, ellos no hubieran dicho esto\", y abandonaron la Torá convirtiéndose en herejes.

A cada uno de los alumnos se le sumó un grupo de personas y Nuestros Sabios los llamaron: los Tzedukim y los Baitusim.  Esos alumnos empezaron a tener determinadas ideas respecto de la fe y la religión, pero ellos no podían decirlas delante de las masas, pues nadie los escucharía (ya que las personas del pueblo tenían una fe básica y no hubieran aceptado cambiarla totalmente), y también porque de hacerlo ese sería su fin, ya que los matarían.

Por cuanto que no pudieron anular totalmente la Torá, cada uno le dijo a su gente que él creía en la Torá escrita, es decir en los cinco libros de Moshé, pero no estaba de acuerdo con las interpretaciones de los Perushim (Nuestros Sabios - de bendita memoria).  Ellos alegaron que la tradición oral de Nuestros Sabios no era verdadera sino que ellos la inventaron, pues si en realidad D\'os había entregado la explicación de la Torá, Moshé la hubiera escrito en la Torá.

Pero realmente, todo lo que esos alumnos decían tenía como finalidad poder liberarse del yugo de los preceptos, las ordenanzas y los decretos de Nuestros Sabios, y también poder interpretar la Torá escrita como tenían ganas para poder hacer con ella lo que quisieran.

Finalmente esas sectas fueron difundiéndose por las distintas tierras y ellos también son llamados los karaim, es decir: los que se guían acuerdo a las escrituras solamente, sin hacerle caso a las palabras de Nuestros Sabios.  Pero en verdad, ellos tampoco hacen caso de lo que dice la misma Torá: \"Acorde con la Torá que te enseñen [los Sabios de la Torá] y a los estatutos que te dirán habrás de hacer, no te desviarás de lo que te digan ni hacia la derecha ni hacia la izquierda\" (Devarim -Deuteronomio- 17:11).

(Escrito por el Rab Iehuda Levi, basado en el comentario del Rambam - Rabí Moshé Ben Maimón, 1135 - 1204)    
  


Tres Cosas Que Nos Traerán Beneficio


Mishná 4

"Iosé hijo de Ioézer - hombre de Tzeredá, y Iosef hijo de Iojanán - hombre de Jerusalem, recibieron (la Torá) de ellos. Iosé hijo de Ioézer dice: Que sea tu hogar un lugar de reunión de los Sabios, apégate al polvo de sus pies y bebe con sed sus palabras".

"Que sea tu hogar un lugar de reunión de los Sabios, apégate al polvo de sus pies y bebe con sed sus palabras". En esta Mishná, Iosé Ben Ioézer nos enseña que debemos prestar atención a tres cosas que nos traerán beneficio:

Que sea tu hogar un lugar de reunión de los Sabios - para que aprendas de ellos buenas midot (cualidades) ya que ese es principalmente el objetivo de la sabiduría, pues poseer sabiduría sin buenas midot hace más malvada a la persona. Apégate al polvo de sus pies - para ver cómo ellos se comportan, e incluso a las cosas que ellos puedan llegar a pisotear mediante sus talones (despreciar) debemos apegarnos. Y bebe con sed sus palabras - es decir sus palabras personales, aunque no sean de Torá, pues incluso la conversación mundana de un Sabio de la Torá requiere estudio de nuestra parte.

(Basado en el libro Ben Porat Iosef)


Mishná 5

"Iosé hijo de Iojanán - hombre de Jerusalem - dice: Que tu casa esté ampliamente abierta y que los pobres sean miembros de tu hogar.  Y no incrementes conversación (innecesaria y prohibida) con la mujer.  A la esposa se refirieron, y con mucha más razón con la esposa de su prójimo.  De aquí dijeron los Sabios: Todo tiempo que el hombre incremente conversación (innecesaria y prohibida) con la mujer se provoca a sí mismo un daño, descuida el estudio de la Torá y finalmente hereda el infierno".

"Que tu casa esté ampliamente abierta" - quiere decir que tu casa debe estar abierta para recibir invitados.

Así es que encontramos que Abraham Avinu construyó su casa con puertas abiertas en los cuatro costados, para que cualquier viajero que pasara tuviera fácilmente la posibilidad de entrar a su casa.  Cuando el invitado estaba listo para irse, podía hacerlo por una puerta diferente para no avergonzarse ante los demás.  

De aquí aprendemos que uno debe tener su casa abierta para ayudar a la gente y debe poner a disposición de ellos todo lo que uno tenga (cada uno de acuerdo a sus posibilidades).  Uno no debe mantenerse apartado en función de no ayudar a aquellos hombres necesitados.

Si un vecino desea pedirte prestado algo y tú no lo necesitas en ese momento, debes prestárselo generosamente.  No debes ser como aquellas personas tacañas que sienten que la tierra tiembla debajo de ellos cuando alguien quiere pedirles algo.  Ellos actúan como si el objeto prestado será consumido.  La persona que es tan tacaña no actúa como un verdadero descendiente de Abraham, puesto que la cualidad más destacada de Abraham era la generosidad.  Un judío debe siempre querer emular a nuestro gran patriarca Abraham.

(Basado en el comentario \"Meam Loez\" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)        

"que los pobres sean miembros de tu hogar".  Esto quiere decir, que si quieres contratar sirvientes, no tomes personas de afuera, sino que debes ofrecerle el trabajo a un judío pobre, para que tu propia gente se beneficie, como generalmente se dice: \"La caridad comienza por casa\".  Similarmente, si tienes trabajo para ofrecer, dáselo a tu gente y no a extraños.  En tus negocios debes dar preferencia a tu propia gente también.

De acuerdo a otros comentaristas, "que los pobres sean miembros de tu hogar", está relacionado con la primera enseñanza: "Que tu casa esté ampliamente abierta".  Nos enseña la Mishná que debes hacer \"que tu casa este ampliamente abierta\" aún si esto conlleva a que \"los pobres sean miembros de tu hogar\", o sea, que los miembros de tu hogar se empobrezcan.  Es muy bueno dar caridad a los pobres, aunque provoques que tu familia se arregle con menos medios, puesto que la caridad que tu haces en este mundo te dará méritos para el Mundo Venidero.

Otros dicen que la enseñanza \"que los pobres sean miembros de tu hogar\" quiere decir que debes tratarlos como miembros de tu familia.  Cuando das caridad, debes hacerlo de manera agradable y con buenas palabras, así como si le estuvieras dando algo a algún miembro de tu familia.

Cuando tu le das pan a tu familia, lo haces con la cara llena de felicidad y no lo consideras una carga.  Cuando le des al pobre, también tienes que hacerlo con alegría y por sobre todo, sin humillarlo.  

Asimismo, podemos interpretar esta Mishná de la siguiente manera: \"Que tu casa esté ampliamente abierta y considera a los miembros de tu hogar como si fueran pobres\".  Que tu casa esté abierta para dar caridad y hacer actos de bondad,  puesto que los miembros de tu propio hogar pueden llegar a ser pobres algún día.  No desprecies a los pobres por el solo hecho de que tienes dinero, ya que nadie sabe hasta quien puede llegar el dolor de la pobreza.

El mundo es como una rueda que gira, donde hay personas que ascienden y otras que descienden constantemente.  Si la pobreza no llegó hasta ti, puede llegar hasta tus hijos o nietos.  Pero si tú eres amable con los pobres ahora, puedes tener la esperanza de que en caso de que tus hijos necesiten de alguien, otras personas serán amables con ellos.

(Basado en el comentario \"Meam Loez\" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)      

  


Mishná 6

"Iehoshúa hijo de Perajiá y Nitái de Arbel recibieron (la Torá) de ellos.  Iehoshúa hijo Perajiá dice: Hazte de un maestro, adquiere para ti un amigo y juzga a toda persona para bien".

\"Hazte de un maestro, adquiere para ti un amigo\".  Con estas simples palabras Rabí Iehoshúa Ben Perajiá nos quiere enseñar cuánta precaución debemos tomar y cuánto cuidado debemos poner cuando elegimos a las personas que nos rodean.

Si prestamos atención a sus palabras, notaremos que al hablar del maestro es utilizado el verbo hacer (\"hazte de un maestro\") pero al hablar del amigo se utiliza el verbo adquirir (\"adquiere para ti un amigo\").  ¿Por qué ha sido utilizado un lenguaje diferente en cada caso?

Rabí Iehoshúa Ben Perajiá nos enseña que la persona no debe contentarse con tener buenos amigos, sino que también debe buscar un maestro para su vida.  Un maestro que tenga sabiduría y experiencia. También nos enseña que debemos darle una importancia mayor al maestro de la que le damos al amigo.  Por su naturaleza, el ser humano tiende a valorar más las cosas que él mismo crea o hace con sus propias manos, que las cosas que compra o adquiere con su dinero.  Es por eso que cuando habla del maestro utiliza el verbo hacer, demostrando así cuánta importancia hay que darle a alguien que nos guíe en la vida, sin importar que edad tengamos y que experiencias hayamos vivenciado.

(Basado en el comentario \"Séfer Musar\" de Rabí Iosef Ibn Ajnín, f. 1224)  


Aléjate de un mal vecino

Mishná 7

"Nitái de Arbel dice: Aléjate de un mal vecino, no te juntes con el malvado y no te olvides que existe el castigo".

"No te juntes con el malvado y no te olvides que existe el castigo". No pienses que porque a una persona malvada le van bien sus cosas y tiene éxito en sus empresas, entonces te conviene juntarte con él para que tú también disfrutes del éxito que él está teniendo, porque ya encontramos en el pasado casos como el del malvado Hamán, que confiaba en su dinero y su poder, pero en un instante su suerte se dió vuelta.

 

Mishná 8

"Iehudá Ben Tabái y Shimón Ben Shétaj recibieron (la Torá) de ellos.  Iehudá Ben Tabái dice: No te comportes como los abogados; y cuando los litigantes estén parados delante tuyo considéralos como malvados, pero cuando se vayan considéralos como inocentes, cuando hayan aceptado el veredicto".  

"No te comportes como los abogados".  Esto nos enseña que si hemos ido a una Ieshivá o a un Bet Hamidrash (Casa de Estudio) y hemos escuchado del Rabino alguna enseñanza o alguna ley que nos pareció ilógica, o si hemos leído algún libro de Torá y hemos encontrado en él alguna idea con la que no estamos de acuerdo, no debemos impacientarnos ni exaltarnos apresurándonos a juntar explicaciones o buscar racionalizaciones para intentar responder a sus palabras demostrando que nosotros tenemos la razón.

Nuestra Mishná nos enseña que en casos como éste debemos tranquilizarnos y asentarnos.  Iehudá Ben Tabái nos dice que no debemos comportarnos como los abogados que siempre intentan defender a su cliente sino que debemos intentar averiguar por qué razón el Rabino dijo esa ley o enseñó esa idea, tratando de entender por qué consideraron lógico lo que dijeron o escribieron.  Solamente abriendo nuestras cabezas sin prejuicios llegaremos a conocer la verdad.

(Basado en el Midrash Avot Derabí Natán 10:2)


 

Mishná 9

"Shimón Ben Shétaj dice: Examina mucho a los testigos, y sé cuidadoso en tus palabras, no sea que de ellas aprendan a mentir".


Mishná 10

"Shemaiá y Avtalión recibieron (la Torá) de ellos.  Shemaiá dice: Ama el trabajo y odia el poder, y no te hagas conocer por quienes están en el poder".

"…Ama el y odia el poder…".  Existen dos factores que provocan que la persona sea dominada por el iétzer hará (el impulso del mal): la desocupación - pues ella acarrea malos pensamientos - y la arrogancia - pues el iétzer hará reside particularmente donde el orgullo y la arrogancia están arraigados.  Es por eso que el Taná (Sabio de la Mishná) Shemaiá nos enseña que quien haga estas dos cosas, es decir: quien por un lado ame el trabajo, las ocupaciones y las labores, y además odie el poder y la arrogancia que generalmente están entremezcladas en él, no será una presa fácil del iétzer hará.  

(Basado en el libro "Midrash Shemuel" de Rabí Shemuel de Uceda, 1538 - 1602)


Mishná 11

"Avtalión dice: Sabios!, cuiden sus palabras, no sea que haya sido decretado para ustedes el exilio y sean exiliados a un lugar de aguas malas y beban los alumnos que vendrán después de ustedes y mueran, y será profanado el Nombre Divino".  


"Hilel y Shamái recibieron (la Torá) de ellos.  Hilel dice: Pertenece a los alumnos de Aharón, ama la paz y persigue la paz, ama a las personas y acércalas a la Torá".

Es comprensible que el Sabio Hilel haya relacionado el amar la paz con el perseguirla, pues no alcanza con amar la paz si no la buscamos, pero qué relación tiene el amar a las personas con el hecho de acercarlas a la Torá. ¿Es imposible acaso amar a las personas sin acercarlas a la Torá?

La respuesta es: ¡Si!  Un amor sin compromisos no es amor verdadero.  Amar a las personas de verdad, es reprenderlas con amor y calma, para hacer que retornen al camino correcto.

Nuestros Sabios - de bendita memoria, comentaron:

"Cuando Aharón iba caminando por su camino, se encontraba con un malvado y lo saludaba.  Al día siguiente ese hombre quería cometer algún pecado pero decía: '¡Oy!  ¿Cómo podré luego levantar mis ojos para verlo a Aharón?  ¡Él me saludó!  [¡Y si hubiera sabido que yo soy un malvado, no me hubiera saludado!] ¿Cómo yo podré no avergonzarme de él?'.  Y sucedía que esa persona se abstenía de pecar" (Avot Derabí Natán 12:3).

A través de sus acciones, Aharón Hacohén provocaba que se unifique el pensamiento de los malvados con el suyo, y tú ya sabes que la definición del amor es la igualación de la voluntad y el deseo, de dos o más personas.  Por eso, acercar a las persona a la Torá se considera amarlas.

(Basado en el libro "Bet Habejirá" del Meiri - Rabí Menajem Berabí Shelomó de la familia de Meir, 1240 - 1306)


 

Mishná 13

"Él (Hilel) solía decir: Quien tiene un gran nombre destruye su nombre; quien no incrementa (su estudio, su estudio) será disminuido; aquel que no estudia merece morir; y quien hace uso de la corona (de la Torá) fallecerá".  


Mishná 14

"Él (Hilel) solía decir: ¿Si yo no soy para mí, quién es para mí?  ¿Y si yo soy (solamente) para mí, qué soy yo?  ¿Y si no es ahora, cuándo?".

"¿Si yo no soy para mí, quién es para mí?".  Si yo no cumplo con las mitzvot (preceptos) que D'os me ordenó, ¿quién lo hará por mí?

"¿Y si yo soy para mí, qué soy yo?".  Aún si yo personalmente me esfuerzo día y noche para cumplir todas las mitzvot, ¿qué soy?  Yo nunca podré pagarLe a D'os por todo lo que Él hace por mí.

"¿Y si no es ahora, cuándo?".  ¿Si yo no cumplo con los mandamientos de D'os ahora - en este mundo, cuándo los cumpliré?  Las mitzvot no se pueden cumplir en el Mundo Venidero ya que este mundo es como el día viernes, y el Mundo Venidero es como el día de Shabat, y si uno no cocina el viernes, no tendrá nada para comer en Shabat.

Aún más, si no es ahora que soy joven, ¿cuándo? Si no es ahora que soy joven y tengo la fuerza para hacerlo, ¿cuándo?  Cuando sea viejo no tendré más esta fuerza para cumplir con los mandamientos debidamente.

(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)

"¿Si yo no soy para mí, quién es para mí?".  Algunos comentaristas traducen estas palabras de otra manera, como si estuviera diciendo: "¿Si yo no soy mío, qué es mío?".

Esto nos viene a enseñar que aún si una persona tiene muchas riquezas y muchos hijos, no debe estar orgulloso de eso.  No importa cuánto una persona tenga, él no tiene seguridad sobre lo que posee ya que él no sabe qué tendrá al final.  Muchas personas que tuvieron mucho, lo perdieron todo en una sola noche.  Es por eso que uno no debe estar orgulloso si él es más afortunado que su prójimo.

Hilel entonces dice: "¿Si yo no soy mío, qué es mío?".  Si yo no estoy en un completo control de mi propio cuerpo de un momento a otro, ni estoy siquiera seguro de mi propia vida, entonces ¿cómo puedo encontrar seguridad en cosas externas como la riqueza?  Es por eso que no debo permitir que mis deseos y pasiones lleguen a enceguecerme y convencerme de que la vida en este mundo es eterna, dedicándome todo el tiempo que quiera a trabajar para complacer mis deseos materiales, sin crecer espiritualmente.

(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)


Mishná 15

"Shamái dice: Haz de tu estudio de Torá algo fijo, habla poco y haz mucho, y recibe a toda persona con buen semblante".

"Shamái dice: Haz de tu estudio de Torá algo fijo…".  Véase nuestro comentario en Avot 2:2.


Mishná 16

"Rabán Gamliel dice: Hazte para ti un Maestro y aléjate de la duda; y no acostumbres a separar el diezmo en forma estimativa".

"Hazte para ti un Maestro y aléjate de la duda".  El entendimiento de esta Mishná es simple: si nos haremos de un Rav a quien hacerle preguntas, obtendremos las respuestas necesarias en el momento que las necesitaremos, y de esa forma nos alejaremos de las dudas y empezaremos a ver todo más claro.

Sin embargo, también es posible entender que Rabán Gamliel nos quiere enseñar que además de buscar un Rav debemos aceptar sus dictámenes y respuestas, pues realmente para obtener un gran beneficio del maestro, el alumno debe creerle y aceptar sus contestaciones, y por eso Rabán Gamliel dijo: "Hazte para ti un Maestro y aléjate de la duda" - respecto de sus palabras, pues si no le creeremos casi no obtendremos provecho y beneficio de él.

(Basado en el comentario "Lev Avot" de Rabí Shelomó Haleví, 1532 - 1600)


Mishná 17

"Shimón, su hijo (el hijo de Rabán Gamliel) dice: Todos mis días he crecido entre los Sabios y no he encontrado para el cuerpo algo mejor que el silencio; el estudio no es lo primordial, sino la acción; todo aquel que habla en demasía provoca el pecado".

"Todos mis días he crecido entre los Sabios y no he encontrado para el cuerpo algo mejor que el silencio".  Generalmente, la persona no le presta demasiada atención a la influencia que ejercen sus palabras sobre quienes lo rodean, y por eso no piensa de antemano las palabras y las frases que deberán salir de su boca.  Él hablará en forma espontánea y si será necesario, arreglará lo que dijo o explicará sus palabras mediante oraciones adicionales.

Pero esto no es así cuando el hombre debe hablar con alguien importante a sus ojos, pues en ese caso sí pensará cuidadosamente cada palabra que sacará de su boca, y además es posible incluso, que él considere la forma mediante la cual se expresará.

Existe una interesante relación entre el habla y el pensamiento.  Por un lado, nosotros podemos ayudar al cerebro a entender algo, si al meditar en ello expresamos mediante el habla lo que intentamos pensar, y eso es bueno.  Pero realmente nosotros necesitamos hacer esto en contadas ocasiones, pues la mayoría de las veces ocurre lo opuesto, es decir, que cuando la persona habla demasiado - sin dirigir su pensamiento - el habla limita a su pensamiento, como nos lo transmite el Maharal (Morenu Harav Rabí Liva de Praga, 1526 - 1609) en su comentario "Dérej Hajaim", que comentando nuestra Mishná que dice: "Todos mis días he crecido entre los Sabios y no he encontrado para el cuerpo algo mejor que el silencio", escribe:

"Esto viene a enseñar que sólo cuando la persona se mantenga en silencio, su cerebro podrá funcionar correctamente, pues es imposible que estas dos cosas - el cerebro y el cuerpo - que en el hombre funcionan alternadamente, lo hagan al mismo tiempo.  Por eso, si la fuerza del cuerpo - que es el habla - está en funcionamiento, no podrá funcionar el cerebro, y sin duda la persona se equivocará.  Por lo tanto, es bueno que se mantenga en silencio y no ponga en funcionamiento el poder del habla, para que el cerebro funcione como corresponde".  

(Basado en el libro "Habait Haiehudí" del Rav Simja Cohén)

"…el estudio no es lo primordial, sino la acción…".  Véase nuestro comentario en Avot 4:5.


Mishná 18

Rabán Shimón hijo de Gamliel dice: Por tres cosas el mundo existe: por la justicia, por la verdad y por la paz; como está escrito: 'Verdad, justicia y paz juzguen en vuestras cortes!' (Zejariá -Zacarías - 8:16)"


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