Capítulo 24:1- 33
Luego Iehoshúa juntó a todas las tribus de Israel en Shejem, y llamó a los ancianos de Israel, a sus líderes, a sus jueces y sus oficiales y se pararon ante Di-s.
¿Por qué es que Iehoshúa reunió a la nación una segunda vez?
Hay varias opiniones:
1. La primera vez que los reunió fue por propia iniciativa, pero esta vez fue por orden de Di-s. Es por eso que esta vez dice y se pararon ante Di-s.
2. La segunda vez también fue por iniciativa propia, puesto que no dice explícitamente que Di-s le ordenó. Y siempre la presencia Divina estaba con él, él sabía la voluntad de Di-s y es así que podía hablar en nombre de Di-s. Entonces, él los reunió otra vez porque de la primera reunión no obtuvo respuesta de parte del pueblo.
3. Cada una de las reuniones era para un propósito diferente. La primera era para decirle al pueblo que complete la conquista de la tierra y que no se mezclen con los otros pueblos. La segunda fue para hacer un pacto con ellos, para reafirmar su lealtad a Di-s y a la Torá.
4. La primera fue sólo para los líderes, puesto que ellos eran los responsables de la conquista. La segunda fue para que todo el pueblo asista, puesto que el mensaje de esta reunión era para todos.
Iehoshúa dijo a toda la nación: así dijo Di-s: sus ancestros siempre han vivido del otro lado del río, Teraj, el padre de Abraham y el padre de Najor, y ellos sirvieron a otros dioses. Pero Yo tomé a su padre Abraham de allí y lo llevé por toda la tierra de Quenaan e incrementé su descendencia y le di a Itzjak. Y a Itzjak le di Iaacov y Esav, y a Esav le di el monte Seir como herencia, pero Iaacov y sus hijos descendieron a Egipto. Luego envié a Moshé y a Aharón y golpeé a Egipto. Y luego los saqué a ustedes de allí. Y saqué a sus padres de Egipto y ellos fueron hacia el mar, y los egipcios los persiguieron con carrozas y jinetes, hacia el mar de los Juncos. Entonces ellos lloraron y suplicaron a Di-s, y Di-s hizo oscuridad entre ellos y los egipcios e hizo caer al mar sobre ellos. Vuestros ojos vieron lo que Yo he hecho en Egipto y vivieron en el desierto muchos años. Luego yo los traje a la tierra de los emoritas que vivían del otro lado del Jordán y ellos lucharon contra ustedes. Yo les di a ellos en sus manos y así ustedes conquistaron la tierra de ellos y los destruí ante ustedes. Balak ben Zipor , el rey de Moab, se levantó y luchó contra Israel y mandó a llamar a Bilaam ben Beor para que los maldiga. Pero Yo no quise escuchar a Bilaam, entonces él los bendijo en lugar de maldecirlos, y Yo los salvé de sus manos.
Luego ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Ierijó. El pueblo de Ierijó luchó contra ustedes, los emoritas, los perizitas, los quenaanitas, los jititas, los guirgashitas, los jivitas y los iebusitas, y los puse en sus manos. Yo envié las avispas y persiguieron a los dos reyes de los emoritas. No fue hecho ni por vuestra espada ni por vuestra flecha. Yo les di una tierra por la cual no lucharon, ciudades que no construyeron, pero ustedes viven en ellas; de viñedos y olivos que no plantaron, ustedes comen.
Entonces ahora teman a Di-s y sirvan a Di-s con pureza y verdad y desháganse de los dioses que sus padres sirvieron del otro lado del río y en Egipto, sirvan a Di-s. Pero si esto parece malo a ojos de ustedes, entonces elijan hoy a quien quieren servir. Ya sean los dioses que sus padres sirvieron o los dioses de los emoritas. Pero para mí y mi casa, nosotros serviremos a Di-s.
La nación respondió diciendo: que esté lejos de nosotros abandonar a Di-s para servir a otros dioses! Pues es Di-s Quien nos sacó de Egipto de una casa de esclavitud y Quien hizo grandes señales ante nuestros ojos. Y nos protegió todo el camino, y persiguió a todas las naciones. Entonces, nosotros también serviremos a Di-s, pues Él es nuestro Di-s.
El pueblo no entendió el mensaje de Iehoshúa y no respondió exactamente al pedido de Iehoshúa de deshacerse de los ídolos, pues pensaban que no necesitaban hacerlo porque eso no los iba a desviar del camino de Di-s.
Entonces Iehoshúa le dijo al pueblo: Ustedes no podrán servir a Di-s, pues Él es un Di-s Sagrado. Él es un Di-s celoso y Él no dejará pasar sus pecados y sus errores. Si ustedes lo abandonarán y servirán a otros dioses, Él hará mal a ustedes y los destruirá incluso después de haber hecho el bien con ustedes.
Entonces vemos que Iehoshúa vio que tenía que usar palabras más duras para que entiendan el peligro al que se exponían al tener esos ídolos con ellos.
Pero el pueblo contestó a Iehoshúa: No! Es a Di-s a Quien nosotros serviremos! Entonces Iehoshúa les dijo: Ustedes son testigos de ustedes mismos que han elegido a Di-s para ustedes, para servirLo. Y ellos respondieron: Somos testigos! Y escucharemos Su voz y lo serviremos. Entonces Iehoshúa hizo un pacto con el pueblo en aquel día y lo hizo estatuto y ley en Shejem.
Entonces, vemos aquí que el pueblo entendió finalmente las palabras de Iehoshúa y lo tomó bien en serio, y se deshicieron de los ídolos.
Iehoshúa escribió estas palabras con el libro de la ley de Di-s, y tomó una gran piedra y la puso allí, debajo del roble que estaba al lado del santuario de Di-s y dijo al pueblo: he aquí que esta piedra será un testigo de nosotros, pues ha escuchado todas las palabras de Di-s que Él ha dicho a nosotros. Y será un testigo en contra de ustedes, si ustedes se desviarán de su Di-s.
Hay diferentes opiniones de qué realmente escribió Iehoshúa:
1. Escribió los últimos ocho versículos de la Torá.
2. Escribió el libro de Iehoshúa.
3. Escribió estas palabras en la piedra.
Hay quienes dicen que al decir "escuchó" se refiere a que lo grabó en la piedra y hay quienes dicen que "piedra" se refiere a Di-s, como diciendo que Di-s escuchó y fue testigo.
Luego Iehoshúa envió al pueblo cada uno a su porción.
Lo primero que hicieron las tribus al retornar a sus porciones, fue enterrar a sus ancestros, los doce hijos de Iaacov. Antes de morir, cada uno le pidió a sus hijos que sus restos sean llevados con ellos y ahora que cada uno se asentó en su parcela, entonces pudieron enterrar a los ancestros en una manera correcta.
Después de esto, Iehoshúa bin Nun, el servidor de Di-s, murió a la edad de ciento diez años. Ellos lo enterraron en el borde de su porción, en Timat-Seraj, que está en la montaña de Efraim, al norte del volcán.
Esta es la primera vez que está escrito que Iehoshúa fue "el servidor de Di-s", puesto que hasta ahora siempre decía el "servidor de Moshé". ¿Por qué? Puesto que él fue subiendo gradualmente de estatus, y al hacer el pacto con el pueblo, llegó al estatus de "servidor de Di-s", así como fue con Moshé que hizo el pacto en el Sinai.
¿Por qué es que se nombra al volcán? Puesto que en el día del entierro de Iehoshúa, el volcán hizo erupción y tembló. Siendo esto una señal de Di-s de que estaba enojado con el pueblo, puesto que ellos no mostraron suficiente respeto por Iehoshúa. Ellos no lo elogiaron, lo enterraron y fueron rápido a trabajar la tierra. Es por eso que sólo dice que lo enterraron, y no se menciona el elogio y el duelo. Y Di-s se enojó mucho con el pueblo que no le dio el respeto adecuado a quien había liderado al pueblo y había luchado por ellos y los había hecho entrar a la tierra. Es por eso que el pueblo se merecía ser tragado por la tierra, pero Di-s tuvo misericordia y sólo hizo estremecer a una montaña en lugar de toda la tierra.
E Israel sirvió a Di-s todos los días de Iehoshúa y todos los días de los ancianos que vivieron después de Iehoshúa y que conocían los actos de Di-s.
A pesar de los esfuerzos de Iehoshúa para asegurar la continuación de la fidelidad a Di-s por el pueblo, después de dos generaciones ellos comenzaron a desviarse.
El pueblo cayó cada vez más en la idolatría hasta que Di-s ya no estaba entre ellos y destruyó el Templo y ellos fueron exiliados a Babilonia.
Cuando ellos volvieron del exilio babilónico, los sabios de esa generación rezaron para que la prueba de la tentación de la idolatría fuera sacada de entre ellos y Di-s escuchó los rezos y los judíos no cometieron más ese pecado.
Y los huesos de Iosef que los hijos de Israel trajeron de Egipto fueron enterrados en Shejem, en la porción del campo que Iaacov había comprado de los descendientes de Jamor, el padre de Shejem, por cien kesita. Ellos se convirtieron en la porción de los descendientes de Iosef. Luego, Elazar ben Aharón murió, y lo enterraron en las tierras de Pinjás su hijo, que fueron dadas a él en las montañas de Efraim.
Antes de morir Iehoshúa escribió este libro hasta el capítulo 24 versículo 28. El resto de los versículos fueron escritos por Elazar excepto el último, que fue escrito por Pinjás, su hijo.
Cuestionario
Temas
El libro de Iehoshúa
1. ¿Quién escribió el libro de Iehoshúa?
2. Describe en pocas líneas qué es lo que cuenta el libro de Iehoshúa.
3. ¿Quién fue Rajab?
4. ¿Cómo se llamaba el río que cruzó el pueblo para llegar a la tierra?
5. ¿Qué señal dejó Iehoshúa en el río?
6. ¿Cuál fue la primer ciudad que conquistó el pueblo de Israel? ¿Cuál fue el pacto que hicieron con Di-s respecto de esta ciudad?
7. ¿Qué ocurrió con Aján ben Karmi, de la tribu de Iehudá?
8. ¿En qué montes los leviim dijeron las bendiciones y maldiciones? Nombra tres de ellas.
9. ¿En contra de cuántos reyes luchó Iehoshúa?
10. ¿Quiénes hicieron la repartición de la tierra entre las tribus?
11. ¿Cuáles fueron las tribus que se asentaron del otro lado del río Jordán?
12. ¿Qué eran las ciudades de refugio? ¿Cuántas ciudades había?
13. ¿Quién obtuvo la tierra de Jebrón? ¿Por qué?
14. ¿A qué tribu no se le dio una porción de tierra? ¿Por qué?
15. Nombra tres de las diez condiciones que Iehoshúa impuso al pueblo al repartir las tierras.
16. ¿A qué edad murió Iehoshúa?
17. ¿En dónde fue enterrado Iosef?
Behatzlajá!!
Resumen y Comentario sobre algunos libros del tanaj