ENSEÑANZA CON NIVEL
“como el águila despertando en su nido” (Devarim 32,11)
Leímos en las “Shivjei Haari”: un día le dijeron a él – a rabenu Haari Hakadosh ztz”l (el Arizal) – sus alumnos: rabenu, vela de Israel, ¿por qué no editas un libro con tu sabiduría, para iluminar los ojos de las próximas generaciones?
Les contestó: si todas las cañas fueran plumas, si todos los mares fueran tinta, si todos los hombres fueran escritores, y los cielos fueran cueros para confeccionar pergaminos, no alcanzarían a escribir todo lo que pude saber. Y cuando yo abro mi boca para decirles a ustedes algún secreto de la Tora, la abundancia fluye como un río caudaloso. Y yo les pido que busquen todo tipo de trucos para poder abrir un delgado caño, muy fino y estrecho para poder llevar estos conocimientos. Porque si son demasiados para ustedes, perderán todo. Al igual que el bebé que se ahoga porque quiere tomarse toda la leche de un trago, y termina devolviéndola…
También para cada uno de nosotros, la advertencia llegó a través del “Jovot Halevavot”: “debemos cuidarnos del aumento de información sin niveles, no vaya a perderse todo”. Porque una cantidad desmedida de aceite en una vela puede ser la causa de que se apague su luz. Pero cuando le enseñamos a los demás, debemos prestar atención con siete ojos…
Ya sucedió con un rabino que habló en un lenguaje muy elevado para sus alumnos, cerrado para ellos e inentendible. Los alumnos fueron por el mal camino y pecaron hasta llegar a renegar del Creador, lo alenu…
Y más, el rabino debe cuidarse de no decir cosas que dejen interrogantes, que se entiendan sólo después de una profundización – tal vez los alumnos no profundicen, y se equivoquen, para después pensar mal del rabino y de su Tora…
Esto no tiene que ver sólo con la calidad o la altura de las palabras, sino también que no sean palabras muy profundas ni muy ocultas. Cuando rabi Eliezer Hagadol, con su gran voluntad, estudiaba la Tora de raban Iojanan Ben Zakai, estudiaba dos leyes por día, no más…
Vamos a cumplir con un precepto de la Tora: “te conducirás por Sus Caminos” – “cómo el águila despertando en su nido, revoloteando sobre sus pichones”. Y explicó Rashi: el águila tiene mucha piedad con sus hijos, y no entra de pronto en el nido, sino que revolotea sobre ellos, y va de árbol en árbol, entre rama y rama, para que los hijos vayan despertando de a poco, y tengan la fuerza, cada uno de acuerdo a la suya, despertando con suavidad.
“Revoloteando sobre sus pichones”, no vuelca su peso sobre ellos, sólo les hace sentir una “brisa” con sus alas, los toca y no los toca. También Hakadosh Baruj Hu, cuando nos revela la Tora, no lo hace de una sola vez, no la trae desde una sola dirección, sino desde las cuatro direcciones…
Y está escrito en el Midrash (Shemot Raba 34,1) que Hakadosh Baruj Hu no viene con cosas imposibles sobre sus creaciones. A cada persona le exige de acuerdo a su fuerza, a su capacidad. Cuando Hashem le dio la Tora a Israel, si la habría entregado por la fuerza, ninguno de nosotros hubiera podido mantenerse de pie. Como está escrito (Devarim 5,22): “si nosotros seguimos escuchando la Voz de Hashem, nuestro D-s, por más tiempo, vamos a morir”. Por esto, Hashem viene a nosotros de acuerdo a nuestras fuerzas, como está escrito: “la Voz de Hashem en Fuerza”. En “Su Fuerza” no dice, sino “en Fuerza”, de acuerdo a la fuerza de cada uno y uno del pueblo…
Y escribió rabenu Bejaie ztz”l (Shemot 3,1): encontramos en Israel, que enseñó Hakadosh Baruj Hu, en la entrega de la Tora, poco a poco. Primero nos ordenó en “Mara”, con algunos de los preceptos, después fueron ordenados los “Diez Mandamientos” en el monte Sinai, y más tarde se completó la enseñanza de la Tora en la tierra de Moab”.
“Le enseñarás al joven según su camino, y también cuando envejezca no se apartará de ella”. “Según su camino” – lo acostumbrarás a pasar de tema en tema y de camino en camino de acuerdo a lo que él es capaz de adquirir, de acuerdo a su inteligencia. Lo que pueda “digerir” y no más. Porque no se llega a la integridad de las cualidades de una sola vez…
Traducido del libro Maian Hashavua.
Leiluy Nishmat
Israel Ben Shloime z”l
Lea (Luisa) Bat Rosa Aleha Hashalom
Iemima Bat Abraham Avinu Aleha Hashalom