Lej lejá, “Vete por ti de tu tierra y de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré”… (Bereshit 12-1)
HaShem le ordena a Avraham Avinu que se vaya del lugar en donde vive, que se aleje de ese lugar de idolatría, que abandone la tierra de Jarán –donde Abraham tenía a su familia y vivía en prosperidad — y que emigre hacia Canaán, en otras palabras, que se dirija a la Tierra prometida por HaShem.
Avraham Avinu es la primera semilla de donde brotó este gran pueblo, y la implantó en una nación creyente en UN SOLO DI-S Todopoderoso. El pasa todas las barreras que se le pusieron, mostrando lo fuerte que estaba en la emuná, en la creencia absoluta en HaShem Itbaraj sin titubear.
¡Si! fueron 10 inmensas pruebas que tuvo que pasar, y las franqueó todas, demostrando que era merecedor de recibir la gran misión de ser el Padre de la nación judía.
Escribe el Rav Desler en Mijtav MeEliyahu: Todas las 10 pruebas fueron una señal también para nosotros, fueron para que podamos enderezar el camino que tenemos por delante, y así también, despertar el deseo repentino de la persona de ir a la Tierra Sagrada, la Tierra de Israel, y esto lo recibimos de la prueba de Lej Leja.
Y verdaderamente que increíble es que han pasado mas de 2000 años desde que fuimos exiliados de nuestra Tierra, y nos preguntamos ¿cómo es que quedó tan intacto ese amor por la Tierra dentro de nosotros?
A pesar de que esto no es patriotismo como en los otros pueblos, porque si fuera así, Di-s no lo quiera, hace mucho que la habríamos olvidado de nuestros corazones, como sucede con otras naciones que fueron exiliados por mucho tiempo de su país y se olvidaron de donde venían. La diferencia está, en que este amor depende de la santidad que hay en la Tierra de Israel, donde está la Presencia constante del Santo Bendito El. Y esa misma santidad está pegada en nosotros, porque es un legado, una herencia que reside en nuestra alma, que la recibimos de nuestro patriarca Avraham, quien se entregó con todo su espíritu para pasar la dura prueba de “Vete para ti”.
El comentarista Rashi explica las palabras “Vete para ti” como “para tu bien y para tu provecho”. Y pregunta el Rav Desler ¿Quién se puede entender esto? Hasta donde pueden llegar estas palabras, es milagroso, un milagro impresionante. ¿De dónde tiene Israel esta fuerza de soportar todos los sufrimientos? No perder las esperanzas y solo añorar. Sino que esto es solamente el legado de nuestros patriarcas, de nuestros sagrados padres, que recibieron todos los nisionot, todas las pruebas con amor….
Esta fuerza la “adquirió” nuestro patriarca Avraham sin que se cayera. Y es por esa razón que encontramos esta potencia interna en el corazón de Am Israel que no se deprime a pesar de la gran cantidad de pesares que hemos pasado -y que lamentablemente seguimos pasando- las penurias que hemos sufrido por miles de años.
Continua Rav Desler diciendo: Y que sepamos dentro de nuestras almas, que todo esto es para nuestro bien, por cuanto tendremos un nombre entre las naciones, seguiremos viviendo, y entonces veremos que todo lo que nos paso a nosotros, que pensamos que eran pesares y malos ratos, esto solo era algo externo. Era como una pesadilla, cuando soñamos creemos que es una visión real, pero cuando nos despertemos, nos daremos cuenta que fue solo un sueño….
Así dice el Profeta Mija 7-8-, No te alegres, enemigo mío porque he caído, he resucitado, porque si habitaré en las tinieblasHaShem será para mí la luz. De dentro de la caída estará el levantamiento, y de dentro de la oscuridad vendrá la iluminación.
Rav Desler nos muestra en estas importantísimas enseñanzas que perder las esperanzas no es una virtud del judío, el judío debe vivir mirando a los pilares de nuestro pueblo, cuan grandes fueron sus actos, cuanto entregaron y se sacrificaron por este gran pueblo.
Am Israel no está solo, tenemos una “enorme espalda” que nos cubre, tenemos en quien apoyarnos, tenemos un Di-s que nos ha sacado adelante en todas las catástrofes, en todas las penurias, y nos ha dado la fuerza para seguir.
Después del terrible holocausto vino la redención en forma de un estado judío. Estamos siendo atacados, inmolados sin piedad, mas de 1400 civiles judíos fueron masacrados brutalmente, e hirieron a miles. Es cierto que HaShem nos mando un castigo muy grande, pero esta vez en parte tenemos como vengar la sangre derramada, y salvarnos de esta maldición.
“HaShem Itanu”, El está con nosotros. Tengamos la plena fe de que esto nos llevará muy pronto a la redención final, a la llegada del muy esperado Meshiaj Tzidkenu.
HaShem está esperando solo que hagamos nuestra parte, que volvamos a cubrirnos en Sus brazos, porque la guerra no es nuestro camino, “Hakol kol Yaacov, ve hayadayim yedei Eisav” –la voz es la voz de Yaacov, y las manos son las manos de Eisav. Solo con la plegaria Am Israel puede luchar. Tenemos que pedirle a HaShem ¡DAY!, --¡BASTA!- tomar le tzaroteinu day, Dile a nuestros pesares que basta, basta de sufrimientos.
Con el favor de HaShem, con este espíritu de unidad y la fuerza de nuestras tefilot –nuestras plegarias, son las que ayudaran a terminar este sangriento conflicto, así como lo dice el profeta Zejaria 4-6 “Lo be jayil ve lo bekoaj ki im Ruji amar HaShem. –no con los ejercito y no con la fuerza, sino que con mi espíritu dijo HaShem.