Los vendedores ganan experiencia cada vez que un cliente les plantea una nueva pregunta, lo cual desafía al vendedor a mejorarse cada vez.
Los maestros también se dedican a las ventas: ¡a la venta de ideas! Sé un consumidor educado y utiliza tu “marcador rojo” cada vez que aprendas algo nuevo. ¿Tiene sentido lo que te están diciendo? ¿Es sólo una buena teoría o también puede ser puesta en práctica?
El Camino 48 es Hamajkim et rabo, que literalmente significa ‘haz a tu maestro más sabio’. El Camino 10 hablaba de la necesidad de elegir al profesor correcto. Pero eso es solamente el principio. Necesitamos moldear a nuestro profesor para obtener el máximo de la experiencia de aprendizaje.
No tengas miedo de desafiarlo. Si tu profesor tiene la verdad, entonces se alegrará de que sus alumnos sean críticos.
Al cuestionar y desafiar a tu profesor para que exponga su posición en realidad lo estarás ayudando a afilar su entendimiento. Como dijo uno de nuestros sabios: “He aprendido mucho de mis profesores. He aprendido aún más de mis compañeros de estudio. Pero de los que más he aprendido es de mis estudiantes”.
Los sabios del Talmud cometían ocasionalmente algunos errores intencionales e insertaban errores lógicos para mantener a los alumnos despiertos. El maestro quería ver si los estudiantes estaban “pensando” o si simplemente estaban “tragando” la información. Un buen profesor quiere que sus alumnos sean críticos. ¿Quién quiere una habitación llena de zombis, loros y grabadoras?
Entonces el maestro preguntaba: “¿Entienden? ¿Tiene sentido?”. ¡Y pobre del que respondiera que sí!
Obviamente cuando desafíes a algún maestro (o a alguno de tus padres) debes hacerlo de forma respetuosa. Utiliza expresiones como: “Discúlpeme, no entiendo cómo llegó a esa conclusión, pero me parece que es incorrecta”.
Otro aspecto sobre “hacer sabio a tu maestro” es relacionarte con él como una persona sabia. Para aprender de un maestro, tienes que tomar sus enseñanzas con seriedad, ya que de no ser así no funcionará. Acepta el hecho de que él tiene algo que decir. Tiene credenciales. Dale una oportunidad a sus ideas.
Nunca descartes algo que dice tu maestro calificándolo como “ridículo”. Considera su punto de vista incluso si tienes la sensación de que “es imposible, es un error, yo sé que no es verdad”. No lo descartes de inmediato. Dale otra oportunidad de explicar, y luego piénsalo otra vez.
Pero —dirás tú—, ¡tal vez el profesor en realidad está equivocado! Si esa es la conclusión a la que llegaste, entonces comunícaselo. Pero sólo después de haber analizado el tema. Que no sea simplemente una protesta. Descubre por qué crees que está equivocado. ¿Cuáles son tus fundamentos?
Por ejemplo: Tu profesor te da una definición de “amor”. ¿Hay algo malo en definir el amor? ¿Tal vez a ti no te gusta la idea de limitarlo a una definición? ¿O quizás no crees que sea posible definir una emoción?
Entonces plantea la pregunta: “¿Cómo puedes definir emociones?”. (La respuesta es que nosotros no definimos emociones, definimos lo que provoca las emociones).
Independientemente de si estás de acuerdo con la respuesta o no, el solo hecho de pensar en ello te hará crecer enormemente.
Pon atención cuando sientas un deseo de distanciarte de las palabras de otros. Puede ser que te estés poniendo a la defensiva (porque no estás tan seguro de tu propia posición). O puede ser que tengas flojera intelectual, miedo a las implicaciones o algún prejuicio arraigado.
Analiza qué es lo que te molesta. Rastréalo y ponlo en la mesa de discusión. Identifica si es parte de tus prejuicios, si va en contra de tu opinión, en contra de tus inclinaciones o en contra de tus deseos.
No importa de dónde vengamos, todos consideramos que alguna cosa es sagrada. Si eres de China, el comunismo es sagrado. Si eres de Estados Unidos, el capitalismo es sagrado. Si vienes de un kibutz, el socialismo es sagrado.
¡En realidad es más importante escuchar el punto de vista del otro precisamente cuando no estás de acuerdo! Por lo general la cosa que más necesitamos es precisamente aquella que mantenemos lejos de nosotros. Si rechazas una idea desde el comienzo, entonces probablemente se trate de un mecanismo de defensa. Y es precisamente ahí donde tienes un espacio para crecer; por lo tanto, debes poner la máxima atención posible. Ese es el poder de la esquizofrenia en nosotros. Llamamos a algo “ridículo” incluso cuando tenemos la leve sospecha de que aquello tiene el poder de transformarnos de manera positiva.
Piensa una y otra vez lo que dicen tus maestros. Ciertamente esto se aplica cuando no los entiendes completamente o cuando no estás de acuerdo con ellos. Pero incluso cuando concuerdas con la idea, no estés tan seguro de que has captado el mensaje completo.
Incluso cuando algo te parece obvio, trata de verlo desde otra perspectiva. Muchas veces te sorprenderás de encontrar nuevos aspectos que antes pasaron desapercibidos.
La sabiduría es muy profunda. Podemos pensar que entendimos inmediatamente, pero a medida que pasa el tiempo vamos acumulando más experiencia de vida y poco a poco comenzamos a desenmarañar las capas que hay detrás de las palabras. Hay miles de aspectos diferentes sobre los cuales no has pensado. Por eso debes seguir excavando. Y mientras más hondo excaves, ¡más te darás cuenta de lo mucho que queda por excavar!
Llegar a entender una idea puede tomar mucho tiempo. De hecho, ¡nuestros sabios dicen que toma 40 años!
Amplía tu entendimiento observando desde el punto de vista del otro. Métete en su sintonía. Descubre en qué se basa. Incluso si estás seguro que estás en lo correcto, transfórmate en un abogado defensor. No lo deseches inmediatamente.
Juega a ser abogado del diablo. Oblígate a encontrar 10 razones que apoyen el punto de vista del otro. Incluso si está mal, de todas formas hay buenas razones por las cuales él cree en ello.
Aplica esta técnica siempre que tengas una discusión. Es excelente para aminorar el distanciamiento, especialmente cuando los combatientes están tensos y emocionalmente disgustados. Puedes decir: “Mira, realmente quiero entender lo que estás diciendo, así que acá hay algunas razones de por qué creo que podrías estar en lo correcto. ¿Te molestaría decirme algunas razones por las que yo podría estar en lo correcto?".
Ninguna discusión puede perdurar bajo estas condiciones. ¿Te das cuenta?
¿Qué es lo peor que podría resultar de todo esto? Es posible que todavía no estén de acuerdo, pero al menos van a entenderse el uno al otro y van a construir respeto mutuo. Y no sólo eso, ¡sino que incluso podrías descubrir la verdad y cambiar tu punto de vista!
Aplica esta técnica de “mirar desde el otro punto de vista” a todos los temas serios de tu vida. Por ejemplo, antes de que una persona judía se case con una persona no judía, esa persona debería dar 10 razones de por qué es importante ser leal al judaísmo. No deseches el judaísmo por tu experiencia a los 13 años. El pueblo judío le ha entregado una base moral al mundo y ha prosperado en contra de todos los pronósticos. Es una herencia que vale la pena investigar.
De la misma forma, antes de sacar a Dios de tu vida debes dar 10 razones de por qué es importante tener una relación con Él. Dios es nuestro creador, nuestro maestro. ¡Démosle un poco de crédito!
¿Hay cosas que no entiendes de la vida como el sufrimiento y la injusticia? ¡Obviamente debes hacer las preguntas! Pero trata de verlas desde la perspectiva de Dios. No tiene sentido guardar rencor en contra de Él. ¿Hay evidencia de su existencia? ¡Descúbrelo!