Rav Kalman Packouz zz"l
Perlas

Perlas parashat Ekev

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Porción semanal de la Torá:

Ekev Devarim (Deuteronomio) 07:12 - 11:25

Esta semana Moshe Rabeinu continúa su explicación, garantizando al Pueblo de Israel prosperidad y buena salud si siguen las mitzvot (mandamientos). Nos enseña que debemos recordar nuestra historia y saber que podemos y debemos confiar en Di-s. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado de no distraernos con nuestro éxito material, a riesgo de olvidar e ignorar a Di-s.

  Moshé nos advierte contra la idolatría (la definición de idolatría es creer que cualquier otra cosa que no sea Di-s puede tener Poder) y contra la autosuficiencia (“No digáis que 'por mis virtudes Di-s me trajo a ocupar esta Tierra'... sino por la maldad de este pueblo, Di-s los expulsó delante de ti"). 

Luego, la Torá detalla nuestras rebeliones contra Di-s durante los 40 años en el desierto y la concesión de las Segundas Tablas de la Ley (Moshé rompió las primeras Tablas de la Ley, que contenían los Diez Mandamientos, después de ver al pueblo idolatrando a un Becerro de Oro).

 La porción de esta semana disipa un error muy común. Mucha gente piensa que la frase “No sólo de pan vive el hombre” significa que necesitamos alimentos adicionales además del pan para sobrevivir. La cita de la Torá, en su totalidad, es la siguiente: “No sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Di-s”.

  La Torá, entonces, responde a la pregunta que todo ser humano se ha hecho: “¿Qué quiere Di-s de Nosotros?” Respuesta: Sólo que estemos conscientes de Di-s, para seguir Sus caminos y amarlo, sirviéndole con todo nuestro corazón y toda nuestra alma. Debemos seguir los mandamientos y decretos Divinos “... para que todo bien venga a nosotros” (Devarim 10:12).

 

Dvar Torá: basado en el libro Crecimiento a través de la Torá, del rabino Zelig Pliskin

La Torá proporciona un preliminar de las recompensas que recibirá el Pueblo Judío al cumplir sus mandamientos: “Si cumplís todos los mandamientos que Yo os mando cumplir, amad a vuestro Di-s, seguid Sus caminos y aferraos a Él... (Devarim 11:22)”. ¿Qué significa “Aferrarse a Dios”? ¿¡No tiene el cuerpo o la masa para que lo sostengamos!?

  El rabino Meir Simcha HaCohen (Lituania, 1843-1926) explicó que de este versículo aprendemos el mandamiento de confiar en Di-s. “Aferrarse, aferrarse a Dios” significa creer en Él de la misma manera que un príncipe cree en su padre, el rey. El príncipe razona: “Mi padre me ama y, siendo rey, tiene la posibilidad y capacidad de satisfacer todas mis necesidades”.

  ¿Quieres un ejemplo actual de esto? Tomemos el caso de una pareja que les dice a sus hijos pequeños que se van de vacaciones a un lugar muy agradable, digamos a Miami. ¿Cuál es la reacción de los 'pimpoyos'? Le preguntarán: “Papá, ¿de verdad tienes dinero para pagar las entradas?” o “Mamá, ¿cómo vamos a pagar el hotel?” o incluso “¿Has preparado el visado, seguro médico, tarjeta internacional, etc.?” ¡Lógicamente no! Los niños creen 100% que sus padres harán todo lo posible para garantizar que tengan un viaje feliz y agradable.

Así debe ser nuestra relación con el Todopoderoso. Él es nuestro Padre y nuestro Rey. Él requiere que nos esforcemos en nuestras actividades, pero el éxito final es un regalo de Él. Créame: ¡Él puede resolver todos nuestros problemas sin ningún problema!

  “Aferrarse a Di-s” significa vivir permanentemente consciente de Su presencia, y el beneficio inmediato para todo aquel que pone esto en práctica es un sentimiento interno de paz y serenidad. ¿La receta para esto? Como nos enseñó Rabí Akiva: estudiar y conocer nuestra Torá.

Y díganme, queridos lectores, ¿cuánto pagaríamos por la paz y la tranquilidad en este mundo ajetreado en el que vivimos?