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Nos enseƱan nuestros sabios

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La Conversación Interrumpida

En los años 1950, el Rab Iehuda Zeev Segal (1910 - 1993), Rosh Ieshiva de la Ieshivá de Manchester, Inglaterra, aceptó en su ieshivá a un joven de una familia no religiosa que mostraba un gran interés por estudiar Torá. El Rab y su Rebetzin ofrecieron su casa para que el joven viva allí, dándole mucho amor y atención.

Una noche, poco antes de la fiesta de Pésaj, el Rosh Ieshivá estaba hablando con su Rebetzin sobre un importante tema y el joven - que estaba ayudando a la Rebetzin a limpiar la casa para Pesaj - estaba cerca de la habitación en donde hablaban y escuchó toda la conversación. En un momento determinado, el joven interrumpió la conversación para ofrecer su opinión al respecto. El Rosh Ieshivá no estuvo contento con esta actitud y le dijo al joven: "No hemos pedido tu opinión". Cuando la conversación terminó el Rab Segal entró a su estudio mientras que su esposa y el joven seguían limpiando la cocina.

Unas dos horas y media más tarde el Rab Segal salió de su estudio y le pidió al joven que entre. La cara del Rosh Ieshivá estaba roja y sus ojos completamente mojados por el llanto. Él abrió un volumen del libro del Rambam - Iad Hajazaká - y le pidió a su alumno que preste atención mientras que él leía: "quien muestra enojo es considerado como si hubiese adorado a un ídolo". Dirigiéndose al joven, él dijo: "Yo quiero hacer teshuvá (arrepentirme) y pedirte disculpas por haber mostrado enojo hacia ti". El joven le respondió que honestamente él no sintió que el Rab había demostrado enojo alguno; él sólo había ofrecido una crítica constructiva. De todas maneras, el Rab Segal no quedó satisfecho hasta que el joven le expresó su perdón.

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El Reloj Despertador

Una vez, Rab Iaacov Kaminetzky (1891 - 1986) tenía que encontrarse con alguien en la estación de Manhattan a las 7:00 am., para hacer un viaje fuera de la ciudad. Rab Iaacov llegó a la estación exhausto, habiendo pasado una noche sin dormir.

Él explicó a su compañero que cuando fue a poner su reloj despertador antes de ir a dormir, él se acordó que su vecino no judío trabajaba haciendo turnos en la noche y se iba a dormir un poco antes de la hora que el reloj tenía que sonar. Era una noche de verano cálida y todos dormían con sus ventanas abiertas y el vecino podía llegar a despertarse con el ruido de la alarma. Es por eso que Rab Iaacov no puso la alarma; y en lugar de eso, se quedó despierto toda la noche estudiando para asegurarse de estar a tiempo para su temprano viaje.