En un par de días celebraremos Shabu’ot, la fiesta de la entrega de la Torá.
En un día como hoy, hace de 3500 atrás, el pueblo de Israel se congregó en el desierto de Sinai y comenzó a preparase para el evento más importante de la historia: la celebración de un pacto o alianza con Dios.
A la sucesión de eventos que tuvieron lugar en el desierto y en el Monte Sinaí, incluyendo la entrega de la Torá, se lo conoce en hebreo como “ma’amad har sinai”, la revelación de Dios al pueblo judío en Sinai.
Ma’amad Har Sinai se puede dividir en tres eventos.
???? ????? 1. HaShem nos ofreció ser su pueblo elegido, entrando en un pacto con Él. Y nosotros aceptamos.
??? ???? 2. Dios, entonces, nos entregó la Torá, el documento que contiene las pautas y condiciones de la alianza entre Dios e Israel.
???? ????? 3. El pueblo judío aceptó regirse por las leyes de la Torá. La Torá se transformó desde ese entonces en nuestra ley fundamental: nuestra "Constitución".
Este pacto entre Dios y un pueblo es único en la historia de la humanidad y se describe en detalle en el capitulo 20 y en el capítulo 24 de Shemot (Éxodo).
Veamos ahora lo que ocurrió, un poco más detalladamente.
OFRECIMIENTO
El primer día del mes de Siván Moshé ascendió al monte Sinai y recibió allí el mensaje Divino: (Exodo 19:3-6): "Así hablarás a la casa de Ya’aqob, y le dirás a los hijos de Israel. Ustedes habéis visto lo que hice a los egipcios, y cómo los conduje a ustedes como sobre alas de águila, y los he traído a Mí. Y ahora, si obedecen Mi voz y [están dispuestos] a cumplir Mi pacto, serán una posesión preciada entre todas las naciones, un pueblo especial. Yo puedo elegirlos entre todos los pueblos, ya que toda la tierra me pertenece. Ustedes serán para un reino de sacerdotes y una nación consagrada para Mí.”
Dios invitó a Israel a establecer un pacto con Él. Nos ofreció ser una nación de sacerdotes (cohanim), un pueblo consagrado a Él. Lo que distingue a los sacerdotes de los demás miembros del pueblo es que los sacerdotes mantienen una relación constante y muy cercana con Dios y están dedicados enteramente a Dios y a Su servicio. Este privilegio, al vez, también implica más obligaciones, más preceptos y más limitaciones para los "sacerdotes".
PRIMERA ACEPTACIÓN
Luego, Moshé descendió del monte Sinaí y presentó al pueblo los términos del pacto. El pueblo escuchó la propuesta y aceptó celebrar el pacto con HaShem, y respondió con una sola voz: (Exodo 19:8)”Cumpliremos con todo lo que HaShem ha dicho.” Esta NO fue la aceptación del Pacto, fue sólo el primer paso: aceptar celebrar un pacto. Es exactamente como un compromiso en el marco de un casamiento. En el compromiso novio y novia aceptan seguir adelante y en un futuro mediato, casarse. El pueblo de Israel declarará dos veces más su aceptación del pacto. La segunda vez luego de escuchar los 10 mandamientos y los Mishpatim, y la tercera vez, cuando responderá con la famosa frase: “Todo lo que haShem ha dicho, haremos y escucharemos”. Recién en ese momento, formalmente, comenzó nuestra alianza con Dios.
PREPARACION
Una vez que el pueblo de Israel expresó su compromiso preliminar, HaShem anuncia que se revelará ante todo el pueblo en el plazo de tres días, esto es Shabu’ot. Dios le dijo a Moshé (Exodo 19:10-12): “Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que se purifiquen, que laven sus ropas y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día Yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo”. Los hijos de Israel se purificaron durante tres días (3, 4 y 5 de Siván) y se dispusieron a entrar en el pacto con Dios. De acuerdo a nuestros Sabios cuando la Torá menciona purificación y lavado de las ropas, se refiere a la inmersión y purificación de todo el cuerpo en un Mikvé, el baño ritual judío.
¿Qué celebramos en Shabu’ot?
La relación especial entre Dios y el pueblo de Israel consiste en la existencia de un pacto o alianza (berit, no confundir con berit milá) entre Dios y el pueblo judío.
Ayer comenzamos a explicar los detalles de este pacto (ver aquí ).
Dios ofrece tomar al pueblo de Israel como SU pueblo. Esto significa que Dios supervisará de manera directa al pueblo de Israel, no permitirá que el pueblo de Israel desaparezca y nunca cancelará o modificará este pacto. Israel, por su parte, se compromete a regirse por la Ley Divina, la Torá, transformándose así en un pueblo de sacerdotes, es decir, individuos consagrados a Dios. Los términos de este pacto, que no son pocos, están detallados ampliamente en la Torá (los 5 libros de Moshé).
La celebración de esta alianza entre Dios y nuestro pueblo tuvo lugar en un evento particular conocido como ma’amad har sinai.
LA NOCHE DEL PACTO
La noche del 6 de Siván (entre el 5 y el 6 de Siván) la ceremonia del pacto continuó con la enunciación por parte de Dios de los 10 mandamientos. En lo que se considera como el evento más importante de nuestra historia, la única vez que HaShem se reveló a todo el pueblo, HaShem comenzó a enunciar directamente, sin la mediación de Moises, los 10 Mandamientos. La Torá nos cuenta que el pueblo no pudo tolerar (¿físicamente?) el impacto de la revelación divina, y sintieron que iban a morir. Luego de haber escuchado el segundo mandamiento solicitaron la intermediación de Moshe para transmitir el resto de los Mandamientos. Luego de escuchar todos estos preceptos (Éxodo 21-23), esa misma noche, el pueblo declaró por segunda vez su voluntad de obedecer las leyes que habían sido expuestas hasta ese momento (Exodo 24:3): ”Moshé...le transmitió al pueblo todas las palabras de Dios y todas las leyes. Y el pueblo respondió a una sola voz diciendo: “Todas las palabras que HaShem dijo, las cumpliremos”. Moshé permaneció despierto durante toda esa noche y escribió lo que HaShem le había transmitido. La Torá llama a este documento: sefer haberit, el libro del pacto.
Con esta ceremonia formal se estableció nuestro pacto eterno con Dios.
A partir de este momento el pueblo judío se sometió voluntariamente y para la eternidad, a la Ley de Dios, la Torá, y la adoptó como su Constitución Nacional.
Esto es lo que celebramos en Shabu’ot.