Nuestros sabios nos enseñan, que el primer Beit Hamikdash fue destruido por causa del robo, la idolatría y las relaciones prohibidas y 70 años mas tarde fue reconstruido.
El segundo Beit Hamikdash fue destruido por el odio gratuito que había dentro de Am Israel, y hasta el día de hoy, después de casi 2000 años, seguimos sufriendo por su gran pérdida e implorando su pronta reconstrucción en nuestros días.
Esto implica que el odio gratuito es peor que los pecados de robo, idolatría y relaciones prohibidas.
Vivimos en un mundo donde debemos luchar incesantemente contra nuestro ietzer hara, instinto del mal, que nos incita una y otra vez a pensar mal del otro. Luchar en contra de este instinto es un trabajo constante, y si nos distraemos solo un instante, podemos caer nuevamente en sus garras.
Hay una norma en el judaísmo, que si la aplicáramos como corresponde, nos salvaríamos de un montón de “malos momentos”, y esta es Juzgar para bien.
Cada vez que vemos una situación que nos parece incorrecta, cerremos por un instante nuestros ojos y tratemos de pensar cual podría ser una buena causa para ese comportamiento. La mayoría de las veces nos sorprenderemos al ver que hay mas motivos para pensar para bien, positivamente, que para mal!! Pero desgraciadamente como por inercia, enseguida juzgamos a la persona sin misericordia.
Existe una prohibición explícita en Tora: “No odiarás a tu hermano en tu corazón” (Levítico 19:17)
El odio gratuito, es algo que surge espontáneo y sin que hagamos ningún esfuerzo. Muchas veces alguien que no conocemos, con quien nunca tuvimos una conversación verdadera, nos cae mal porque sí. Nos molesta su sola presencia. Dicen nuestros sabios, que la único antídoto contra el odio gratuito, es el amor gratuito, Y para eso sí que tenemos que trabajar duro. No nos surge instantáneamente el querer al otro porque si, aparentemente sin causa.
Pero realmente no es así, yo tengo la obligación de querer al otro por el simple hecho de tener un alma divina dentro, una chispa de Di-s. Tengo que lograr conectarme con esa chispa, y el amor surgirá espontáneamente.
Como está escrito en Levítico 19:18: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
¿Piensa que no es una tarea fácil?, acuérdate, ¡el Beit Hamikdash se destruyó por eso!!!!
Todos queremos y rezamos por la redención, por la reconstrucción del Beit Hamikdash, para que terminen las enfermedades, los atentados, las tragedias. Tenemos que tomar conciencia que todo depende de nosotros. Di-s está esperando nuestro cambio.
Dicen nuestros sabios que si lloramos y ayunamos el 9 de Av, no solo es porque se destruyeron hace tantos años los Templos, sino que el hecho de que no se haya reconstruido hasta ahora, es porque no corregimos las causas que provocaron su destrucción.
Que B”H, con la ayuda de Di-s podamos tener la fuerza para superar esta mala cualidad, que podamos erradicar de raíz el odio gratuito de nuestros corazones, y que tengamos el merito de ver muy pronto la reconstrucción definitiva del Beit Hamikdash en nuestros días. Amen