Rav Isaac Sakkal
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Aprendiendo a golpes - Las diez plagas

Las diez plagas Las diez plagas se dividen en tres grupos de tres cada uno. Lo que tienen en común es que en la primera plaga de cada una de las series de tres, D'os le dice a Moshé que se presente ante al Faraón en la mañana cuando éste sale al Nilo, en la
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Las diez plagas

Las diez plagas se dividen en tres grupos de tres cada uno.
Lo que tienen en común es que en la primera plaga de cada una de las series de tres, D'os le dice a Moshé que se presente ante al Faraón en la mañana cuando éste sale al Nilo, en la segunda le dice que se presente ante el Faraón en su palacio. Y la tercera es sin advertencia previa, y generalmente se trata de un golpe o molestia más psicológica.

En las primeras tres D'os le dice que el objetivo es para que sepan que D'os existe: “Con esto sabrás que Yo soy el Eterno...” (7:17). Comienza con el Nilo - que los egipcios adoraban - y cuando el Faraón iba a sumergirse en él, (pues de esa manera creía que adquiría los poderes del Nilo), en ese momento se presenta Moshé, como diciéndole que ni siquiera el Nilo lo iba a poder salvar. Más aun, al convertirse el Nilo en sangre, es como que le dice que eso que ellos consideran que les da la vida y se las conserva, en realidad está siendo la causa de su perdición, pues la sangre corriendo es como el símbolo de la muerte. El ámbito de esta plaga, como es obvio, es el agua. Esto será una constante en las plagas, agua, tierra, aire, es decir, D'os le demuestra al faraón que Él domina en todos los ámbitos.

Luego se presenta ante el faraón en el palacio, ya no en la mañana sino que ahora será cuando ya el día está en su apogeo, es decir, cuando reina el dios Rah, la otra gran divinidad Egipcia. La primera plaga en el Nilo fue un duro golpe, pues es lo que ellos creían que era el producto de su manutención. En el Nilo depositaban su confianza y rendían pleitesía. Ahora las ranas se van acercando más a ellos, las cuales son el producto del Nilo. El ámbito de esta plaga es la tierra, la rana si bien es anfibio, pasa la mayor parte de su tiempo en la tierra.

Pero luego de la plaga de las ranas el faraón los llama y accede a enviarlos a condición de que retire las ranas. Respecto de la plaga anterior por cuanto que la advertencia no fue para que libere a los hebreos, el faraón no supo cómo pararlo, pero ahora sí, es por eso que los llama y les dice que accederá a su pedido, y que ya puede acabar esa plaga.

La tercera plaga, con los piojos, es más bien una molestia psicológica. Se puede vivir con piojos, no es algo que es imposible, como lo era con la sangre, que no tenían lo qué beber o con las ranas que estaban en todos lados y era imposible caminar o comer, pues se metían en los hornos también. Ahora la plaga se está acercando más, no es algo que estaba fuera de ellos, ahora ya está en su propia piel.

El ámbito de esta plaga es el aire, tal como D'os le dijo a Moshé que arroje ceniza al aire y se convertiría en piojos. Esta plaga le termina de demostrar lo que D'os quería hasta el punto que los mismos magos y brujos le dicen que eso es producto del dedo Divino.

Comienza ahora el segundo grupo, cuyo objetivo será el demostrarle que no sólo existe D'os, sino que Él sabe y controla lo que pasa en el mundo, es decir la idea de la Hashgajá. “Para que sepas que Yo soy el Eterno en medio de la tierra” (8:18). Es por eso que estas plagas no afectan a todos, sino que en donde mora el pueblo de Israel no afectará, Sólo donde habitan los egipcios, es decir, que D'os sabe en dónde están los hebreos. Ahora, con los animales, las plagas comienzan nuevamente desde afuera y acercándose más a los egipcios.

Esta vez a diferencia de las anteriores, comenzarán a causar mayor daño, hasta la muerte. El ámbito es la tierra. Una vez más el faraón para revertir la plaga, acepta y permite a los judíos servir a D'os. Pero como ya vio que ese D'os no es como los demás dioses, tal como el dios del agua o del campo, sino que domina todos los ámbitos, entonces piensa que no hace falta que lo vayan a servir lejos, sino que pueden servirlo desde aquí y si el motivo del viaje es el sacrificio de los animales - que para los egipcios son sagrados - entonces que salgan un poco de la ciudad pero que no se alejen. (Vemos que más adelante en la historia los hebreos toman el cabrito que era uno de los ídolos egipcios y lo tienen varios días frente a los egipcios para luego sacrificarlo. Y para ese entonces, ya los mismos egipcios se dan cuenta de que sus dioses no son tales, o en el mejor de los casos que el D'os de los hebreos es más poderoso que los dioses egipcios, por lo tanto no se atreven a hacer nada en contra de los hebreos que están sirviendo a su D'os).

Luego será el turno de la muerte del ganado, es decir, no sólo que D'os cuida a los hebreos, sino que también conoce cuáles son sus pertenencias. Las plagas vuelven a acercarse más, ahora se trata de dañar las posesiones de los egipcios. El ámbito vuelve a ser la tierra.

La tercera de este grupo será la sarna. Esto es similar a la de los piojos, que causa más una molestia, pero no causa un daño. Nuevamente las plagas se acercan hasta la piel de los egipcios. El ámbito de esta plaga es el aire.

Una vez que el faraón sabe que D'os existe y que se relaciona con lo que sucede en la tierra, podría ocurrir que piense que existen otros poderes además de D'os que también tienen influencia. Es por eso que viene el tercer grupo en donde el objetivo será demostrarle que no existe nada similar a D'os, o que tenga poder fuera de D'os: “Para que sepas que no hay como Yo en toda la tierra” (9:14).

La primera de esta serie es el granizo, donde se mezclan los 4 elementos: agua, fuego tierra y aire, con un poder tremendo que mata y destruye. El ámbito es el agua. El granizo no es más que agua congelada. Nuevamente las plagas comienzan desde lejos, pero cada vez causando mayor daño, ya no es como la sangre en el Nilo que era la primera de las de lejos que no causó muertes, ahora el granizo causará daños y muerte.

Luego será el turno de la langosta, es decir esa diminuta criatura de D'os, tendrá el poder de doblegar al faraón. Todo esto, como dijimos, tendrá como objetivo demostrarle al faraón que sólo D'os es el que manda tanto en los cielos como en la tierra y sobre todas las cosas y elementos. Las plagas nuevamente se acercan, ahora están sobre las posesiones egipcias pero cada vez causando mayor daño. El ámbito es la tierra y el aire.

Por último vendrá la plaga de la oscuridad, esta también tiene más un efecto psicológico, es molesto más que dañino. No obstante esto le demuestra al faraón que está perdiendo la capacidad de ver la realidad, es decir todo aquello que D'os le quiso mostrar. Esta plaga ya ocupa todos los ámbitos, y está más cerca, rodea a los egipcios por todos lados y hasta la pueden palpar.

Por último, vendrá la plaga de la muerte de los primogénitos, cuyo mensaje final será que la vida o la muerte del ser humano están en manos de D'os. El mensaje ahora ya es claro para el faraón, quien siempre albergaba la idea de que él también disponía de un poco de poder.

Esta plaga además demuestra algo que sólo D'os podría saber, es decir quién es primogénito y quien no, pues no existe ningún indicio físico que diferencia entre quien es primogénito y quien no lo es.

En esta plaga se junta un resumen de las tres series. Por un lado le demuestra que D'os existe, que es el principio de toda vida. Segundo le demuestra que D'os sabe y controla lo que ocurre en la tierra, pues no mata indiscriminadamente sino que hace una selección muy minuciosa que ni siquiera un ser humano podría realizar, y por último que sólo D'os domina y que no existe ninguna otra fuerza (a las que seguro el faraón habrá recurrido para evitar perder a su primogénito, incluyendo dioses, magos y brujos egipcios).

Existe una famosa parábola: Cierta vez, un señor feudal, había mandado a comprar al mercado un buen pescado para agasajar a un importante invitado.
Grande fue su sorpresa, al regresar su servidor, pues el olor del pescado hacía notar que se trataba de un pescado en mal estado.
Obviamente el vendedor, pensó en aprovecharse del humilde y sencillo servidor, pero el potentado señor feudal le haría pagar caro semejante mala actitud.
En persona se dirigió hasta el mercado, escoltado por varios de sus hombres armados. Al llegar frente a la pescadería al ruin comerciante no le quedó más remedio que reconocer su mala intención.
El señor fiscal le dio para elegir qué castigo iba a recibir: Comerse el pescado, ser azotado o pagar 10 monedas de plata.
El comerciante especuló que lo mejor y más barato sería comerse el pescado, así que optó por la primera opción.
Pero luego de dos bocados, el asco fue tal que no pudo seguir comiendo y pidió el segundo castigo, por lo menos no tendré que perder dinero, pensó.
Luego del cuarto azote, imploró que paren pues no podía soportar el dolor y finalmente acepto pagar las 10 monedas de plata.
Así fue como este mezquino vendedor de pescado recibió todos los castigos, comió del pescado podrido, recibió unos buenos azotes y terminó pagando la multa.

Al faraón le pasó lo mismo, sufrió plagas que devastaron su país y su economía, luego su propio cuerpo sufrió, pagó con la vida de su hijo y recién después aceptó la existencia de D'os y Su voluntad.
El faraón y el pueblo egipcio necesitaron aprender todo esto a los golpes, pero nosotros podemos aprenderlo sin tener que llegar a eso.

Este orden también es válido para ir aleccionando a una persona que no sabe nada acerca de D'os. Es decir, primero debemos hablarle y enseñarle acerca de la existencia de D'os, luego hablarle de que D'os sabe y domina lo que pasa en la tierra, y por último que sólo Él es el que controla, castiga y recompensa.

En los Diez Mandamientos notamos también estos tres puntos. El primero de los Diez Mandamientos nos habla acerca de la existencia de D'os. El segundo nos habla de que no hay otro fuera de Él, y los demás tratan acerca de cómo debemos comportarnos y la recompensa por nuestro comportamiento. Él sabe lo que cada uno hace y le importa lo que sucede en la tierra. Él no creó todo y lo dejó al azar, sino que constantemente supervisa lo que se hace en la tierra y cómo se hace.

En los trece principios de fe del judaísmo vemos también estos tres puntos. También aquí el orden figura tal como en las diez plagas, los cinco primeros nos hablan acerca de D'os y Su existencia, luego otros cinco nos hablan acerca de cómo Él se relaciona con el mundo y el hombre (por medio de la profecía, la Torá, y el décimo principio donde nos dice literalmente que conoce incluso los pensamientos más íntimos del hombre). Luego los últimos tres principios nos hablan acerca de la recompensa y el castigo.

Luego de que estos tres puntos están claros:

1) saber que existe un Ser Único y Superior, de Quien todo depende,

2) saber que Él controla y sabe lo que sucede en la tierra, desde lo que hace hasta lo que piensa el hombre,

3) saber que no existe ninguna otra fuerza fuera de Él, ni siquiera una fuerza del mal, podemos decir que poseemos el nivel mínimo para ser llamados el pueblo de D'os y estar listos, tal como aquella generación, para recibir el legado del Rey, Su voluntad, el manual de la vida, las instrucciones para hacer trascender al hombre y su alma, es decir, la Torá.



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