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Orjot Jaim

Caminos de la vida 2- Orjot jaim

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Orjot Jaim capítulo 2

de Rabenu Asher Ben Iejiel

Para el Segundo Día de la Semana:

Lunes

Estas son las cosas de las cuales debe cuidarse la persona para desviarse de las redes de la muerte e iluminar con la luz de la vida:

1 Alejar al orgullo y al enojo. Y amonesta al instinto del mal que te insita a encaminarte por los caminos de tu corazón. Y no te desvíes hacia sus caminos pues tus caminos son puros y rectos.

Al comienzo de los consejos del primer día, el Rosh ya nos había aconsejado alejarnos del enojo y del orgullo en forma absoluta. Sin embargo, aquí al volver a hablar sobre estos dos puntos, nuestro autor dice que debemos alejar al enojo y al orgullo de nosotros, y agrega que también debemos amonestar a nuestro iétzer hará (impulso del mal). La razón para esta repetición, es que el Rosh quiso agregar un detalle respecto del enojo y el orgullo. Muchas veces podemos llegar a sentir enojo u orgullo, pero al ver claramente que nos estamos equivocando, corregimos nuestras acciones. Pero hay otras veces que el iétzer hará se \"disfraza\" de iétzer hatov (impulso del bien) haciéndonos pensar que en realidad, es bueno y productivo que nos enojemos o que nos enorgullezcamos en determinadas situaciones. Y por eso nuestro autor nos quiso prevenir de caer en ese error diciéndonos que debemos retarlo al iétzer hará y encaminarnos por los puros y rectos caminos de la Torá.

2 De palabras de mentira te alejarás. Y no pronuncies el Nombre de D\'os en vano, y tampoco en un lugar sucio.

El Rosh ya nos había advertido al comienzo de los consejos del día domingo, que debemos alejarnos del engaño y la mentira. Aquí él agrega que también de palabras de mentira debemos alejarnos, y tal vez su intención es enseñarnos que no sólo debemos abstenernos de mentir o engañar a los demás cuando ello le provoca daños a nuestros semejantes, sino que también aunque no causen daño alguno.

3 Quítate el bastón de caña quebrada - el bastón de los hombres, y recatadamente encamínate con tu Creador. Y no hagas que el oro sea la fuente de tu seguridad, pues éste es el comienzo de la idolatría. Y distribuye tu dinero en lo que es Su voluntad, pues Él puede devolver tu faltante y dar alimento a los miembros de tu hogar.

Cuando necesitemos algo de alguien, no debemos confiar en la bondad o la generosidad de esa persona, sino que debemos poner toda nuestra confianza en D\'os y pedirle a Él que nos envíe su ayuda, sabiendo que Él bien sabrá elegir al intermediario que corresponda para realizar efectivamente Su voluntad. Además, el objetivo de nuestras vidas no debe ser acopilar dinero, pues quien confía en su dinero abandona a D\'os, que es Quien realmente tiene el poder de alimentar a quienes carecen de sustento. Es por eso, que nadie debe preocuparse por dar caridad a los pobres o para realizar alguna mitzvá, ya que D\'os siempre puede devolverle a la persona la misma suma de dinero que él desembolsó.

4 Conoce al D\'os de tu padre. Y tus palabras en la balanza de la justicia debes pesar, y pesas justas deberás tener. Y que sea más fácil para ti desembolsar tu dinero que proferir palabras. Y que tu boca no se apresure a proferir cosas malas, hasta que las peses en la balanza de tu inteligencia.

No alcanza con estudiar un poco de Torá, pues la meta es conocer al D\'os de nuestros padres, es decir, como ellos lo conocieron. Además, debemos cuidarnos mucho en lo que hablamos aunque sean cosas buenas. Mucho más debemos cuidarnos si son palabras duras para con nuestros semejantes, ya que las palabras duras no deben ser pesadas con la balanza del sentimiento, sino con la balanza de la inteligencia.

5 El arrepentimiento por tus transgresiones, día y noche no debe faltar. Y el recuerdo de Tzión e Ierushalaim con un corazón quebrantado y con preocupación, y con suspiros y con lágrimas (tampoco debe faltar).

Si la persona recordará permanentemente sus pecados, entonces no volverá a incurrir en ellos. Además, si recordará la destrucción del Templo de Jerusalem, verdaderamente anhelará su reconstrucción.

 




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