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Ser agradecidos

Confiar y ser agradecido

Confianza en D-os Durante los días de la Primer Guerra Mundial había mucho hambre en Jerusalem. Las personas caían en las calles por el hambre. Incluso el Rab Arie Levin, el tzadik de Jerusalem, no tenía comida en su casa, y no tenía medios para alimentar a sus
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Confianza en D-os

Durante los días de la Primer Guerra Mundial había mucho hambre en Jerusalem. Las personas caían en las calles por el hambre. Incluso el Rab Arie Levin, el tzadik de Jerusalem, no tenía comida en su casa, y no tenía medios para alimentar a sus hijos. Él escuchó que uno de los hombres ricos de la ciudad, alguien que ya había ayudado al Rab Arie en el pasado, estaba dando préstamos de dinero. La esposa del Rab Arie le suplicó que vayahasta lo de este hombre e intente conseguir un préstamo. A pesar de que esto iba en contra de la naturaleza de Rab Arie, él se dió cuenta que bajo tales circunstancias no tenía otra opción.

Y así Rab Arie fue a la casa de este hombre, pero para su asombro su requerimiento fue rechazado. Él le pidió al hombre rico una explicación sobre el rechazo a su pedido, pues él sabía que muchos otros estaban recibiendo los préstamos. La respuesta que recibió fue honesta y explícita: "A otros yo debo prestarles dinero, pues ellos saben que yo tengo dinero, y si yo no les doy ellos me odiarán o se vengarán de mi. Pero yo sé que usted es un tzadik y no dañaría ni a una mosca. Y es por eso que estoy seguro que no me causará sufrimiento por causa de mi rechazo, y no tomará venganza ni me odiará".

Esta cruel explicación sobresaltó al Rab Arie, pero de todas maneras él encontró en su corazón lugar para perdonar al hombre, a pesar del hecho de que él no ayudaría al Rab Arie cuando sus hijos estaban hambrientos. Rab Arie regresó a casa y lloró: "¿Señor del Universo, el no tomar venganza y no dañar a las personas, es una razón para morir de hambre?".

Su mujer lo escuchó y lo amonestó diciendo: "Reb Arie, ¿dónde está tu confianza en D\'os? ¿Ha desaparecido?". Y luego ella citó el versículo (Tehilim 146:3) que dice: "No confíes en los ricos, en las personas de las cuales no se obtiene la salvación". Ella le dijo: "tú lo has intentado". Y luego citó otro versículo (Tehilim 55:23): "Tira tu carga a D\'os y Él te sustentará".

En ese mismo día, misteriosamente, llegó desde otro país un sobre para el Rab Arie con una gran cantidad de dinero en su interior.

El Rab Arie Levin, no sólo daba dinero como caridad, sino que también él daba de sí mismo, su fuerza y energía. En el año 1948 el estado de Israel se transformó en un desesperado campo de batalla por la supervivencia en la guerra de la independencia, y Jerusalem se encontró bajo sitio. La ciudad sufría de una severa escasez de comida. Sin embargo, los miembros de los movimientos clandestinos de liberación, asentados en sus puestos militares, estaban llenos de alimentos. Recordando a su rabino (el Rab Arie) quien había hecho tanta bondad con ellos en los días en que ellos estaban encarcelados (bajo el mandato británico), los soldados le enviaban a Rab Arie paquetes de comida para su familia. Sin perder el tiempo, Rab Arie tomaba los paquetes y salía de su casa apresuradamente para distribuir la comida entre todos los vecinos?

El Verdadero Hogar

Una vez cuando el Sr. S. Z. Shragai (el alcalde de Jerusalem de esa época) acompañaba al Rab Arie Levin en un taxi por la ciudad vieja de Jerusalem, el conductor le preguntó a Rab Arie: "¿Dónde queda su casa? ¿Dónde usted vive?". Rab Arie no le contestó. Entonces el conductor le preguntó: "¿Dónde quiere bajarse?". Él le respondió "en tal y tal calle".

Cuando ellos bajaron del taxi, Reb Arie le dijo al Sr. Shragai: "Usted se habrá preguntado por qué yo no respondí cuando el conductor me preguntó en dónde queda mi casa. Usted sabe, desde que mi devota y piadosa esposa ha fallecido, mi casa no existe más. Nuestros Sabios han hablado con mucha verdad, cuando dijeron que la casa del hombre es, de hecho, su mujer (Iomá 2a). Es por eso que me quedé callado? Cuando él me preguntó dónde yo quería bajarme, entonces pude responder".

 

Ser Agradecido

Una vez, un hombre le preguntó a su Rabino la siguiente pregunta: "¿Cómo es posible que una persona cumpla con lo que nuestros Sabios dijeron en el Talmud: \'una persona debe agradecer a D\'os por lo malo de la misma manera que lo hace por lo bueno\'(Berajot 33b)? ¿Cómo es que una persona que no tiene comida para él o para su familia, que no tiene ropa para vestir y que no tiene ningún lugar para vivir puede agradecer a D\'os como lo hace un hombre rico, cuya casa está llena de todo, y que puede tener todo lo que desee?".

El Rabino le contestó: "Yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Pero nosotros tenemos en nuestra ciudad un verdadero tzadik (justo), alguien que casi no tiene que comer, que duerme sobre un banco duro en la sinagoga local y que no tiene zapatos para vestir y su mujer e hijos reciben ayuda de la comunidad; sin embargo, él sirve a D\'os con felicidad. Él bendice a D\'os cada día, y siempre está agradecido y lleno de alabanzas hacia Él. Yo creo que esa es la persona que le podrá decir cómo uno puede agradecer a D\'os por lo malo así como lo hace por lo bueno".

El hombre escuchó el consejo del Rabino y fue a buscar a este tzadik para pedirle que le explique las palabras de los Sabios. Para su sorpresa, el tzadik le respondió: "Usted sabe, yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Yo no soy el indicado para contestar su pregunta, pues a mi me parece que nunca tuve un mal día en toda mi vida; no me falta nada y D\'os ha sido bueno conmigo siempre!".



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