Sara bat Yojeved
Los ayunos, las 3 semanas y el 9 de Av

Construcción y no Destrucción

Cómo podemos hacer para sentir la destrucción del Beit Hamikdash. Cómo podemos extrañar algo que no hemos conocido. Cómo podemos añorar su reconstrucción si nunca vivimos su esplendor. Esta escrito en jazal - nuestros sabios- que todo tiempo que el
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Cómo podemos hacer para sentir la destrucción del Beit Hamikdash. Cómo podemos extrañar algo que no hemos conocido. Cómo podemos añorar su reconstrucción si nunca vivimos su esplendor.

Esta escrito en jazal - nuestros sabios- que todo tiempo que el Beit Hamikdash no se reconstruye, es como si se destruyera en esta generación.  Dicen nuestros sabios que debemos sentir el dolor como si hoy mismo fuera su destrucción. Tenemos que recapacitar muy bien cuales fueron las causas de su destrucción, y tratar de hacer lo posible desde nuestro humilde lugar, para repararlas. Si cada uno de nosotros hiciera un poquito, seguramente Hashem” con su gran misericordia y su inmenso amor, traería la redención en un abrir y cerrar de los ojos.

¿Por dónde empezar? En primer lugar, debemos tratar de leer lo mas posible sobre la grandeza de esa época. Sobre todo lo que Beit Hamikdash implicaba. Pero esto solo no basta. Luego, debemos hacer un jeshbon hanefesh, una verdadera introspección y rendición de cuentas personal, para saber verdaderamente donde estamos parados. Para asegurarnos verdaderamente que si hoy tuviéramos Beit Hamikdash, éste no se destruiría nuevamente por nuestros actos.

La causa principal de la destrucción del segundo Beit Hamikdash fue el “odio gratuito”.

¿Acaso hay alguno solo de nuestros lectores que pueda afirmar que no siente antipatía por alguien o por algún grupo, sin llegar a decir odio? ¿Cuantas veces nos disgustamos por alguien que ni siquiera conocemos, solo porque no nos cae simpático? ¡Ni siquiera le damos la oportunidad! Cuantas veces “no tragamos” a alguien porque si no mas. Sin ninguna causa. Y aunque tengamos alguna causa, ya dijeron nuestros sabios “No odiaras a tu hermano en tu corazón” En tu corazón, aunque no lo explayes, aunque nunca nadie se entere. A tu hermano, todo am Israel somos una gran familia. En toda familia hay distintos tipos de personas, con distintas ideologías, distintos sentimientos, distintas aspiraciones.

Puede ser que no compartamos muchas de estas ideas, que estemos en contra de muchos de estos ideales, podemos negarnos a imitarlos, pero de allí a sentir ODIO, muchas veces hay una línea imperceptible, casi ni nos damos cuenta.

¿Usted piensa que Hashem está de acuerdo con todo lo que nosotros pensamos, ni que hablar de los que hacemos? Sin embargo, su amor es incondicional, nunca nos cierra la puerta del retorno. Nunca nos deja a la deriva. Siempre esta esperando un acercamiento de nuestro lado, una insinuación de que queremos su amistad, su cercanía. Tenemos que imitar a Di-s, no despreciar a ninguna persona, darle siempre una nueva oportunidad, terminar con estos sentimientos tan feos que nacen desde lo profundo de nuestro corazón, y darle lugar a la aceptación y al perdón.

Imagínense por un instante que mundo mucho mejor podemos llegar a construir entre todos, vale la pena el esfuerzo.

Todos tenemos alguna persona en especial que no nos cae bien, intentémoslo con toda nuestra neshama, y veremos como empiezan a surgir sentimientos de empatía, busquemos sus virtudes, todos las tenemos, ayudemos entre todos a traer la redención final, pronto en nuestros días.



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