El Niglé y el Nistar
¿Qué es la Kabalá?
¿Cuándo Estudiar Kabalá?
¿Quién puede Estudiar Kabalá?
Si hay algo que llama la atención de las personas en esta generación más que en otras que la precedieron, es todo lo oculto, lo esotérico. Y realmente, el judaísmo tiene algo para ofrecer en este campo, pues como todos nosotros sabemos, además de la enorme cantidad de información, sabiduría y contenido que en su forma simple la Torá, el Tanaj (la Biblia), el Talmud y todos los Midrashim encierran, nuestra cultura también comprende una parte más reservada y mas profunda, para aquellos que han llenado su conocimiento con los textos sagrados, que pueden recibir de un maestro versado en esta sabiduria, la kabala o Jojmat HaEmet.
Apesar de que la mayoría de las personas admiten que desconocen qué es la kabalá, de todas formas ellos creen que saben por lo menos cuál es su definición. Pero al hablar con la gente, uno fácilmente puede comprobar que la versión que en general se posee acerca de lo que es la "kábala" (según ellos), es una faceta infantil, laica y hasta no judía del judaísmo. En esta oportunidad, intentaremos acercar a nuestros estimados lectores a un entendimiento más claro dentro de este tema tan importante.
El Niglé y el Nistar
En un aspecto determinado no existe diferencia alguna entre la llamada kabalá y el resto de la Torá conocida y tradicional que los judíos deben estudiar.
El PARDES -Peshat, Remez, Drash, Sod- son los cuatro niveles generales de interpretación de la Torá –cada uno con un distinto nivel de profundidad. A los sabios de cada generación se les ordenó que revelen, transmitan y difundan en forma abierta solo tres de ellos. El cuarto camino, el SOD, el secreto que oculta la Torá está prohibido difundirlo a todo el pueblo, sino solamente a las personas que ya hayan profundizado lo necesario en los primeros tres y se encontraren en el nivel espiritual requerido como para comprender correctamente este último.
Como escribimos en nuestro texto: "Introducción al Estudio de la Torá":
"Cada uno de estos cuatro sistemas interpretativos de la Torá frecuentemente son llamados "el Pardés", pues la palabra pardés (huerto) está formada por las cuatro letras iniciales de los cuatro caminos interpretativos de entendimiento de la Torá. La "pe" es la letra inicial de la palabra peshat (literalidad), y hace alusión al entendimiento simple y literal del texto. La "resh" es la inicial de la palabra rémez (insinuación) y se refiere a un nivel de comprensión en donde las palabras y las letras son elementos que no necesariamente deben ser entendidos literalmente, sino que vienen a insinuarnos acerca de otras ideas y enseñanzas. La "dálet" es la inicial de la palabra derash (interpretación) y hace referencia a un camino interpretativo no siempre literal, donde muchas veces distintas palabras o letras aparentemente innecesarias para la comprensión del texto, nos vienen a enseñar detalles del mismo que no están escritos claramente. Asimismo, otras enseñanzas son deducidas cuando en el texto bíblico, aparentemente, faltan letras o palabras que nosotros hubiéramos pensado que deberían estar escritas. Además, algunas veces aparecen letras escritas en un tamaño mayor o menor que el normal, y esto también es interpretado por nuestros Sabios. Aún más, en algunos lugares del Tanaj (Biblia), la tradición oral nos enseña que ciertas palabras deben ser leídas en forma distinta a como aparecen escritas en el texto (y en estos casos, en los libros impresos se escribe la palabra original como realmente aparece escrita y se aclara que debe ser leída en forma distinta)".
Al conjunto de estos tres caminos (peshat, rémez y derash) se los conoce generalmente como el "niglé", es decir, la parte de la Torá descubierta y revelada a la generalidad del pueblo de Israel.
Pero el cuarto camino, es representado por la letra "sámej" de la palabra "pardés", que es la inicial de la palabra sod (secreto), pues este camino de entendimiento esotérico y místico, encierra los grandes secretos de Di-s y de la creación del mundo. Este camino también es llamado "nistar" (oculto), ya que como explicamos, el acceso de la mayoría de las personal al mismo es limitado. Asimismo, se lo conoce como "jojmat haemet", "jojmat hajén", entre otros nombres.
¿Qué es la Kabalá?
La palabra "kabalá" significa "recepción" (lekabel = recibir). Este vocablo no necesariamente está ligado con la mística. Por ejemplo: 50 días después de que el pueblo de Israel salió de Egipto tuvo lugar lo que se denomina: "kabalat haTorá", es decir la recepción de la Torá en el monte Sinai, y es por eso que todos los años el 6 de Siván festejamos la fiesta de Shavuot.
Asimismo, la Mishná al comienzo del Tratado de Avot nos relata: "Moshé recibió ("kibel") la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, e Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea…", y a eso se lo llama el "séder hakabalá", es decir el orden mediante el cual los Sabios de las distintas generaciones fueron recibiendo de sus antecesores toda la tradición oral que D'os le reveló a Moshé y que nos ayuda a comprender correctamente la Torá escrita.
Y así también ocurre con "la kabalá". Cuando nos referimos a esa parte oculta del judaísmo la llamamos kabalá porque ella no es el producto de la imaginación de alguna persona, sino una parte integral e inseparable de la Sabiduría Divina, que junto con el resto de las enseñanzas más o menos conocidas por nosotros, el Creador ha entregado y entregará a aquellos que estuvieron y estarán preparados para recibirla.
Entre la bibliografía básica que se dedica al estudio de la kabalá se encuentran el Séfer Ietzirá, Séfer Habahir, Séfer Hazóhar, todos los escritos del Arizal (Rabí Itzjak Luria, 1534 - 1572) y su alumno Rabí Jaim Vital (f. 1620).
Estudiar kabalá significa adentrarse en un área de estudio donde no se usa el mismo lenguaje que es usado en otros ámbitos. Incluso alguien que sabe bien los idiomas hebreo y arameo, al abrir un libro de kabalá y leer la primer línea, fácilmente se dará cuenta de que cada término es usado con una connotación distinta a la habitual… y a la tercer línea se dará cuenta de que no entiende nada de lo que allí está escrito.
La kabalá toca temas tan diversos como profundos. Ella nos explica que cada cosa material de este mundo tiene detrás de sí un concepto espiritual. También trata acerca de la esencia de los mundos espirituales, la reencarnación, el cambio espiritual que provoca el cumplimiento de cada mitzvá. Además, la kabalá nos explica por qué Di-s creó al hombre y para qué vinimos al mundo, qué diferencia existe entre el pueblo de Israel y el resto de los pueblos del mundo, etc.
Estos temas así como muchos otros que también son tratados de alguna forma por el judaísmo "convencional", son tratados por la kabalá en otro plano completamente distinto. Entender la kabalá es comprender cómo Di-s, que es Infinito, se "contrajo" de alguna manera, para crear un mundo finito y limitado. Quien estudió kabalá puede comprender cómo el Creador le da vida a toda la existencia…
Cabe aclarar que existen distintos métodos de estudio que no están necesariamente relacionados con la kabalá, ya que también el camino interpretativo llamado el rémez (insinuación) suele usar estas técnicas.
Por citar algunos ejemplos podemos recordar lo que algunos llaman Gematria –numerología- es decir el hecho de que las letras del alfabeto hebreo representan valores numéricos, pudiéndose relacionar entre sí palabras de igual valor numérico mediante distintos métodos de adición. Estudiar el valor numérico de una palabra - "guematriá" - no es precisamente kabalá.
Asimismo, podemos hablar del "notarikón", es decir que una palabra determinada podría representar la sigla de otra frase, por ejemplo: la palabra "AMéN", (conformada por las letras alef, mem, nun) que significa "creo en eso" o "así sea", puede ser considerada la sigla de la frase "El Mélej Neemán", que significa: "Di-s, Rey confiable".
Y lo mismo debemos concluir respecto de todos los sistemas que relacionan a las letras entre sí agrupándolas de una forma o de otra, o en un orden determinado o en otro. Todos estos sistemas de estudio son muy usados también en el camino interpretativo llamado el rémez y las personas no deben creer que al estudiar Torá mediante estos sistemas necesariamenteestán estudiando kabalá.
¿Cuándo Estudiar Kabalá?
Para contestar a este interrogante transcribiremos aquí (en traducción libre) algunos párrafos del libro de Preguntas y Respuestas "Iejavé Dáat" (parte IV, cap. 47) de un renombrado Rabino de nuestra generación que se ha abocado al tema:
Pregunta: ¿Cuál es la opinión de la Torá respecto del estudio y la difusión de la kabalá en forma masiva?
Respuesta: Los grandes cabalistas Rabí Jaim Vital (alumno del Arizal, f. 1620) en la introducción a su libro "Shaar Hahakdamot", Rabí Moshé Cordobero (f. 1570) en el libro "Or Neerav" (parte I cap. 6 y parte III cap. 1) y el gran Rabí Ieshaihu Orowitz (f. 1630), en su libro "Shené Lujot Haberit" (parte I, Asará Maamarot 29b), escribieron que sólo tiene permitido estudiar kabalá quien sea un sabio de la Torá, es decir, alguien que realmente tiene veneración del Nombre de D'os, y que ya sabe muy bien todas las partes del judaísmo, como ser la Torá, el Tanaj (Biblia), el Talmud y todas las leyes, y también las cumple.
Y así ha sido codificado en el gran código legal "Shulján Aruj": la persona no debe estudiar kabalá hasta que no sepa bien el resto de la Torá como ser la Mishná, el Talmud, etc. (Ramá Ioré Deá 246:4).
Véase además, lo que ha escrito Rabí Moshé Iserles (1540 - 1573) en su libro "Torat Haolá":
"Todavía no he encontrado en esta generación una persona que sepa realmente kabalá, pues a pesar de que muchas personas de entre los mediocres del pueblo se dedican a estudiar kabalá por cuanto que ella es llamativa, la kabalá verdaderamente es muy difícil de entender sin un maestro que la enseñe (después de que él mismo la haya recibido de otro). Aún más, incluso personas de trabajo que no saben nada de Torá y se encaminan todos sus días por la oscuridad, que ni siquiera saben los comentarios de Rashí sobre la parashá de la semana se ponen a estudiar kabalá, y no sólo eso sino que enseñan kabalá en público!!! Sin lugar a dudas ellos deberán rendir cuentas delante de D'os por ello" (parte 3 cap. 4).
También el Maharshá (Morenu Harav Rabí Shelomó Aidels, 1555 - 1632) escribió que hay que quejarse y exclamar en contra de aquellos que enseñan kabalá en público a personas que no llegaron al nivel necesario para comprenderla (Jaguigá 13a, véase también Maharshá Kidushín 71a y Maharshá mahadurá batrá Shabat 119b).
Además, Rabí Abraham Dantzig (f. 1820) en su libro "Jaié Adam" (10:12) y el Gaón Rabí Eliahu de Vilna (f. 1797) en su comentario sobre el libro de los Proverbios (21:17) escribieron que es inconcebible que la persona estudie kabalá si todavía no conoce bien todas las leyes de la Torá.
Por otro lado, para estudiar kabalá la persona debe santificarse y purificarse tanto en su cuerpo así como en sus pensamientos. Es por eso que el gran cabalista Rabí Meir Papiras en el libro "Or Tzadikim" (cap. 22, 30) escribió que quien no esté casado tiene prohibido estudiar kabalá, y así también escribieron Rabí Jaim Palaggi (f. 1868) en su libro "Torá Vejaim" (Maaréjet Kof, 259) y Rabí Iaakov Jaim Sofer (1870 - 1939) en su libro "Kaf Hajaim" (155:12).
Respecto de la responsabilidad que conlleva el estudio de la kabalá encontramos que el autor del libro de preguntas y respuestas "Shoel Venishal" en nombre de los cabalistas escribió que quien no ha profundizado en su estudio del Talmud y aún no ha aprendido a estudiar la Torá como corresponde, fácilmente llegará a equivocarse al estudiar kabalá, y al entender erróneamente los conceptos corre el peligro de llegar a causarse a sí mismo un grave daño espiritual (parte V, Ioré Deá cap. 118).
Además, el mismo Rabí Jaim Vital en la introducción al libro "Séfer Hahakdamot" ha escrito que así como denota la palabra "kabalá", que significa "recepción", el alumno debe estar completamente seguro de que el maestro es un gran sabio de la Torá, que tiene un buen renombre, que tiene buenas cualidades como persona, y que además conoce a la perfección todos los secretos de la kabalá.
En conclusión: Solamente quien haya estudiado muchos años la Torá y el Talmud, y cumpla los mandamientos de Di-s y todas las leyes del Shulján Aruj con verdadera veneración del Nombre de D'os puede comenzar a dedicarse al estudio de la kabalá estudiando con un maestro que sea un gran sabio de la Torá en todos los aspectos y esté coronado con buenas midot (cualidades). Y por supuesto que está prohibido llamar a las personas en forma masiva y pública para que vayan a estudiar kabalá, y con mucha más razón si los que la enseñan no son renombrados Rabinos sino "Doctores o Profesores de kabalá" que ni siquiera cumplen los mandamientos de Di-s. La regla general es que quien habla mucho de kabalá realmente no sabe nada del tema, pero quien verdaderamente sabe de kabalá no habla de eso con otras personas.