Rav Salomón Michan
Para Reflexionar Juntos

Destinado

Todo ya está destinado Está escrito en el Talmud: “Todo el sustento de la persona está destinado desde Rosh Hashaná hasta el siguiente Rosh Hashaná,[1] menos los gastos de Shabat, de Yom Tob y mandar a los hijos a estudiar Torá. Si la persona gasta
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Todo ya está destinado

Está escrito en el Talmud: “Todo el sustento de la persona está destinado desde Rosh Hashaná hasta el siguiente Rosh Hashaná,[1] menos los gastos de Shabat, de Yom Tob y mandar a los hijos a estudiar Torá. Si la persona gasta en estos detalles, no se le descuentan de lo que tenía destinado”.[2]

Vemos de esto que lo que le toque a la persona nadie puede quitárselo, ya que del Cielo se le decretó que lo tendrá.

En una ocasión, la moneda de Israel se devaluó mucho y toda la gente estaba preocupada, ya que su dinero ya valía menos que antes y estaban inquietos por su sustento día a día.

La hija de Itzjak Zev Solovetchik (Hagri´z Halelví) (1886-1959) fue con su padre a preguntarle qué iba a pasar con la situación del país, ya que la moneda se había devaluado tanto. Le dijo su padre que no se preocupara, ya que el Talmud y el Rambam escriben que “todo el sustento (mazón) de la persona está destinado desde Rosh Hashaná hasta el siguiente”. Es decir, está destinado “cuánto sustento” la persona ganará, no “cuándo dinero” ganará; por eso no hay diferencia si la moneda se devalúa o incluso sube su valor, a final de cuentas.[3]

 

El experimento dentro del mar

Se hizo un experimento dentro del mar, que demuestra precisamente lo que estamos hablando.

Como todos podemos entender, y la lógica lo dice, los peces grandes se comen a los más pequeños que ellos. El pez grande persigue por detrás al pequeño y, cuando lo alcanza, se lo traga. Conforme a esto, la lógica diría que la cola del pez tragado, que se encuentra dentro del pez grande, está del lado de la cola del pez grande, e igualmente la cabeza del pez grande, del lado de la cabeza del pequeño.

Se hizo una investigación y se abrió el estómago del pez grande; se encontró lo contrario: la cola del pez pequeño se encontraba del lado de la cabeza del grande.

De aquí podemos aprender, que, aun cuando el pez grande quiera tragar a un pez en especial, al final no traga a éste, sino al que Dios tenía destinado ser tragado.

Igualmente pasa con la persona: todo lo que Dios nos manda ya está destinado desde Rosh Hashaná, hagamos lo que hagamos.[4]

 

Igual te iba a llegar; hazlo de forma permitida

Contaron al Jafetz Jaim que dos Yehudim habían robado un banco y que uno logró escapar con el dinero y el otro fue llevado a la cárcel. El Jafetz Jaim, al escuchar esto, comenzó a llorar por el que logró escapar. Lo lógico sería que llorara por el que quedó encerrado; pero el Jafetz Jaim tenía otra visión de vida y visión de la Torá.

El Jafetz Jaim explicó: “El que fue atrapado y llevado a la cárcel, le tocaba ese castigo por el pecado y error que cometió. Pero el que logró escapar con el dinero, seguramente tenía destinado tenerlo, pero, ¡qué lástima que tomara ese dinero de forma prohibida, ya que si ahora lo tiene, seguramente le iba a llegar de una forma permitida!”.

Cada uno de nosotros, tiene destinado exactamente lo que debe tocarle. ¡Lástima de la persona que toma el dinero de manera prohibida, ya que igual iba a llegarle de manera permitida! Y aparte de eso, cuando la persona roba o comete actos indebidos, está traspasando una ley (o varias) de la Torá.

 

 

[1] Por eso la persona no puede gastar más de lo normal, ya que su dinero está limitado a lo que le destinaron en Rosh Hashaná (Rashí).

[2] Masejet Betzá 16a (según la explicación del Baj y del Rif).

[3] Midot Vehanahagot Tobot, Rab Yejiel Stern, pág. 475.

[4] Yalkut Lekaj Tov, Perashat Vayakhel 35:2.



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