Tisha Beav
Estimados amigos: Con el atardecer del 9 de Av, comienza el día mas nefasto y triste de la historia del pueblo judío.
En él, entre otras cosas nos lamentamos y lloramos por que en este fatídico día fue destruido el primer Gran Templo de Jerusalem, (Beit Hamikdash) construido por el rey Salomón. También en este nefasto día fue destruido el Segundo Gran Templo de Jerusalem y los judíos fueron llevados prisioneros por los romanos para ser vendidos como esclavos o puestos en las arenas del coliseo, para morir a manos de gladiadores o fieras hambrientas y de esa forma “divertir” a la muchedumbre.
En este desdichado día fue destruida también la gran ciudad de Beitar, la cual albergaba la mayor concentración de judíos que aun quedaban en Judea. De esta manera culminó “nuestra vida” en la Tierra Prometida, y tuvimos deberemos esperar cerca de 2000 a años antes de regresar.
El decreto final de la maldita inquisición, daba como fecha última de partida para los judíos del reino de Castilla y Aragón, una fecha que coincidía con nefasto día de 9 de Av.
La fecha de implementación de la macabra Solución Final del miserable adolf hitler-yemach shamó vezijró, correspondería a la fecha hebrea del 9 de Av.
Por todas estas penas el pueblo judío se sume en duelo, aflicción y ayuno en este adverso día. La salida al exilio con la pérdida de nuestro Santuario y autonomía nacional, se convirtió en la piedra angular y principio de todas las desgracias que nos acaecieron a lo largo de la historia.
Pera tal vez la tragedia mas grande que sufre nuestra generación, es la falta de conciencia de la catástrofe que significa para el judaísmo haber perdido su Santuario… Es como aquel que al vivir en las penumbras de un calabozo, se olvida la luz y la belleza de sus colores. Como un niño al cual su padre le quita esas esplendidas vestimentas que le había otorgado por que no supo ponderarlas, para que de esa manera aprenda a cuidarlas y valorarlas, pero el niño, lejos de extrañarlas y desearlas, desvía su atención hacia otra cosa olvidándose por completo de su ropaje especial.
A continuación, citaremos dos testimonios. Uno acerca de la maldad de la Inquisición y otro sobre la brutalidad del Holocausto.
Sobre la inquisición
Leamos a sus propios voceros, los "memoranda" de la inquisición, donde los notarios oficiales registraban fielmente cada grito, cada exclamación y cada queja de las victimas procesadas por presunto o real judaísmo, como el proceso en 1568 contra una mujer detenida por no comer carne de cerdo y cambiarse de ropa los días sábados.
"Se ordeno que fuese acostada en el potro. ella pregunto 'Señores: ¿Por que no me dicen lo que tengo que decir?
... ¡Sáquenme de aquí! ...¡Hice "eso"!, ¡Lo hice!'. -¿Que hiciste? – No recuerdo ¡Sáquenme de aquí! Hice lo que los testigos dicen que hice. Le pidieron que explicara con detalle que dijeron los testigos. -¡Señor, usted lo sabe! Señores, por el amor de D"s tengan piedad de mi...!¡Quítenme estas cosas de mis brazos! ¡Señor! ¡Suéltenme... me están matando! ¡Déjenme ir! "...Y luego los dichos señores inquisidores... visto que la susodicha se negaba, pronunciaron la sentencia siguiente:
'Invocamos en el nombre de ---...'que la debemos condenar al... tormento... para que diga la verdad y... si en dicho tormento muriese o fuese lisiada, o se siguiere efusión de sangre o mutilación de miembros, ¡sea a su culpa y cargo y no a la nuestra...!
Fue mandada llevar a la cámara de tormento ... seria las nueve dadas de la mañana... se le amonesto a que diga la verdad... y dijo que no estaba en falta alguna... y fue mandada desnudar... la acostaron y la ataron por los pies... y los brazos Se ordeno que fueran apretados los garrotes... Como la victima no confesaba, "Fue mandado dar la segunda vuelta, y estándosele apretando la segunda vuelta... se quejaba diciendo '¡Ay! ¡Ay!' y se fue callando... y cerca de dar las diez de la mañana se quedo desmayada, y se le hecho un poco de agua... y no volvió en si, por lo cual los... séniores inquisidores dijeron que suspendían el dicho tormento, para repetirlo cuando les pareciese y los dichos señores se retiraron de la cámara y yo, el infrascripto notario, me quede con el alcalde Joan de Uturgoyen y el verdugo y un negro que lo ayudaba, y quitaron de la dicha cincha a la doña y la echaron a un estradillo... de suerte que pudiese ser puesta en cincha (nuevamente)... y no volvía en si... y aunque me estuve hasta las once del día, no volvió en si, sino estaba sin pulso alguno, los ojos quebrados, los labios de boca cárdenos, el rostro y pies fríos y aunque se le puso un espejo por tres veces encima del rostro, salía tan limpio como cuando se le ponía, de suerte que por todas las señales que tenia mujer era al parecer de estar naturalmente muerta, y doy fe... y el resto del cuerpo se le iba enfriando y el lado del corazón no hacia movimiento alguno... y todo esto paso ante mi, Joan Castillo de Benavidez, notario, y José Toribio Medina".
Notas:
Un relato del Holocausto
Desde su escondite en el ghetto de Varsovia:
"Tengo tres botellas de gasolina. Son tan preciadas para mi como el vino para el borracho. Éramos doce en esta habitación al empezar la rebelión. Durante nueve días, combatimos al enemigo.
Mis once compañeros cayeron, murieron valientemente en la batalla incluyendo al pequeño de cinco años que vino aquí solo sabe D-s como, que ahora yace muerto cerca de mi luciendo en su cara una sonrisa como la de los niños que sueñan pacíficamente. También este niño murió con la misma calma ética que sus camaradas mayores. "Escribo estas líneas recostado en el suelo, alrededor mío yacen muertos mis camaradas. Al menos que mi cara sea comida por las llamas, una sonrisa similar a la de ese niño podría quedar grabada en ella después de mi muerte…
Mientras tanto, aun vivo, y antes de morir, quiero hablar a mi Señor como un hombre viviente, una simple persona viviente que tuvo la grande pero trágica suerte de ser judío. Estoy orgulloso de ser judío, no a pesar del trato que el mundo nos dispensa, sino precisamente debido a este trato. Me avergonzaría pertenecer al pueblo que engendro y crio a los criminales responsables de los hechos que se han perpetrado contra nosotros. Estoy orgulloso de ser judío, porque es un arte ser judío, porque es difícil ser judío. No es ningún arte ser ingles, americano o francés; puede que sea mas fácil, mas comodo ser uno de ellos, pero no es mas honorable.
Si, es un honor ser judío, soy feliz de pertenecer al pueblo mas infeliz del mundo, cuyos preceptos representan lo mas elevado y bello de la moralidad y de las leyes. Se nace judío tal como se nace artista, es imposible renunciar a ser judío. Este es nuestro atributo divino que nos convirtió en pueblo elegido. Creo en Ti, D-s de Israel, a pesar de todo lo que has hecho para que no creyese mas en Ti. Creo en Tus leyes aun cuando no puedo comprender Tus acciones. "La muerte no puede esperar mas, desde los pisos encima de mi, el tiroteo se debilita a cada minuto que pasa, los últimos defensores de esta fortaleza están cayendo, y con ellos caen y perecen los Jasidim, judíos de Varsovia, temerosos de D-s. El sol se esta poniendo, en una hora mas a lo sumo estaré reunido con el resto de mis hijos y de mi familia, y con los millones de miembros de mi pueblo que sucumbieron, en ese mundo mejor en el que ya no habrán mas dudas. "Te he seguido aun cuando me has rechazado, he seguido Tus mandamientos aun cuando me has castigado por ello, Te he amado y Te amo aun cuando me has arrojado a la tierra, torturado hasta la muerte y convertido en objeto de vergüenza, de menosprecio y de ridículo. Y estas son mis ultimas palabras hacia Ti, mi airado D-s: has hecho todo lo posible para hacerme perder mi fe en Ti, pero muero exactamente como he vivido, gritando: '¡Shema Israel, Hashem Elokeinu, Hashem Ejad!' ", escribió Yosef hijo de David Racover de Tarnopol, un jasid del Rabino de Gur y descendiente de las piadosas y grandes familias de Racover Meitzer, desde su Bunker del ghetto de Varsovia, el 23 de Nisan de 5703 - 28 de Abril de 1943.
A modo de conclusión y consuelo
Relata el Talmud que en cierta ocasion, Rabi Akiva estaba con otros Sabios frente a las ruinas del Bet HaMikdash. En eso, vieron a un zorro que salía del lugar donde había estado situado el Santuario. Los Sabios lloraron y Rabi Akiva rio. Los sabios le preguntaron: "¿Akiva, por qué ríes?" A lo cual el respondió: "¿Ustedes por qué lloran?" Ellos aludieron al cuadro tétrico que acababan de presenciar. A lo cual les Rabi Akiva les respondió: Quien hizo cumplir los vaticinios nefastos de los profetas, hará que se cumplan de la misma manera, todas las profecías benévolas.
Que se cumplan sus palabras pronto en nuestros días. Amen.