Rav Nissim Bahar z\"l
Pesaj

Elegimos ser libres

Otro aniversario, si, paso otro año, conmemoramos nuevamente el levantamiento del Gueto de Varsovia. No entendemos mucho que simboliza este hecho si pensamos que al final de cuentas la fuerza bruta y el odio de los alemanes nazis hacia los "rebeldes judíos" terminó con
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Otro aniversario, si, paso otro año, conmemoramos nuevamente el levantamiento del Gueto de Varsovia. No entendemos mucho que simboliza este hecho si pensamos que al final de cuentas la fuerza bruta y el odio de los alemanes nazis hacia los "rebeldes judíos" terminó con ellos. Fue un puñado de hombres que quisieron mostrarle al mundo que la opresión física no es el final de la libertad. Fue este un grupo de idealistas que querían mostrar que el espíritu judío es imbatible.

En hebreo hay dos palabras que desgraciadamente son traducidas de la misma forma, "JERUT" y "JOFESH". Sin embargo cada una de estas palabras tiene un significado distinto. En este corto ensayo no podemos explicar cada termino completamente, sólo diremos que JERUT se refiere a un tipo de "libertad" emocional y/o espiritual, sin embargo el termino JOFESH se refiere mas a lo físico. En otras palabras una persona puede estar encarcelada pero sus pensamientos son de un hombre libre. Mas aún en La Hagada de Pesaj que relata nuestra liberación de Egipto no aparece el termino JOFESH, siempre la libertad esta conectada con la palabra JORIN o JERUT.

PESAJ EN UNO DE LOS CAMPOS NAZIS

Personas de diferentes orígenes, se encontraban detenidas en una gran barraca por distintos cargos. Entre ellas se hallaba un venerable rabino con barba blanca como la nieve que había sido descubierto por los nazis en el momento que enseñaba la Torá a sus discípulos en un lugar escondido. También habían polacos no Judíos que habían sido sorprendidos fuera durante el toque de queda, otros que habían faltado respeto a los alemanes, y muchos otros sospechosos.

La barraca estaba construida bajo tierra y reinaba siempre la oscuridad sin saberse si era de día o de noche. Los presos estaban siempre sometidos a un trato cruel. Súbitamente, de la oscuridad, resonó la voz del anciano rabino:

"Moadim Lesim?ja", feliz fiesta, Judíos ! ¿Por qué permanecéis silenciosos? Es noche de Pesaj!

Todos los presos respetaban al Rabino, aun los que no eran judíos. Como decía diariamente sus oraciones, conocía bien la cuenta de los días y cuando era Shabbat. Toda la Torá estaba grabada en su corazón. Sus palabras, sin embargo sorprendieron esta vez a todos. Uno de ellos replicó irónicamente:

"¿Por qué no se prepara la mesa para el Séder, con las cuatro copas y las Matsot"

Sin turbarse, contestó el Rabino:

\"Hermanos Judíos, os invito a todos. Yo conozco la Hagadá de memoria. A pesar de que no disponemos de nada, recitemos \"Ma Nishtaná\". ¿Por qué es diferente esta noche de las demás noches? Pero, ¿cómo empieza la Hagadá?: \"Este año aquí, el año venidero en tierra de Israel. Este año aquí, en calidad de esclavos, el año venidero seremos libres en tierra de Israel.\" ¡Escuchad! Esta esperanza no la inventamos en esta barraca. Con ella hemos vivido siempre, afirmando que en el fondo no somos esclavos. Sólo es esclavo aquel que se da ese título.

Todos los presos, judíos como no judíos, religiosos como no religiosos, se reunieron alrededor del Rabino que los magnetizaba con sus ardientes palabras. Escogieron un lugar en la barraca para organizar un Séder circunstancial y se sentaron todos los Judíos sobre sacos. No existía ningún signo de fiesta, ni tampoco una vela. Sólo les animaba la voz alegre del Rabino que recitaba:

"Fuimos siervos del Faraón de Egipto".

Todos le acompañaban olvidándose de su estado. De repente fueron interrumpidos por los presos no Judíos molestos por esta ceremonia o bien ofendidos por no haber sido invitados a unirse a ellos. Algunos se levantaron irritados diciendo:

"¿Como tenéis la osadía de actuar de esa forma 

Y antes que los Judíos pudiesen responderles, corrieron afuera para acusarlos llamando a los alemanes. Una tropa de soldados apareció.

"¡Malditos Judíos! ¿Que significan esos cantos? ¿Acaso no sabéis que mañana os espera la muerte?.

El jefe de los militares se dirigió al polaco que más había protestado, en estos términos:

"Te designo para vigilar a todos los detenidos. Estoy ocupado ahora, pero mañana tendréis noticias mías". Luego dirigiéndose al anciano, dijo:

"Me ocuparé en primer lugar de ti\", saliendo y cerrando tras él la puerta con violencia.

Después de unos momentos de silencio, se escuchó una voz de llanto:

"¡Miserable! gritó uno de los detenidos dirigiéndose al nuevo vigilante. Has sido nombrado guarda de condenados a muerte"

Después de un nuevo silencio, este último dijo en tono de arrepentimiento:

"Está bien, haced lo que os place y seguid rezando. Sólo quisiera enterarme de lo que estáis recitando con tanto ardor.

"De acuerdo, respondió un joven. El Rabino cantará la Hagadá y yo la explicaré en polaco.

El Rabino prosiguió y todos los Judíos sin excepción le acompañaron en el mismo tono: "Esa promesa sostuvo a nuestros antepasados y ahora a nosotros. Pues no solamente uno se alzó contra nosotros para exterminarnos, sino que en cada generación se alzan con el objeto de aniquilarnos, pero el Santo, Bendito Sea, nos salva de sus manos\". Enseguida, tradujo el joven en polaco: Esta promesa divina sostuvo siempre a los Judíos en los tiempos más duros de su cautiverio, "pues no solamente uno": no solamente un Hitler se alzo para exterminarnos, sino que en cada generación se alzan enemigos para eliminarnos del mundo.

"También nosotros los polacos, estamos rodeados de enemigos\" dijo aquel no judío ya completamente transformado, aprendamos a tener esperanza como estos Judíos. Ahora todos los presos de la barraca estaban sentados juntos mientras el Rabino continuaba recitando la Hagadá.

De vez en cuando comentaban los gentiles ¡Cuánto se asemeja este relato a los acontecimientos de estos tiempos!

"Sangre y fuego y columnas de humo", recitaba el Rabino. El joven explicaba: De todo el poderío del Faraón, ¿qué quedó? ¡Sangre, fuego y columnas de humo!

Al finalizar la Hagadá, el Rabino cantó una poesía popular de los antiguos Jasidim en lengua polaca intercalando palabras en hebreo, que poco o poco todos fueron aprendiendo, entonando el estribillo en un tono melodioso que se propagaba de boca en boca por toda la barraca.

Repentinamente la plácida atmósfera se alteró con el sórdido sonido de un disparo. Todas las miradas se tornaron hacia la puerta. Un guarda alemán vociferaba insultos:

"¡Al diablo vuestras bocas! Iros a dormir, sino os fusilo a todo\".

Ninguno de los presentes se asustó con la amenaza. Nadie durmió toda aquella noche. Todos siguieron contando los milagros de la salida de Egipto hasta la mañana a pesar que la muerte inminente se cernía sobre ellos.

COMO PROCURAR NUESTRA LIBERACIÓN

Es éste por consiguiente el hombre verdaderamente libre; el que goza de una libertad sin relación con su posición material o su estado físico. Tal es el objetivo de la salida de Egipto, coronado por la recepción de la Torá en el Monte Sinai que hace de Israel el pueblo elegido, la nación divina en todas las épocas y en todas las contingencias de la historia.

SOLO ES LIBRE EL QUE SE INTEGRA COMPLETAMENTE EN LA TORÁ

Este último párrafo está basado en "Mijtav Meeliyahu" volumen II, pag. 18: La redención futura

Encontramos la enseñanza siguiente en Pirké Avot (Cap. 6)

\"Sólo es libre aquel que está absorto en la Torá\" como leemos: \"Los caracteres divinos estaban grabados sobre las Tablas de la Ley\" (Números 32, 16); \"grabado\" en hebreo \"Jarut\" es homónimo de Jerut libertad; y como las Tablas de la Ley simbolizan el corazón de Israel, cuando se graba en él la Torá, la libertad es adquirida

En este sentido leemos también: \"Inscríbelas en la Tablas de tu corazón\" (Proverbios 3, 3). En otras palabras, grábalas en tu corazón. En hebreo grabar se dice JARUT, comentan nuestros sabios en el Talmud: "no leas JARUT ela JERUT". Que asi como estas palabras estan grabadas en tu corazón, estas te otorgan la verdadera libertad

 

 

El presente artículo fue adaptado del libro "Pesaj, fiesta de la libertad" del Rav Nissim Behar Z¨L con autorización de su familia.



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