Y vineron Aharon y todos los ancianos para comer pan con el suegro de Moshe...(Shemot 18,12)
Pregunta Rashi: ¿dónde estaba Moshe en ese momento? Y contesta: estaba parado atendiendo a todos!
En el libro ?Otzarot Tzadikei Ugueonei Hadorot? está escrita en nombre de rabi Mordejai Arie Haleivi Orovich, juez principal de una ciudad, una explicación sobre ?es más importante recibir invitados y atenderlos que recibir a la misma Divinidad!?
Y preguntamos: ¿de qué forma recibimos a la Divinidad?, por supuesto, estudiando la Tora y cumpliendo los preceptos. Entonces, ¿dónde está la novedad, y qué queremos decir cuando enunciamos que es más importante recibir invitados que recibir la Divinidad? La intención es enseñarnos que si no nos ocupamos de un precepto tan importante como tener invitados y atenderlos como corresponde, será imposible recibir la Divinidad?
Digamos, solía explicar el Bal Shem Tov ztz?l, que un hombre quiere ahora estudiar Tora, y por cuanto que estudia junto a rabi Ashe y Rabina, está cien por ciento seguro que tendrá el mérito de apegarse a al Bore Olam. Pero, de pronto, llega una persona a su casa, y debe atenderla. La sienta a su lado, le sirve un plato de sopa y quiere hacerlo ingresar en su estudio, hablar con él palabras de Tora. En ese momento descubre que ese hombre está ?vacío?, sin Tora, y no tiene lo que hablar con él. Sobre esto dijeron Jazal, concluye el Bal Shem Tov, que es más importante atender a los invitados que recibir a la Divinidad, debe dejar su estudio y ocuparse de su invitado!
Son conocidas las palabras de Jazal: si ves un rab que parece un ángel de Hashem, tratá de sacar palabras de Tora de su boca. Y preguntamos: ¿de dónde podemos saber cómo es un ángel, tenemos alguna foto para poder comparar? Los jajamim contestan que los ángeles son seres que están ?parados?, ya que no pueden avanzar, no pueden crecer en Tora ni elevarse. Tienen un grado de espiritualidad inamovible, en contraposición al hombre, que tiene al ?ietzer hara?, y por medio de su estudio se fortalece sobre el ietzer y crece y se eleva, y así el hombre se puede acercar cada vez un poco más al Bore Olam.
Tenemos entonces un rab, que sabemos que ahora quiere estudiar más y más, profundizar más y más en sus estudios, pero, de todas formas, para poder llegar a darle un bien a sus alumnos, él deja todo, abandona su estudio tan deseado, y se dedica a enseñarles, para que ellos crezcan en Tora. Este rab pasó a convertirse en un ser que está ?parado?. Este es el rab que se compara con un ángel de Hakadosh Baruj Hu. Y de un rab como ´éste podemos y debemos aprender.
En cambio, cuando el rab que no tiene tiempo libre para dedicarse a enseñarle a sus alumnos a causa de su estudio y su elevación personal, resulta imposible aprender de él?
Así quedan bien claras las palabras de Rashi, porque Moshe Rabenu bajó del monte en el día de Iom Hakipurim, ese día tan especial, después de permanecer en el monte durante ciento veinte días, y no estuvo ni con rabi Ashe ni con Rabina, sino que estuvo estudiando nada más ni nada menos que con Hakadosh Baruj Hu, con todo Su Honor, y no hablamos sobre cualquier día, sino sobre un día tan sagrado como Iom Hakipurim. ¿Podía Moshe Rabenu alcanzar una altura espiritual más grande que ésta? Imposible, estaba en el punto más alto, desde allí, en esa categoría podía conseguir lo que más quisiera, y elevarse hasta alturas inimaginables?
¿Qué hizo, entonces, Moshe Rabenu? Tomó la enorme decisión de pararse, convertirse en un ser ?parado?, y pasar a servir a los demás. Fijarse quién recibió su porción y quién todavía no la recibió, ésta es la grandeza de Moshe!
Esto también nos explica lo que dice Rashi más adelante (cap.19 vers.14). La Tora nos dice que Moshe descendió del monte hacia el pueblo, para enseñarnos, aclara Rashi, que cuando Moshe Rabenu baja del monte no se ocupó de ninguna cosa personal, sino que inmediatamente después de descender comenzó a ocuparse de los asuntos del pueblo. Y preguntamos, ¿acaso Moshe tenía asuntos personales de que ocuparse? Desde luego que estamos hablando de ocuparse del Servicio al Creador, de sus obligaciones personales con Hakadosh Baruj Hu, y Moshe Rabenu no se ocupó de esos asuntos tan sagrados que también estaba obligado a cumplir, sino que directo, del monte bajó al pueblo, a preocuparse por las necesidades de los hijos de Israel, para ayudarlos en todo lo que esté a su alcance?
El libro ?Likutei Jaim? pregunta, de acuerdo a la opinión que sostiene que Itro se encontró con su yerno después de la entrega de la Tora, ¿cuándo vino Itro?
Sabemos que Moshe Rabenu inmediatamente después de la entrega de la Tora subió al monte Sinai y permaneció allí durante cuarenta días. Bajó el diecisiete de Tamuz y rompió las Tablas, y el día dieciocho volvió a subir para rezar por el perdón, para que Hakadosh Baruj Hu perdone a Su Pueblo, otros cuarenta días hasta Rosh Jodesh Elul. Otra vez sube y otros cuarenta días hasta que recibe las nuevas Tablas y desciende en Iom Hakipurim.
Al día siguiente Itro aconseja a Moshe Rabenu para que coloque jueces que puedan alivianar el tremendo trabajo que tenía Moshe de atender a cada integrante del pueblo en forma personal, y también alivianar la espera que debían soportar quienes tuvieran que formular una pregunta a Moshe Rabenu. Entonces, ¿cuándo Moshe pudo recibir a su suegro y cuándo hicieron el banquete?
El libro ?Likutei Marim Shik? nos trae, en nombre del Admur rabi Ioshua Mibelz ztz?l, la respuesta a todas nuestras preguntas.
¿Por qué Moshe Rabenu no se sentó con todos a comer?
Ya explicamos que su grandeza fue ocuparse de servir a todos, pero, hay algo más.
Después de que solamente Moshe Rabenu recibió la Tora, ya que todavía no había tenido tiempo para transmitirla al pueblo, Moshe baja del Cielo con cuarenta días de estudio, otros tantos para pedir perdón, y otros para traer las segundas Tablas de la Ley, exactamente en el día de Iom Hakipurim, como explicó Rashi.
Por eso, diremos que Itro se encuentra con Moshe Rabenu en Iom Hakipurim, y por lo tanto, para Moshe está prohibido comer.
Pero para Aharon Hacohen y los ancianos, que todavía no recibieron la Tora porque no escucharon de la boca de Moshe que hay un precepto que nos obliga a ayunar en Iom Hakipurim, para todos ellos está permitido comer sin problemas.
Solamente Moshe Rabenu, que recibió la Tora directamente de Hakadosh Baruj Hu, tiene sobre sí el precepto de ayunar, y, de paso, debido a su grandeza, se convirtió en el ?mozo? del banquete, teniendo el honor de servir a tan importantes invitados?
Leiluy Nishmat
Alberto Abraham ben Amalia ?"?