Adaptación Rav Gabriel Guiber
La Hoja

La Hoja parashat Koraj

VAMOS AL MAR ¿Qué problema tenía Koraj?, pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita. Koraj reunió a todos los hombres que estaban junto a él y enfrentó a Moshe y Aharon, les preguntaron ¿por qué ustedes quieren dirigir al pueblo, si tod
First slide

VAMOS AL MAR

¿Qué problema tenía Koraj?, pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita. Koraj reunió a todos los hombres que estaban junto a él y enfrentó a Moshe y Aharon, les preguntaron ¿por qué ustedes quieren dirigir al pueblo, si todos somos grandes y santos? Rashi Hakadosh viene a revelarnos el gran secreto: estaba disconforme con el reparto de los cargos, especialmente porque Elitzafan ben Uziel que fue nombrado por Moshe como príncipe según la orden de Hakadosh Baruj Hu. Dijo Koraj: ¿dón e está la justicia? Nuestro abuelo tuvo cuatro varones: Amram, Itzar, Jevrón y Uziel. Del primer hijo se hicieron los nombramientos para nuestros dos primos: Moshe, rey, Aharon, Cohen Gadol. Ahora seguimos repartiendo cargos, ¿quién es el próximo? Ahora sigo yo, soy el hijo de Itzar, el segundo de los hermanos, ¿por qué saltearon y pasaron a repartir cargos con el cuarto hijo, con los hijos de Uziel?

Y Rashi viene a develar el secreto porque Koraj no lo hace. Koraj no reclama lo que le parece injusto, viene con gran cantidad de cosas lindas, pero su interés, sus pretensiones, no las divulga. Sus prejuicios, sus intereses no aparecen en su campaña electoral. Quiere mostrar que Moshe Rabenu es un ladrón, que coloca en los cargos importantes a sus “amigos” (¿alguna vez escuchamos algo así en algún gobierno?), todo lo toma para su beneficio, estamos en contra de todo eso.

Se presentó ante Moshe con doscientos cincuenta hombres todos vestidos con la misma prenda: un talit que en lugar de un hilo color “tejelet” estaba hecho todo de tejelet. Le preguntan a Moshe: un talit que está hecho todo de tejelet ¿necesita un hilo tejelet? Moshe Rabenu contesta que sí. ¿Ven?, dice Koraj, vemos que esto no viene del Bore Olam, no es lógico. Si un talit común que recae sobre él la obligación de tejelet, sale de la obligación con solamente un hilo tejelet, un talit hecho de tejelet seguro que no necesitará ningún hilo adicional, al estar hecho completamente de tejelet ya salió de su obligación...

Después pregunta algo que Rashi no trae. Una casa llena de “Sefer Tora” ¿necesita “Mezuza” en las puertas? Si una casa sin libros sagrados, sale de la obligación de Mezuza con un pequeño pergamino con unos cuantos versículos de la Tora, una casa llena de Sefer Tora, ¿para qué necesita que pongamos unos cuantos versículos más en sus puertas? Koraj quiere mostrar a todos que en estos preceptos no hay lógica, que no provienen de Hakadosh Baruj Hu...

Y vamos a mostrar lo contrario, continúa rabi Shlomo, que lo que no tiene lógica son las deducciones de Koraj. Veamos, tenemos una carnicería, ¿qué hace falta para que cuando el negocio está cerrado no entre gente? Una puerta y un candado. Ahora, estamos frente a un negocio que vende puertas y candados. El dueño nos dice que en la entrada de su negocio no hay puerta. Le preguntamos, ¿no tenés miedo que te vengan a robar? No!, yo uso la lógica, si una carnicería que no tiene en su interior ninguna puerta ni candados porque solamente vende carne y pollo, necesita que cerremos una puerta y un candado para que no entre gente por la noche, un negocio lleno de puertas y candados seguro que no  necesita una puerta...

Otro ejemplo que nos muestra la ridiculez de las propuestas de Koraj. Un conductor de camión repleto de cubiertas y llantas entra al taller y solicita que levanten el camión y que le retiren las seis ruedas que lo arrastran. Le preguntan: ¿cómo pensás viajar con un camión sin ruedas? ¿Qué cómo voy a viajar?, repregunta el conductor. El camión va a funcionar con un “kal vajomer”, con una deducción lógica. Si un camión cargado con productos lácteos que solamente tiene una rueda de repuesto en su interior por si tiene una pinchadura en el camino, se conduce con las seis ruedas bajo el camión, un camión con cientos o miles de cubiertas en su interior, seguro que no necesita las seis ruedas de abajo...

Nadie puede decir algo en contra de estas formidables deducciones.

Pero, hay otra gran pregunta, el problema de Koraj fue la designación de Elitzafan ben Uziel, ¿cuándo se produjo el nombramiento? El primer día del mes de “nisan”, ¿por qué entonces recién ahora viene a reclamar? Hay una discusión si Koraj fue antes o después de los espías, sea como sea esto no ocurre antes del mes de “av”, cuatro meses después de que Elitzafan recibe el cargo. ¿Por qué Koraj no se “despertó” antes? Hay cuatro respuestas a esta pregunta. Contesta el Ramban que si alguien decía algo en contra de Moshe Rabenu en los días de nisan, podía morir apedreado, cualquiera podía venir con unos palos y romperle la cabeza. ¿quién puede decir algo contra Moshe, ustedes saben quién es Moshe, qué hizo por nosotros? Hicimos el “becerro de oro” y Hakadosh Baruj Hu pretendió destruir a todo el pueblo de Israel y formar un nuevo pueblo, más grande y poderoso, a partir de la descendencia de Moshe., Moshe suplicó al Bore Olam, ¡Ribono Shel Olam, borrame del Libro que escribiste! Pero no destruyas a Tu Pueblo. Y Hakadosh Baruj Hu nos perdonó...

Por eso, nadie podía hablar contra Moshe, el que hablaba mal de él podía morir. Por eso Koraj se quedó callado y no protestó, aunque todo el tiempo estaba en contra del cargo de Elitzafan ben Uziel, tenía que esperar el momento propicio para quejarse. Esperó y esperó, y llegó la oportunidad, después de los espías Hashem decretó que todos los que estaban en el desierto entre veinte y sesenta años morirían en el desierto, “vagabundearían” por el desierto hasta finalmente morir, y Moshe Rabenu no pudo hacer nada para impedirlo, entonces ahora se puede hablar contra Moshe, hay mucha gente que no está conforme, todos los que tienen decretada la muerte, este es el momento de reclamar, hasta aquí la explicación del Ramban.

Rabi Ionatan Aishbishitz tiene otras dos explicaciones con la misma tónica. Era sabido por todos que Moshe Rabenu no entraría a la tierra de Israel, ¿cómo sabían? En egipto, Hakadosh Baruj Hu le dice a Moshe: “ahora vas a ver lo que le voy a hacer al faraón”, ahora vas a ver quiere decir que después no verás lo que le haré a los treinta y un reyes que habitan la tierra de Israel. ¿Cuándo entrarían a Israel? Enseguida, en unos días, once días de camino, ¿para qué pelear con Moshe? En unos días entraremos en la tierra de Israel y antes de entrar, Moshe ya no estará entre nosotros. Vamos a esperar, dijo Koraj. Mientras tanto, enviaron a los espías y los once días pasaron a ser cuarenta años! Pensé que Moshe Rabenu iba a gobernar menos de dos semanas ahora serán cuarenta años, no me puedo quedar callado!

Su otra explicación tiene que ver con lo que Koraj hacía, él estaba en el grupo que se encargaba de transportar el Aron Hakodesh. Y se quejaba de no estar en un grupo que tuviera un trabajo más liviano. Pero, no importaba mucho ya que sólo faltaban menos de dos semanas para entrar a la tierra de Israel, allí se construiría el Beit Hamikdash y el Aron Hakodesh estaría en un lugar fijo, por lo que no habría necesidad de transportarlo. Al saber que tendría que seguir con el mismo trabajo durante otros cuarenta años, comenzó con las discusiones.

El “Binian Ariel” nos trae la cuarta respuesta: el Zohar Hakadosh pregunta: ¿por qué los espías cayeron tan bajo? Ellos sabían que quien en el desierto era príncipe, no seguiría siendo príncipe en la tierra de Israel. Pensaron. ¿por qué vamos a perder nuestros cargos? Hagamos algo! Entonces dijeron es una tierra que se come a sus habitantes, no vale la pena entrar, y con eso conseguiremos seguir en el desierto. Koraj estaba preocupado por la designación de Elitzafan ben Uziel, no hay problema, en dos semanas no será más importante, y yo que no tengo ningún cargo en el desierto pasaré a ser uno de los grandes. Y cuando descubre que para obtener su cargo, en lugar de dos semanas tendrá que esperar cuarenta años, eso es algo que no puede aceptar. Y comienza con sus reclamos.

Pero, sus reclamos personales no hace ver, todo lo esconde detrás de los supuestos intereses de la gente. El declara no necesitar nada, tiene de todo, su preocupación es por los demás, por ejemplo, me duele el corazón al recordar lo que le ocurre a una pobre vecina que ahora está internada en un hospital, en el que ni siquiera hay lugar para ella. Les voy a contar cómo sucedió, decía Koraj.

Esta vecina mía estaba preocupada porque no tenía lo que comer y fue y compró un campo. Va Moshe Rabenu y le dice, todo está bien pero no pongas en el arado a un toro y a un burro juntos. Cuando se dispone a sembrar, se acerca Moshe y le dice que está prohibido mezclar cierto tipo de plantas. Cuando va a cosechar otra vez viene Moshe y le enseña los preceptos de “leket, shijeja upea” (un atado que se cayó, dejarlo, lo olvidado no levantar, y dejar una punta del campo sin cortar). Solamente quiere comer algo, cumple con estos tres preceptos y otra vez Moshe: de la masa tenés que separar “Jala” y dársela a mi hermano, Aharon Hacohen. Separó y Moshe le dice esperá un poco más, nos olvidamos de “terumat umaaser”, la teruma para Aharon y el maaser para mí. Se enojó la mujer vendió el campo y compró una oveja para tener lana y poder tejerle abrigos a sus hijos.

Se apresta a cortar la lana de la oveja, se acerca Aharon y le dice, lo primero que cortás es para mí. La señora exclama: otra vez, pensé que me había librado de ustedes. No quiero darles nada, le hace “shejita” para comerla, y Aharon le dice que ciertas partes son para él, para el Cohen. ¿También acá? ¿Cómo puedo alejarme de ustedes? Que sea toda la oveja una donación para el Cielo. Ah, así, dice Aharon, ahora es toda para mí!!! Esta es la pobre anciana que enloqueció, y está allí tirada en el hospital...

Un relato realmente enternecedor, pero alejado de la realidad, veamos, la vecina no tenía lo que comer, en el desierto había “man” para todos, nadie pasaba hambre. Al paso, gracias a quien caía el man, gracias a Moshe Rabenu, eso se olvidó de decir. Después compró un terreno, muy interesante, ¿a quién le compró un terreno en el desierto?, ¿y a qué precio? Y ahora que compró, ¿cómo lo va a regar?, ¿hay agua en el desierto para regar? Ah, sí había agua, por los méritos de Miriam, también gracias a la misma familia... También se olvidó de decir gracias a quien obtenían el agua...

Koraj viene con propuestas ridículas, pero ¿por qué la gente le cree? Simplemente porque era un hombre rico. La Guemará en el tratado de Baba Metzia (hoja 35) dice que el que pide prestado confía en el que presta pero el que presta desconfía del que pide. Después de idas y venidas, aunque no tiene por qué ser así, llega a la conclusión de que la gente cree en la persona adinerada y no le cree al pobre. Y no existía en el desierto una persona más rica que Koraj. Y no interesaba el grado de tontería que dijera, la gente lo veía como a una persona centrada, que entendía el significado de la vida, y la prueba de todo esto es que era “rico”.

La propuesta de Koraj era: ¡no es necesario cumplir con los preceptos alcanza con ser “dati” en el corazón!!! Ustedes creen que a Hakadosh Baruj Hu le importa si yo digo el “Keriat Shema” de la mañana a las ocho y siete minutos o a las ocho y doce minutos, o si lo digo a las diez o a la tarde, ¿le importa? Hashem, con su grandeza incalculable, no necesita que mis preceptos se cumplan al pie de la letra. Lo importante es que diga el Keriat Shema, “Shema Israel, ...” no importa a que hora. Lo importante es ser un hombre de bien, de buen corazón, que no le hace mal a nadie.

Koraj proclama que los detalles de los preceptos son “locuras” de Moshe Rabenu, que Hashem no necesita esos detalles. A ver, le dice Koraj a Moshe, ¿para qué los tzitzit? Está escrito en la Tora, para verlos y recordar los preceptos de Hashem, porque el tejelet nos recuerda el mar, y el mar nos recuerda el cielo y el cielo nos hace recordar el “Kise Hakabod”. O sea que el tejelet nos hace recordar el Kise Hakabod. ¿Qué interesa si el tejelet está en un hilo o si todo la prenda está hecha con tejelet, lo importante es recordar. Más te voy a decir, el tejelet me recuerda el mar, ¿para qué necesito tejelet? Mejor, me voy al mar!!!

Lo importante es recordar!!! Todos somos santos, sí, todos somos santos pero está el que sabe cuando algo que viene es obra de Hashem Itbaraj o si es un “maase satan”, Moshe sabía y Koraj no, por eso Koraj proclama, todos somos santos, ¿quién necesita a Moshe? Alcanza con recordar, recordar y tener un buen corazón...

de las conferencias del rab Shlomo Levinstein Shlita.

    Leiluy Nishmat     

Ruben Daniel ben Malca Victoria z”l



Articulos Relacionados

Inscribite
Contactanos