Adaptación Rav Gabriel Guiber
La Hoja

La Nueva Hoja Nueva - Beshalaj-17

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EL “MAN” DESCIENDE HOY

“hoy no lo encontrarán en el campo” (Shemot 16,25)

 

La Tora informa que en Shabat no descendería el Man. Y escribió rabenu Iaacov Baal Haturim ztz”l (Oraj Jaim 1) que es bueno recitar la perasha del Man todos los días, que ya está impresa en todos los sidurim, al final de la oración de la mañana.

Y está escrito en el libro “Eliahu Raba” que la persona que lee esta perasha le servirá para creer con fe completa que todos los alimentos los obtenemos bajo la supervisión de Hashem Itbaraj, y en el libro “Hacavanot” (un libro que explica la intención que resulta conveniente tener en cada cosa que recitamos) se indica que debemos recitarla inclusive en Shabat.

Ya más cerca nuestro, en el Mishna Berura del Jafetz Jaim ztz”l (1,13), aparecen las palabras del Talmud Ierushalmi, que toda persona que recita la perasha del Man, tendrá asegurado que jamás disminuirá su sustento.

Y en el libro Tashvetz Katan del alumno del Maharam Mirotenburg ztz”l, trae la explicación y la sella: y yo soy el garante de estas palabras...

Se sobreentiende, que si fuimos ordenados a recitar la perasha del Man en cada día, es la señal para todas las personas indicando la obligación de decirla, tomarla y fortalecernos para cumplirla en todas las generaciones y para cada uno de nosotros.

Y en efecto, en el libro “Meor Einaim” está escrito sobre el mismo tema, que Moshe Rabenu ordenó tomar la medida de un “Omer” para colocarla frente al Aron del Pacto en el Kodesh Hakodashim (el lugar más Santo de todas las Santidades) dentro de un frasco, de modo que sea un símbolo para todas las generaciones. Dentro de ese frasco estaría protegido para todas las generaciones, así todos, y en todos los tiempos, podrán ver el “pan” con que Hashem los alimentó en el desierto, cuando “los saqué a ustedes de la tierra de Egipto”.

¿Cómo lo íbamos a ver si el frasco estaba colocado en el Kodesh Hakodashim?

El frasco estaba en un lugar donde tenemos prohibida la entrada, inclusive para el Cohen Gadol, la entrada estaba prohibida durante todo el año y permitida solamente un día en el año, en Iom Hakipurim...

Veamos, explicó Rashi: en los días de Irmiahu, cuando el profeta reprochaba al pueblo y les preguntaba por qué ellos no se ocupaban del estudio de la Tora, ellos contestaban: vamos a abandonar todas nuestras actividades y nos ocuparemos de la Tora, ¿de dónde obtendremos el sustento?

Irmiahu sacaba el frasco con el Man, y les decía: ustedes pueden ver la “Obra de Hashem” (Irmiahu 2,31). No les pedía que escuchen, sino que vean, con esto se sustentaron nuestros padres, ustedes pueden comprobar que Hakadosh Baruj Hu tiene gran cantidad de enviados que pueden preparar el sustento para los que temen a Hashem...

Y hace falta entender qué fue exactamente, ¿qué les dijo a ellos? Todos saben que la generación del desierto se alimentó durante cuarenta años con el Man que descendió del Cielo. Y de la misma forma también sabían que el Man dejó de descender con la muerte de Moshe Rabenu, y al llegar a la tierra de Israel tuvieron que extraer el pan de la tierra con el sudor de sus frentes, y recién allí pudieron comer.

Esto fue lo que les dijo a ellos: ¿por qué Hashem ordena cuidar un “Omer” de ese Man? ¿Por qué no se juntó formando como una montaña de Man, y en lugar de esto se introdujo dentro de un frasco? Para mostrarle a todas las personas, en todas las generaciones que el Man seguirá descendiendo para cada persona durante todos los tiempos..., pero que no cae desparramado como en la antigüedad, sino que ahora cae dentro de un frasco..., pero este frasco está envuelto y oculto con más envoltorios y cubiertas de esfuerzo y ocupación, que se puede llamar naturaleza.

¿Y qué tenemos que hacer para descubrirlo?

Solamente desenvolver, quitar la cobertura que oculta el frasco, y abrirlo. Entonces veremos el Man escondido en él. Y si nosotros investigamos y profundizamos en saber cómo llega nuestro sustento, podremos ver la “Mano” de Hashem...

Contó el rab “Ben Ish Jai” ztz”l: Un hombre se presentó ante el rab de la ciudad con una queja muy dolorosa, que sus hijos trabajaban toda la semana para obtener el sustento, uno es un sastre, otro carpintero, pero cuando llega el Shabat ellos no santifican el día para el estudio de la Tora. De todas formas, ellos no profanan el Shabat, lo cuidan y no trabajan en absoluto, Jalila, pero van a las exposiciones y a observar las vitrinas donde se lucen nuevos modelos, y leen libros sobre sus diversas especialidades.

El rab le pidió al hombre que traiga a sus hijos frente a él, en Shabat, después de las oraciones.

Llegaron, y le dijeron al rab: “Shabat Shalom”.

El rab les contestó: “Aleijem Hashalom” (les hizo un saludo corriente).

Los hijos le dijeron al rab extrañados: ¿Acaso hoy no es Shabat? Lo lógico sería contestar: “Shabat Shalom Umeboraj”.

Les dijo el rab: escuchen bien, por favor. Está escrito en la Tora: “y dijo Moshe, coman hoy (el Man) porque hoy es Shabat para Hashem, hoy no lo encontrarán en el campo”.

Y todos le preguntan a la Tora: está bien, en los campos no encontraremos el Man, pero en vuestras casas, en vuestros cuartos sí lo encontrarán..., y desde luego, nosotros sabemos que en Shabat no caerá absolutamente nada de Man.

Y preguntamos más: ¿por qué está escrita una vez más la palabra hoy? Podemos pensar que sería suficiente con decir: “hoy es Shabat para Hashem, no lo encontrarán”. Pero, ¿por qué dice así? Porque la Tora no viene a hablarnos solamente de la caída del Man sino que también nos quiere enseñar algo más sobre el Shabat. El Shabat tiene ciertos límites predeterminados: el grupo familiar y el Beit Hakneset. En otras palabras, rezar y estudiar, sentarse en las comidas de Shabat, cantar las “Zemirot” y hablar palabras de Tora. “Hoy, no lo encontrarán en el campo”. El Shabat no lo encontramos fuera de sus límites, de la misma forma que al Cohen, no lo podemos encontrar en un cementerio, porque es un lugar prohibido para él. Y el que usa el Shabat para ir a ver exposiciones y muestras, que son una necesidad o una ayuda para su profesión, para su trabajo, está sacando su pensamiento de los límites del Shabat y transformando su Shabat en algo profano, por eso les dije “Aleijem Hashalom”, como en los días de la semana...

 

Traducido del libro Maian Hashavua.

Leiluy Nishmat

Israel Ben Shloime   z”l

Lea (Luisa) Bat Rosa    Aleha Hashalom

Iemima Bat Abraham Avinu    Aleha Hashalom

 



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