Adaptación Rav Gabriel Guiber
La Hoja

LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS...

LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS... Escribió el “Baj”, al comienzo de las leyes de Januca: el principal motivo que provocó los decretos de Januca fue la “rutina” en el servicio al Creador, por eso los decretos imponían la anulación de
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LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS...

Escribió el “Baj”, al comienzo de las leyes de Januca: el principal motivo que provocó los decretos de Januca fue la “rutina” en el servicio al Creador, por eso los decretos imponían la anulación de dicho servicio. Uno de los decretos fue la anulación de los sacrificios diarios. Y les dijeron: ustedes tienen un precepto “en sus manos”, si lo anulan se sentirán perdidos. ¿Cuál es? El encendido del candelabro... Y los griegos impurificaron todo el aceite..., y sólo lo podrían recuperar mediante el arrepentimiento y la entrega total hacia el servicio (Shuljan Aruj, Oraj Jaim, 470).

Y entendemos las palabras del “Baj”. Al tener el Beit Hamikdash, diariamente hacían los sacrificios y encendían el candelabro, y estaban, en esa generación, “tranquilos” con esa “rutina”. Y este sentimiento está prohibido en cuanto al servicio al Bore Olam, por eso los decretos cayeron sobre la misma rutina. Y por ser que no reaccionaron por sus propios medios, Hashem provocó que a la fuerza reaccionen. Así como a Iaacov Avinu, al querer tranquilidad, Hashem le trajo más “guerra”, a los iehudim que supusieron que no debían esforzarse en ascender más y servir al Creador con todas sus fuerzas, Hakadosh Baruj Hu les trajo a los griegos con el permiso para anular los sacrificios y el encendido de las velas.
Si hubiéramos reaccionado a tiempo, enseguida habríamos vencido a los griegos. Pero, como seguimos con nuestra tranquilidad, se sumó decreto tras decreto hasta que la situación llegó al punto que los grandes sacerdotes casi, jas veshalom, olvidan la Tora y los preceptos de Israel (según el Ramban, parashat Vaiji).

Porque la regla es que si la persona no despierta por sí sola, la empujan para hacerla caer. Al final, cuando Matitiahu ve hasta dónde habían llegado, se despertó con toda su furia! Y esta entrega en salvación del servicio al Creador, es la que mencionó el “Baj”, en una guerra de unos pocos débiles frente a muchos fuertes.

Este es el arreglo contra la rutina, por eso el milagro también fue en el servicio, en el encendido del candelabro. Y por eso los jajamim establecieron que nuestro precepto a cumplir en Januca, sea el encendido de las velas. Y también es la causa por la cual en Januca no hay ningún precepto de comer y beber, ya que el pecado, el decreto y el milagro, todo fue alrededor de lo espiritual.

Encontramos que los días de Januca, nos vienen a enseñar la forma en que debemos servir al Bore Olam en todos los días de nuestra vida. Debemos investigar nuestras acciones, y entrar en un estado “permanente” de búsqueda de elevación. Cuando tenemos dificultades y preocupaciones, saber que ese es el momento de actuar, vinimos al mundo para que nos “prueben” en esa situación, sin esperar días de tranquilidad en un futuro cercano o lejano. El que pide una pausa, recibirá pruebas que lo empujen a seguir peleando, o no. Por eso, cuando entraron en la rutina, en esos días, vinieron los decretos. Y finalmente fuimos merecedores de los milagros, solamente por el gran despertar que tuvieron Matitiahu y sus hijos. Todo esto gira alrededor del encendido de las velas de Januca, y nos enseña como debe ser nuestro comportamiento en este tiempo.

La vida es como una escalera con la base en la tierra y que llega hasta el cielo, y cada día intentaremos subir un poco más. A veces hay tropiezos, pero está escrito “siete veces caerá el justo y se levantará”. No es la intención decir que podemos caer y levantarnos, sino que así es el camino de la elevación, con tropiezos. Cuando vemos que tropezamos, es señal que estamos subiendo. Lo principal, no conformarnos, no quedarnos ni entrar en la rutina, buscar subir más. Y no desanimarnos ante un tropiezo. Las dificultades son pruebas que podremos superar, con la ayuda de Hashem...

La ley del encendido de las velas se estableció como dijeron “Beit Hilel”, que cada día aumentamos una vela más. Así también nosotros debemos ser y colocar nuestra vida en posición de ascenso constante, y el Bore Olam nos ayudará a fortalecernos y hacer frente a todos los obstáculos.
Lekaj Tov.

Leiluy Nishmat
León ben Isabel z”l

Rina bat Matilde z”l

 



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