Rav Yosef Bitton
Tora y Halajá

Mal provecho del projimo

Extranjeros fueron en la tierra de Mitzrayim, a un –guer- no forzarás, por cuanto fuisteis extranjeros en la tierra de Mitzrayim. Exodo 23:9 Por lo general, se dice que cuando alguien maltrata a otra persona es porque alguna vez fue maltratado. El trauma que le causó su e
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Extranjeros fueron en la tierra de Mitzrayim, a un –guer- no forzarás, por cuanto fuisteis extranjeros en la tierra de Mitzrayim. Exodo 23:9

Por lo general, se dice que cuando alguien maltrata a otra persona es porque alguna vez fue maltratado. El trauma que le causó su experiencia y su sufrimiento se proyecta ahora sobre la nueva víctima. El psicólogo Robert Parrado explicó en una entrevista que en un estudio sobre abusadores se encontró que “…el 100% de los abusadores que tratamos fueron víctimas de abuso cuando niños”.

El abuso se vuelve repetitivo, ad nauseam. Porque los nuevos abusados, inevitablemente, se volverán abusadores. Los niños abusados abusarán de adultos. Los violentados se harán violentos. Y los perseguidos perseguidores.

¿Cómo puede superar la sociedad esta repetición compulsiva? ¿Cómo se rompe el circulo del abuso? 

La Perashá de esta semana, Mishpatim, contiene un gran número de leyes, casi todas ellas civiles, en lo que constituye el primer código judío de ley después de los 10 Mandamientos.

Vale la pena analizar la primera de estas leyes, la del esclavo hebreo. Cuando un hombre o una mujer se vendían a “como sirvientes”. Cuando se quedaban sin dinero o no tenían cómo pagar sus deudas, etc. 

Recordemos que estas leyes están siendo presentadas a individuos que hasta hace unas semanas atrás habían sido “esclavos” del tirano Faraón. Y en Egipto habían sido tratados con violencia, humillados, y privados de cualquier derecho.

¿Por qué entonces la Torá comienza hablando de los derechos del esclavo? 

Esta idea es profundizada en nuestra Perashá un poco más adelante: (Exodo 23:9): “No abuséis del extranjero [el individuo que la ley local no protege] porque ustedes conocen lo que significa ser un extranjero, ya que fuisteis extranjeros en Egipto”.

El trauma del abusado, la “inevitable” compulsión de abusar, debe ser canalizado de otra manera. La Torá nos enseñó a liberarnos del círculo de abusado / abusador, indicándonos que no estamos condenado a abusar. Y la mejor (o la única) forma de liberarse psicológicamente del círculo del abuso es siendo compasivos con los que son o pueden ser abusados.  

Así, los esclavos judíos, lograron lo que parece imposible. Superar el trauma sicológico que habían sufrido en Egipto. La Torá convierte la experiencia negativa, el abuso de un individuo vulnerable, en algo altamente positivo: la empatía con el más vulnerable. 

Shabat Shalom

Rav Yosef Bitton

 

 

 



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