Rav Noaj Weinberg ztz\"l
Las seis mitzvot constantes

Mitzvá 1 Saber que D-os Existe

Las Seis Constantes Mitzvot Mitzvá 1 Saber que D-os Existe Un “ideal de vida” es aquel que te lleva a un estado elevado. Por ejemplo, el objetivo de un hombre de negocios es ser rico. Hacer transacciones en la bolsa o invertir en bienes raíces son sus medios para al
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Las Seis Constantes Mitzvot

Mitzvá 1
Saber que D-os Existe

Un “ideal de vida” es aquel que te lleva a un estado elevado. Por ejemplo, el objetivo de un hombre de negocios es ser rico. Hacer transacciones en la bolsa o invertir en bienes raíces son sus medios para alcanzar su objetivo.

Una fórmula similar se aplica al Judaísmo. El objetivo del Judaísmo es cultivar la relación más increíble con D-os.

Las 613 mitzvot son conductos que nos enseñan sobre la realidad de la existencia de D-os y cómo vivir con esa conciencia.

La mayoría de las 613 mitzvot de la Torá requieren que hagamos algún tipo de acción - como dar caridad o comer matzá en Pesaj. Estos son medios para lograr un objetivo final.

Las “Mitzvot-objetivo” son los seis constantes mitzvot. En lugar de requerir la realización de alguna acción, estas mitzvot son una vivencia en sí mismas - vivir con la realidad de la existencia de D-os.

Las Seis Constantes Mitzvot son:

1. Saber que existe un D-os.

2. No creer en otros dioses.

3. Creer que D-os es uno.

4. Amar a D-os.

5. Temer a D-os.

6. No guiarte erróneamente por tu ojos y tu corazón.

Cada momento de conciencia es otra oportunidad para llevar a cabo estos ideales. Ninguna de las otras mitzvot te brindan la misma oportunidad, y es por eso que las Seis Constantes Mitzvot son nuestra prioridad. Todas las demás mitzvot sólo construyen y refuerzan estos ideales.

 

Conocimiento Intelectual de D'os

El primero de los Diez Mandamientos declara: “Yo soy el Señor, Tu D-os, que te ha sacado de la tierra de Egipto” (Exodo 20:2).

Esta es la mitzvá de “Saber que existe un D-os”.

La lógica que se encuentra detrás de este mandamiento parece difícil de entender. Alguien que ya observa los mandamientos de D-os obviamente cree en Su existencia - entonces ¿para qué necesitamos un nuevo mandamiento que nos ordene hacerlo? Y si alguien no sabe que D-os existe ¿por que habrá de escuchar este mandamiento?

Entonces, ¿para quién es esta Mitzvá?

La respuesta es que no debemos creer en D-os “sólo con fe”. Investiga la evidencia. Obtén conocimiento. Busca. Estudia. Analiza. Es un principio fundamental del Judaísmo: tienes que saber, no sólo creer

 

Confianza Emocional

“Tienes que saber este día, y entenderlo en tu corazón, que el Todopoderoso es D-os” (Deuteronomio 4:39, el rezo del “Aleinu”).

Pero hay más. No es suficiente sólo saber intelectualmente que existe un D-os que está a cargo de todo. También lo debes saber en tu corazón. Este conocimiento emocional es mucho más profundo porque afecta a la manera en la que la persona conduce su vida.

El protagonista del circo está dispuesto a caminar en la cuerda floja porque tiene la confianza de que hay una red debajo de él. Similarmente, un niño saltaría de una repisa a los brazos de su padre, con la plena confianza de que su padre lo agarrará.

Todo el sentido de la vida es enderezar nuestra conciencia de D-os. ¿Cómo sabes si realmente estás consciente respecto de D-os? Por medio de la confianza. Si estás consciente, estarás dispuesto, por decirlo así, a caminar sobre una cuerda floja o a saltar a los brazos de tu padre.

 

Pasos Para Creer en D'os

Rabenu Bejaie (siglo XII) en su libro de superación personal, “Los Deberes del Corazón” (Jovot Halevavot), describe cuatro pasos claves para construir la fe en D-os:

El primer paso es darnos cuenta de que el Todopoderoso te quiere con un amor ilimitado. La cosa más cercana que tenemos para relacionarnos con esta idea es el amor que le tiene un padre e sus hijos. El Todopoderoso es nuestro Padre. Su amor hacia nosotros excede todo el amor de este mundo. Tener conciencia de D-os es vivir con esta realidad.

Muy dentro nuestro sabemos que D-os nos ama. Cualquier persona en peligro le reza a D-os. Esto es cierto, inclusive con gente que Lo ha ignorado toda su vida. Como dice el dicho: “No hay ateo en una cueva de lobos”. Inclusive que hayas hecho todo equivocadamente, cuando necesitas a tu Padre, ahí Él estará.

 

Segundo Paso: Línea Directa

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos gasta millones de dólares anualmente para mandar señales a estrellas distantes con la esperanza de que exista vida allí. Puede tomar 2,000 años para que las señales lleguen hasta allí, pero siguen esperando…

Si alguna vez recibirán una respuesta – inclusive un solo “hola” - todo el mundo se impresionará.

¿Alguna vez tu rezo ha sido contestado? Cuatro de cinco personas dirían “si”. El Creador de este universo se ha comunicado privadamente contigo. No es increíble!

La mayoría de la gente cuyo rezo fue contestado ni siquiera supo en qué dirección mandar la señal. Simplemente dijeron: “D-os, por favor ayúdame…”. Cinco billones de seres humanos, toda una galaxia de planetas y estrellas - y D-os le contestó a este individuo!

La mitzvá de creer en D-os significa vivir con la realidad de que no estás solo. El saber que D-os existe y que atiende cada detalle, debe ser un pensamiento constante.

 

Tercer Paso: Él Hace Todo

Si tu padre te da un dólar, está disminuyendo su cuenta bancaria - inclusive que sea un multi-millonario. Pero si el Todopoderoso te da un billón de dólares, no le quitas nada. D-os tiene todo el poder. Creó el universo de la nada. Puede hacerte un genio. Puede sanar a tu hijo. Puede hacer lo que quiera.

Piensa en la cantidad de milagros que D-os hizo para que des tu primer respiro. Un feto no utiliza sus pulmones; toma oxígeno de la sangre de la madre. Cuando un niño nace, el bebé tiene que respirar por si mismo y todo el sistema biológico cambia. Una válvula del corazón se cierra, los pulmones se inflan – y contiene todo para encajar en el lugar correcto, en el tiempo correcto.

Piensa cuánto D-os te ha dado desde que naciste, dirigiéndote en cada paso de tu vida.

Todo lo que D-os hace por ti es un regalo. Y cualquier cosa que quieras de D-os no es nada comparado con lo que D-os ya te ha dado. Si estás pidiendo por un billón de dólares, no se compara con el par de ojos que te dió gratis.

D-os mantiene el universo cada segundo - cada criatura, cada hoja. D-os hace que tu corazón palpite. Te provee con comida. Crea el sol con calor y luz. No hay nada que pueda detener a D-os. Tus padres, maestros y jefes son los mensajeros. Cada cosa que tienes es enviada por D-os.

Saber esto te da la confianza de que D-os va a continuar dándote todo lo que necesitas.

 

Cuarto Paso - Lo Mejor de Todo

D-os no necesita nada de ti. No necesita que comas comida casher ni que cumplas shabat.

D-os sólo quiere dar. Todo lo que hay en el mundo es para tu bien.

Si D-os no te da lo que deseas debes preguntarte por qué. ¿Por qué D-os no te ha dado 100 millones de dólares?

Tal vez no es para ti. Probablemente te volverías terco, arrogante, tacaño… Tal vez intentarías contratar a otros para que hagan tus objetivos, y te perderías de hacer el esfuerzo de intentarlo.

D-os sabe lo que es bueno para nosotros. Tener confianza en D-os significa entender que el no darte algo es un mensaje. Está tratando de levantarte, de que reevalúes tus objetivos.

Buenos padres hacen lo mismo con sus hijos. Si tu hijo quiere cinco galletas; tu le das una. O lo llevas al doctor para darle una vacuna, aunque el niño llorará y preguntará: "¿por qué me estás haciendo esto?". Tú sabes que es para su bien.

Cuando algo "malo" te ocurra debes preguntarte: “¿Para qué?”. Entiende que D-os sabe lo que está haciendo. Nos está tratando de levantar. Él sabe lo que es bueno para nosotros y quiere que tengamos lo mejor de lo mejor.

 

Levántate Cuando las Cosas se Ponen Difíciles

La tendencia auto-destructiva del hombre (ietzer hará) lo sobrepasa diariamente y lo amenaza de muerte. Si no fuera por la ayuda de D-os, el hombre no podría sobrevivir (Talmud – Kidushin 30).

Cada aspecto de nuestra existencia depende de D-os. Ya sea que nos paremos, levantemos nuestras manos, usemos nuestro cerebro, hagamos una mitzvá o batallemos el deseo de hacer algo incorrecto, nuestra habilidad es un regalo de D-os. No tenemos fuerzas sin Él.

Consecuentemente, cualquier meta es posible sólo si D-os nos da el poder.

Entonces ¿cómo es qlas palabras “no puedo” entraron en nuestro léxico?

El Talmud dice que Moshé reprendió al pueblo judío: “Cuando estuvieron en el Monte Sinai, D-os preguntó: ¿Quién me asegurará que siempre temerán a D-os? Y ustedes deberían haber respondido: D-os Tú nos asegurarás. Deberían haber aprovechado la oportunidad para pedir que D-os les de Temor del Cielo”.

Los judíos querían ser capaces de tomarse todo el crédito del temor a D-os, por lo tanto no lo pidieron.

Si hubieran entendido que cada cosa que viene es el resultado de la ayuda de D-os, entonces obviamente también le hubieran pedido a D-os, temor del cielo.

Esto demostró una falta de apreciación y de gratitud por todo lo que D-os había hecho con ellos hasta ese momento.

Este deseo de ignorar el papel de D-os en nuestros logros y tomar crédito en nosotros, es lo que hace que la gente diga: “Esto puedo hacer y esto no”. Evitamos reconocer que todo es un regalo. Preferimos sentir que hemos peleado y logrado las cosas con nuestra propia fuerza. Entonces decimos: “No puedo” cuando preferimos no hacer el esfuerzo de hacer algo difícil.

Si estuviéramos realmente agradecidos, si cada mañana le agradeceríamos al Todopoderoso por nuestros ojos, nuestras manos, nuestro cerebro, entonces también le agradeceríamos por el entendimiento , y diríamos, “D-os, por favor dame más!” Si reconocemos que cada logro es de D-os, entonces nos daríamos cuenta de que no hay nada que no podamos lograr... si D-os nos da el poder.

 

La Responsabilidad de Cambiar el Mundo

¿Qué puede hacer la persona? Una persona puede lograr lo que sea y lo que quiera - ya que de cualquier forma todo es un regalo de D-os! Ahora podemos entender por qué la Torá nos obliga a cada uno de nosotros a cambiar el mundo.

El Código de Ley Judía (O.J. 1:3) dice: “Es adecuado para todos aquellos que temen a D-os, estar en constante dolor por la destrucción del Sagrado Templo”. Pero ¿por qué debo sentir dolor por algo que pasó hace 2,000 años?

El Talmud dice: “Cualquier generación en la que el Sagrado Templo no se ha reconstruido se le hará responsable por su destrucción”. En otras palabras, si no tomamos responsabilidad en cambiar nosotros y cambiar el mundo, entonces somos igual de culpables que todos aquellos cuyas acciones causaron que el Templo se haya destruido.

Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Dice el Talmud (Yoma 86b): “Si una persona hace teshuvá (se arrepiente) en forma verdadera, entonces el mundo se merecerá el perdón”.

El Pueblo Judío es una unidad. Por lo tanto, las acciones de una persona pueden cambiar la fe del pueblo entero. Tú tienes el poder de cambiar el mundo entero por medio de la teshuvá. Y ya que tienes el poder... también tienes la responsabilidad.

 

¿Opio de las Masas?

Marx dijo que “la religión es el opio de las masas”. Pero Marx estaba hablando de la religión que dice: “No te resistas al mal, pon la otra mejilla”.

El Judaísmo, por otro lado, enseña a la gente que se levanten y tomen la responsabilidad del mundo. Es por eso que el secularismo es el opio de las masas pues promueve la inactividad.

Imagínate preguntándole a los conquistadores Romanos: “Los griegos se están muriendo de hambre, ¿no es eso terrible?”. Ellos dirán: “De que hablas, es la mejor noticia que hemos escuchado! Vamos a la guerra!”.

Pregúntale a un típico estudiante universitario: “¿No es terrible que los africanos se estén muriendo de hambre? ¿Qué harás al respecto?”. El dirá: “¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Quién soy yo? Sólo soy una persona. No puedo hacer nada al respecto”.

Sin creer en D-os, simplemente te darías por vencido.

El Judaísmo dice que puedes hacer algo al respecto. Si crees que D-os está haciendo todo, y si ves cuánto ha hecho por ti, entonces sabrás que te ayudará.

Todo lo que tienes que hacer es tomarte la responsabilidad y hacer un esfuerzo. D-os se hará cargo del resto.

 

El Hombre Propone y D'os Dispone

¿Alguna vez has visto un edificio en construcción? Los constructores utilizan grúas para recoger un cargamento lleno de ladrillos para que después uno o dos hombres pongan sus manos bajo la grúa y empujen el cargamento al lugar adecuado.

Un tonto ve a dos personas empujando el cargamento de ladrillos y cree que son tan fuertes como Hércules. Una persona sabia entiende que la grúa es lo que lo está moviendo.

La Torá nos dice explícitamente que al final de los días, el Pueblo Judío va a regresar a D-os. Y eso ya está pasando.

Los Judíos han regresado a Israel, un hecho increíble. Hemos sido testigos de milagros impresionantes en Israel - ya sea la guerra de la Independencia, la guerra de los Seis Días, la guerra del Golfo. Hemos vivido con milagros. El Todopoderoso nos está regresando a casa. La grúa se está moviendo.

La gente a veces dice: “Me encantaría hacer aliá (viajar a Israel), pero no tengo el dinero”. ¿Cuál es la solución? Yo les digo: pon un dólar semanal en una cuenta de banco separada. Me miran como si estuviese loco. “¿De qué hablas, son $52 dólares al año. En 10 años, tendré $520 dólares. De que me ayudará?”. Les digo: si pones un dólar a la semana, el Todopoderoso va a ver que eres sincero y se encargará del resto.

Aquellos que ya han empezado a estudiar Torá o a respetar Shabat, ¿recuerdan lo difícil que fue cuando empezaron a hacerlo? Ahora recuerden el progreso que han tenido, ¿no es cierto que estaban poniendo un dólar en el banco? Estabas haciendo el esfuerzo y el Todopoderoso te llevó hasta tu meta.

 

La Cubeta y la Montaña

El Midrash dice que tanto a la persona sabia como al tonto se les dice: “Toma la Torá y apréndetela toda”. El tonto ve a la Torá y dice: “Eso es como tratar de mover una montaña hacia el mar! Inclusive que trabajes día y noche, no es posible que acabes algún día”. Entonces, ¿qué es lo que hace? Llena la cubeta de tierra y después se va a dormir.

El sabio dice: “Si hago el esfuerzo, me pagarán. No puedo imaginar cómo voy a mover esta montaña al mar pero si el Todopoderoso me lo dijo, no está mal intentarlo”. Entonces toma una cubeta llena de tierra y la mete al mar; otra cubeta y la pone en el mar; otra cubeta....

“Hey, meshuguene!, ¿qué estás haciendo? Grita el tonto.

“Escucha, me están pagando”, contesta el sabio. Y sigue trabajando. Otra cubeta al mar. Hasta que se topa con una piedra. Empuja la piedra y empieza como un corrimiento de tierras y en eso toda la montaña se deshace y se cae en el mar.

Eso es lo que estamos haciendo. Un dólar a la semana y toda la montaña caerá al mar.

D-os es tu Padre, Creador de este universo. Te quiere dar todo. Al hacer el esfuerzo, le estás dando la oportunidad de hacerlo. Lo estás aceptando. Aprecia cuánto ha hecho por ti hasta ahora. Quiere hacer mucho más. Sólo sigue poniendo las cubetas en el mar; un dólar a la semana en el banco. Los premios te están esperando.

 

D'os Nos Dió la Habilidad

La Torá dice que lograr saber toda la Torá está cercano a nosotros, muy a nuestro alcance (Deuteronomio 30:14).

Nuestro problema es que no queremos intentarlo. No hacemos el esfuerzo.

Si escuchaste sobre la oportunidad de un negocio que te traería millones, ¿habría un límite en tu esfuerzo para hacer el trabajo? Si te diría que te voy a dar un millón de dólares si te memorizas una hoja del directorio telefónico para la siguiente semana, ¿lo podrías hacer?

Date cuenta de que la recompensa, inclusive por una sola mitzvá vale más que cualquier cosa que puedas ganarte en este mundo. Entonces, no veas al esfuerzo como dolor; velo como una oportunidad. Tienes la habilidad de ser grandioso, y no hay nada mejor que puedas hacer con tu energía.

El Midrash (Tana DeBe Eliahu) cuenta la historia del profeta Elishá cuando se encontró con un pescador. ¿Estudias Torá? - Elishá preguntó. “No” - replicó el pescador - “Soy un hombre simple. No estoy dotado con talento o inteligencia”.

“Dime” - dijo Elishá, “¿Cómo preparas tu red de pescar?”. “Bueno” - dijo el hombre - “Es muy complicado. Primero tengo que escoger la medida adecuada de la red, después tengo que tejer la red de una manera particular para asegurarme de que tenga el equilibrio adecuado en fuerza y flexibilidad”.

“¿Cómo haces realmente pescar al pez?” - dijo Elishá. “Oh” - dijo el hombre - “Eso también es muy complicado. Hay muchos factores involucrados - incluyendo la estación del año, la hora, el tipo de pez, la profundidad del agua, la temperatura, la velocidad de la corriente”.

“Cuando llegues al cielo” - dijo Elishá - “Vas a testificar que no estudiaste Torá porque fuiste un hombre simple, sin ningún talento o inteligencia. Pero ¿realmente crees que D'os te dió la cabeza para ser un pescador y no para estudiar Torá?”.

El pescador se dió cuenta de que Elishá tenía razón. Él quedó devastado y empezó a llorar desconsoladamente.

Elishá le dijo: “No estés tan triste. Te voy a decir un secreto. Todos usan esta excusa de una manera u otra. Todos esperamos llegar al cielo y decir: D-os, yo quería cambiar el mundo; yo quería saber toda la Torá; quería amar a la humanidad. Pero no me diste la suficiente inteligencia, fuerza o personalidad. Y el Todopoderoso te va a contestar: Tus acciones contradicen tus palabras. Cuando se trataba de algo que te importaba, ya sea ganar dinero o construir una casa, te las ingeniabas para hacerlo. Pero obviamente la Torá no te importaba lo suficiente”.

Ese es nuestro problema. No tomamos a la Torá seriamente. La mitzvá constante de “saber que existe un D-os” significa reconocer que cambiar el mundo es nuestra responsabilidad. Y ya que el poder de D-os está detrás de nosotros, no estamos absueltos de hacer el esfuerzo.

Recursos Ilimitados

“Abre tu boca y te la llenaré” (Salmos).

El Jafetz Jaim (Polonia, s. XX) dice: Si irás a pedir dinero, la cantidad de dinero que pidas dependerá del estatus del otro. Si le estás hablando a un vendedor de periódicos no le pedirás $500; el señor está intentando salir adelante. Pero si le pides un centavo lo vas a insultar. Entonces le pides $50. Discutirá un poco, pero si te da $20 estará bien.

Si le pides a un hombre de negocios exitoso $5 dólares, lo estarás insultando. Pídele un millón de dólares y te dirá que estás loco. Entonces le pedirás $5,000 dólares, discutirás un poco y saldrás con $500 dólares.

Ahora llegas a lo de un billonario. (Si te da una cita!) Si le pides $500, estás perdiendo su tiempo. Si le pides $5 millones, le discutes y demás, te dará $500,000.

Cuando te acercas a D-os, no lo insultes. Es tu padre; te quiere. Es el Creador del universo. ¿Qué es un billón de dólares? Dice D-os: “Abre tu boca y te la llenaré”.

Si prestas atención a los rezos Judíos, te darás cuenta de que le pedimos a D-os por todo - comida, vivienda, salud, familia, sabiduría, Torá, Israel, paz, espiritualidad y mitzvot. Así es como un judío reza. D-os te quiere dar todo.

 

Todo es Para Bien

Si realmente entiendes que el Todopoderoso te quiere y tiene todo el poder, entonces cuando algo no está saliendo como quieres, debes buscar saber por qué. Ya que todo lo que hace D-os es por nuestro bien, nunca se enoja, nunca te castiga, nunca se venga. Todo es por nuestro beneficio. Muchas veces no nos damos cuenta hasta un tiempo después...

El Talmud cuenta la historia de Rabí Akivá, que era un alumno de Rav Najum Ish Gamzu - y se lo llamaba Gamzu porque siempre decía "gam zu letová" que significa “esto también es para bien”. Rabí Akivá estaba viajando una vez hacia un pueblo distante. Llevaba con él un gallo para que lo despierte, un burro para transportarse y una vela para alumbrar. Cuando la noche empezaba a caer, llegó a una aldea y todos las posadas estaban llenas. No teniendo donde dormir se fue al bosque a acampar. Mientras estudiaba Torá, un viento apagó su vela, dejándolo en la obscuridad. Un rato después vino un león y mató a su burro, y un gato se comió a su gallo.

Ahí estaba Rabí Akivá, solo en el bosque… y acababa de perderlo todo! Pero dijo: “esto debe ser para bien”.

Rabí Akivá se levantó en la mañana y continuó su travesía a pie. Pasó a través de la aldea y vió que una banda de malhechores había llegado en la noche y quemó toda la ciudad, matando a la gente y tomando sus posesiones.

“Ahora veo cómo D-os me protegió. Si hubiera tenido un cuarto en la posada me hubieran llevado a mi también. Si mi burro o mi gallo hubieran hecho ruido los bandidos me hubieran encontrado, y si mi vela no se hubiera apagado me hubieran visto. Todo lo que hace D-os es para bien”.

D-os creó este mundo y nos dió la Torá. Es un regalo bellísimo. Debes estar agradecido por ello. Y si haces el esfuerzo para obtener lo "imposible" - D-os seguro te ayudará.

1 Saber que D-os Existe 4 Amar a D-os
2 No Creer en Ningun Otro 5 Temer a D-os
3 D-os es Uno 6 No te dejes llevar por tus ojos

 

 
   


Sobre el Autor

Rav Noaj Weinberg fue el fundador y director de Aish HaTorah Internacional. Por más de 40 años con sus programas educacionales atrajo a cientos de miles de Judíos de vuelta a su herencia.

Que la lectura de este artículo sea un mérito para elevar su alma.



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