Levítico 12 - 15

Un hombre habló rumores sobre otra persona.  Un tiempo después se arrepintió de lo que hizo, y fue al rabino a preguntarle cómo podía remediar lo que hizo.  "Ve al negocio y compra una bolsa de semillas" - le dijo el rabino - "luego dirígete a un gran campo abierto y esparce las semillas al viento.  Luego de hacer esto, regresa a mí en una semana".

El hombre hizo lo que le dijo el rabino y después de una semana regresó a lo del rabino para saber cuál era el próximo paso a seguir.  "Ahora" - dijo el rabino - "vuelve al campo y recoge todas las semillas".

"Pero" - protestó el hombre - "aquellas semillas se han esparcido y han llegado a lugares remotos!  Yo nunca podré encontrarlas a todas.  Muchas incluso han echado raíces!".

"Exactamente" - explicó el rabino - "ahora tú entiendes.   Cuando nosotros hablamos mal sobre otra persona, el efecto es amplio y llega lejos.  Y su daño nunca puede ser completamente remendado".

Una de las secciones más difíciles de entender en la Torá es la que habla sobre la "tzaráat", una enfermedad de la piel comúnmente mal traducida como lepra.

En verdad, la tzaráat es una manifestación física de una deficiencia espiritual.  El Talmud en Arajin 16 dice que la Tzaráat viene específicamente como consecuencia del "lashón hará" - hablar negativamente sobre otra persona.  Por ejemplo: nosotros vemos que cuando la hermana de Moshé, Miriam habló lashón hará, se enfermó de tzaráat (Números 12).  

¿Cuál es la conexión entre hablar mal - chismear sobre otra persona, y contraer esta enfermedad de la piel?

Para Construir o Para Destruir

El habla es la herramienta de la creación - a través de ella podemos construir individuos y el mundo.  Podemos alabar, alentar y dar seguridad a otros.  Al hacer sentir a otro importante, nosotros lo construimos, como si diríamos: "tu existencia es necesaria".  Esto es vigorizante.

Uno de los grandes rabinos americanos de la generación pasada, Rabí Shelomó Freifeld zt"l, era conocido por haber hecho que un vecino retorne a la observancia de la Torá simplemente por haberse preocupado siempre de decirle "buenos días".

Por otro lado, el habla también puede ser usada para destruir.  Palabras como "tú no vales nada", borra la autoestima de una persona.  Como dice el rey Shelomó: "la vida y la muerte están en manos de la lengua" (Proverbios 18:21).  El Talmud en Arajin 15b, explica que el habla negativa es incluso peor que la espada - puesto que mata a muchas personas, incluso desde una gran distancia.

La expresión "Palos y piedras pueden romper mis huesos, pero nombres nunca me dañarán"  no fue dicho por un judío.

Más allá de la destrucción individual, todos nosotros hemos visto el poder del chisme - un rumor vicioso - que rompe relaciones personales, familias, e incluso comunidades enteras.

Por supuesto, así como la Torá prohibe hablar lashón hará, también se nos prohibe escucharla.  (Lo que tiene sentido - si yo no puedo escucharla, entonces tú no puedes hablarla!).  Al escuchar una conversación negativa nosotros alimentamos el vicio y nos desensibilizamos del efecto que tiene en otros.

De aquí podemos entender una sección de la parashá de esta semana, Levítico 13:45-46.  La Torá dice que cuando alguien tiene Tzaráat, debe ir afuera de los límites de la ciudad y gritar: "Contaminado!" a cualquiera que se le acerque.  El castigo es proporcional al pecado: si tú promueves el desacuerdo entre otros provocando que se dividan, entonces sufrirás  esa división tú mismo.

Límites del Lashón Hará

Muchas personas cometen el error de pensar que la prohibición de lashón hará - conversación negativa - se limita solamente a decir cosas falsas y mentiras.  Pero eso no es así.  Mentir es otra prohibición, expresada en Éxodo 20:13, 23:7.

Lashón Hará, es la prohibición de decir cualquier cosa negativa o despreciativa sobre otra persona - incluso cuando es verdad!

Frecuentemente, al lashón hará se lo encierra en un armario de racionalizaciones.  No importa si las palabras son dichas tácitamente o son sobreentendidas.  Si el mensaje puede ser interpretado negativamente, entonces se está violando la prohibición de hablar lashón hará.

Sé consciente de situaciones potenciales donde puede llegar a haber lashón hará y deténlas antes de que comiencen.  Las reuniones están particularmente llenas de chismes: "Oh, ¿has escuchado sobre tal y tal…?".

El Talmud dice que el cuerpo humano fue construido para ayudar a la persona a abstenerse de hablar lashón hará.  Los dientes y los labios sirven como "pórticos" que regulan lo que sale de nuestras bocas, mientras que la lengua está en una posición horizontal de descanso.  Más aún, mientras que los humanos tienen dos ojos, dos oídos y dos fosas nasales - tenemos sólo una boca como un recordatorio de que debemos minimizar nuestra conversación.  Y, dice el Talmud, ¿para qué propósito D'os creó el lóbulo de los oídos?  Para que si nos encontramos en una situación en la cual se está hablando lashón hará, podamos convenientemente subir el lóbulo y así tapar nuestros oídos!

Aquí citaremos algunas formas comunes de lashón hará, de las que debemos cuidarnos:

1. "Pero es verdad!"

2. "Pero yo ni siquiera mencioné su nombre!"

3. "A mí no me importaría si alguien dice lo mismo de mí!"

4.  "A él no le importaría!"

5. "Ya todos saben sobre esto, de todas maneras!"

6.   "Yo lo diría incluso en su cara!"

7.   "Estoy bromeando!"

8.  (No decir nada… pero hacer una expresión con los ojos)

9. "Las personas de esa ciudad son…"

10. "Todo es en nombre de la competencia comercial"

11. "Esto puede ser lashón hará, pero…"

12. "Vamos, tú puedes decirme…"

Todas estas expresiones son lashón hará.

Sin embargo, hay una excepción a esta regla.  Nosotros podemos hablar o escuchar información negativa si estamos absolutamente seguros que es por un propósito constructivo para prevenir un daño futuro.  Pero antes de usar esta excepción, asegúrate de que las siguientes condiciones se apliquen:

• La información debe ser objetivamente verdad, no una cuestión de gusto u opinión.

• Debe ser información de primera fuente, no un rumor.

• Primero debes darle al perpetrador la oportunidad de responder a las alegaciones.

• No puedes tener motivos ulteriores o ganancias personales de lo que dices.

• Debes evitar mencionar nombres siempre que sea posible.

   

¿Por Qué Las Personas Chismean?

¿Qué motiva a una persona a hablar mal de otra?

La baja autoestima.  Cuando una persona se siente baja, tiene dos caminos para sentirse mejor -  o 1) hacer el esfuerzo de trabajar y levantarse a sí misma (esto lleva mucho trabajo!), o 2) rebajar a otros.  (El razonamiento es: si yo puedo rebajar a otros, entonces yo no pareceré tan mala en comparación!).  Esa es la manera más fácil.  Pero ¿esa es la clase de persona que quieres ser?

Esta es la razón por la cual el medio ha construido un imperio derribando a grandes blancos - como estrellas de cine, políticos y líderes comerciales.  Para una persona promedio que se ve desvaneciendo en la mediocridad, es una fuente de degradación ver el éxito de otros en la vida!  Entonces, derríbalos - y el problema está resuelto!

Esto también puede explicar algunas bases para el antisemitismo.  La nación que se mantiene en un standard más alto es un constante recordatorio del potencial humano para la santidad y la moralidad.  

¿Por qué el mundo es tan estricto en señalar cada mal paso tomado por Israel?  Porque al eliminar el respeto por ese alto standard, la obligación de buscar ese standard también desaparece.

El primer paso para evitar lashón hará es reconocer nuestras propias faltas y comprometernos a mejorarlas. Cuando yo acepto que yo sólo soy el responsable por mis deficiencias, entonces yo seré menos crítico y más tolerante hacia otros.

Si tú te encuentras a ti mismo "deprimido" por ti mismo o por otros, intenta enfocar tu pensamiento lejos de las faltas y cerca de las virtudes.  Esto te animará y te sacará de tu negatividad.

La Torá dice: No tomes el camino fácil.  ¿Te sientes deprimido?  Trabaja duro y mejórate a ti mismo.

Juzga a Otros Favorablemente

Entonces ¿qué pasa si inadvertidamente escuchamos lashón hará?  El Talmud dice que debeautomáticamente no aceptarlo como la verdad. Sino que la regla es: "es inocente hasta que se lo pruebe culpable".

Hay una famosa historia sobre el gran comentarista del Talmud, el Rashash (Rabí Shemuel Shtrashun, siglo XIX, Vilna) quien tenía una fundación para prestar dinero a personas pobres.  Un día mientras el rabino estaba estudiando Talmud, un hombre llegó a pagar un préstamo de 10000 rublos.  El rabino estaba tan envuelto en su estudio, que puso el dinero en el libro y se olvidó de él.

Una semana más tarde, el rabino estaba revisando entre sus papeles quiénes le debían dinero y notó que los 10000 rublos no habían sido devueltos aún.  Entonces llamó al hombre y le pidió que pague.  "Pero yo le pagué la semana pasada"- dijo el hombre.  "Bueno, entonces dónde está su recibo" - dijo el rabino, quien verdaderamente no recordaba que se le había ya pagado.  "Usted estaba estudiando y no quise molestarlo" - respondió el hombre.

Pronto corrió la noticia de que el hombre pobre y el rabino estaban en una disputa financiera.  Todos decían: "Cómo este hombre se atreve a contradecir al rabino!".  La reputación del hombre fue arruinada y fue apartado de la comunidad.

Un año más tarde, el rabino estaba repasando una sección del Talmud y se encontró con el sobre conteniendo 10000 rublos.  Entonces se dió cuenta lo que había ocurrido!  Inmediatamente llamó al hombre para disculparse.  "Pero sus disculpas no me ayudan" - dijo el hombre tristemente - "mi reputación fue arruinada para siempre!".

"No se preocupe" - dijo el rabino - "Yo haré un anuncio público en la sinagoga, de que fui yo el que cometió el error".

"Pero eso no ayudará" - dijo el hombre - "ellos pensarán que usted lo está haciendo sólo porque tiene piedad de mí".

El rabino pensó por un largo tiempo hasta que llegó a una solución.  "Usted tiene una hija y yo tengo un hijo" - él dijo - "arreglemos el casamiento entre ellos.  De esta manera, todos estarán seguros de que usted es verdaderamente confiable, pues de lo contrario, yo nunca hubiera sugerido este shiduj".  Y con eso el daño fue reparado.

Pero no siempre es tan fácil…

El Habla y el Proceso de la Redención

El Talmud pregunta: ¿por qué fue destruido el Templo Sagrado?  Porque las personas hablaron lashón hará unas de otras.  Entonces, dice el Jafetz Jaim (siglo XX, el codificador de las leyes de lashón hará), abstenerse de los chismes es la única y más efectiva manera de reparar el daño y traer así la Redención!

Dos rabinos de Esh HaTorá en Jerusalem han escrito guías prácticas en las que se determinan los parámetros de lashón hará.  Ambos son excelentes fuentes para un estudio más detallado:  "Guard Your Tongue" o en español "Cuida tu Palabra" por el Rab Zelig Pliskin, y "Jafetz Jaim - A Way a Day" (sólo en inglés) por el rabino Itzjak Berkowitz.

En adición, muchas ciudades ofrecen clases telefónicas grabadas, que tratan sobre lashón hará.

También, hay campañas constantes para fortalecer la observancia comunal en este área.

Imagina cómo cambiaría la historia… si todo el mundo se uniese a esta causa!