Perlas
El pueblo de Israel estaba acampado en las llanuras de Moab y los moabitas estaban aterrorizados. Su rey, Balak, envió mensajeros a Bilaam, un profeta gentil, instándole a destruir a los judíos con una maldición. La Torá declara: "Vengan ahora y maldigan a este pueblo, porque son demasiado poderosos para mí; el Jafetz Jaim, el rabino Israel Meir Kagan (Polonia, 1839-1933) explicó que de aquí vemos cómo Balak era malo, muy malo. Si creía que Bilaam tenía el poder de bendecir, ¿por qué le pidió que maldijera a los judíos? Podría haberle pedido que bendijera a su propio pueblo para que los israelitas no les hicieran daño.
Un caso opuesto se hizo bien conocido en la ciudad de Telshe, Lituania. Todos los habitantes de la ciudad, incluiso los gentiles, respetaban enormemente al rabino Eliezer Gordon (1841-1910), fundador y director de Yeshivah del mismo nombre. Muchos no judíos también le pidieron que orara por su bienestar. Una vez que un granjero se acercó al rabino y le pidió que orara para que su enemigo muriera. El rabino Gordon le explicó entonces que lo correcto era no maldecir al enemigo, sino orar para que este hombre se convirtiera en su amigo.
¿Cuál es la lección para nosotros? En lugar de enfocarnos en el lado negativo de las relaciones interpersonales, ¡centrémonos en cómo dirigir la relación en una dirección positiva, tanto a través de la oración como con nuestras actitudes constructivas!
Dvar Torá basada en el libro Crecimiento a través de la Torá del Rav Zelig Pliskin
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