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Parashat Tzav

"Pensamientos de pecado" En la parashá pasada hemos visto la dinámica espiritual y psicológica de la ofrenda por el pecado (jatat).  La parashá de esta semana comienza con la olá, una ofrenda que es consumida complet
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"Pensamientos de pecado"

En la parashá pasada hemos visto la dinámica espiritual y psicológica de la ofrenda por el pecado (jatat).  La parashá de esta semana comienza con la olá, una ofrenda que es consumida completamente por el fuego.  Los Rabinos dan una explicación al propósito de esta ofrenda: Rabí Shimón Bar Iojai enseñó: la olá es traída por hirhur halev - pensamiento del corazón (Vaikrá Rabá 7:3).

Esta idea es explicada en el Talmud Ierushalmi:

"La olá trae "kapará" - expiación - para los pensamientos del corazón" (Ierushalmi Iomá 8:7 45b).

Estos dos pasajes nos enseñan que pensamientos "pecaminosos" del corazón necesitan perdón.  A primera vista, esta idea parece extraña, especialmente desde una perspectiva contemporánea occidental.  Después de todo, vivimos en una sociedad que perdona el comportamiento consensual entre adultos.  Ciertamente, los pensamientos de uno son privados, y no surge ningún "pecado" o daño si uno tiene meros pensamientos.  En algunos círculos, los pensamientos y las fantasías son estimuladas, y son vistas como parte de una mente sana y bien balanceada.  Pero aquí, nosotros tenemos la enseñanza opuesta: simples pensamientos pueden ser pecados, y es por eso que el perdón es necesario.

La idea de que los pensamientos deben ser controlados es una idea muy básica, encontrada en el tercer capítulo del Shemá:

"Y será para ustedes - los tzitzit - y lo verán, y recordarán todos las mitzvot de D'os y las harán, y no se desviarán en pos de vuestro corazón y en pos de vuestros ojos, en pos de los cuales se prostituyen" (15:39).

El Talmud explica:

"¿Pero dónde encontramos [advertencias en contra] de las opiniones de los herejes, y los pensamientos de inmoralidad e idolatría? - Ha sido enseñado: 'en pos de vuestro corazón' y esto se refiere a la herejía; y es por eso que dice: 'el tonto dijo en su corazón: no hay D'os'.  'En pos de vuestros ojos' y esto se refiere a los pensamientos inmorales" (Berajot 12b) (También ver Midrash Rabá Números 27:6).

Entonces, ¿cuál es la conexión entre la olá y los pensamientos por los cuales ella compensa?  El midrash explica:

"Así enseñaron nuestros Sabios, la olá es completamente sagrada, porque no fue traída por pecados.  El "Asham" era traído por robo, pero la olá no era traída por pecado o robo, sino por pensamientos del corazón" (Tanjumá Tzav 13).

Aquí la olá es llamada "completamente sagrada", refiriéndose al hecho de que la olá, literalmente traducida como "asciende", es completamente consumida por el fuego, y el hombre no tiene beneficio de eso.  Esto está explicado por algunos comentaristas en el versículo:

"Habló D'os a Moshé diciendo: Ordena a Aharón y a sus hijos diciendo: ésta es la ley que rige para la olá (el holocausto): ella es la olá que deberá estar sobre el fuego, sobre el altar, toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar arderá en él" (Vaikrá 6:1 - 2).

La olá es una ofrenda que trae perdón para los pensamientos.  Así como las pasiones de la persona se queman en la noche, este animal sacrificado, el cual representa el lado físico de la persona, se quema toda la noche, hasta que sólo el espíritu queda [ver Torá Shelemá Tzav nota 9].  No queda nada "físico" de la ofrenda.  Esta idea es iluminada por el Zohar:

"La esencia de la ofrenda es que es análoga al pecado, y el hombre debe ofrecer a D'os sus deseos y pasiones, porque esto es lo más aceptable de todo.  Benditos los rectos que traen estas ofrendas cada día [metafóricamente].  Sin embargo, la ofrenda real [física] es mejor, porque trae bendición en todos los mundos" (Zohar, Vaikrá pag. 9b).

Esta relación entre los mundos físico y espiritual puede ser esclarecida por un pasaje en el Talmud:

"Los pensamientos de pecado son "kashé" (más difícil o duros) que los pecados" (Iomá 29a).

Rashí explica este pasaje:

De acuerdo a Rashí, el término "kashé" quiere decir más difícil.  Rashí entiende que esta enseñanza significa que los pensamientos de pecado son más difíciles de controlar que controlarse para no cometer el pecado.  Esta explicación no indica lo que es más serio, o por esa razón si un pensamiento de pecado es realmente un pecado en sí mismo.  Rashí sólo dice que los pensamientos de este tipo son más difíciles de controlar, una declaración que puede ser entendida en varios niveles.  Como ya notamos, muchas personas no consideran a los pensamientos un tema moral o religioso, y es más difícil controlar algo que no es considerado un problema.  Por otro lado, los crímenes del corazón nunca son sabidos por otras personas.  Como regla general podemos decir que intrínsecamente, los pensamientos son más difíciles de contener, y la mayoría de las personas tienen un éxito mayor ejercitando control sobre sus acciones que sobre sus pensamientos.

Irónicamente, de acuerdo con el análisis de Rashí la recompensa por controlar los pensamientos sería más grande que la recompensa por evitar un pecado "real", siguiendo el principio enseñado por la Mishná en Avot: "de acuerdo con la dificultad así es la recompensa".  A pesar de que un pecado "real" en el mundo de la acción es peor, uno recibirá una recompensa más grande por evitar pensamientos de pecado.

El Rambam, en su libro la Guía de los Perplejos, muestra un entendimiento radicalmente diferente:

"Tú ya sabes la enseñanza "los pensamientos de pecado son "kashé" (más difíciles o duros) que el pecado" (Iomá 29a).  Yo tengo una maravillosa explicación: si una persona peca es generalmente debido a las circunstancias que resultaron de que ella es una criatura física, la persona pecará debido a su lado animal.  Pero los pensamientos son el tesoro de una persona que sigue su "forma" (su imagen de D'os) y si una persona peca con su pensamiento, entonces, ellos pecaron con su más grande posesión…el propósito de la mente es llegar a D'os y no caer más bajo (que los animales)" (Guía de los Perplejos 3:8).

El Rambam explica que los pensamientos de pecado son "kashé", son peor que un pecado!  La persona está hecha de dos partes: el animal - físico y el intelectual - espiritual. Es por eso que si la persona peca con su cuerpo, es entendible: el cuerpo es físico y es por eso que tiene todo tipo de necesidades físicas e instintos animales.  La mente, por el otro lado, es la manifestación de nuestra imagen de D'os.  Es así que pecar con la mente es una profanación más grande que pecar con el cuerpo.  Pero el hombre es castigado, en general, por la acción y no por el pensamiento.  Sin embargo, pensamientos pecaminosos pueden ser más debilitantes espiritualmente.

La imagen de la olá ahora tiene un nuevo significado, la persona que ha pecado con su mente, efectivamente, ha transformado su lado espiritual en algo animal.  Es por eso que el animal ofrecido para enmendar el pecado debe ser consumido por el fuego completamente, indicando que la mente debe dedicarse completamente a lo espiritual.  Esta idea puede ser ilustrada por una segunda enseñanza de Rabí Shimón bar Iojai, la autoridad que ha enseñado que la olá es traída por pensamientos prohibidos:

Aquí, Rabí Shimón Bar Iojai enseña que hay un antídoto para pensamientos pecaminosos, la Torá.  Como ya vimos, la mente representa la imagen de D'os y el lado espiritual del hombre.  Esta imagen es lo que nos permite tener una relación con D'os; es por eso que la persona cuya mente está inmersa en palabras de Torá es salvada de la clase de pensamientos que atrapan al hombre.

El Zohar explica esta idea:

"Si su oblación es una ofrenda que se quema:  Rabí Jiá citó aquí el versículo: 'porque mis pensamientos no son tus pensamientos, dijo D'os' (Isaías 55:8).  'El pensamiento D'os - él dijo - es la fuente de todo y de ese pensamiento surgen caminos y senderos en los cuales el Nombre Sagrado puede ser encontrado y correctamente establecido.  De ese Pensamiento, también surge el arroyo del Jardín del Edén para regar todo.  De ese Pensamiento dependen todos los seres superiores e inferiores, y de ese Pensamiento vino la Torá Escrita y la Torá Oral.  El pensamiento del hombre es también la fuente de su vida, y de él salen caminos y senderos para pervertir sus caminos en este mundo y en el venidero.  De ese pensamiento surge el instinto del mal para dañarlo a él y a todos, y de él sale el error y la iniquidad y el pecado presuntuoso, la idolatría, las relaciones prohibidas y el derramamiento de sangre; por eso dice: 'mis pensamientos no son como los tuyos'.  Y así dice, primero que todo: 'si su oblación es una ofrenda que se quema', porque 'la ofrenda que se quema' (olá) tiene referencia a 'lo que sube' (olá) al corazón como pensamiento, y es por eso que la primera ofrenda mencionada es la ofrenda que se quema" (Zohar Vaikrá pag.6a).

Esta enseñanza nos recuerda el pasaje del Talmud, enseñado en nombre de Rabí Ishmael, que si el instinto del mal toma el control de la persona el remedio es ser "empujado" a la casa de estudio:

"Así dijo D'os a Israel: 'Mis hijos! Yo he creado el deseo del mal, pero Yo [también] he creado la Torá, como su antídoto; si ustedes se dedican a la Torá, no serán entregados a él, como está escrito: 'Si harás el bien, serás exaltado', pero si no se dedican a la Torá, serán entregados a él, como está escrito: 'el pecado espera en la puerta'.  Más aún, él está preocupado contigo [para hacerte pecar], como está escrito: 'y en ti estará su deseo'.  Y si tú deseas, puedes gobernar sobre él, como está escrito: 'y tú gobernarás sobre él'.

Nuestros Rabinos enseñaron: el deseo del mal es duro [de aguantar], incluso su Creador lo llamó malvado, como está escrito: 'porque el deseo del corazón del hombre es malo desde su juventud'.  Rabí Itzjak dijo: el deseo malo del hombre se renueva diariamente en contra de él, como esta escrito: '[toda imaginación de los pensamientos de su corazón] fue sólo el mal todo el día'.  Y Rabí Shimón Ben Leví dijo: el deseo malo del hombre junta fuerza en contra de él diariamente y busca matarlo, como está escrito: 'el malvado mira al justo, y busca matarlo'; y si D'os no lo ayudaría [al hombre] él no podría prevalecer en contra de él, como está escrito: 'D'os no lo dejará en sus manos'.  La escuela de Rabí Ishmael enseño: mi hijo, si este repulsivo [miserable] te agrede, llévalo a la casa de estudio" (Kidushín 30b).

Hay una tensión entre el aspecto físico y el aspecto espiritual del hombre; el consejo de Rabí Ishmael es llevar la batalla a tu propio campo.  El Rebe de Kotzk una vez comentó sobre este pasaje en el Talmud: no pienses por un segundo que el ietzer hará (el instinto del mal) no está esperando por ti en la casa de estudio también!  La única diferencia que el consejo de Rabí Ishmael te da es "la ventaja de estar en tu propio campo".

El rol del hombre en este mundo es elevar lo físico.  Para facilitar esto, la mente del hombre, la cual es el corazón de su espiritualidad, y de acuerdo al Rambam es su tzélem Elokim, debe quedar puro, pensante y espiritual.  Lo insidioso en los pensamientos o fantasías de pecado es que lo físico-animal ha tenido dominio sobre lo espiritual, y la batalla es perdida antes de que haya comenzado.

El Templo, como hemos visto en la última parashá, es un lugar donde el hombre errante es rehabilitado.  La ofrenda por el pecado, así como la examinamos la semana pasada, ayuda al hombre cuando él ha hecho un pecado.  La olá, la cual es descripta al comienzo de la parashá de esta semana, es traída por el "pecado" de pensamientos prohibidos.  Así como todo el animal es consumido por el fuego, los pensamientos del hombre deben ser encaminados hacia la redirección de todas sus energías mentales, totalmente hacia D'os.

 

 

 



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