¿Por qué Hashem manda sufrimientos?[1
Sobre los sufrimientos, podemos mencionar 2 motivos por los cuales Hashem los manda; seguramente, si entendemos el mensaje, vamos a recibirlos con amor y cariño. El primero es para que Hashem escuche nuestras tefilot. El segundo es porque si Hashem nos priva de algo es para nuestro bien, pero pensamos que Hashem nos está haciendo sufrir
1. Hashem ansía y solicita tefilot de sus hijos:
Cuenta el Midrash[2] que iba una persona caminando por la calle y se encontró con un anciano, y le preguntó: ?Rabí, ¿por qué hay tantas personas que tienen dificultad para tener hijos? ¿Por qué hay cantidad de mujeres infértiles? Le respondió el anciano: ?Hijo mío, debido a que Hashem los quiere tanto y es tan feliz con ellos, que ansía y solicita sus tefilot?; así pasó con Abraham y Sará, que pasaron 75 años sin concebir a Itzjak; también sucedió lo mismo con Ribká, que pasó 20 años infértil, hasta que nació Yaacob; igualmente ocurrió con Rajel, que pasó 14 años infértil; lo mismo sufrió Janá, que no pudo tener hijos sino hasta después de 19 años y medio, que nació Shemuel Hanabí.
?Todos los años de infertilidad, Hashem anhelaba los pedidos de estos personajes y estaba feliz con sus rezos. Debido que Hashem quería tanto a nuestros patriarcas, les mando esa incertidumbre y preocupación por mucho tiempo, y les negó el hecho de procrear para que rezaran con más intensidad, entendiendo así que Hashem esta feliz con las tefilot de nuestros padres.?[3]
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, se encontraron con una salida sin escapatoria; así describe el Midrash: cuando el pueblo de Israel estaba rodeado de los 3 lados (el mar, el enemigo y los animales del desierto) y no les quedaba nada que hacer, levantaron su vista y pidieron salvación de Hashem.
La pregunta es: ¿Por qué Hashem hizo eso y no ayudó al pueblo de Israel antes? La respuesta es que Hashem anhelaba y estaba orgullo de las tefilot del pueblo de Israel, debido a eso, los introdujo en una posición complicada.
Conozco a una persona que tardó muchos años para poder tener hijos. Me contó que durante esos años de sufrimiento y angustia, esperaba ansiosamente la próxima tefilá para poder pedirle a Hashem que le mandara hijos. Aunque sea difícil de entender, es una realidad que Hashem ama las tefilot de sus hijos.
Pero el razonamiento (erróneo) debería ser al revés, que si Hashem quiere a alguien que le dé; si no lo quiere, que no le dé. Pero si Hashem ama nuestras tefilot, debemos esforzarnos en rezar con mayor concentración y fuerza.
¿Para qué fue creada la tefilá o los sufrimientos?
Mucha gente piensa que la tefilá fue creada para salvarse de los sufrimientos; realmente no es así, sino los sufrimientos fueron creados para que le recemos a Hashem. Según esto, si adelantamos la tefilá al sufrimiento, ya no llegará el sufrimiento, ya que cumplimos con la finalidad que quería Hashem sobre nosotros ? rezarle.[4
Platicar con Hashem:
Hashem siempre desea nuestras tefilot en cualquier momento del día y de la vida. Los Jajamim dicen, que la tefilá no es únicamente un rezo, sino una charla con nuestro padre ? Hashem. Qué importante es hacerse un tiempo diario para platicar con Hashem, ya sea para desahogarse, pedirle, llorarle, agradecerle, etc., y Hashem siempre esperará nuestras palabras con apetito.
Se puede comparar a un hombre y mujer que tenían un único hijo de 3 años y éste todavía no podía hablar. Los padres ya estaban preocupados y nerviosos de que su hijo todavía no hablaba. Un día escucharon a su hijo que gritó: ?Mammm?, ?Mammm?, y los padres felices y radiantes de que su hijo sacó una palabra de su boca. ¡Pero si no dijo nada!, ¡lo que dijo no significa nada; no dijo ni Mamá!
El motivo que los padres estaban felices, fue que el hijo está empezando a hablar y los padres sintieron como que si su hijo ya hablara.
Así mismo con Hashem, debemos empezar a platicar con él, ya que Hashem espera que lo llamemos y él está dispuesto siempre a escucharnos y ayudarnos, ya que es nuestro padre.[5]
2. Todo lo que nos manda Hashem, es bueno y para nuestro bien:
Seguramente todos pensamos, que si nos regalarían 1 millón de dólares, no sería malo para nosotros y no nos dañaría, sino que sería algo bueno. ¡Eso es un error! Si en este momento no tenemos ese millón de dólares, es porque no es bueno para nosotros.
Así como pasó una vez con el Jafetz Jaim que le preguntó a una persona: ¿Cómo va todo?, a lo que le contestó: ?podría ir mejor?. El Jafetz Jaim le dijo: ?si te podría ir mejor, Hashem haría que te vaya mejor; ya que tú eres muy querido para Hashem y no sólo eso, sino que Hashem te quiere y mucho?.
Realmente Hashem siempre quiere y puede darnos lo que quiera darnos. Así como mencionamos en la tefilá: ?Abinu Malkenu? ? ?Nuestro padre, nuestro rey?. Un padre siempre quiere dar, pero no siempre puede; un rey siempre puede dar, pero no siempre quiere?. Hashem es nuestro padre, que siempre quiere y nuestro rey, que siempre puede.
Si es así que Hashem siempre quiere y puede, ¿Por qué no nos manda todo lo que le pedimos, o esa riqueza de la que estamos hablando?
La respuesta es, por cuanto que no siempre lo que pedimos, como el dinero, la riqueza, los hijos, etc., son para nuestro bien, por eso Hashem no nos manda todo lo que pedimos.
Lo que Hashem manda y deja de mandar, es Berajá:
Una pareja fue con Rab Vozner para pedirle una Berajá para poder tener más hijos, a lo que Rab Vozner les contestó: ?lo que Hashem manda, es Berajá; lo que deja de mandar, también es Berajá?.
¿El dinero siempre es bueno?:
Escribe Shlomó Hamelej: ?Osher Shamur Labealav, Leraató? ? ?(A veces) el dinero que la gente tiene en su propiedad, es para su mal?.[6] Aunque no entendemos qué es lo malo, Hashem, sí lo sabe. Si Hashem no nos manda, no es porque no nos quiere, sino porque nos quiere mucho, y eso que no nos manda, es porque no era bueno para nosotros. Hashem tiene sus cuentan exactas en el Shamaim y sabe con precisión qué nos toca y qué no nos toca.
Los golpes de la vida, son benéficos para nosotros:
La Guemará expone el siguiente Pasuk: ?Hodu LaHashem Ki Tov, Ki Leolam Jasdó? ? ?Alaben a Hashem por su bondad, ya que es infinito su favor?.[7]
La Guemará explica este Pasuk y nos dice: Hashem es bueno, ya que cobra las deudas de la gente, con lo bueno que tienen.[8] Realmente no se entiende, ya que si Hashem es bueno, ¿por qué nos va a cobrar nuestras deudas con lo bueno que tenemos? ¿Para qué Hashem nos cobra de nuestros méritos que ya ganamos?
Vamos a explicarlo con un ejemplo:
Si Hashem había destinado muerte para alguien, y en vez de eso, Hashem le quita un poco de dinero, o lo hace sufrir en un accidente pequeño, o Hashem le niega algún buen negocio, o problemas con su esposa, etc.; por supuesto, que a la persona le conviene este buen ?negocio?, ya que es vano lo que le quitaron, comparado a su vida.
Esa es la bondad de Hashem, que nos cobra con poco de los que hemos ganado y nos ?ahorramos? sufrimientos mayores.
No debemos sufrir:
Dicen los Jajamim, que cualquier motivo por el cual sufrimos es vano y sólo perdemos el tiempo con eso. El único motivo el por cual podemos y debemos sufrir, es por lo que sufre Hashem, por ejemplo, cuando un Yehudí no cumple con su voluntad, cuando sus hijos no cumplen la Torá, cuando Hashem no habita en su casa ? en el Bet Hamikdash (como hoy en día), etc. Cuando nos quejamos y sufrimos por asuntos económicos, asuntos del negocio, asuntos matrimoniales, etc., lo único que estamos haciendo es perder el tiempo, ya que Hashem sabe que todo lo que pasa en este mundo en vano y sin valor. Más lo único que sí vale, es lo espiritual.
Los Jajamim dan un ejemplo. Un padre ve a su hijo que construyó un castillo de maderitas que le costó muchas horas armarlo, después de un tiempo, pasó su hijo pequeño y le tiró su grandioso castillo; el hijo va con su padre llorando y con un sufrimiento tremendo dentro de él, contándole lo sucedido pensando que se cayó el mundo entero.
El hijo piensa que el padre va a ir con el hijo pequeño que tiro el castillo y le va a dar una paliza; pero el padre sabe que esas cosas son vanas y sin valor en este mundo y sólo se ríe dentro de él.
Igualmente en este mundo; todo por lo que sufrimos y a veces lloramos, es vano en este mundo.
En el Shamaim todo se ve muy claro:
La Guemará nos cuenta, que el hijo de Rabí Yojanan Ben Zakay se enfermó. Rabí Yojanan le pidió a Rabí Janiná que haga tefilá para que se cure su hijo. Llegó Rabí Janiná, puso su cabeza entre sus rodillas, le pidió a Hashem que se cure el hijo de Rabí Yojanan y se curo.[9]
Pregunta Rab Itzjak Levi MiBarditchov: ?¿Para qué puso Rabí Janiná su cabeza entre sus rodillas?, hubiera bastado con le haga tefilá a Hashem y basta; así como dicen los Jajamim: ?Tzadik Gozer, VeHakadosh Baruj Hu Mekayem? ? ?El Tzadik asigna algo, y Hashem lo cumple?.
Contesta Rab Itzjak Levi MiBarditchov, que Rabí Janiná tenía una categoría tan elevada, que su cabeza siempre estaba en el Shamaim, y allá, todo está totalmente claro; y si el hijo de Rabí Yojanan estaba enfermo, era para su bien eterno.
Si es así, ¿Para qué rezó por él?
Incluso que todo lo que pasa en este mundo es para nuestro bien, con todo y eso, le pidieron a Rabí Janiná que haga tefilá y se cure el hijo de Rabí Yojajan. Rabí Janiná quería hacer favores con la gente y así cumplir con lo que ellos pensaban: ?que si se cura el niño, es lo mejor para él?, por eso tuvo que poner su cabeza sobre sus rodillas, es decir, bajó su cabeza de donde estaba (en el Shamaim que todo se ve claro), hacia este mundo (aquí nada es claro), que en este mundo se piensa que lo mejor para ese niño era curarse.[10]
Vemos de aquí, que las cuentas de Hashem, no las entendemos absolutamente. Y todo lo que nos pasa, es para nuestro bien, incluso que no nos parezca.
Levantar el dedo hacia Hashem:
Dice el Ben Ish Jay algo hermoso: La palabra JOB (deuda), suma 16, y la palabra TOB (bueno), suma 17.
Si a alguien le llega un JOB, ya sea un problema económico, social, familiar, etc., debemos aumentarle un 1, para que sea TOB; ese 1, es Hashem, si a alguien le llegan problemas, debemos levantar ese dedo que forma el número 1, para que el JOB, se convierta en TOB.
Podemos dar un ejemplo para entender el mensaje del Ben Ish Jay:
Cuando llevamos a nuestros hijos a vacunar, el niño piensa que el doctor, la enfermera y los padres, son unos ogros y crueles, ya que lo estamos picando y torturando. Pero los padres saben que esa vacuna es para el bien del hijo y aunque lo vean llorar, lo seguirán haciendo, ya que los padres conocen el procedimiento. Aunque duela, es para el bien del niño.
¿Cómo debemos comportarnos nosotros? Si nos llega algún sufrimiento, debemos alzar el dedo y direccionarlo a Hashem, y sentir que es para nuestro bien.
Cuando todo es bueno, no vemos a Hashem:
Escribe David Hamelej en Tehilim:[11] ?Binot Deshe Yarbitzeni? ? ?En hermosura de praderas me tenderá (Hashem)?, ?Al Me Menujot Yenahaleni? ? ?Sobre aguas tranquilas me dirigirá?, ?Nafshí Yeshobeb Yanjeni (Hashem)? ? ?Mi alma descansará, me guiará (Hashem)?; hasta ahora, el Perek hace referencia a Hashem en 3era persona.
El Pasuk continúa: ?Gam Ki Elej Vegué Tzalmavet, Lo Irá Ra, Ki Atá Imadí, Shibtejá, Umishantejá? ? ?También cuando caminase en el valle de la oscuridad, no le temeré al mal, porque Tú (Hashem), estás conmigo, tu vara y tu apoyo?; esta parte del Perek, ya hace referencia a Hashem directamente (en 1era persona) y ya no en 3era persona como al principio.
Explica el Rebé de Gur, que cuando la situación de la persona es buena y tranquila (como el principio del Perek), pensamos que no necesitamos a Hashem y hasta le hablamos en 3era persona. Pero cuando nos llegan problemas, ahí es donde nos apegamos a Hashem y le hablamos directamente.
No solamente en momentos difíciles debemos de apegarnos a Hashem, sino que siempre lo debemos hacer; para que Hashem no tenga ?pretextos? o ?motivos? para provocarnos rezarle para alguna necesidad.
La finalidad de Hashem, es que le recemos; pero es preferible acercarse y apegarse con la tefilá a él por deleite y gusto, a lo contrario.
Esto lo podemos sentir y aplicar, hasta que entendamos que todo lo que nos manda Hashem es para nuestro bien y todo lo que nos pasa, lo que no nos pasa; lo que tenemos y lo que no tenemos, etc., es para nuestro bien.
Los sufrimientos acercan a uno con Hashem.
Cuando la persona se desvía del camino de Hashem y traspasa su palabra; y a esta persona le decretan sufrimientos; no es porque Hashem se está vengando, sino únicamente para acercarlo a Hashem. Cuando la persona está viviendo sufrimientos; él mismo se acerca a Hashem con ruegos, pedidos, clemencias, etc., y estos rezos, es el mayor acercamiento que un hombre puede tener con Hashem. Vemos de estas palabras, que el sufrimiento o el dolor, no es para castigar a la persona, sino para acercarlo a Hashem, y esta; es la mejor recompensa que puede tener.[12]
Sentir con la misma alegría los sufrimientos y los favores de Hashem:
Esto lo aprendemos de la Torá, al principio de Perashat Jayé Sará. El Pasuk dice: ?Vaijiyú Jayé Sará, Meá Shaná, Veesrim Shaná, Vesheba Shanim, Shené Jayé Sará? ? ?Estos fueron los años de Sará, 100 años, 20 años y 7 años, fueron los años de Sará?.[13] Rashí explica, que el motivo para el cual la Torá repitió ?Shené Jayé Sará? ? ?Fueron los años de Sará?, es porque todos los años que pasó Sará, fueron para su bien y todos los años fueron buenos.
El Pasuk separa los años de Sará 100, 20 y 7, para enseñarnos que cuando Sará tenía 20 años, se veía como de 7 años, por su gran belleza que tenía. Dicen los Jajamim, igualmente así como sus 20 eran como sus 7; así también sus 100, eran como sus 20; ¿A qué se refieren los Jajamim?
El Perek de Tehilim número 100, habla de agradecimiento a Hashem (Mizmor Letodá ? Salmo de agradecimiento) y el Perek número 20, habla de sufrimientos (Yaanjá Hashem Beyom Tzará ? Que Hashem te oiga en el día de aflicción y sufrimiento). Así era Sará, ella sentía con la misma alegría todos los favores que Hashem le mandaba (Perek 100), de la misma manera que Hashem le mandaba los sufrimientos y problemas (Perek 20).
Todos debemos agradecer:
Pregunta Rab Jaim Kanievsky: El Tehilim dice así: ?Mizmor Letodá, Hariu LaHashem Kol Haaretz? ? ?Salmo de agradecimiento, canten jubilosos a Hashem, habitantes de la tierra?.[14]
¿Por qué David Hamélej nos obliga a todos a agradecerle a Hashem? Lo más correcto sería que alguien que tuvo algún problema o salió de alguna situación difícil o complicada, él es quien debe agradecerle a Hashem.
Contestó Rab Jaim Kanievsky, con una historia real que pasó en Israel.
Una noche llegó una persona al Midrash, donando una pequeña Seudá en agradecimiento a que se salvó la vida de un choque que tuvo en una calle de Israel.
Al otro día, llegó otra persona con una nueva pequeña Seudá y todos pensaron que él también se había salvado la vida de algún accidente que tuvo algún día.
Éste les dijo a los presentes: ?Yo no estoy agradeciendo que me salvé la vida en algún accidente o en algún choque; sino estoy agradeciéndole a Hashem, por el hecho de que yo he pasado miles de veces por ese lugar donde chocó nuestro amigo, y a mí nunca me paso absolutamente nada?.
Es lo que dice Rab Jaim Kanievsky: todos debemos agradecerle a Hashem por todo lo que nos da, lo que nos quita, lo que no nos da, etc.
Si entendemos estos mensajes, seguramente viviremos más tranquilos y felices. Que Hashem nos ayude a sentir que todo lo que nos manda es para nuestro bien. Igualmente debemos de esforzar nuestras tefilot, para que nuestros rezos se adelanten a los sufrimientos que tal vez nos podamos merecer, Amén.
[1] Rab Shlomo Levinshtein, disco número 28.
[2] Yalkut Simón al principio de Sefer Shmuel.
[3] Así explica Rab Jaim Smuelebitz en Sijot Musar Maamar 101.
[4] Netibé Or (Rab Nisim Yaguen) hoja 644.
[5] Netibé Or (Rab Nisim Yaguen) hoja 644.
[6] Kohelet 5, 12.
[7] Tehilim 136,1.
[8] Pesajim 118.
[9] Berajot 34b.
[10] Shearav Betoda página 80, Rab Shalom Arush.
[11] Perek 23.
[12] Otzrot Hatorá.
[13] Bereshit Perek 23 Pasuk 1.
[14] Tehilim 100, 1.