RESUMEN DE LA PARASHA
La Parashá de esta semana, KI TETSE, contiene el mayor número de preceptos de toda la Torá: un total de 74 Mitzvot. Veremos ahora algunos de estos mandamientos.
Continuando con el tema de la semana pasada, se discuten primero las leyes y circunstancias relacionadas con la guerra. Moshé advierte a los soldados acerca de evitar el abuso de una mujer que es tomada como prisionera de guerra (cabe mencionar que no existe ningún precedente de este tipo de leyes tan humanas hacia el enemigo como las que indica la Torá). Si un soldado deseaba a una mujer cautiva, no podía abusar de ella; tenía que casarse formalmente con ella (previa conversión) y no podía maltratarla ni discriminarla en el futuro. Ella debería ser considerada parte de su familia. Tampoco podrá negar los derechos a los hijos de esta cautiva. Por ejemplo, si su primer hijo proviene de ella, no podrá negarles la primogenitura. Todas estas regulaciones estaban destinadas a disuadir al soldado de cohabitar con la mujer cautiva.
Posteriormente, la Torá explica el caso de un hijo que es rebelde y extremadamente violento hacia sus padres, y la eventual posibilidad de que sea ejecutado por sus crímenes contra la sociedad.
Se explican las leyes de ciertas ejecuciones y el respeto que se debe guardar por un cuerpo humano sin vida, incluso el de un criminal; no se podrá exponer, sino que deberá ser enterrado inmediatamente. Lo habitual entre otros pueblos y civilizaciones contemporáneas era exponer los cuerpos de los delincuentes en público, incluso durante varios días, para que el resto de la población escarmentase.
Se explica qué hacer cuando uno encuentra un nido de pájaros con huevos o crías.
Se detallan las leyes relativas a las cercas y barandas de seguridad que se deben construir en lugares de riesgo, como una azotea.
Se describe la ley del tzitzit, los flecos en las esquinas de las prendas de vestir.
Se describen algunas leyes relativas al matrimonio con personas de otros pueblos y se especifica en qué casos las conversiones están permitidas y en qué casos no.
Se detallan algunas leyes del divorcio y las exenciones militares de un hombre recién casado.
Se mencionan algunos detalles de los préstamos y las garantías colaterales. La Torá enseña al acreedor a ser sensible y compasivo con el deudor.
La Torá también se refiere a las leyes relativas a los trabajadores asalariados y a sus obligaciones y derechos. Por ejemplo, se establece el derecho del trabajador a recibir su salario a tiempo.
La Torá indica que se debe brindar un tratamiento preferencial a las viudas y a los huérfanos. En otras civilizaciones, estos tratos preferenciales estaban reservados para los nobles y la aristocracia. Sin embargo, el Dios de Israel siempre se preocupa por los más débiles.
Se describe la obligación de ser honesto en los negocios y cuidar de que los pesos y las medidas con los que se pesan las mercaderías sean honestos.
Finalmente, la Torá nos instruye recordar a Amaleq, el arquetipo del antisemita, y nos exhorta a que nunca olvidemos su intención de eliminarnos, como lo hizo cuando salimos de Egipto. Ignorar la vocación antisemita de Amaleq, su odio irracional, puede ser letal para el individuo y el pueblo judío.