Editores de judaismohoy
Para Reflexionar Juntos

Ser sensible

Ser sensible Ser sensible significa sentir, vivir y ayudar sin limites. Ser sensible nos obliga a actuar rápidamente cuando es necesario y no hacerlo cuando se puede dañar. Ser sensible es saber callar cuando la ocasión así lo exige y saber hablar cuando se precisa. Se
First slide

Ser sensible

Ser sensible significa sentir, vivir y ayudar sin limites. Ser sensible nos obliga a actuar rápidamente cuando es necesario y no hacerlo cuando se puede dañar. Ser sensible es saber callar cuando la ocasión así lo exige y saber hablar cuando se precisa. Ser sensible es sentir lo que le pasa a otros y poder prestar ayuda sin esperar la recompensa o las gracias. 

 Lamentablemente el concepto de sensibilidad no es uno de los aspectos mas practicados en nuestra generación. Sin embargo, tenemos que aprender a ser sensible con nuestra familia, nuestros vecinos, amigos y parientes, esto puede llegar a ser algo muy gratificante, yo se… ¡pero es difícil!

Difícil no significa imposible. Es cierto, sacar las malas virtudes que tenemos, las que nos empujan a ser haraganes, avaros, mal agradecidos, y orgullosos, no es fácil. El trabajo de la  persona  está precisamente en lo que nos enseñaron nuestros sabios, -tzur merrá ve asé tov- para hacer el bien tienes que alejarte primero del mal, no puedes construir sobre un terreno que no esta aplanado. Para poder crecer cada día, debe haber un poco de trabajo personal paulatino y constante, de la misma forma que afilamos un cuchillo para que corte mejor, debemos “afilarnos” para ser mas sensibles, acondicionarnos para poder sentir lo que los otros nos están pidiendo o esperando de nosotros.

 Dijo rabi Menajem Mendel de Rimanov:

“Si llegamos a  buscar en nosotros y encontramos que carecemos de una cualidad positiva, no hay que desesperar, pues para eso vino el hombre al mundo, para llenar sus carencias”.

Y sobre autovalorarse, teniendo confianza en uno mismo: Dijo Rabi Yaacov Yosef de Polna: Un hombre que no sabe su valor, ¿cómo ha de saber valorar a su compañero?  Y la Tora nos enseña ve ahavta et reajá camoja—y amaras a tu prójimo como a ti mismo, entonces primero debes buscar la forma de “amarte”.

Otra virtud maravillosa es poder ayudar al projimo y sobre esto nos enseño Rabi Yitzjak de Vorka: El azucar, que se disuelve totalmente en el agua, puede endulzar. De la misma forma, solamente aquel que anula completamente su egoismo puede ayudar y endulzar la vida de quienes lo rodean.

Como dijimos anteriormente, tenemos que analizar como podemos hacer para crear esa sencibilidad, lo primero es juzgandonos, autoanalizándonos y ver en que fallamos.  

Dijo Rabi Menajem Mendel de Kotzk:

Esta escrito en el libro de Devarim (16, 18): Jueces y policias te daras a ti en tus portones. Te daras a ti - para ti. Primero medita en tus acciones y juzgate a ti, antes de comenzar a juzgar a los demas.

Hay que trabajar, pero si comenzamos veremos cuanta siata dishmaya -ayuda del cielo- podemos obtener. Lo primero es tener la voluntad de hacerlo. Dijo el Baal Shem Tov: Donde esta la voluntad del hombre, allí es su lugar.

Si algo te interesa, si cambiar una virtud o llegar a tenerla te interesa, ¡lo lograrás! Porque no hay nada que se pueda interponer delante de la voluntad de la persona. Y esto no es algo que te puede producir preocupación o noches en desvelo pensando en como hacerlo, es algo que te va a elevar y te va llenar de gratificaciones, porque pudiste sobrepasar una meta, lograste ayudar, lograste hacer feliz al prójimo.

Para cada persona, sin importar quién sea, y no importa si es un niño pequeño o si es un anciano, hay momentos mejores, en los que su vida es más o menos relajada, y también hay momentos menos exitosos, cuando encuentra dificultades. En estos tiempos difíciles, ¿qué vas a hacer? En el libro de Proverbios se da un consejo importante.

Dijo el Rey Shlomo:

"La preocupación en el corazón de un hombre la debe hablar y con lo bueno se debe regocijar", pero si algo le preocupa, sobre la preocupacion.

Dijo Rabi Yejiel Mijael de Zlotchov: Recibi la siguiente enseñanza de mis antepasados:

“Hay dos cosas sobre las cuales está prohibido preocuparse, sobre lo que se puede corregir y sobre lo que no se puede corregir. Lo que se puede corregir, hay que corregir y entonces para qué preocuparse. Y en lo que no se puede corregir, de qué sirve la preocupación”.

Esperamos con el favor de HaShem construirnos, arreglar nuestro camino, llenarnos de buenos sentimientos y poder romper las barreras que nos separan de la felicidad y la satisfacción que recibimos al hacer el bien.



Articulos Relacionados

Inscribite
Contactanos