GUERRA DE PALABRAS
Balak, el rey de Moab, se siente amenazado por la presencia de Israel cerca de su tierra. Él sabe que las armas convencionales no serán suficientes para combatir a este pueblo que cuenta con la ayuda de Dios. Balak decide entonces utilizar una estrategia más sofisticada. Contrata a Bil’am, un hechicero famoso por el poder de sus palabras. Bil’am puede pronunciar maleficios y palabras mágicas que supuestamente destruirá al enemigo. Nada más adecuado para derrotar a este pueblo que poderes no convencionales. HaShem interviene y no le permite a Bil’am maldecir a Israel. Por el contrario, Bil’am se ve forzado a alabar y pronunciar bendiciones para Israel . Algunas de estas bendiciones son tan hermosas que las hemos incorporado a nuestras Tefilot diarias. Como vemos, las palabras son muy poderosas. El ser humano fue dotado con la increíble habilidad del lenguaje. Este regalo Divino nos permite comunicarnos unos con otros y expresar nuestras ideas, pensamientos y sentimientos
Temario de la Parashá
PRIMERA ALIYA
Cuarenta años después de salir de Egipto, y poco antes de entrar a la tierra de Israel, los judíos acaban de conquistar a los Emorim y al pueblo de Basán, que se encontraban en lo que hoy es el norte del Jordán. El que ve esto con gran preocupación es Balaq, el rey del pueblo vecino de Moab. Teme que su nación sea atacada por el ejército judío. Sabe que el poder de Israel no consiste en su ejército, sino en su Alianza con Dios. Balak busca una forma no convencional de debilitar a Israel. Envía por Bil’am, un hechicero no judío, debido a la eficacia de sus predicciones y maldiciones. Balaq le pide que pronuncie una maldición contra los judíos. Pero Dios se aparece a Bil’am y le ordena que no vaya a Moab. “¡No maldecirás al pueblo, porque Israel es bendecido [por Mí]!”
SEGUNDA ALIYA
A instancias de la solicitud divina, Bil’am declina la invitación y no se dirige a Moab. Pero el rey Balak insiste y sugiere que lo recompensará generosamente por sus servicios. Dios le permite a Bil’am aceptar la invitación, pero le advierte que solo debe hablar las palabras que Él pondrá en su boca.
TERCERA ALIYA
Bil’am deja la tierra de Midián y va al reino de Balak. Dios envía un ángel que Bil’am no llega a ver. Pero el burro de Bil’am registra la presencia del ángel Divino, se asusta y se niega a continuar. Bil’am golpea a su animal y milagrosamente —o en forma de profecía— el burro se comunica con Bil’am y le reprocha que lo haya golpeado. Entonces Dios abre los ojos de Bil’am y le permite ver al ángel. El ángel cuestiona a Bil’am por su enojo contra su burro (Con este evento, Dios le demuestra a Bil’am que 1. Su vision profética es inferior a la de su un animal, su burra. Y 2. Que es Dios quien pone las palabras en la boca de sus criaturas) Dios exhorta una vez más a Bil’am a decir sólo lo que Dios le ordene. Bil’am finalmente llega a Moab, donde el rey Balak lo está esperando.
CUARTA ALIYA
Siguiendo las instrucciones de Bil’am, Balak construye siete altares y ofrece sacrificios a Dios. Pero Dios le dicta en forma poética/profética las palabras exactas que debe dirigir a Balac y a sus ministros: “De Aram me ha traído el rey Balak de Moab, de los montes del oriente y me ha pedido que maldiga a Israel… Pero ¿Cómo podría maldecir a aquellos a quienes Dios no ha maldecido, y cómo me atrevería a invocar la ira de Dios si Él no se ha enojado con Israel?… “ . Luego pronunció bendiciones y alabanzas muy hermosas para el pueblo judío. Balak, muy enojado por las bendiciones de Bil’am, le recuerda que debe decir solo lo que él le ordena, es decir, maldecir a Israel. .
QUINTA ALIYA
En un intento por convencer a Bil’am de maldecir a Israel, Balak lo lleva a otro lugar, como si el cambio de ubicación lo inspirara a pronunciar maldiciones. Construyen altares y ofrecen sacrificios, pero Dios nuevamente pone bendiciones para Israel en la boca de Bil’am. “Dios [ama tanto a Israel] que ignora cuando no hacen lo correcto, los perdona y no ve la maldad en los hijos de Israel”.
SEXTA ALIYA
Una vez más, Balak lleva a Bil’am a otro lugar con la esperanza de poder maldecir a los judíos desde allí. A pesar de los nuevos altares y ofrendas, más bendiciones y alabanzas salen de la boca de Bil’am: “¡Cuán hermosas son tus tiendas [las casas de los judíos], oh Jacob, tus moradas, oh Israel! … Dios, que los sacó de Egipto… destruirá a las naciones enemigas… (insinuando que Dios destruirá a Moab). Los que los bendigan serán bendecidos y los que maldijeren a Israel serán maldecidos. Balak pierde la paciencia y le pide a Bil’am que regrese a su tierra con las manos vacías.
SÉPTIMA ALIYA
Antes de partir, Bil’am expresa una profecía sobre el fin de los días: “Lo veo, pero no será ahora; Lo contemplo, pero no ocurrirá pronto. De Jacob saldrá una estrella, y de Israel surgirá un bastón que derrotará a los príncipes de Moab y desarraigará a los hijos de Set…». También predice la eventual destrucción de Esav, Amalek y Asiria.
EL AYUNO DEL 17 de TAMUZ
El Martes 23 de julio, se conmemorará el 17 de Tamuz, que es uno de los cuatro días de ayuno público -TANIT TZIBUR- en los que recordamos los acontecimientos que condujeron a la destrucción de nuestro primer Bet haMiqdash (=Templo de Jerusalem) en el año 586 antes de la EC (era común) y el consiguiente exilio.
Cinco tragedias sucedieron al pueblo judío en este día.
MOSHE DESTRUYE LAS TABLAS DE LA LEY
Moshé ascendió al Monte Sinaí en Shabuot y permaneció allí durante cuarenta días. El pueblo de Israel hizo el becerro de oro en la tarde del 16 de Tamuz, cuando pensaron que Moshé ya no iba a regresar. Cuando Moshé descendió del Monte Sinaí y vio a los judíos adorando al becerro de oro, rompió las tablas que llevaban los Diez Mandamientos.
UN ÍDOLO EN EL TEMPLO DE JERUSALEM
Menashé, un rey judío considerado el peor soberano del Reino de Yehuda, introdujo un ídolo en el Santo Santuario (qodesh haqodashim) del Templo de Jerusalén. Eso ocurrió un día 17 de Tamuz alrededor del año 700 antes de la era común.
SE INTERRUMPIÓ EL SACRIFICIO DIARIO
En la época del Primer Templo, en el año 587 AEC, los Cohanim (sacerdotes) se vieron obligados a interrumpir la ofrenda del sacrificio diario. Este sacrificio (qorban hatamid) había sido ofrecido desde la época del éxodo de Egipto. El 17 de Tamuz de ese año, este sacrificio no se pudo ofrecer más debido a la escasez de animales causada por el asedio a la ciudad de Jerusalén por el ejército Babilónico.
SE QUEMÓ PÚBLICAMENTE UN SEFER TORA
Alrededor del año 50 de la era común, Apostomus, un capitán romano, tomó un rollo de Tora y entre insultos y burlas a Israel lo quemó en público. (Según Maimónides fue Apostomus, no Menashe, quien además de quemar la Torá colocó un ídolo en el Templo de Jerusalem).
LA CAÍDA DEL PRIMER MURO DE JERUSALEM
En el año 68 EC los muros de Jerusalem fueron destruidos después de muchos meses de asedio por parte del ejército romano. Tres semanas después, el Bet haMiqdash fue demolido y quemado el 9 de Ab.
Debido a estas cinco tragedias es que ayunamos el 17 de Tamuz. También recitamos oraciones especiales (tajanunim), que nos inspiran a lamentar y arrepentirnos por nuestras transgresiones y las de nuestros antepasados.
El ayuno comienza al amanecer y termina con la aparición de las tres estrellas.